Danilo Sánchez Lihón
1. Curiosidad
técnica
El
cine que inicialmente tuvo como propósito recoger imágenes para servir
como testimonio de lo que acontecía en la realidad, paulatinamente
empezó a perfilarse como arte, y ahora como una maravilla del arte.
Para
ser, hasta la fecha, una de las realizaciones más sorprendentes de la
inspiración humana; que crea belleza cada día, así como significados
valederos y trascendentes.
Su
impacto y su vigencia se debe a su carácter inclusivo puesto que ha
logrado abarcar a artes como el teatro, la música, la literatura, la
pintura, la escultura, el diseño, la decoración, la arquitectura, a tal
punto que podríamos decir que ningún arte le es extraño ni ajeno.
Los hermanos Lumiere veían en su invención una curiosidad técnica y nunca imaginaron el sentido y el alcance comercial que llegaría a tener.
2. Lenguaje
total
Es
importante considerar que por su carácter holístico el cine es aquel
arte de masas que tiene en la sociedad contemporánea una gran influencia
en formar la sensibilidad y las conciencias de las personas, dado que
su influjo e impacto resultan contundentes, por la asociación
principalmente de imagen, música y parlamento.
Como
tecnología, en gran medida, es un derivado de la fotografía, que sin
embargo el genio humano ha convertido también en maravilla. En el caso
del cine hecho lenguaje total, a tal punto que se lo ha denominado el octavo arte, que se suma a las siete artes clásicas.
Como
forma de narrar historias o sucesos a través de esta técnica, el cine
es un arte; como también se ha convertido en una industria y hasta en un
negocio importante en lugares como Hollywood, en California, Estados
Unidos, y en el así llamado “Bollywood”, de Bombay, en la India.
3. Imágenes
en movimiento
La
historia del cine comienza en el año 1895, cuando los hermanos Lumiere
proyectan públicamente imágenes de la salida de obreros de una fábrica
francesa en Lyon.
Otras
secuencias fueron la demolición de un muro, la llegada de un tren, y la
de un barco saliendo de un puerto, eventos que ocurrieron casi a
finales del siglo XIX.
Ellos
perfeccionaron el aparato denominado inicialmente Kinetoscopio,
inventado por Thomás Alva Edison, creador además del formato
cinematográfico de películas de 35 ms. sobre un soporte de nitrato de
celuloide.
A
partir de estos acontecimientos se deriva que cine en sentido lato o
literal es la técnica de mostrar fotogramas en forma rápida y sucesiva
para crear la impresión de movimiento.
4. La gran
hazaña
Precisamente,
lo que más impactó del cinematógrafo fue el efecto de realidad que él
producía. Asombraba ver la realidad tal cual es y ni siquiera había el
concepto de que estaba representada. Y todo esto producía una impresión
avasalladora, como el poder ver lo que sucedía en otro lugar porque el
cine tenía un carácter y una función eminentemente testimonial.
Justamente, lo que más conmovió en las primeras imágenes que filmaron
los hermanos Lumiere fue ver la fidelidad que había con la naturaleza:
ver agitarse las hojas de los árboles con el viento era lo que
constituía la magia de este descubrimiento. Donde nada era engañoso, ni
provocado ni artificial. Su gran eficacia era mostrar lo cierto y
verdadero.
Se
cuenta incluso la anécdota de que lo que espantó a la gente fue ver la
llegada del tren a la Ciotat-freres y muchos salieron de la sala donde
se exponía esta cinta, que no duraba más de un minuto, a la estación del
tren, porque la gente no estaba acostumbrada todavía a separar fantasía
de realidad. La gran hazaña y
proeza al inicio del funcionamiento del cinematógrafo, y que ahora
lamentablemente se ha ido perdiendo por obra y gracia de los efectos
especiales, era aquel efecto de realidad, razón por la cual hay muchos
que ahora desestiman el cine porque en él todo resulta artificial.
5. Impacto
y asidero
Vinculándolo
a la educación, en la doctrina educativa vigente en nuestro país, el
Perú, se reclama, en la propuesta curricular en el área de la
comunicación integral, que es importante cultivar una formación esmerada
en lo que es medios audiovisuales, y principalmente en lo que a cultura
cinematográfica se refiere.
Una
formación óptima del educando en este campo, que le permita
seleccionar, discernir, transformar y aplicar a la realidad aquellos
contenidos que se pueden percibir y se trasmiten a través de las
realizaciones cinematográficas, que pese a tener costos elevadísimos en
cuanto a su rodaje, se desaprovechan frecuentemente en el aula de
clases.
Por
ejemplo, se puede incentivar el plan lector asociando lectura y
expectación de obras fílmicas realizadas sobre la base de libros
consagrados de la literatura, sea universal, latinoamericana o nacional.
Es imperdonable que el maestro no conozca este acervo disponible para
hacer que su función docente tenga mayor impacto y asidero entre niños y
jóvenes.
6. Intensos
y profusos
Cabe
incentivar en las aulas de clases una relación más fecunda entre
literatura y cine; puesto que, gracias a las nuevas tecnologías de la
información y comunicación, se ha hecho más asequible la reproducción de
las obras cinematográficas, así como han bajado los costos de los
aparatos de reproducción hasta convertirse en un uso casero que permiten
recrear obras célebres en el ámbito familiar como escolar.
Tarea
que se torna imperativo asumir, para hacer frente a toda deformación;
que ocurre cuando el niño se expone a la programación televisiva
carentes de calidad, y a fin de sintonizar con el verdadero y auténtico
arte.
Por
todas estas razones resulta imprescindible que el profesor conozca el
repertorio de la producción cinematográfica que tiene carácter de obras
de arte, para formar la sensibilidad de niños y jóvenes y conectando con
los valores inherentes los mismos, que son intensos y profusos en todo lo que nos ofrece el arte cinematográfico.
7. Se reconoce
y valora
“El
cine es un espejo pintado” es una frase que dijo acerca de este arte el
gran director de cine italiano Ettore Scola, y que cada quien la puede
interpretar a su manera.
A
mí personalmente me parece proverbial porque recurre a la imagen del
espejo que es un gozne, una bisagra y una línea de unión y separación
entre lo concreto y lo fantástico.
Que
por un lado retrata la realidad, pero hacia otro fondo, y que no deja
de ser un espacio potencialmente mágico. Que como el espejo es luminoso y
pone en el tapete la sensación de transparencia, de luz y de
revelación.
Así como en la alusión de “pintado” encuentro esa capacidad que tiene el cine para ser creativo, espontáneo y libre.
Es
con todo ello que, sumado a las seis artes clásicas, como son la
arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la danza y la poesía o
literatura, bien se ha posicionado el cine como el séptimo arte, que
ahora nadie discute y que más bien cada día se reconoce aún más y se
valora.
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