FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
DE CÓMO
SE
GESTARON
Danilo Sánchez Lihón
– El momento más grave de mi vida
fue mi
prisión en una cárcel del Perú.
César
Vallejo
1. La mecha
del incendio
Hay evidencias de que hoy día 1 de agosto del año 1920
tendrán lugar sucesos violentos, lo que se teme desde semanas antes, justamente
para las fiestas patronales que se están desenvolviendo y que fueron empezadas
hace más de 15 días. Y es que el nuevo gobierno nacional ha originado un
terremoto político y administrativo, acabando con el cargo de Subprefecto antes
ejercido en Santiago de Chuco por Carlos Santa María.
Función que ha sido transferida a manos de Ladislao
Meza, del grupo leguiísta, al cual pertenecen Vicente Jiménez, Benjamín Rabelo,
Andrés y Antonio Ciudad, Pedro Peláez, Víctor y Manuel Vallejo –hermanos del
poeta César Vallejo quien por estos días se lo ha visto participando de
diversas actividades propias de la fiesta–,entre muchas otras personas
importantes.
La atmósfera se ha puesto tensa. El pretexto es que no
ha llegado el dinero para pagar a los gendarmes. El resquemor: el cambio de
autoridades que ha ocurrido, por la asunción al poder de Augusto B. Leguía es
la mecha del incendio.
2. ¿Cómo
es?
Pero en el trasfondo son las rivalidades políticas las
que han gestado todo esto; y un hecho inusitado, increíble y explosivo,
acaecido hace apenas cuatro meses:
¿Qué es él? ¿Qué ha ocurrido hace cuatro meses atrás?
Algo muy grave, nunca visto en toda la historia del pueblo, de suyo pacífico.
Esto es: Que, aprovechando de su posición de
Subprefecto interino, don Calos Santa María ha dado un golpe demoledor a su
enemigo principal y acérrimo, nada menos que el Alcalde de la provincia, don
Vicente Jiménez, convertido aunque sin quererlo ni aceptarlo él, en padre
político de Héctor Vásquez Ruiz.
¿Cómo es que se ha urdido este hecho tremendo? Así: El
Subprefecto interino Carlos Santa María ha acusado al Alcalde, ante la
autoridad de Trujillo, de estar organizando un ejército de montoneros y
subvirtiendo el orden en Santiago de Chuco.
3. Curva
de Las Guitarras
Esta denuncia ha sido atendida y a partir de la cual
se ha dictaminado una orden de captura, en marzo de este año, 1920, en contra
de Vicente Jiménez, personaje de mucho arraigo y presencia en toda la comarca.
Al llegar el dictamen de arresto se procede de forma
rápida y sumaria a darle curso. Los gendarmes, a incitación de Carlos Santa
María, no hacen más que obedecer.
Y ejecutan el mandato, tomando preso a Vicente
Jiménez, lo cual constituye una osadía tremenda. Es el personaje principal y el
más influyente en toda la provincia.
– Hay que amarrarlo. ¡Puede escapar! –Advierte,
agravando más los hechos, don Carlos Santa María.
– ¡Pónganle cadena y pásenla por debajo de la mula!
Así ordena en la curva de Las Guitarras, que es la
salida de Santiago a Trujillo.
4. ¡Átenlo
de manos!
Hasta allí ha ido para comprobar con sus propios ojos
que se cumplan sus instrucciones, a todas luces insultantes y provocativas.
Porta, además, don Carlos Santa María, un fuetecillo
en las manos, que lo blande, para mayor afrenta.
– ¡Pobrecito, el niño Vicente! –Se atreve a murmurar
una viejecita.
– ¡Cállese la boca! –Le grita el Subprefecto Santa
María. Y amenaza a la mujer con castigarla alzando el fuetecillo.
Y volviéndose a los gendarmes, para humillar más a su
víctima, les ordena:
– ¡Átenlo de
manos y pies!
De allí que en Santiago de Chuco se recita todavía
ahora como coplilla la respuesta o el comentario que alcanzó a expresarle
Vicente Jiménez.
5. Todo esto
ha ocurrido
Y que en esa oportunidad le dijo así:
¡Ay, cholito,
cholito!
Ruega a Dios
y a la Virgen,
y a todos los
santos del cielo
que no regrese yo con vida.
Porque si
regreso con vida
¡ya verás lo
que te pasa
pobre y
triste cojudito!
¡Santa Marías podridos!
Eso dice Vicente Jiménez, con un rictus de desprecio
dirigido a Carlos Santa María.
Cuando lo engrilletan, enlazando la cadena que le
sujeta los dos pies por debajo de los ijares de la mula, vuelve a repetir su
frase: ¡Ay, cholito, cholito!...
Y así llegó
hasta Trujillo, encadenados los pies y atadas las manos hacia atrás, por la
espalda. Todo esto ha ocurrido hace cuatro meses.
6. La afrenta
cometida
Vicente Jiménez ha regresado libre y con vida. Y ahora los ánimos están caldeados al rojo
vivo.
Además, Carlos Santa María ya no es Subprefecto. Ha
caído. Y la autoridad es un enemigo suyo, el huaracino Ladislao Meza.
Sin embargo los policías al mando del alférez Carlos
Dubois todavía lo secundan y reciben sus órdenes y consignas, como si él
siguiera mandando.
Acaba de ofrecerle botellas de pisco y su respaldo el
alférez. ¡Y, para lo que sea!
De allí que previendo todo esto el Subprefecto
Ladislao Meza ha traído días antes sus propios soldados desde Huaraz.
El guapo de Héctor Vásquez Ruiz también tiene su gente
y quiere vengar la afrenta cometida contra Vicente Jiménez a quien él considera
su suegro.
7. ¿Dónde está
Cesítar?
Lo que persigue es congraciarse con él, pues ha robado
a su hija Francisca sin su consentimiento.
Y esta es la ocasión para demostrarle su adhesión, su
respeto y hasta su afecto y cariño.
A todo esto, ¿dónde está el poeta César Vallejo?
Hoy es el amanecer del 1 de agosto del año 1920 y
desde la madrugada se han escuchado disparos de bala, gritos y un vocerío de
protestas en las calles.
Es el inicio de la segunda fiesta del Patrón Santiago
y don Francisco de Paula ya anciano pregunta por su hijo:
– ¿Dónde está Cesítar?
– Muy temprano salió al campo a recorrer la campiña.
Pronto vendrá para el desayuno.
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