martes, 16 de agosto de 2016

16 DE AGOSTO: SEMANA TURÍSTICA DE REQUENA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: LA FABULOSA VIDA DE ARTURO HERNÁNDEZ -POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2016 AÑO
CONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIA
Y CONCRECIÓN DE SOLUCIONES
 
AGOSTO, MES DE LOS NIÑOS,
DE LA JUVENTUD, LAS COMETAS,
EL DEPORTE, EL FOLCLORE Y
DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 

SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
 
*****
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
JORNADA EN EL MES
DE AGOSTO, 2016:
IDENTIDAD Y PATRIMONIO
 
LIMA
VIERNES 26 DE AGOSTO.
 6:30 PM.
 
– PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
“FLOR DE PIEDRA, LOS TEJADOS”
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
 
– EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
“TELÚRICA Y MAGNÉTICA
EN LA CUNA DE CÉSAR VALLEJO”
DE JAIME SÁNCHEZ LIHÓN
 
– CENA DE CONFRATERNIDAD
 
INSTITUTO RAÚL PORRAS
BARRENECHEA DE LA UNMSM
COLINA 398. MIRAFLORES
 
INGRESO LIBRE
SE AGRADECE
SU GENTIL ASISTENCIA
 
TRUJILLO
SÁBADO 27 DE AGOSTO
 
SANTIAGO DE CHUCO
DOMINGO 28 DE AGOSTO
 
CACHICADÁN
LUNES 29 DE AGOSTO
 
ANGASMARCA
MARTES 30 DE AGOSTO
 
*****
 
16 DE AGOSTO
 
 
SEMANA
TURÍSTICA
DE REQUENA
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
LA FABULOSA
VIDA DE ARTURO
HERNÁNDEZ
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1. Cuenta
él mismo
 
Arturo Hernández, el autor de las célebres novelas “Sangama” y “Selva trágica”, nació en la provincia de Requena, en Sintico, a la margen izquierda del río Ucayali el año de 1903, y murió en Lima el 2 de abril del año 1970.
Nunca pudo averiguar ni el día ni el mes sino apenas el año, pero más la circunstancia en que vino al mundo:
“En la época en que los salvajes irrumpieron en el pueblo de Samanco y raptaron a todas las mujeres”.
Cuenta él mismo.
Ni siquiera nació en la capital de la provincia sino en un villorrio del distrito Emilio San Martín quien fue un héroe de la marina en la guerra con Chile.
Quien para hundir un barco enemigo hizo explotar una bomba cargándola en sus brazos y disparándola con su revólver.
 
2. Tres
días
 
Nació Arturo Hernández en un pueblo que a la vez desapareció varias veces y ha vuelto a aparecer, como son los pueblos de la Amazonía que cambian de lugar.
Debido principalmente a que los lleva el río, a causa que la tierra sobre la cual se asientan es arcilla aluvial que cualquier día vuelve a ser arrastrada por la corriente de agua.
Pero un día el río no solo se tragó el pueblo sino toda la tierra que Arturo Hernández tenía bajo sus pies.
Ese día Arturo solo se salvó trepándose a los árboles en donde permaneció montado y sujeto a una rama durante tres días seguidos con sus respectivas noches, para después bajar, nadar y alcanzar una orilla.
 
3. A punta
de palos
 
Aprendió a leer en la escuelita que organizó su padre para los hijos de los obreros que trabajaban en la recolección de caucho en el shiringal, que se llama así al paraje rico en árboles que ofrecen ese producto.
Pero ocurrió que murió su madre y su padre lo lleva a vivir con su abuela de parte suya quien odiaba a ese niño por ser fruto de una relación que nunca quiso ni aprobó.
Cada vez que la abuela lo veía leer lo castigaba, diciéndole:
– Ay, maldito. Otra vez ya te encontré en este vicio.
– Perdón abuela, pero no me pegues, te lo suplico.
– Si no te pego entonces ¿cómo te vas a corregir de estas ociosidades? ¡Ya te he dicho, trabaja! ¡Dedícate a tus tareas, y no a estas cochinadas!
– ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay!
Y le daba duro.
– Así, infame, te voy a ser doctor, a punta de palos. –Le decía.
 
4. Marinería
a bordo
 
Trató de fugar varias veces, por lo que su abuela decidió mantenerlo día y noche encadenado.
Lo mantuvo como esclavo, amarrado a una estaca clavada en el suelo. Y allí tenía que lavar, cocinar y hacer tareas propias de mujeres.
Su única alegría consistía, cuenta él, en mirar los barcos ingleses que pasaban croando rumbo a Liverpool cargados de goma elástica.
Eran barcos de lujosos barandales que emitían volutas de humo en el cielo azulino de la Amazonía y con la marinería a bordo, de ojos azules y con la boca carcomida por el yodo.
En la entrevista que Arturo Hernández concedió a Hernán Velarde para el diario Expreso, cuenta lo siguiente:
 
5. Nunca
se imaginó
 
–Un día pasó una barcaza llena de soldados, con destino a una guarnición del interior.
Levanté la mano para saludarlos presa de una emoción desconocida y al mismo tiempo sentí que una mano como una garra me sacudía por los hombros.
– ¿Qué miras desgraciado?
– Me gustaría ser uno de ellos.
– ¿Tú?
– Sí ma, ¿por qué no?
– ¡Porque eres un imbécil...!
Así era mi abuela.
Refiere él de ese modo. Y nosotros comentamos: Pobre viejita, nunca se imaginó que llegaría a ser General de Brigada del Ejército Peruano y además doctor en leyes con el cargo de Fiscal General del Consejo Supremo de Justicia Militar.
 
6. Sin que nadie
sepa de él
 
Un día pasó el ejército reclutando jóvenes para el servicio militar. Mintió que tenía dieciocho años cuando apenas tenía quince. Y cargaron con él, levándolo.
Estando en el regimiento de Cazadores del Oriente 51, y cuando ya tenía grado de sargento, su capitán Guillermo Cervantes, se rebeló contra el Estado Peruano, pidiendo mayor atención para los álgidos problemas de su región, la Amazonía.
Cinco meses duró la sublevación que finalmente fue develada. Arturo Hernández cayó prisionero y fue trasladado a Lima en condición de amotinado.
Sufrió prisión en un viejo velero fondeado en el litoral y luego en la cárcel de Guadalupe.
Parecía un olvidado en una mazmorra húmeda y maloliente sin que nadie sepa de él ni de su caso. Ni se sepa de cuál era ni cuál sería su destino.
 
7. Dolor
y lágrimas
 
Pero un día sin qué ni por qué lo echan a la calle y lo dejan libre, pero que en la selva en dónde sí hubiera sabido defenderse. Expresa:
“Dormí en el Parque de los Garifos, sufrí hambre y conocí el sabor amargo de la desocupación”.
Fue jornalero de construcción civil, peón de hacienda, mozo de bar, conductor de tranvía, portapliegos, mozo de cocina. Y cuenta:
Hasta que logré un “conchave” en el vapor Ucayali, al que fui por llamarse como mi río. Fueron muchos viajes por la costa del Caribe, en calidad de mozo de salón, el último de la nómina y el primero en el trabajo.
Días de dolor y lágrimas, siempre con la esperanza de alcanzar algo que llenara mi espíritu. Cansado de dar vueltas en el mar, acepté el cargo de capataz de cuadrilla de los trabajadores que jalonaban la vía Mejorada – Ayacucho.
 
8. Mi amor
propio
 
Pero se dio la oportunidad de asimilarse a la Marina de Guerra del Perú en la Zona Naval del Callao. Pronto ascendió a Alférez de Fragata.
Al mismo tiempo a los 26 años postuló a San Marcos para estudiar abogacía. Clausurado San Marcos se trasladó a La Católica, donde culminó sus estudios el año 1936. He aquí su relato:
– ¿Sabe Ud. cómo y por qué ingrese a la Universidad? –Le cuenta a Hernán Velarde–. Gracias a un amigo que quiso burlarse de mí. "¿Ya que eres tan aspirante, por qué no te presentas a la Universidad?".
Lo dijo con tal tufillo de mala fe, que hirió mi amor propio y cualquier día me vi haciendo turno para los exámenes de ingreso, entre 800 alumnos que luchaban por colocarse en una de las 80 vacantes para Letras.
Fue un examen de pura "mechadera", los aspirantes caían como moscas, por eso cuando el jurado me llamó:
 
9. ¡Qué
maravilla!
 
– ¡Aspirante Arturo Hernández del Águila!
Yo, en vez de decir ¡presente!, quedé mudo y clavado en el suelo. Pero entonces vino nuevamente "en mi ayuda" el burlón, quien me envió trastabillando hasta los pies del Jurado.
Me revolcaron malamente. Al final me entregaron un papel con mi nota. Yo naturalmente ni lo miré. "Mi amigo" reía aun cuando traspusimos la puerta de San Marcos, donde por hacer algo, saqué el papel con mi nota.
¡Qué maravilla! No sé por qué milagroso mecanismo me habían puesto 11. Entonces vi que "mi amigo" lloraba. Nunca supe si fue de felicidad o de envidia.
En el año 1942 publicó su novela autobiográfica “Sangama”. En el año 1950 se casó con una bella y bondadosa maestra que se consagró al cuidado de su obra, su nombre: Telma San Martín.
 
10. Receta
moral
 
En el año 1952 su novela fue traducida al francés y se volvió best seller, libro del mes en Francia.
Luego su fama se extendió a Europa.  Se tradujo al alemán, inglés, ruso y al yugoeslavo.
Los cheques por regalías en cada remesa sobrepasaban los 300 mil francos. Compró una casa y se dedicó a escribir entre otras, obras como: “Selva Trágica”, “Tangarana y otros cuentos”, “Bubinzana (La canción mágica del Amazonas)”. Declaró alguna vez:
“en realidad yo he aprendido todo lo que sé trabajando”.
Y cuando se le preguntó acerca del tema de las técnicas literarias en sus novelas respondió que el único consejo que quería dar a quienes aspiraban a ser escritores era:
“Vivir más e inventar menos”.
Receta moral en estos tiempos de embustes y artificios.
 
 
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CONVOCATORIA
 

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÚRICA DE MAYO, 2017
 
LIMA:
 LUNES 22
 
TRUJILLO:
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GUADALUPE
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MIÉRCOLES 24
 
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 JUEVES 25
 
SANTIAGO DE CHUCO:
 VIERNES 26
 SÁBADO 27
 
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