Autor: Efraín Vásquez Veramendi
No hay nada que hacer, y aunque los augurios más favorables nos eximen de cualquier catástrofe financiera, no hay duda que la crisis mundial nos va a tocar; el 2008 con el 9 % de crecimiento anual, este año 2009, vamos a arañar un 4.5 % en el mejor de los casos, ya vemos algunos signos negativos en las empresas mas grandes, DOE RUN quien por 75 años más o menos ha depredado y envenenado La Oroya, ha cerrado temporalmente sus actividades hasta en un 90%.
Lo curioso de esta crisis, es que por estar de globalizados, nos toca nuestra chiquita, como el ultimo invitado que a la mesa se ha sentado, al lado del G – 20 por ejemplo, que soluciones podemos aportar ¡ninguna! Obama inyecta billones a su alicaída economía que los bancos no supieron administrar, los Chicago boys y los más sesudos economistas no saben explicarnos como salir de este problema y lo peor de todo, es que si no se cambia el estilo de vida actual, ninguna receta será válida, es decir, por más dinero que se meta al sistema, no solucionará nada, mientras no se corrijan los vicios que desataron este desbarajuste.
Por más plata que me prestas
No puedo pagar tus restas
Reduce mas bien tus fiestas
Con champaña y con orquestas
Hay que cambiar de estilo
De vida y comer con menos filo
Coser los parches con hilo
O nos traga el cocodrilo
Algunos países europeos y asiáticos, están incentivando a los inmigrantes que retornen a sus naciones, con una bolsa de dinero que los ayude a establecer un negocio para que puedan sortear las dificultades iniciales, este paliativo es infructuoso y solo muestra la desesperación de sus gobernantes por “blanquear” los puestos de trabajo que tienen los emigrantes, luego de desocupados, los regresan a sus países y listo, vano intento de atenuar e impedir que se profundice en sus efectos la crisis.
En los foros mundiales se ha llegado a la conclusión que mientras la dificultad es globalizada, las soluciones deben ser nacionales, es decir que cada país debe preparar su propia receta para salir del estrangulamiento financiero, de obtener prestamos internacionales y de pasadita y como valor agregado, crear puestos de trabajo… casi nada, en otras palabras, la mala implementación de las estrategias de préstamos y recuperación de los créditos, que han creado y sobre todo permitido los cuatro bancos mas grandes del mundo, en la bonanza inmobiliaria norteamericana, las facilidades para adquirir un bien o una propiedad, no tuvieron el debido seguimiento ni supervisión a los prestatarios que cada vez se endeudaban más, hasta que su capacidad de pago se hizo añicos y comenzaron a incumplir los pagos, hubo refinanciamiento cada vez más largos y mentidos, que desencadenaron una deuda impagable e irrecuperable y ¡crack! Mierda… nos fuimos al carajo.
Fácil que la hago, noble causa
Con más fragor y sin pausa
Termino al toque la bausa
De tanto chambón y tanta lausa
Pero eso si, yo te digo
Come miga en vez de higo
Desaparece pronto el ombligo
Que el banquete, no es contigo
Estando así las cosas, ya llevamos casi medio año metidos en el embrollo y aún no hay ninguna luz en el largo túnel donde el Perú recién está entrando, el gordo aprendiz de dictador, se llena la boca diciendo que nuestra nación esta bendecida por los índices de crecimiento que muestran los últimos años, y ciertamente que ni los tigres del Asia tuvieron un crecimiento similar en sus mejores años, pero eso no nos engorda más que a él y su lacayo Garrido Lecca, si bien es cierto que el país no sufrirá directamente los embates de la crisis, nos tocará una cuota de sacrificio duro e implacable a finales de este año y todo el año entrante, así que estemos prevenidos y como reza el dicho popular, “hay que guardar pan para mayo”, no endeudarse ni en la panadería, recostear las obligaciones omisas y sobre todo y por sobre todo, incinerar las tarjetas de crédito que son el carné del mismo demonio.
No sé hacer tío Facundo
Ya no me siento fecundo
En la crisis más me hundo
Voy a vender hasta el fundo
Ojala que mi blanquita
Así se llama mi vaquita
Me de harta platita
Con la leche de su tetita
No hay nada que hacer, nadie dice como salir de este lío, se siguen buscando formulas mágicas que ni Einstein lo ha imaginado, las mesas redondas de sesudos economistas y doctores y magísteres y PhDs y diplomados y MB, y demás conspicuos agoreros numerologos, pueden dar un diagnostico descarnado de lo que sucede, todos anuncian probabilidades, posibles, contingencias viables y hasta fatídicas recetas que a nosotros los peruanos ya no nos asustan, después de haber sobrevivido a dos gobiernos de García y el Chino, que otra cosa peor nos puede pasar ¡nada! Somos una raza indomable, bravía, silvestre, desde el ande hemos bajado en huayco y por las costas hemos equilibrado en caballitos de totora, tomamos mazato y alcohol etílico, comemos basura y tomamos agua de caño que sedapal encima nos vende, nosotros somos herederos de los Incas que median 2 metros y medio de alto, sus brazos eran macanas y sus piernas tenían resortes incrustados, hemos heredado su increíble hidráulica andina y su señorial arquitectura costeña, trazamos las indescifrables líneas de Nazca y construimos Machu Picchu, tenemos 84 micro climas de 112 existentes en el mundo con variedad de productos que son las delicias de los gourmet y chef de anónimas academias endémicas ¡que nos puede pasar!... que nos pongan a trabajar.
Ya te he dicho Fortunato
No sacrifiques el pato
Trabajo nos da, al rato
En vez de dormir en el hato
De esta no nos salva ni Obama
Zarkozy, Putin, el Dalai Lama
O bien te cuelgas de esa rama
O no te levantes de tu cama
Ya saben, la única receta que he entendido, es la del chapulín colorado, esa que el anti - héroe ha dado, desde su torpe y alegre cuadrado, asiendo su maza en la diestra y en la siniestra su chicharra paralizadora, como cuando el enfermo agoniza y nadie le quiere decir que ya te mueres, así este humilde soldado del humor nos dice “que no panda el cunico” y aunque resulte risible, es lo más recomendable, si el pánico se desata, las bolsas del mundo caen, se retira el efectivo de los bancos, éstos no saben de donde sacar el circulante que el ciudadano reclama, ahí si que nadie para la corrida y sin dinero en el bolsillo, ni nada que puedas comprar, porque no hay nada en los mercados, es que la recesión ha llegado.
Que les parece
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Efraín Vásquez Veramendi, es autor del libro: CRÓNICAS CHIQUIANAS - Edición 2007 - 287 páginas.