CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
JULIO, MES DEL MAESTRO;
DEL SANTUARIO HISTÓRICO
DE MACHU PICCHU; BATALLA
DE HUAMACHUCO, LEONCIO
PRADO; Y FIESTAS PATRIAS
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
*****
3 DE JULIO
NACE
MARCO
YAURI
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
VOLVIÓ
DE
LA TIERRA
Danilo Sánchez Lihón
1.
Marco
Yauri Montero es un resucitado, puesto que en el terremoto en Huaraz
del año 1970 quedó enterrado varios metros bajo tierra entre piedras,
magueyes, carrizos y tejas rotas.
Su
esposa que era profesora se quedó allí donde vio que él y sus hijos se
esfumaban en el centro del patio bajo los montículos de escombros,
diciendo:
– Aquí he visto que desaparecían. Aquí todavía deben estar.
Aquella
tarde fatídica en que habían asistido a una actuación en la Escuela de
Santa Elena donde tenían que participar sus hijos era domingo y marcaba
el día 31 de mayo de aquel año.
Y
donde nada podía hacer presentir que en el patio alumbrado por el sol
radiante y luminoso a esa hora pronto todo quedaría sumido en sombras y
entenebrecido por el polvo y los gritos desgarradores de los pocos
sobrevivientes de aquella catástrofe.
2.
Cuando
de repente se produjo el terremoto que en unos instantes convirtió la
escuela, el barrio, la ciudad y casi todo el norte del Perú en derrumbes
y despojos, en quejumbres y gemidos lastimeros y miradas estupefactas.
Donde
el sol momentos antes apacible y esplendente se oscureció con el humo y
el polvo de la tierra removida y sepultada. Junto con Marco Yauri
quedaron enterrados sus hijos Ramón Boris y Carlota Walewska.
La
última vez que él recuerda haberlos visto vivos fue segundos antes que
se produjera el sismo y quedaran sumidos y aprisionados entre adobes y
techumbres derrumbadas. Y él también.
Solo
su esposa inexplicablemente resultó encima de todo el estropicio de
tierra y polvo. Y no se movió de allí en donde habían desaparecido junto
con decenas de otros niños y personas mayores.
3.
30
mil personas murieron en unos segundos en Huaraz y entre 80 a 120 mil
personas sumando uno y otro lugar, mientras la tierra fue sacudida por
el movimiento sísmico.
De
noche pasaron unos jóvenes que saludaron a la señora, en quienes ella
reconoció a dos que eran alumnos de su esposo. Y les rogó que la
ayudaran a escarbar para encontrar los cuerpos de aquellos miembros de
su familia.
Le
prometieron volver porque ellos buscaban a sus madres y a otros seres
queridos, seguramente enterrados en lo que antes eran sus casas.
Y que ahora apenas mostraban rumas de desmonte que manoteaban porque todo era oscuro y el polvo los enceguecía.
Pasada la medianoche volvieron y escarbaron junto con la señora hasta el amanecer.
Y así extrajeron el cuerpo de Marco Yauri abrazado al cadáver de su hijo Ramón Boris.
4.
Pero
él aún tenía débiles latidos y pulsaciones. Y ahí lo dejaron ya
rescatado encima de los deshechos, porque no había sitio llano ni lugar
alguno adonde poder llevarlo.
De
aquella noche Marco tiene vagos recuerdos de alaridos de algunos pocos
sobrevivientes que aún quedaban. De personas deambulando que no
encontraban a nadie conocido.
Y
ni siquiera sabían quiénes eran ellos mismos ni dónde habían quedado
antes sus casas. Sin orientación ni noción del espacio y del tiempo
vagaban en una locura inexpresiva.
Recuerda
Marco que hacia el amanecer ardían cerca y lejos fogatas que él
contemplaba apenas pestañando sin poder moverse ni articular músculo
alguno. No olvida que la tierra seguía temblando sacudón tras sacudón.
Y
que seguían cayendo restos de vigas y techumbres que habían quedado
oscilando, de magueyes que se rompían con algún chasquido, de piedras y
cascajo que parecía que aún flotaban en el aire enrarecido.
5.
Y
yo cuento todo esto porque tiene relación con el trabajo que más admiro
de Marco, aparte de sus célebres novelas como son: La sal amarga de la
tierra, En otoño después de mil años, María Colón, Mañana volveré, Así
pasen los años, y No preguntes quién ha muerto, y que han merecido
premios nacionales e internacionales.
Decía
que contaba los hechos que he referido porque se vinculan a la obra que
es trascendental dentro de la cosmovisión andina y que tiene su clave
en el hecho de resucitar y volver a nacer habiendo estado dentro de la
tierra.
La
obra donde Marco expone tal concepción se titula Plantas alimenticias y
literatura oral andina, en donde sostiene, basado en la mitología
andina, que las plantas que nos sustentan son hombres o dioses que han
descendido a tierra y que han vuelto en forma de alimentos en el proceso
de creación del mundo y la vida.
6.
Marco
Yauri basa principalmente su trabajo en el Mito de Pachacámac, recogido
por el cronista Antonio de la Calancha en su Crónica Moralizada; y en
el Mito de Mama Raiguana, ubicado en el Archivo Arzobispal de Lima de
los años 1656 y 1662, pero en realidad son muchísimas y abundantes las
alusiones en el folclore oral de que las plantas tienen origen divino y
en ellas hay una humanidad escondida.
Así
el maíz tiene los dientes y los cabellos de un niño; las papas, las
yucas y las frutas son distintas partes del cuerpo humano como
costillas, brazos, manos y pies, de seres que sufrieron aquel rito de
ser enterrados donde se reconoce en las plantas un carácter divino y
humano basado en los mitos andinos.
Pero
lo curioso es que en la vida de Marco Yauri Montero se produce esa
misma acción legendaria de haber sido enterrado para luego ser
desenterrado y venir a sostener lo que nos afirma. Igual que los hijos
de los dioses que cayeron a tierra y se convirtieron en plantas, tanto
las de clima frío como las del temple o de clima cálido. Y más aún las
plantas curativas.
7.
Pero
además, otro valioso trabajo de Marco Yauri es su labor de recolección
de la literatura oral de su región de origen, en su libro: Leyendas
ancashinas, que abarca mitos, leyendas, cuentos populares y apólogos de
aquella región dulce y estremecida.
La
colección de relatos orales, recogidos y llevados a la literatura en
código de palabra escrita con exactitud y belleza relatan la creación
del mundo, del ser humano, y de la fundación de las sociedades andinas a
las cuales pertenecen.
Los relatos dan una amplia visión sobre la fantasía popular, además de acercarnos a la sensibilidad del hombre andino.
Tenemos
así en esta obra la Biblia de esa región, el termómetro anímico y
vivencial del inconsciente colectivo, y en esto Marco cumple con una
misión sacrosanta.
Porque
como lo dice y reconoce en el prólogo de esta obra, estos relatos
cumplen con una labor importante cual es la de mantener la cohesión
social y de la comunidad, y más aún si es que esos textos orales se los
vierte al código de la escritura.
8.
Él nació el 3 de julio del año 1930 en un paraje rural del departamento de Ancash denominado Tukupayok, cerca de Huaraz.
Es
Licenciado en Historia, Profesor de la Universidad Ricardo Palma y
profesor honorario de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo
en el Perú.
Ha escrito narración, poesía y ensayo, así como es compilador de relatos orales quechuas.
Ha recibido el Premio Nacional de Novela del Instituto Nacional de Cultura el año 1968.
En 1969, obtiene el Premio de Fomento a la Cultura Peruana Ricardo Palma.
También gana el premio Casa de las Américas de Cuba el año 1975.
En 1977 le es otorgado el Premio José Gálvez Barrenechea de Poesía y en 1983, el Premio Extraordinario Gaviota Roja.
9.
Marcos
Yauri Montero dedica parte importante de su obra a la valoración de la
tradición oral andina, reconociendo que estas expresiones artísticas y
culturales están en íntimo contacto con la formación de la conciencia de
la persona humana, con la fascinación del mundo que ellas descubren,
perfilando la sensibilidad del niño y del joven por el bien, la verdad y
la belleza, quienes a través de ellas concretan un constante
aprendizaje de su sociedad y de su entorno.
Pero
este aprendizaje no es enciclopédico o informativo sino sobre todo
anímico y vivencial. A través de estos relatos el niño y el joven se
acercan al alma y los valores de sus antecesores andinos, los mismos que
no han caducado con el acoso y asedio que ejerce el mundo moderno sino
que son más vigentes y necesarios ahora para la configuración de nuestra
identidad, la cual tiende a difuminarse con el fenómeno de la
globalización.
Marco
Yauri así ha hundido sus raíces en el mundo andino, se ha subsumido al
fondo de la tierra: en su humus, su roca, su greda; en aquella tierra
que le ha quitado todo lo que tenía, que lo dejó sin nada, deambulando
sin casa, sin hijos y sin tierra prometida desde donde él ha sido
devuelto a este mundo para alumbrarlo con la luz que rescata de las
profundidades a las cuales pudo llegar y salir a darnos nuevas
esperanzas.
*****
El texto anterior puede ser
reproducido, publicado y difundido
citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 602-3988
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
dsanchezlihon@aol.com