martes, 12 de enero de 2010

12 DE ENERO - CHARLES PERRAULT Y LA TRADICIÓN ORAL - PLAN LECTOR - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA,

INLEC DEL PERÚ Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


12 DE ENERO, 1628

NACE CHARLES PERRAULT


PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

RECOPILADOR Y DECANTADOR DE LA TRADICIÓN ORAL

Por: Danilo Sánchez Lihón

1. Caminan libres

Los ocho cuentos para niños que Charles Perrault recopiló en el libro “Historias o Cuentos del Pasado”, también conocido con el nombre de “Los Cuentos de la Mamá Gansa”, no se leen sino que se respiran.

Lo sabemos sin haberlos leído nunca. Y los contamos sin saber cómo los hemos aprendido, cada quien poniéndole su voz, su acento y sus sueños. No forman parte del espacio de la escuela, puesto que la rebasan.

El niño los conoce antes y los tendrá frescos cuando los muros de su escuela se hayan derruido.

No se enseñan sino que se beben, como el agua pura de los manantiales. No forman parte del acervo literario sino de la naturaleza humana. Con ellos se nace y con ellos se muere.

Caminan libres, incluso lejos de los libros. No los aprisiona ni siquiera la escritura ni las láminas planas de los carteles o ilustraciones.

Están en el corazón y en la sangre de la gente, en sus palpitaciones.

Estos cuentos se los sabe no por educación o cultura sino por respiración y latidos. Están inmersos en nuestro ser porque estamos vivos y si seguimos teniendo palabra más allá de la muerte es lo primero que contaremos en los otros mundos hacia donde arribaremos, sin saber cómo ni por qué estamos ahí, como ha ocurrido en esta morada.


2. Cuentos de cabaña pobre

Porque, ¿quién de nosotros no sabe y hasta narra a sus hijos, o a los niños de su alrededor, cuentos como La Caperucita Roja, La Cenicienta, Blanca Nieves, El gato con Botas o Pulgarcito?

Cuentos que han adquirido la categoría de ser universales, puesto que forman parte de la cultura de todos los pueblos, de todas las épocas a partir de su propagación. Sin embargo, eran cuentos rurales, campestres, aldeanos; cuentos de cabaña pobre y como tal entrañables; de fogón y cocina; del margen y no del centro de las academias o núcleos de poder. Y, sin embargo, ¡hasta dónde han llegado!

Charles Perrault, quien vivió entre los años 1628 y 1703, por su ubicación y sus funciones, era un personaje palaciego, funcionario de la corte, allegado al rey y contertulio del mundo cortesano de la Francia de su tiempo.

Los recopiló de la tradición oral con cierta displicencia. Y los dio a conocer en un pequeño librito titulado: “Historias o Cuentos del Pasado”, identificados también como “Los Cuentos de la Mamá Gansa”. Lo componen solo 8 cuentos que todos han alcanzado la categoría de célebres. Ellos son: Caperucita Roja, Cenicienta, Pulgarcito, El Gato con Botas, Barba Azul, La Bella Durmiente del Bosque, Riquete El del Copete y Hadas. Aparte escribió Piel de Asno.


3. ¿Qué sobrevive?

Sin embargo, más dedicó su tiempo, su talento y empeños a escribir libros sobre asuntos que consideraba serios, fundamentales y trascendentes y que embargaban el debate de su época; esto es: sobre política, sociología, historia; e incluso temas de ficción para adultos defendiendo principalmente al rey, la monarquía, el sistema establecido, la institucionalidad vigente, el rol de las academias y los modelos de vida de su época.

Nada de eso ha sobrevivido ni tiene ahora la más mínima relevancia. Ningún libro suyo sobre esos tópicos alcanzaron a ser reeditados. Sin embargo el libro con apenas ocho historias, aparentemente simples y hasta ingenuas que dio forma a sus 69 años, alcanzó a tener varias ediciones en vida de su autor y hasta se tradujo al inglés, para después hacerse en todos los idiomas del mundo y a editarse a cada instante en uno y otro sitio del planeta.

Empero, su índole y contenido lo tenían contrariado, en realidad ¡hasta avergonzado!, tanto es así que prefirió no firmarlo y se publicó con el nombre prestado de su hijo Pierre, que para entonces tenía 20 años de edad.


4. En la boca y en el alma de la gente

Estos rasgos los anotamos porque son los mismos que sufre la auténtica literatura infantil en todos los tiempos y lugares, tanto que su historia se parece a La Cenicienta, uno de los cuentos que recogió Perrault, cual es que desde una condición humilde se llega a ser la estrella rutilante de la fiesta en un palacio, pero abriéndose paso entre abrojos, espinas e incomprensiones.

Pero, además, hay otro signo en el devenir de la literatura infantil cual es que termina socavando el poder que al principio lo menosprecia, situación idéntica a la ocurrida con el autor de “Historias y Cuentos del Pasado”. Es decir, no pasa mucho tiempo en que se impone a todos los otros paradigmas, erigiéndose la literatura infantil en el único arte y poder verdadero.

En la misma persona de Perrault podemos comprobar esta paradoja: Escribió más de 45 libros sobre temas que consideraba fundamentales, siendo que ninguno de ellos ni siquiera son reliquias, desaparecieron por completo, en cambio aquellos nueve de su libro para niños anochecen y amanecen en la boca y en el alma de la gente.


5. Fecundas paradojas

Charles Perrault no los creó, no son fruto de su ingenio o imaginación. Él los recogió de la tradición oral.

Tuvo la sensibilidad de acercarse en esto sí al pueblo que es el verdadero soberano, sabio e infalible.

En todos sus otros libros defiende al rey, al absolutismo y a la monarquía. Se inmortalizado cuando se volvió inocente y niño.

Pero su presencia en la literatura en relación con sus posturas intelectuales resultan una total contradicción y una paradoja:

Valoró el mundo racional y positivista y supervive por el mundo mágico.

Defendía lo moderno y futurista y se ha consagrado con cuentos del pasado.


Defendió las convenciones y se ha salvado por su libro en donde fue libre.

Funda la corriente de los cuentos de hadas y, sin embargo, denostó de todo lo que él llamaba supersticiones.

Creía en lo que comprendía, pero lo que lo proyecta al futuro es aquello que no alcanzó a comprender.


6. Esencias y verdades profundas

Aún así, Charles Perrault ha sido llamado el “Homero de los cuentos infantiles”, porqué recuperó la tradición oral, como lo hizo Homero, el ciego divino de la Grecia antigua.

A partir de la recolección de las tradiciones orales del pueblo en la Francia monárquica inauguró, sin quererlo ni proponerse, la literatura infantil escrita, al publicar “Historias o Cuentos del Pasado” editado en el año 1697, que por tener una ilustración en la carátula en donde aparece la figura de una oca, o ganso, se lo conoce también como “Cuentos de la Mamá Ganso”.

El libro de la referencia apareció como autoría de su hijo mayor, Pierre, debido a que en aquel tiempo se consideraba que un escritor que se precie no escribe para niños, labor considerada poco seria e indigna de un intelectual sobresaliente.

Contiene relatos en los cuales al fondo de una aparente ingenuidad hay esencias y verdades profundas del alma humana.


7. El Perú como Francia

En una época agitada, convulsa y temerosa Perrault supo culminar sus historias con finales felices que hizo un cambio en sus lectores, ávidos de tener esperanzas.

De allí que frases suyas como: “Vivieron muchos años y fueron felices por el resto de sus vidas”, y que las utilizamos ahora al narrar cuentos, fueron acuñadas por él y ya han pervivido 313 años y seguirán repitiéndose por centurias y milenios venideros.

En sus cuentos Perrault hace que el mal y el horror se adueñen y apoderen de los destinos de la gente y se enseñoreen momentáneamente sobre ellos y el mundo, pero al final son vencidos por las fuerzas de la verdad y del bien.

El Perú, como la Francia antigua es una raíz honda y vasta en tradiciones orales que hubieran sido el deleite de Charles Perrault.

En su homenaje y memoria le dedicamos las reflexiones que presentamos a continuación, sobre la tradición literaria oral de nuestro pueblo.

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EL ACERVO DE MITOS, LEYENDAS Y CUENTOS


DEL PERÚ MILENARIO

Por: Danilo Sánchez Lihón



1. Más que la riqueza
en oro y tesoros

Carmen Bravo Villasante, una de las especialistas españolas mas connotadas y probablemente la mas importante de todo el siglo XX en literatura para niños y jóvenes, al presentar la Antología Hispanoamericana de Literatura Infantil, decía que la riqueza en mitos y leyendas del Perú sobrepasa en mucho a su legendaria riqueza en oro y tesoros, materias y recursos de los cuales se enriqueció España en toda la colonia.

Todo esto nos lo explicamos por la variedad y diversidad de culturas que integran el Perú, por ser un conglomerado y mosaico de nacionalidades, porque los incas no intentaron aniquilar sus sueños ni sus modos de creer, de sentir y de pensar, no alteraron su modo de vida sino que al contrario la incentivaron a manifestarse y de allí ellos aprendieron.

Pero, también, por la diversidad de espacios geográficos y de lenguas que hacen la textura de nuestra identidad, cada pueblo con la suya propia y en ello ya radica el prodigio puesto que cada lengua tiene su propio imaginario y visión del mundo.

En el tiempo presente ello se incrementa más aún: por la diversidad de razas, costumbres y por la riqueza extraordinaria en acontecimientos ocurridos en nuestra historia, tanto que constituyen un mundo profuso aún por explorar.


2. Acervo de mitos

Es muy vasto el rosedal de nuestras tradiciones, que tienen el mérito de ser un portillo para mirar dentro del ámbito de una manera de ser, sentir y pensar del pueblo, como también de la propia subjetividad individual e imaginación propia de cada persona, campo feraz e ilimitado.

Sería bueno que las instituciones educativas, tiendan puentes a ese vasto caudal por reivindicar. Sería bueno que se transvasen en escritura de manera continua y sistemática nuestras tradiciones orales.

Y esto, sin anular ni dejar de ser nunca oralidad, pues siendo así están más cerca de la boca, del susurro de la consigna y de la esperanza para forjar el destino grandioso que nos corresponde cumplir y dejar como herencia a las generaciones del futuro.

Consecuentemente, un hecho de enorme significado para el desarrollo y consolidación de la cultura nacional es el trabajo de investigación, acopio y recolección; de recreación y presentación del acervo de mitos, leyendas, cuentos populares de las diversas regiones de nuestro país.


3. La sabiduría que está dentro

Hacerlo es una misión histórica y de la mayor importancia y una tarea trascendental. Ello constituye un imperativo moral en todo trabajador cultural, porque llevamos ya entrados varios años en la textura del Siglo XXI sin que hayamos descubierto totalmente nuestra imagen integral, en todo lo que nuestra cultura tiene de acervo anímico, de pulsación histórica y hálito espiritual.

Y no solo hay que recopilar sino hacer para que las manifestaciones de la tradición oral que estén vivas, se vivifiquen aún más, se agiganten y perduren. Y cada día se renueven en nuestros pueblos grandes y pequeños. Y todo esto, ¿para qué? Con qué fin? Para saber quiénes somos y cuánto podemos hacer.

Esta es una tarea a cumplir, de parte de los trabajadores de la palabra, de los escritores e intelectuales en general. Y también de los bibliotecarios y documentalistas. Es un deber concretar para que nosotros mismos nos conozcamos y nos potenciemos de la sabiduría que está dentro y alrededor nuestro.


4. Puertas hacia otros mundos

Por lo tanto, deberían de ser más nutridos los encuentros, las ponencias, los talleres las mesas redondas, los debates específicos sobre esta materia.

Conocer el alma del pueblo, el imaginario popular, el modo de sentir, pensar y soñar de nuestro pueblo. Es fundamental para mejor quererlo, para educar mejor y transformar para bien, ojalá que cumpliendo la promesa y la utopía andina.

Y todo esto tomando en cuenta que todas las regiones tienen sus dioses y divinidades; en donde las lagunas y los cerros son los apus tutelares. Cada recodo y cada quebrada tiene su propio imaginario, trasvasado en sacarinas, duendes y seres encantados.

Ellos son puertas hacia otros mundos, variados y complejos, por lo menos aquellos tres que la cosmovisión andina de nuestros antepasados identifica, como son: el hanan pacha, que es el mundo de arriba; el kay pacha, el mundo de aquí que es un reto descubrirlo, y el uco pacha o mundo de abajo.


5. Campo pródigo y magnificente

Es la memoria de nuestros antepasados que configura un mundo de creencias plenamente estructuradas. Es la sabiduría popular el bagaje de tradiciones con los cuales se vive y se resiste las condiciones adversas que nos presenta la realidad. Es la piedra virgen sobre la cual recostamos nuestra frente.

En donde se presenta esa otra dimensión, en la cual también se vive, cual es el alma mágica, donde todo lo creado y todo presente tiene encanto.

Tener encanto es habitar con el reconocimiento de que todo aquello que nos rodea son seres encantados. Es el tejido anímico del mundo andino. Todo ello hay que recuperarlo en escritura, pero sin perder la oralidad.

Ello es un aspecto importante en la literatura en general, pero más aún en el campo pródigo y magnificente de literatura infantil y juvenil, es que no debe perder su carácter oral.


6. Cultivar la oralidad

Cabe reconocer, reparar y hacer conciencia de este mural de fondo de lo que es nuestro ser, la memoria popular que tiene en la oralidad su onda y receptáculo.

Donde las palabras brotan llenas de maravilla y prodigio. Que nos hace precaver que no solamente hay ondas hertzianas o de Marconi alrededor nuestro, sino ondas de lo que es la tradición popular y que están haciendo una textura sutil y poderosa en el aire que respiramos.

¿Le damos valor? ¿Cómo sintonizarlas? Con nuestra sensibilidad, anhelos, devoción hacia nuestra historia peculiar y hacia nuestro destino superior.

Los maestros, fundamentalmente debemos conectar el corazón de los niños y jóvenes con estas fuentes prístinas, amorosas y fortalecedoras.

Esto quiere decir que la tarea no es solo recoger en escritura el rico acervo de la literatura popular, sino cultivar la oralidad, fecundando y tejiendo más en este nivel y en este campo.


7. Al grito y al amor

La oralidad es una matriz muy viva, intensa y duradera; es memoria actuante y decisiva.

Ella es mucho más que forma y soporte, es actitud, es toma de posición frente al mundo. Y si se traspasa a escritura no debe dejar de ser oralidad.

Es el zorro de arriba, en el mundo de la cultura. Es la cultura de la resistencia y la esperanza.

La oralidad no es cuestión formal ni técnica. Existe por otras razones. En ella está todo el conflicto de nuestro pueblo, su drama y su tragedia así como también su fortaleza y liberación.

Es una bandera, un grito de guerra, una toma de posición revolucionaria frente al mundo. Un signo de ello es que está ligada al niño, que es verdad primigenia; mientras no lo contaminemos con falsedades ni con prejuicios ni con imposturas.

Está muy ligada al susurro, a la confidencia, como a la consigna; al grito y al amor de los jóvenes y de todos aquellos que ponen por delante el corazón.


8. Carácter colectivo

Pero, además, quisiera dejar señaladas aquí algunas características más de la tradición oral, que es savia y es fuente de una literatura nacida y confrontada principalmente con la vida.

Estas características son:

– Los relatos de la tradición oral en los pueblos que lo configuran, cumplen y ejercen una función formativa en la comunidad que los comparte.

– Esta literatura es importante porque tiene un carácter colectivo. Y esto no solamente en la creación de las versiones o textos orales, que más bien sería la parte formal, sino en el proceso general de su concepción, estructura, desarrollo y recreación.

– Al tener un carácter colectivo son mucho más representativos que cualquier otro texto literario individual, aunque estos últimos ocasionalmente pudieran tener una mejor expresión formal.


9. Detrás del tamiz

– Cumplen una función normativa convincente pues aparece en ellos la afirmación de contenidos básicos para la plena inserción del individuo en el grupo. Así como se dan otros mensajes que son contrarios al grupo, los mismos que dan como resultado el ser castigados.

– A través de estos textos se enseñan valores y actitudes reguladoras del comportamiento del grupo.

– Estos relatos nos remiten y nos hacen pensar en conversaciones, en fogatas y ruedas de amigos, de familia, de trabajadores, que cuentan y escuchan estas historias; es decir hay mucho más en su trasfondo. ¿Qué por ejemplo? Voces.

– Nos evocan el fogón, el alero de la casa y todos los elementos que son otros tantos personajes escondidos detrás del tamiz de estas tradiciones, como pueden ser el viento, la luna, el cielo estrellado, el plenilunio.


10. Un espejo donde mirarse

– Otro aspecto importante es que estos textos orales representan el ser, el alma y la vida de los pobladores que los narran y los cuentan.

– En ellos está contenida y depositada su manera de sentir, de imaginar, de ser inteligentes; de retroceder o avanzar en la solución de sus problemas; los temores que los frustran y las esperanzas e ilusiones que los hacen fuertes.

– Todo ello está aquí palpitante y en su mayor hervor, de allí que ellos sean el rostro y la mirada de los pueblos, como lo mas esencial y característico de sus vidas.

– De otro lado son textos vigentes, actuales y actuantes, puesto que está en una literatura que se recrea a cada momento que forma parte de la cotidianidad de los pueblos.

Constituyen un espejo donde mirarse.


11. La memoria colectiva

– Instalan un punto de referencia para ver cómo somos, porque es nuestro mundo no solo de fantasía sino donde se integra todo y va más al fondo que lo que nosotros soñamos.

– Podemos vernos en este espejo. Y, como ocurre ante todos los espejos, ver si nos aprobamos, si nos complace vernos así reflejados; o, de lo contrario, cambiamos.

– En la tradición oral de nuestro pueblo es en donde se contiene lo sagrado y lo profano, lo íntimo y lo público, lo humilde y lo soberbio.

– Las tradiciones crean identidad y nos afianzan el sentimiento de pertenencia a una tierra y a una circunstancia concreta.

– Conservar la memoria colectiva, recrearla y afianzarla en un paso adelante para sostener y proyectar una propuesta de acción a fin de transformar nuestra realidad.

– Es unidad dentro de la diversidad.


12. Esencial para la educación

Es en este ámbito en donde aparece tratado y representado el calidoscopio del alma como de los acontecimientos que se desenvuelven en todo pueblo.

Es a partir de volverse escritura, testimonio, registro y grabado, que quedan asegurados en su conservación y permanencia, lo cual no altera el devenir que seguirán teniendo las tradiciones en la vida real.

Para la educación todo ello es esencial, primero para conocer el modo de ser de una comunidad a fin de acertar en nuestro trabajo con niños, jóvenes y adultos.

Y finalmente a fin de poderlo también enriquecer.

Educar, basados en la manera de sentir y pensar de las personas, es una virtud y valor fundamental que quisiéramos destacar


13. Buscando alternativas de solución

Finalmente y ya para concluir, hay un aspecto que no lo podemos dejar de comentar y que conmueve, cual es que los contenidos y significados de la tradición oral actual en nuestro país trasunta y rezuma dolor, sufrimiento y pena.

Hay en ellos miedos, sufrimientos y desgracias, fantásticas o simbólicas.

Con ella otra vez comprobamos cuánto ha sufrido y viene sufriendo nuestro pueblo, y ojalá podamos detener esa cadena.

Este hecho nos plantea algo que no debemos olvidar, cual es que hay una causa pendiente de resolver y reivindicar la justicia social en nuestro país.

Y no porque hayan dejado de tener vigencia algunas ideologías hemos de dejar de interesarnos por el dolor humano, buscando alternativas de solución.

Claro que en los relatos todo ello se compensa en la dimensión imaginaria, en donde los sufrimientos de la realidad ordinaria se redimen en el más allá que sirve como consuelo y a veces como redención.


14. Poner a luz, con brillo y esplendor

Siempre en ellos se desliza la historia social, el acontecimiento popular, y en ello el anhelo de justicia, de bien, belleza y verdad.

En ellos el mundo tiene un cielo o una arcadia en donde se alcanzan a plasmar tales valores.

En aquel mundo se alivian los males y se redimen los pesares. Es un sucedáneo donde se arregla y compensa lo que no se alcanza a conseguir en la realidad presente.

Esa es la trama por reconvertir, cual es: que no sea en otro mundo sino en este en donde volvamos a restituir el mundo de fraternidad y solidaridad que supieron construir nuestros gloriosos antepasados, lo que al final es el mejor legado que podemos transferir a los demás.

Esa es la moral que recogemos en textos aparentemente difusos y fantasiosos, como los que recogió en Francia Charles Perrault y que entre nosotros cada día debemos esforzarnos en poner a luz, con brillo y esplendor.

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