martes, 22 de septiembre de 2015

BALANCE CRÍTICO LITERARIO DE LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES BOTELLA AL MAR, DESDE LA VISIÓN DE UN ESCRITOR PERUANO - POR SAMUEL CAVERO GALIMIDI


BALANCE CRÍTICO LITERARIO DE LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES BOTELLA AL MAR, DESDE LA VISIÓN DE UN ESCRITOR PERUANO

Por: Samuel Cavero Galimidi

Parto de dos premisas que ojalá compartan conmigo: No hay peor castigo que se le puede hacer a un libro que el no abrir sus páginas y leerlo. Siempre todo libro tiene algo que enseñarnos. Siendo así comentaré rápidamente, lo interesante, relevante, que pudieron resultarme las publicaciones editadas desde el año 2007 hasta el 2014, que considero un privilegio tenerlas y haber disfrutado de su lectura.

Haré un comentario que iba a dejar a manera de conclusiones y qué mejor decirlo al comienzo. Me interesó en especial el abordaje de la narrativa y la poesía uruguayo-argentina. Por ejemplo, de Felisberto Hernández, autor uruguayo casi desconocido me llamó la atención saber de su obra, para a futuro poder leerlo y estudiarlo. Como muestra de esa preocupación, investigando en el Instituto Bartolomé de las Casas, en Cusco, hallé un valioso estudio de Rosario Fraga de León titulado Felisberto Hernández: proceso de una creación, publicado por el Fondo Editorial de la PUCP([1])

Seguidamente, debo decir que mi preocupación, más que buscar hacer elogios o hacer de aguafiestas y criticón, es reflexionar sobre nuestras literaturas: Preguntémonos De las dos Orillas: ¿Hay rasgos y señas de identidad que caracterizan a esta poesía publicada desde Uruguay? Pienso, efectivamente, hay ciertas marcas de identidad peculiares en la narrativa poesía, como las de Rocío Cardoso. En los relatos me interesó, solo con criterio instrumental y de clasificación, el todo coherente y armónico, la manera cómo llegan al gran lector. Bien podría decirse a un lector peruano, con otros referentes. Narrar, contar, relatar ficción, como diría José Antonio Bravo, conduce a la realización del producto narrativo, llámese cuento, relato, novela o sus variantes([2]).

En caso de la poesía De las dos Orillas frente a todo el mosaico de escrituras poéticas personalísimas que hay en Latinoamérica, por ejemplo, pienso que todavía debe haber (en otros libros que no he podido hallar) poéticas más vanguardistas, novedosas, de avanzada, con vigorosas propuestas de escritura poética. Pero en este muestreo no me ha sido posible hallarlas. Igualmente vale para hacer literatura comparada desde la crítica literaria.

I.-  RESEÑA DE ALGUNOS TÍTULOS PUBLICADOS POR EDICIONES BOTELLA AL MAR, URUGUAY:

A continuación, comentaré los títulos más contemporáneos leídos, escritos por sus respectivos autores:

Mujer dibujada de Silencios (2014), de Rocío Cardoso([3]), versos breves, hondos, de denuncia social. Ella, apropiándose del mundo poético del otro cuerpo, ingresa con paso firme a la tradición de la poesía escrita por mujeres. Hay un poeta peruano ganador de muchos premios importantes.

Más allá de su talento innovador, imagino que a ello contribuye además su sólida formación universitaria, pues estudio Literatura en la PUCP e hizo una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de El Paso, Texas. Se trata del poeta peruano Miguel Ildefonso, su Libro de Exilio([4]), fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía PUCP 2009. Él parece afirmar lo que, con la propuesta poética de Cardoso, es aquí una certeza: “Te miras desnuda-entras al otro lado del espejo-cruzas la barbarie que rechazas” (Pág. 10).

El poemario de Rocío Cardoso es un libro de impecable edición, muy limpia, notable propuesta que aborda la violencia doméstica desde un Ensayo y un conjunto de poemas que se deben leer como un todo, de vigorosa denuncia. Hay una verdad, como dice Rocío: “Elegir el silencio te hace cómplice”.

Por eso, este libro se debe entender como un metatexto([5]), que siguiendo al teórico francés Gérard Genette se debe entender “la relación que se establece con este tipo de discurso es crítica” de defensa del derecho de la mujer en el Mundo frente a  prepotencia y a tanto abuso que actualmente se comente en nuestros países.

El feminicidio en Perú, en Latinoamérica,  por ejemplo, es cosa de todos los días, lo vemos en la televisión. ¿Qué les podemos decir? Solo estar de su lado, con ellas, porque tienen razones muy justas. Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos. . . Son lo mejor de nosotros. Denles vida”, nos dice Kofi Annan. Por su parte Eugenio María De Hostos, al respecto dice: “Derecho no ejercitado, no es derecho; derecho no vivido, no es derecho; derecho pasivo, no es derecho. Para que él sea en la vida lo que es en la esencia de nuestro ser, hay que ejercitarlo. Ejercitarlo es cumplir con el deber de hacerlo activo, positivo y vivo”.

Verde Mburucuyá (2013), de Rocío Cardoso([6]), que resume aquel vocablo guaraní que significa Criadero de Moscas, por lo dulce de su fruta, con prólogo del Prof. Gerardo Ciancio: Una erótica prístina. Miel del erotismo hecho Mujer. Canto de sensualidad desde la geografía. Cebollatí, Rocha, está aquí presente.

Sombras de un Cántico tardío (2014), de Alfredo Villegas Oromí([7]), llamado por Máximo Simpson “alegato poético”, “llamamiento íntimo”, es un lúcido Encuentro poético con la Naturaleza. El agua, la lluvia, el útero fluvial, los sedimentos limosos, travesía. Imagino ríos como el Amazonas, Maravilla Natural del Mundo, serán a futuro, como el Río de la Plata, inspiradores de su poesía que nos recuerda somos viajeros, machadianos, que le hablan con sencillez al poeta como él quisiera que le hablen de la naturaleza. Y viajando, explorando, dará cuenta que, efectivamente, “ningún río se parece a otro”. "Ningún amanecer nos encuentra allí donde nos sorprendió el ocaso", nos dice Khalil Gibran.
Sombras de un Cántico tardío, lo he leído como un río en apertura a lo filosófico, un gran poema existencial, sin títulos; un poema sin nada que nos pueda hacer detener, como es el cauce del río, que va, que fluye, cual poema libro.

El poemario Detrás de esa Máscara (2009), de Rocío Cardoso tiene un prólogo de María Luz Canossa titulado Poética del Enigma([8]). Sus fugaces poemas parecen el vuelo del colibrí. Nos sorprenden. Todo el sentimiento debe ser expresado en breves palabras, como la fugacidad de los rostros. Poemas dedicados al acto contemplativo, la mirada, el otro. Y las permanentes citas  en honor  de Omar Khaiame, hacen pensar que sin duda la poeta es admiradora de los versos Kaiame, no precisamente breves. Se podrían pensar que se lee a un poeta contemporáneo y occidental y no a un musulmán nacido en el año 1040. Khayam era un hombre genial. Se dedicó a la astronomía, las matemáticas y, por supuesto, la poesía. Aquel que nos dice: “Cuando caigas bajo el peso del dolor, cuando ya no puedas ni llorar, piensa en el verdor que reluce tras la lluvia”.

En este libro, de versos una vez más breves, a sabiendas que Omar Khaiame era muy expresivo, me llamó la atención el poema XIX “Todo ha cambiado,/vibraciones/ presencias/ algo de mí seguirá vivo/ palpitando/ en el contorno / de esta casa”. (Pág. 53). También el poema condensado XXIII “El peso del alma / es pentagrama que no entiendo”. (Pág. 63)

La figura del espejo nos remite al poema al  XXVIII “Se oscureció el cielo / y retuve tu rostro /en el cuenco de mis manos”. (Pág. 73)

 El poemario Una Mirada al Este (2008) de Rocío Cardoso. Tiene como prólogo Eros Escrito, de William Johnston. Allí, en el prólogo, me llamó la atención aquella afirmación de Johnston que dice: “Escribir un poema de amor vendría a instaurar una tradición ciertamente filosa como cabeza de Medusa. Y más aún si la escritura pertenece a una mujer”. ([9])
¡No entiendo qué quiso proponer! ¿Con: Tradición “filosa”? Cortante. Filosa. Quizá quiso decir: Tradición filosófica y entonces pudo haber una errata. Medusa, en la mitología es deidad protectora, guardiana, símbolo de sabiduría femenina. Mediadora entre los reinos del cielo, la tierra y el inframundo. Es la señora de las bestias. La energía latente y la energía activa. Es la conexión a la tierra. La unión del cielo y la tierra. Ella purifica.

Más allá Una Mirada al Este es un poemario con versos delicados, breves, de extraordinaria sensualidad; donde cada poema sí tiene título. Son poemas como para repensar en la esencia de una mujer enamorada como Yo lírico; mujer-río, mujer-mar; mujer-arena; me agradaron los poemas Un hombre Cruza; Quebrar el tiempo; Una mirada al Este “El mar es pájaro/ buscándose;/ en la tarde que huye”. (Pág. 47)

Me sedujo conocer más de la palabra “férvidos” ([10]) en el poema Olores del desierto. Rocío Cardoso nos dice los siguientes versos:

Dejo caer sobre tu pecho/ pájaros férvidos/ provocados por premuras de caricias (Pág. 59)

También son dignos de mención los poemas de Una mirada al este: Hilos del tiempo (Pág. 71), cuando nos dice: “te eternizas en la palabra/ como sueño”, así los poemas  Remolino de fuego (Pág. 77), Retrato (Pág. 85) y En las horas. Son dignos de resaltarse en especial los recursos poéticos, metonimia y metáfora cuando la poeta dice:

En tu alma se agitan golondrinas/ abriendo cuencos; / aires de primavera. (Pág. 87)


 II.- RESEÑA DE ALGUNAS ANTOLOGÍAS PUBLICADAS POR EDICIONES BOTELLA AL MAR, URUGUAY:

En el caso de las Antologías, como es característico en toda Antología, los aportes son variados, desiguales, limitados por el tirano espacio del libro, algunos de gran valor literario. A estos últimos me remitiré. Lo que es un criterio subjetivo. Pues lo que para mí puede ser valioso para otros quizá no lo sea. O quizá concordemos, que sería lo justo.

Poetas De las Dos Orillas (2007)([11]). Aquí me encandilaron los siguientes poemas, atrayéndome los poemas Ruego y Tiempo, de Graciela Genta. Oda a una esponja Griega, de Sue Liettetlon, poeta americana residente en Argentina, al parecer gran viajera, de extraordinaria sensibilidad.

Poetas De las Dos Orillas (2009)([12]) tiene una interesante biografía del poeta caribeño Pedro Mir. Su poema: Si alguien quieres saber cuál es mi patria, es convocador de una la lectura mayor e investigación sobre este poetas. Son igualmente llamativos los poemas La planta que crece en mi ventana de la argentina Susana Boéchat, Mburucuyá, de la uruguaya Marcia Collazo Ibáñez. Es otoño, de Margarita García Centeno. El poema Desde La Sombra, de Sue Liettetlon, lleno de imágenes sensoriales me gustó muchos y provocó hondas reflexiones. Igualmente el poema La Casa Sola, de la uruguaya Delma Perdomo y La Gotera del argentino Máximo Simpson. Luego, los poemas  El pasado es eso y Me asistirá la certeza, del uruguayo Jorge Meretta, que un tanto definen las características de la poesía uruguaya: brevedad, resplandor de imágenes, extrema lucidez,  inmanencia del tiempo. Lo no-temporal, lo anti-temporal.

Luego, cómo no elogiar la poesía, vibrante, decantada, del uruguayo Pedro Reciutti Denucci, con su poema Dolorosa Poesía. Subrayé en especial: “La larga poesía/ donde la palabra/ no se escribe, se siente; la voz no se escucha/ y penetra el alma/ esencia del todo”. (Pág. 90-92). El soneto de Piedra y El Toro, poemas del argentino Alejandro Guillermo Roemmers, extraordinario sonetista, que debió haber leído el laborioso estudio de Gerald Massey sobre los Sonetos de Shakespeare. Recordemos los sonetos de Garcilaso, los de Boscán, Góngora y los de influencia petrarquista.

Me interesó también el trabajo con los vocablos aborígenes guaraní,  como Imaguaré, que significa “lejano en el tiempo”, en la poesía de Alfredo Villegas Oromí. Su poema Padre de la Palabra, apuesta por una poesía con dulce apego a la tierra, como el trigal, como un río que se desborda dejando su propio limo de conocimientos. El libro Luna de Piedra - El canto de Quilla Rumi (2015), de Alfredo Villegas, de reciente edición, que no he tenido el gusto de leer todavía, por el título, así por la portada del libro, imaginamos que va por esa ruta de la temática que propongo ahondar. Ya que hablamos de Quilla Rumi, Mama Quilla en la mitología incaica era la hermana y la esposa del dios Inti, Sol. Cerca del Cusco está el pueblo Quillabamba, cafetalero, y gran productor de cacao: Chocolate. Rumi: Es piedra. Hatun rumi: Casa de piedra. Rumi Sonqo: Corazón de Piedra. Esa, estimados amigos, emparentada con la etnolingüística, la antropología y arqueología, es una riquísima ruta, exuberante, de muchos matices, que un poeta mayor debe atreverse a recorrerla, leyendo, investigando, claro sabiendo de la cultura, tradición, mitos, leyendas e historia de nuestros pueblos hermanos, como la maya e inca, y otras, de gran valor, como la guaraní, para citar solo algunos ejemplos. Su yo poético con el poema Imaguaré, de Alfredo Villegas, nos lleva a repensar en el ser y la divinidad (Dios). Pienso que justamente en apostar por una investigación mayor de los mitos guaranís puede enriquecer la poesía de todos nuestros poetas en general. Curt Nimueyandú, etnólogo alemán([13]),  en un trabajo etnográfico ejemplar, en 1912,  estudió las corrientes migratorias guaraní provenientes de regiones vecinas al Paraguay, dirigidas hacia el Atlántico en el siglo antepasado y comienzos del siglo pasado, y le cupo el mérito de mostrar sus relaciones con el tipo de la personalidad del guaraní, cuyo efectivo y emocional se encuentra dominado por la tradición mítica y la vida religiosa y tribal. Como bien sabemos a partir del descubrimiento de la costa atlántica de Sudamérica por españoles y portugueses, comenzó dentro del área guaraní la peculiar fusión de creencias autóctonamente paganas con las nociones cristianas importadas. Sin embargo, el núcleo fundamental de tales creencias no se modificó sino en detalles accesorios por elementos tomados del catolicismo, que más bien constituyeron meros agregados intrínsecos, bajo cuyas formas parecen agazapadas las antiguas creencias indígenas, prestas a resucitar.

Narradores De las dos Orillas (2007) destacan el relato Velorio de la argentina Gladys Abilar, Máscara de Olvidos, de Rocío Cardoso, trabajado en base a los entrañables recuerdos de una pareja. En la Trama del Aire, que es un fragmento de una novela de la uruguaya Glenia Eyherabide. Pero quizá el relato más compacto de este grupo([14]) sería el del uruguayo Pedro Reciutti Demucci, con el hermoso título Los Pájaros del Alma. Finalmente destaca el cuento Líneas, de la argentina Myriam Rozengurt.

Poetas De las Dos Orillas (2008)([15])

Siempre ha resultado interesante aprender algo más sobre la poética([16]) de Olga Orosco. Igualmente el investigador uruguayo Rómulo Cosse hace un interesante estudio sobre la Poesía de Álvaro Figueredo donde subraya: “Como todos los grandes creadores,  su escritura fue sustancial y fundacional a la vez. Tuvo de las vanguardias el alto cultivo del lenguaje, una preocupación por construir un discurso poético inédito en el más profundo sentido de la palabra” (Pág. 23).

Ahora sé que es uruguayo, que vivió en Pan de Azúcar. Es más, que existe un pueblo, que como un biscocho, se llama Pan de Azúcar, en Maldonado. Y que su escritura “fue sustancial y fundacional a la vez”. Efectivamente, tuvo un alto cultivo del lenguaje, una preocupación por construir un discurso inédito del lenguaje. Su llamativo poema: Yo le decía a Álvaro, es justamente eso. Una manera interesantísima de construir la arquitectura de un gran poema.
Luego está el ensayo de William Johnston: Olga Orosco, en el laberinto de la palabra, dignos de leerse. Otro interesante poeta de este libro es el uruguayo Jorge Arbeleche, invito a leer sus poemas: El bautismo y escarcha, donde se respira poesía en cada verso.

El poeta argentino Rubén Horacio Balseiro, no se queda atrás. Su poema Cántaros quebrados, es una invitación a citarlo:

Por una rajadura de la piel se derrama la vida
Se derrama la vida y la voz se agiganta
¿Qué buscarás después?
¿Qué misteriosos pasos recorrerán tu viaje?
En un amanecer, dibujarás miradas,
Abrirás un espacio de peregrino sueño

Luego, me interesó la poesía de Susana Boechat, argentina, de versos breves, cuidados.

El poeta argentino Alfredo Agustín de Cicco, con Todo demuestra aquí ser un buen sonetista. Sonetistas en Argentina, México y España, hay muchos y de los buenos. Quizá estos tres países sean el de mayor producción de sonetistas.

La poeta argentina María del Mar Estrella La Vida necesaria y Alfarera nocturna, de versos libres, grandilocuentes, en homenaje a la Mujer, resultan interesantes y merecen leerse, así comentarios mayores.

También el poema de Margarita García Zenteno, que se emparenta con el de Rocío Cardoso en esa sutil manera de crear imágenes a través de versos breves.

Me agradó también leer el poema dedicado a su padre, de Rafael Gomensoro, así el Hombre de la Infancia de Carina Paz, ambos poetas uruguayos.

En el caso de la Antología Narradores De las Dos Orillas (2008)([17]), merecen especial mención sobre todo el conjunto, disímil, variopinto, como sobresalientes, porque tienen un mejor manejo del lenguaje y vuelo de la imaginación: el cuento Cuatro Reinas de William Johnston Fernández, así Yo lo vi al Quijote, de Carlos Motta, aunque yo lo hubiese dejado: Yo vi al Quijote. Luego el cuento La Familia, de Silvia Ovejero, así el cuento Las Medias de Astrid del argentino Rodolfo Rabanal. El relato Súplica de Elsa Ricci y De vino y sangre, de Esperanza Tejera.

La Antología Narradores de las dos Orillas (2009)([18])tiene un valioso estudio de María Angélica Petit, bien documentada,  titulada Alimentaciones de la Escritura de Juan Carlos Onetti. Pero también está la palabra de Noemí Ulla para hablarnos de Adolfo Bioy Casares: La trama de la ciudad. La invención de Morel (1949), de Bioy Casares, es un libro de lectura obligatoria, que merece ser leído por todos nuestros escritores, en especial por quienes estamos muy comprometidos con la ficción literaria. Casares descubre que los mundos imaginarios pueden habitar la realidad en una isla desierta, donde un náufrago se enamora de una mujer lejana. De Casares son dos citas, dignas de recordarse: La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura”. “Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”.

En cuanto a los relatos que contiene este libro, aportes “De las dos Orillas”,  me agradó La Señorita White, de la uruguaya Marcia Collazo; El agua de la Muerte, de Glenia Eyherabide, que nos habla de aquellos signos que llegaron del mar.  Siluetas, de la uruguaya Raquel  Moure Davies. El cuento Extraña Confesión, que trata historia de un hombre, autor de una novela policía titulada  Extraña Confesión,  del uruguayo Omar Prego Gadea son aquí dignos de resaltarse sobre los demás relatos que contienen esta Antología.



[1]    Eduardo Hopkins Rodríguez (Editor): Homenaje Luis Jaime Cisneros, Fondo Editorial PUCP, Págs. 847 al 885, Lima, 2002.
[2]     José Antonio Bravo: Aportes para el estudio de la Narrativa, Serie Populibros, Biblioteca Nacional del Perú, Lima 1982.
[3]     Rocío Cardoso Mujer dibujada de Silencios, Ediciones Botella al Mar, Maldonado, Uruguay, 2014.
[4]     Miguel Ildefonso: Libro de Exilio, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, Pág. 10, Lima, 2010. De 635 poemarios este libro fue el ganador.  El jurado estuvo compuesto por Mario Montalbeti, Marco Martos y Ricardo Silva  Santisteban.
[5]     Metatexto: La metatextualidad es el tercer tipo de trascendencia textual, expuesta por Gérard Genette, es una relación que se debe entender como de comentario. Genette partió del estructuralismo, y se le asoció a ese movimiento impulsado por figuras como Roland Barthes y Claude Lévi-Strauss, del cual adoptó el concepto de bricolage. Poco a poco, llegó a construir una interpretación propia de la poética y de la literatura fundamentada en la intertextualidad. Como crítico desempeña un papel fundamental en el avance de los estudios formales sobre la literariedad y es uno de los representantes más destacados de la Nouvelle Critique.
[6]     Rocío Cardoso  Verde Mburucuyá,  Ediciones Botella al Mar, Maldonado, 2013.
[7]     Alfredo Villegas Oromí: Sombras de un Cántico tardío, Ediciones Botella al Mar, Maldonado, 2014.
[8]     Rocío Cardoso: Detrás de esa Máscara, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2009.
[9]     Rocío Cardoso: Una Mirada al Este, Ediciones Botella al Mar, Pág. 11,  Montevideo, 2008.
[10]    Férvido: Símbolos que nos recuerdan el amor salvador y misericordioso del Verbo Encarnado. ...a Ti claman con férvido anhelo. En el libro Mejicano repertorio de Literatura y variedades, de 1841, hallamos los versos siguientes:

A muchos próvido
Da el cielo santo
En numen férvido

Férvido canto

En la biblioteca valentina encontramos “en férvido canto”. En antiguos libros de meditaciones hay una expresión: “Hame férvido como alhaja”, que hoy significaría el haberme servido como alhaja. Y así, en un libro del siglo de XVII, El gobernador cristiano,  de Juan Velásquez:

Reyes íbberanos tienen elta en la rata del férvido,

[11]    Antología Poetas De las Dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2007.
[12]    Antología Poetas De las Dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2009.
[13]    En: A propósito del Mesianismo en las tribus Guaraní, por Julio César Espinola. Ver sobre Nimueyandú: América Indígena, Revista del Instituto Indigenista Interamericano, Pág. 307 y siguientes, Octubre, México, 1961.
[14]    Antología Narradores De las dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2007.
[15]    Antología Poetas De las Dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2008.
[16]    Poética: Para Ígor Stravinski, la poética es un estudio de la obra que va a realizarse, es un hacer del orden. Para Greimas, la poética designa el estudio de la poesía como la teoría general de las obras literarias (Greimas y Courtes, Semiótica, "Poética", Diccionario razonado de la teoría del lenguaje, 309). Para Tzvetan Todorov, la poética es una ciencia que estudia el discurso literario; apunta a una reflexión científica sobre la literatura, ubicándose no en el conjunto de hechos empíricos que determinan las obras literarias, sino en el discurso literario. Asume que la obra literaria es una estructura abstracta posible, en la cual existen constantes discursivas que pueden ser estudiadas por un estudio científico.
[17]    Antología Narradores De las Dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2008.
[18]    Antología Narradores De las Dos Orillas, Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2009.












       

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