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SE VIVIÓ CON TODO FERVOR LA SEMANA SANTA
SE VIVIÓ CON TODO FERVOR LA SEMANA SANTA
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
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Llegó para el corazón del pueblo el latido místico de la SEMANA SANTA, de los fervores, del incienso azuloso i las ceras lloronas. De las procesiones, el ayuno. Para el pueblo no ha muerto el embrujo, aún vive i florece, la fe profunda. La mixtura de razas se mezcla en su canto emotivo.
Las procesiones donde sale el Cristo crucificado, acompañado de millares de fieles i devotos, que se postran reverentes ante ÉL, contándole sus cuitas i arrojando sobre su venerable rostro, pétalos de rosas. El rostro del SEÑOR es de un Cristo yacente, donde se capta el supremo dolor de la agonía, donde se puede advertir, aún un ramalazo de fiebre en sus mejillas, apreciándose un toque de resignada grandeza, mientras en un costado, se advierte una herida abierta que da la impresión, que por ahí saliera su sangre redentora.
LUZ SAMANEZ PAZ
Hay, Señor Crucificado
del lacerante rostro divino,
un repicar de campanas
inunda el cielo dormido.
Hay un pregón de palomas,
bellas i sedosas flores,
una suave música de querubes
se escucha en todas las almas.
Las viejas calles se visten
con rostros tristes,
donde se nota la queja
que refleja la agonía.
Las veredas i los parques
se engalanan con tapices
de pétalos de rosas.
En el ambiente i en el espíritu,
se hace la luz i la paz
i un raro canto de gloria,
inunda con sus fragancias.
A través del aromático incienso,
parece emigrar el alma
a las regiones sagradas,
de que nos habla la Biblia.
Hay, Cristo Crucificado,
Redentor de las almas,
ya invaden ríos humanos
por todas la avenidas.
Los llantos, las quejas i las campanas
parce que al celeste cielo,
volaran juntas i unidas
haciendo un eco profundo.
Entre incienso i velas,
mudos los hombres meditan
i entre una lluvia de flores,
las mujeres se persignan.
Se ve mezcla de colores,
piel blanca, negra i cobriza,
los labios están orando
llorando están las pupilas.
Entre humos de incienso
i entre flores que agonizan,
la sacrosanta imagen
penetra en el corazón del pueblo.
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SEÑOR
LUZ SAMANEZ PAZ
Te debo todo mi ser
también te debo mis sueños,
mis sueños de libertad.
Señor de la Eternidad
dame un poco de tu Luz
para seguir escribiendo,
la Grandeza de tu Amor
i la belleza del Verbo.
Dame un poco de armonía
para cantar a la vida,
que bulle en mi corazón,
de peruanísima Ñusta.
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