sábado, 12 de junio de 2021

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 13 Nº 427, DEL 12 DE JUNIO DE 2021

  

 
TIEMPO NUEVO 

Internacional 

  Por Addhemar Sierralta 
 
Año 13 Nº 426
 

  Miami, 12 de junio de 2021 

 

 

LECCIONES Y ELECCIONES.

 

Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).

 

"Ninguna clase social, grupo o partido en Alemania puede sacarse de encima la responsabilidad por el abandono de la República democrática y el advenimiento de Adolfo Hitler. El error cardinal de los alemanes que se oponían al nazismo fue su fracaso en unirse contra él".  William Scherer

 

Lo sucedido en las elecciones de Chile y Perú, y lo que puede pasar en Colombia debiera servir, sin lugar a dudas, de lección a todos los políticos argentinos. No me refiero sólo al claro giro a la izquierda que han dado esas sociedades sino, centralmente, al distanciamiento entre quienes se presumían dirigentes y la ciudadanía de a pie. Pese a que, en los tres países, el capitalismo trajo enormes ventajas a sus respectivas sociedades, y sacado de la pobreza a muchos millones de habitantes, lo cierto es que las diferencias entre las élites y los sectores de menores recursos produjo, sobre todo entre los jóvenes, un natural descontento que fue infiltrado por el castro-chavismo y se transformó en irracional violencia.

 

En este último punto, la paz que reina aún en la Argentina, cuando la miseria, el hambre, la droga, la inseguridad y la desocupación arrasan, como nunca antes, con toda la estructura social de los múltiples conurbanos, sólo puede adjudicarse al clientelismo abyecto, cuyo mayor especialista es el Frente para Todos; en una situación muchísimo menos grave, Mauricio Macri tuvo que soportar graves acciones destituyentes. También el populismo de Andrés Manuel López Obrador sufrió el domingo un durísimo golpe en sus propias legislativas (también sangrientas por el asesinato de 86 candidatos), que alejaron a México de derivas similares, toda vez que le impidieron al famoso AMLO dominar a su Congreso.

 

Resulta más que obvio que las realidades socio-económicas de esas naciones son distintas a la nuestra, pero hubo un factor común en las dos primeras: los diferentes partidos democráticos tradicionales concurrieron separados a las urnas y esa atomización llevó a que fueran barridos por el viento de la historia; así, las constituyentes chilenas han facilitado a los comunistas y sus aliados armar un fuerte bloque que llevará a la convención un texto constitucional preacordado, que dará vuelta al país como una media, y el ballotage de las presidenciales peruanas sólo permitió optar entre dos males y demostró que la grieta no es sólo patrimonio argentino.

 

De allí que queden claras algunas lecciones importantes: a) quienes, como oficialismo, estuvieron al frente de la crisis sanitaria y socio-económica derivada de la pandemia sufrieron duras derrotas, y sólo vencieron aquéllos que, como Isabel Díaz Ayuso en Madrid, privilegiaron la apertura y la libertad; b) la atomización en las ofertas electorales racionales permitió el triunfo de los populismos más extremos; c) los ciudadanos, golpeados por el pánico que difunden los gobiernos y la prensa, faltaron a la cita con las urnas en un alto porcentaje, lo cual privilegió a los aparatos bien armados, como aquí es La Cámpora; d) la agenda de la clase política se ha mostrado por completo alejada de la sociedad; y e) ha adquirido un indudable peso político la juventud (milenials y centenials) que, en general, reniega de los condicionantes del pasado y exige otro futuro.

 

Todos debemos comprender que este año nos jugaremos el futuro, nuestro y de las generaciones que nos sucederán. La importancia crucial de estas elecciones legislativas, que las distingue de todas las anteriores, radica en que, si el oficialismo se hiciera con los diputados necesarios para acceder al quórum propio y accediera a los dos tercios en Senadores, tendrá allanado el camino a una reforma constitucional que sepultará, para siempre, a la República y, con ella, a la democracia y la libertad.

 

Por todo esto insisto en una propuesta que formulé el 23 de enero pasado; dije entonces: "Y deberían servir para que todos quienes nos consideramos opositores a este trágico oficialismo compitamos en ellas dentro de una misma estructura, de modo tal que sean los ciudadanos de a pie quienes elijan los candidatos que llevemos a las legislativas de octubre. Obviamente, esa unificación necesita de la generosa aceptación de Juntos por el Cambio a competir con otros candidatos, peronistas no K, conservadores, liberales y provenientes de otros partidos minoritarios que, dispersos, pueden complicar el resultado esencial que necesitamos".

 

El martes se abrió una ventana a la esperanza porque todos los líderes de Juntos por el Cambio, si bien motivados por diferencias internas, coincidieron en la necesidad de ir a las PASO para dirimir las candidaturas que presentará ese espacio. Falta, claramente, que acepten abrirlo a todas las fuerzas republicanas para evitar el peor riesgo (un triunfo kirchnerista) que corre la Argentina actualmente; al respecto, recomiendo la entrevista que realizó el miércoles Viviana Canosa a Miguel Angel Pichetto (https://www.youtube.com/watch?v=QkVBcUDfZKc). Si JxC las invitara y alguna fuerza rechazara el convite, será ésta quien pague un altísimo costo.

 

Por falta de espacio no podré extenderme hoy sobre la demencial diplomacia presidencial que ejecuta el penoso clown que nos gobierna, que no titubea al decir disparates y caer en ese lugar -el ridículo- del que no se vuelve. Menos aún para reiterar que el Gobierno, sus funcionarios y sus legisladores cómplices son reos de crímenes de lesa humanidadpor los más de 84.600 muertos; si no bastara la corrupción a la que debemos carecer de las vacunas más prestigiadas, por una barrera legal pergeñada sólo para hacer negocios y favorecer a los amigos farmacéuticos del poder, que los Estados Unidos nos excluyeran de la lista de países que recibirán su donación de quinientos millones de dosis acaba de confirmarlo.

 

Bs.As., 12 Jun 21

 


LA "CRISIS DEL CUARTO GIRO" HA LLEGADO.

 

Por Jeff Lukens (U.S.A.).

 

Jeff Lukens es un graduado de West Point, un veterano del ejército estadounidense y un Baby Boomer.

 

Compartimos este arteiculo gracias a nuestro amigo Julio Suárez Lorca.

 

Las grandes transformaciones sociales se producen en tiempos de crisis.  Ahora nos encontramos en una situación así, y el cambio transformador puede estar llegando a Estados Unidos, lo queramos o no.  Podría definir quiénes somos como nación para el resto del siglo XXI.  Está por ver si Estados Unidos se reafirma como faro de la libertad para el mundo o si nos convertimos en una parcela más del nuevo orden mundial.  Las consecuencias para todos los estadounidenses podrían ser enormes, y especialmente para los millennials. 

 

¿Qué crisis tenemos, se preguntarán? Bueno, considere la asombrosa deuda y el colapso económico que se avecina.  También se avecina una confrontación y una posible guerra con China.  La pandemia ha causado y sigue causando estragos en nuestra forma de vida.  Las grandes tecnológicas y los grandes medios de comunicación están restringiendo la libertad de expresión y arreglando las elecciones con la conformidad del estado administrativo en Washington.  La frontera está siendo invadida.  Las escuelas ya no enseñan nuestra historia ni lo que es ser estadounidense.  A la cabeza de todo esto está Joe Biden y su alegre banda de socialistas racistas que conducen a propósito este tren desbocado fuera de las vías.  Y al final, el colapso de la sociedad y un gran reinicio en un gobierno mundial marxista esperan nuestra desaparición. 

 

Así que sí, estamos en una crisis donde el futuro de nuestra forma de vida pende de un hilo. 

 

En su libro seminal de 1997, The Fourth Turning: An American Prophecy, William Strauss y Neil Howe examinaron la historia a través de un prisma generacional.  Su crónica divide la historia angloamericana en siete secuencias recurrentes a lo largo de los últimos 500 años.  Los autores afirman que las características generacionales siguen una serie similar de fases generacionales, o giros, que culminan en una gran crisis cada 80 años aproximadamente.

 

En su libro, cada ciclo se caracteriza por el Primer Viraje o el Alto (que se produjo recientemente entre 1946 y 1964); seguido del Segundo Viraje o el Despertar (1964-1984); luego el Tercer Viraje o el Desenlace (1984-2008); y finalmente, el Cuarto Viraje o la Crisis (2008 hasta finales de la década de 2020).  Cada generación alcanza la mayoría de edad en una época diferente y ve el mundo de forma distinta.  La Generación Más Grande veía el mundo de forma diferente a la Generación Silenciosa, que lo veía de forma diferente a los Baby Boomers, Gen Xers, Millennials, etc.

 

La última crisis histórica a la que nos enfrentamos fue la Depresión y la Segunda Guerra Mundial, donde se forjó La Generación Más Grande.  Estas pruebas provocaron cambios significativos en todo el mundo, y especialmente en la Generación Más Grande.  Ya han pasado 80 años de esa crisis, y ahora parece que la nación ha entrado en otra época de tribulación. 

 

Nuestra nación ha experimentado la agitación existencial durante la Revolución Americana, la Guerra Civil, y la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial juntas.  Desde el siglo XV, la civilización occidental ha repetido el patrón de los cuatro giros siete veces.  De ahí el título de un nuevo libro, The Seventh Crisis - Why Millennials Must Re-Establish Ordered Liberty, de Bob MacGuffie y Antony Stark.  Su libro actualiza y refresca la narrativa de The Fourth Turning para la crisis a la que nos enfrentamos hoy en día. 

 

Aunque la confusión a la que nos enfrentamos afectará a todas las edades, tendrá un impacto fundamental en los jóvenes.  Al igual que la Gran Generación, esta nueva crisis tendrá un efecto definitorio en los Millennials y afectará significativamente el destino de los Estados Unidos.  Pero, ¿están los millennials a la altura de la tarea que les espera? 

 

Según el Censo de Estados Unidos, los Millennials se han convertido en la mayor generación viva en 2019.  Para 2050, el Pew Research Center proyecta unos 25 millones más de Millennials que cualquier otra generación anterior. 

 

Los aspectos notables de los Millennials son que son más diversos racialmente, más sensibles a la discriminación racial y más propensos a apoyar a los demócratas.  A diferencia de la Gran Generación en su juventud hace un siglo, un gran porcentaje de Millennials proviene de hogares rotos.  En general, no han sido educados para confiar en las influencias estables de la familia, la comunidad y la iglesia.

 

Según Pew, son un 43% no blancos y destacan por sus opiniones liberales.  En una encuesta de 2018, el 52% de los millennials dijo que el racismo era la principal razón por la que los negros no podían salir adelante, mientras que el 79% creía que la inmigración fortalecía al país. 

 

La palabra "igualdad" se ha vuelto casi sagrada para los millennials.  Quieren igualdad de condiciones.  Quieren que todo el mundo sea tratado con justicia.  Y quieren dejar atrás nuestro pasado discriminatorio y racista.  Todo eso es positivo, pero para encabezar un renacimiento conservador en la Séptima Crisis, los Millennials necesitarán una epifanía con respecto a todo el antiamericanismo que les ha alimentado la cultura popular desde la infancia.  Aunque esta perspectiva puede ser algo improbable, una crisis existencial de la propia forma de vida tiene una forma de hacer que se produzcan despertares descarnados de vuelta a lo básico.  Ya lo veremos.

 

 Todas las generaciones deben darse cuenta de que, mientras los grupos de izquierda pretenden defender la tolerancia y el socialismo igualitario, representan la represión del libre pensamiento y una forma de fascismo nihilista brutal que no se veía desde los años 30 en Europa.

 

De hecho, jóvenes y mayores estarán en esta lucha.  Los que luchan contra la Séptima Crisis pueden encontrar formas de luchar contra el Estado profundo emulando el ejemplo del movimiento del Tea Party de hace una década, que demostró cómo organizar una campaña basada en el poder orgánico.  Ahora se llama el movimiento MAGA, y es difícil de controlar para el estado profundo porque los deplorables abrazan el odio del estado profundo como una insignia de honor. 

 

En algún momento, la izquierda arreciará algún incidente, desencadenando una conflagración total de disturbios callejeros, acusaciones de racismo, corrección política y teoría racial crítica diseñada para socavar y derribar todo lo que se considera la base de la vida estadounidense. 

 

Según MacGuffie y Stark, sólo la libertad ordenada del proceso constitucional que limita el poder del gobierno puede impedir la opresión sistemática por parte de la élite autoproclamada para mantener permanentemente el control eximiéndose de lo que pretende imponer a todos los demás.

 

Los jóvenes no deben engañarse.  Ellos son el principal objetivo a sabotear, y deben entender que el ataque a la cultura tradicional es un ataque tanto a ellos como a su futuro.  Está diseñado para destruir la Libertad Ordenada convenciéndoles de que no deben querer ni necesitar elementos como la libertad, el capitalismo, los valores familiares tradicionales y la moral judeocristiana.

 

La Séptima Crisis ha llegado, estemos o no preparados para afrontarla.  Esta crisis probablemente resolverá la lucha ideológica que se ha librado en este país desde la década de 1960.  Los múltiples intentos de compromiso a lo largo de los años han fracasado.  Esta vez la realidad será que un bando ganará y el otro perderá.

 

El valor es contagioso, y se necesitará un gran valor por parte de todos en este momento crítico.  Una vez que unos pocos individuos heroicos se posicionen, sólo podemos esperar que una marea creciente de patriotas siga su ejemplo para salvar el país.  La única pregunta es si todas las generaciones -y especialmente los millennials- serán capaces de superar el peligro al que nos enfrentamos, o si fracasaremos.  Tenemos que ceñirnos para triunfar en la batalla que se avecina.

 

 

SILENCIO QUE MATA Y ATURDE.

Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).

 "La justicia es un plato que hay que servir caliente", Fabiano Massini.

Argentina llegó a los 80.000 muertos por Covid y se ha transformado así en el país que más fallecidos registra cada millón de habitantes; esas muertes se deben, sin ninguna duda, a la corrupción e ideologización que afectan la compra de vacunas. También, claro, hay que incluir en ese tétrico escenario las robadas para proteger a la pléyade de personas "¿esenciales?" como Carlos Zannini, Horacio Verbitsky, los miembros de La Cámpora, los intendentes y sus amantes, etc., las mismas que faltaron para tantos médicos, enfermeros y muchos otros que estaban en la primera línea de combate a la pandemia o que, simplemente, integraban los grupos de riesgo. 

¿Dónde están ahora el CELS, la Liga por los Derechos del Hombre y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, H.i.j.o.s, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo? ¿Dónde Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto y Hebe de Bonafini? ¿Por qué callan todos esos adalides de los derechos humanos tuertos, que aún se desgañitan por los supuestos crímenes del proceso militar cometidos hace cincuenta años, frente a los indudables delitos de lesa humanidad en que han incurrido Alberto y Cristina Fernández, Santiago Cafiero, Ginés González García, Carla Vizotti, Cecilia Moreau, Pablo Yedlin, Cecilia Nicolini, Hugo Sigman, Marcelo Figueiras y tantos otros cómplices? Su silencio aturde, y mata. 

¿Qué dicen ahora la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires y María Eugenia Vidal que, por ley, prohibieron desmentir la probada falsedad de los "30.000" desaparecidos?; más allá de la pública confesión del inventor de esa cifra, las más de 20.000 chapitas en blanco del Parque de la Memoria confirman esa afirmación pese a que, para identificar a las que sí tienen nombres (unas 8.500), los fabricantes del "relato" debieron recurrir a quienes atacaron cuarteles militares en democracia, cayeron combatiendo a las fuerzas legales o fueron asesinados por las propias organizaciones terroristas y retrotraer el recordatorio a 1955. 

El Gobierno se ha mostrado incapaz, obviamente para no confesar los innumerables delitos que han cometido sus funcionarios, de explicar claramente por qué los inmunizantes no han llegado; es más, muchos de los que sí lo hicieron, están siendo retenidos, como sucedió en Misiones (este domingo se votará allí), con propósitos exclusivamente proselitistas. Cristina Fernández, además de ordenar a Miguel Pesce reencender la maquinita de papelitos de colores, ha comenzado a bailar la danza de la lluvia para intentar que se produzca un diluvio de vacunas antes de las elecciones, postergadas ahora hasta septiembre y noviembre con el consentimiento de una oposición ingenua o idiota, que ni siquiera intercambió ese acuerdo por la adopción de la boleta única; ese desesperado anhelo del oficialismo es razonable, ya que la economía no le traerá buenas noticias este año. 

Pero, claro, pedir coherencia a un Gobierno tan hipócrita y tan cínico resulta absurdo. Porque, más allá del público apoyo a gobernadores despóticos como Gildo Insfrán o Juan Manzur y a sindicalistas mafiosos como Hugo Moyano, se necesita tener una singular cara de piedra para defender a Nicolás Maduro y su régimen asesino, para equiparar al Estado de Israel con la organización terrorista Hamas y para callar ante las dictaduras de Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, que clausuran diarios y canales de televisión o encarcelan a los opositores por el solo hecho de serlo en Nicaragua y Cuba. La ideología nos ha alineado con esos regímenes tan respetuosos de los derechos de sus ciudadanos que son la Rusia de Vladimir Putin, el Irán de Alí Jamenei y la China de Xi Jinping. Obviamente, también el triste tema de las vacunas se vincula a estas preferencias.

La rastrera y degradada Cancillería ha dejado de cumplir su verdadera función y se ha transformado en una mera oficina de relaciones públicas de todos esos paladines de la democracia. Lo prueba, por ejemplo, la conducta del Embajador Carlos Raimundi en la OEA o la actitud del Embajador Sabino Vaca Narvaja, que ahora representa los intereses de Beijing ante la Argentina; en un tema tan espinoso y controvertido como es el sistema 5G de comunicaciones, que se ha tornado una piedra en el zapato de todos los países de Occidente porque podría prestarse al espionaje militar, este neo-diplomático no titubea en asumir ese rol y recomendar su inmediata adopción en nuestro país, amén de promover una mayor presencia, siempre depredatoria, de China en nuestro continente.

Tal como se anticipara en esta columna hace muchos meses que sucedería, por explícita orden de Cristina Fernández la Argentina cayó en default frente al Club de Paris, más allá de que tal situación sólo se oficializará dentro de sesenta días. Pese a que el Banco Central dispone de los dólares necesarios para hacer frente a ese compromiso, contraído por Axel Kiciloff cuando se desempeñaba como Ministro de Economía del tercer kirchnerismo, no se pudo llegar a un arreglo ahora porque el organismo, formado por los gobiernos de los países acreedores del nuestro, exige que, previamente, lleguemos a un acuerdo con el FMI el cual, a su vez, necesita auditar las cuentas nacionales; en modo de campaña electoral, a la PresidenteVice le resulta inadmisible tal requerimiento -el famoso Capítulo IV- porque la épica del relato no lo permite. 

El costo que deberemos pagar por esa locura será la imposibilidad de importar bienes indispensables para nuestra producción industrial, ya que los exportadores extranjeros necesitan asegurarse el cobro ante un país tan incumplidor como el nuestro, mediante pólizas que son emitidas por sus respectivos gobiernos. ¿Es imaginable, entonces, que lo sigan haciendo en estas circunstancias? Pero, ante las necesidades electorales del Frente de Todos, nada resulta demasiado oneroso, y así nos va.

Bs.As., 5 Jun 21

 

RECUERDOS DEL TIEMPO.

 

Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).

 

De “Perú :Mundo de Leyendas” de nuestra amiga Alfonsina.

 

En medio de la pandemia y las elecciones un momento de paz.

 

En Pachakamilla, una waka o espacio sagrado del valle del Rimaq, que guardaba estrecha relación con el gran santuario de Pachakamaq se enseñoreó un día el Señor de los Milagros. Un Cristo brotado del dolor y la desesperanza de los negros angolas, mandingas y candonbes, que habían sido arrancados de sus hogares en el Africa para sufrir el peso de la esclavitud en América. Los portugueses traficantes de hombres ejercieron durante un largo tiempo el más vil y cruel de los oficios.

 

La waka limeña convertida en humillante galpón debió tener varios niveles, En ellos pasaban la cuarentena antes de ser vendidos según su edad y condiciones físicas. Así figura en antañones archivos de la parroquia de los Huérfanos y otras de la ciudad. En sus páginas figuran bautizos, matrimonios y defunciones de los esclavos que tuvo Lima. Allí para vergüenza de los compradores se registraban al detalle datos ignominiosos que se referían a sus características para el caso de que huyeran. Estatura, edad sugerida, calidad de los dientes, y, en la situación de las mujeres si estaban esperando un hijo, lo que aumentaba su valor.

 

La pintura del Crucificado, cuyo poder nace del amor del pueblo, está a unos metros del piso y es imposible que su autor hubiera dispuesto de un andamio. En el lugar el que estaba, hacinado con otros compañeros de infortunio, la realizó de una manera inexplicable. No pudo tener quien le enseñara a hacer ni siquiera unos trazos. No olvidemos que el galpón estaba en Pachakamilla, un antiguo templo del señorío de Tauri Chusco, kuraka del valle usurpado para dar paso a solares particulares y religiosos de la Nueva Castilla. El milagro revela que fue obra de una mano divina que guió al pintor.   

 

En el siglo XVIII uno de los fuertes temblores que sacudieron a Lima de tanto en tanto descubrió la energía protectora que irradiaba la imagen pintada en el antiguo galpón y cundió su culto. En tiempo del virrey Manuel de Amat y Juniet se modificó totalmente el galpón de  Pachakamilla y se levantó primero una humilde capilla y más tarde un solemne edificio.

 

Un día el Cristo, al que los ricos vecinos y la gente común obsequiaban preseas de oro y plata, recibió un regalo singular. El que le hicieron con fervor unas manos  morenas salvadas de una artrosis deformante. Por la enfermedad conocida como ‘el mal de la mano de garra’ la esclava Josefa iba a quedar libre pero sin medios para sobrevivir. Su historia dice que desesperada recurrió al Cristo y fue curada. En agradecimiento creó un dulce que puso a sus pies, el turrón de doña Pepa, oro y miel, que pronto se hizo famoso. Gracias a ella octubre en Lima, que es malva por el color de la Pasión, es también de oro. El turrón de doña Pepa que da trabajo a decenas de personas que lo elaboran actualmente en todo el año y se ha convertido en producto de exportación.

 


HONOR A LA TIERRA DE LA PICANTERÍA.

 

Por Juan Guillermo Carpio Muñoz (Perú).

 

Colaboración de Maigualida Pérez, escritora venezolana.

 

EL silbido del té pitiau y las lecheras dieron fama a la Villa de Yanahuar.a

 

Yanahuara, la de las callejas empedradas y solitarias. La que fue morada de nuestros ancestros indios: cahuanaquntis, yanahuaras, chumbivilcanos, collaguas.  La que al llegar los hispanos fue conocida como “La Chimba”. La que tuvo  hasta hace poco variados tambos, donde descansaban los arrieros indios con sus llamas de paso elegante y mirada distante. La que en sus estrechas veredas recibió el paso decidido o bohemio de Guillermo Mercado, de Percy Gibson, de Francisco Mostajo, de miles de labriegos, artesanos y obreros. La de la puent´illosa donde el agua juguetea vital y cantarina. Donde la capilla y las casitas del Cerrito San Vicente, parecen un Belén de miniaturas. Donde en “La Casa Encantada” atesora su verbo y seso ardientes don Alfonso Montesinos. Donde La Antiquilla amanecía con el concierto matutino del canto de los gallos, del silbido del té pitiau, de los gritos de las lecheras y el estruendo del primer tranvía. Donde la calle de las Cortaderas es una lección silenciosa de la historia de la arquitectura nuestra. Donde el Callejón de La Ronda (detrás de la Recoleta) tenía una acequia grande, en la que el agua viajaba al amoroso sostén de un bordo alto, para después caer en una paccha de rumores frescos.

 

Yanahuara, la de la preciosa iglesia, que en su fachada luce a San Juan Ccalato entre la alegría primorosa del bordado de sillar y que, en su interior, es severa, triste y obscura como una sala “De Profundis”.  La que hasta nuestros días guarda huertos y tapiales, en los que ciruelas “chaposas” y papayas pálidas asoman a los callejones para tentar a los viandantes. La que ha escuchado el canto de sus hijos, cuando trinaban las voces de Cerpa y Llosa en un “Adiós, Yanahuara Lindo”. La que estuvo en inspiración y retinas de Vinatea Reinoso y Carlos de la Riva. La de la Calle Tacna, que al mediodía, adormila entre los siglos a un billar, a un “Foot-Ball Club”, a un amasijo y a una tiendecita llena de cajas de lata, donde una viejecita parece que nos va a sacar esas cochas envueltas con papel cometa y con “sorpresas” de planchitas, monitos, zapatitos hechos de plomo. La de los maceteros con geranios. La que aroma el jazmín, el cedrón y las humildes hojas del culantro.

 

La picantería, es la institución popular de mayor arraigo en Arequipa. Y es que -fruto de un mestizaje histórico y singular - entre sus ahumados muros, mesas y bancas rústicas y huishuis, al calor del fogón, de un bajamar o de un encorajinado “escribano”; al centro de la tensión de un briscán o un casino menor y deleitando con la barroca culinaria chola o con el bordoneo profundo que introduce al dramático yaraví, los arequipeños  de pueblo - desde la Colonia, y en parte hasta nuestros días -, al beber de un mismo “cogollo”, sentimos el sabor de un mismo ancestro.

 

Sí, Yanahuara, fragua de  nuestro mestizaje, ha tenido tantas picanterías, que sólo Sachaca y Cayma pueden disputarle la primacía. Ahora, en homenaje a la villa que está de aniversario, permítanme mencionar algunas de las picanterías que de Yanahuara fueron, con la seguridad y la pena de que muchas que también  fueron han diluido su ausencia entre el polvo del olvido.

 

En primer término una advertencia: si el Cacique Alpaca fue de Cayma, “todos” sus descendientes se casaron con picanteras yanahuarinas, sino veamos: la picantería de “La Palomino” fue establecida allá por los años veinte por doña Juana Palomino de Alpaca. Cuando murió doña Juana, quedaron con el negocio sus hijas: Arminda e Irma Alpaca Palomino (Arminda cocinaba e Irma cobraba). Hace poco que murió doña Arminda parece que “La Palo” ha rebrotado, porque ahora son dos picanterías: la antigua que atienden sus hijos y la que - callejón por medio - ha abierto su hermana Irma.

 

En la calle Ugarte hubo dos famosas picanterías: la de María Succa de Alpaca, que quedaba en esquina con la cuesta y la que se llamó “Alto de la Luna”. En “La Cuesta de Yanahuara” (hoy Cuesta del Ángel) han existido hasta tres picanterías: la de doña Zaragoza (nombre por si acaso) Muñoz de Alpaca, “El Olimpo” donde Minerva fue doña Cecilia Salinas de Delgado y la que fue conducida por una señora Flores que sus paisanos llamaban: “La Alfalfera”.

 

En el Cerrito de San Vicente se disputaban el favor de los paisanos y de algunos querqueres y doctores, hasta cuatro picanterías: la “de las Haros”, que tuvo de sacerdotisa mayor a Micaela Haro Delgado; la de doña Avelina Budiel, que abría puerta frente a la Capilla; la que ofrecía potajes de la señora Felícitas Cornejo de Huerta; y la de doña Teresa Alpaca de Delgado. Que conste que en los días de Carnaval - en que los yanahuarinos y caymeños guerreaban con polvos, huevos, colpas y serpentinas, teniendo por campo de batalla el cerro de San Vicente -  abrían puerta varias picanterías circunstanciales.

 

Por la calle de Jerusalén hubo también memorables picanterías: “La Chauccalla” de doña Natalia Ramos de Budiel; la “Picantería 28 de Julio”, de una matrona Díaz y que quedaba en la esquina Jerusalén - Paz Soldán; y la del “Sol de Mayo” de doña Celmira Rodríguez de Cerpa (cuando murió doña Celmira madre, continuó y enriqueció la tradición su hija: Celmira Cerpa quien, tiempo después, convirtió la picantería en el restaurante del mismo nombre). Aunque  ya se encontraba en terrenos de Cayma, no se puede dejar de mencionar la renombrada picantería de “La Pelleja” del Callejón del Tronchadero.

 

En esa calle, serpenteante y extensa, del Beaterio – Antiquilla - Pampita de Zevallos, hubo también muy buenas picanterías: la de doña Dominga Corrales de Benavente, que estaba ubicada frente al mercado de  La Antiquilla, junto al paradero final del tranvía y donde motoristas y cobradores del eléctrico se hacían llenar botellas de chicha mientras los ccoros cambiaban el trole del artefacto rodante. Que conste que la ubicación estratégica de esta picantería permitía, a algunos parroquianos con alma de tucuyricus controlar las idas y venidas de todos los vecinos de la Antiquilla, además de cuchichear sobre la vida de cada pasajero. Más abajo y desviada de la calle grande por el callejón de la ronda de la Recoleta, frente a la paccha, quedaba la picantería de la señora “Idefonsa” Zevallos de Herencia. Más abajo, en el Beaterio, tuvo su tetería doña Aurora, que si no fue picantera y la menciono aquí, es porque doña Aurora ha sido la mejor adobera que ha tenido Arequipa.

 

Siguiendo con la calle de la Antiquilla, más arriba del mercado estuvo la mentada picantería de “La Cajón Raya´o” justo frente a la desembocadura del callejón de Ampatacocha. Calle arriba, en la esquina que da vuelta a Pampita de Zevallos estuvo el famoso “Café de Darbachán” (una tetería  donde la especialidad era un riquísimo café, negro y fragante, donde se tomaba resaca´o y se cantaba yaravíes  y donde, en una noche memorable, dejó en la puerta sus postizos aires de pituco capitalino don Abraham Valdelomar, “El Conde de Lemos”, de la mano del arequipeñísmo Francisco Mostajo). Ya empezando “la Pampita Zevallos”, que dicen pertenecer a Cayma, pero en realidad es el mismo hilo de calle que sube desde el Beaterio, había la picantería de doña Juana Benavente. Metros arriba, frente a la Granja Huaco, funcionó el establecimiento de la señora Josefa Cano de Valdivia. “La Josefa” ha tenido la mayor sabiduría culinaria y la mejor sazón que he degustado en  nuestras picanterías. Y ahora, estimado lector, acompáñeme a tomar “un bebe” por Yanahuara. ¡Salud! 

 

Publicado en la Revista “Yanahuara” Año I.  N° 1. 8 nov 1987. Págs. 32 y 33.

Y en el Diario Correo, Arequipa 8 nov 1987. Pág. 19.

 

 

EL FIN DEL MUNDO.

 

Por Jaime Díaz Jerez “Vandango” (Chile).

 

Depende de la ubicación de cada uno, pero, desde que Aristóteles (hace más de 2000 años) afirmara que la tierra es redonda “el fin del mundo” de cada uno dependerá de la ubicación en que se encuentre cada cual. Si dieras la vuelta al mundo llegarías al punto de partida y tus propios talones sería el fin de tu mundo. Es indudable que las condiciones para recorrer la distancia dependerán de diversos factores, si la vuelta es por los polos o por la línea del Ecuador, si es un medio aéreo, terrestre, acuático, si es de este a oeste, de sur a norte etc.

 

Otro de los factores dependerá de la evolución de la sociedad, del progreso, de los adelantos tecnológicos, de los centros urbanos, de la importancia ante el mundo del lugar referido para considerarlo el fin del mundo, pero, puede adquirir fama justamente por ser considerado el fin del mundo desde el enfoque cultural que cada cual le quiere dar. Para un turista europeo el fin del mundo puede ser el extremo sur de América o el extremo norte de Australia, del mismo modo para un campesino considerar “el fin del mundo” la vida que se vive en la gran urbe tan distinta a la vida tranquila del campo. Para ambos puede ser el fin del mundo el lugar contrario, en cuanto a locación, pero para todos el contexto fin del mundo puede ser considerado de manera distinta, para unos el lugar alejado, el rincón marginal de la centralización o concentración de la sociedad. Para otros el fin del mundo es como el fin de la existencia de la humanidad.

 

Las grandes ciudades han sido más afectadas que el campo, por la pandemia, quizás producto del aislamiento, del impedimento al contacto masivo, al contagio personal. La gran diferencia ha sido compararla con la vida en el campo o en el fin del mundo (para algunos) en que la vida es así, aislada cercana a lo natural, autoabastecido en su alimentación. En estos tiempos en que el ciudadano de la gran ciudad se sintió desplazado al fin del mundo, en su propio lugar, debiendo hacer su pan, comprar y descubrir que la leche viene del campo, y que el pollo no son dos tutos en una caja que venden en el supermercado. 

 

En lugares más aislados la pandemia se ha notado menos y para ellos es el resto de la humanidad que está en el “fin del mundo” esto, debido a la disparidad de pensar en pequeños lugares cuya casa, siendo pequeña, tiene un patio enorme para compartir con varias mascotas que tienen por donde correr, lugares que en las noches se alumbran con la luna y las estrellas donde el paisaje es una obra de arte natural.

 

El “fin del mundo” es nuestro, es el lugar y el momento donde estamos, es el presente, es el tiempo y el espacio relativo, que nos permite poder ver una estrella con los ojos bien abiertos y todo el universo con los ojos bien cerrados.  

 

 

UN BURRO, SU AMO Y UN LIBRO (MICRORRELATO).

 

Por Andrés Fornells (España).

 

El verano avanzaba consumiendo jornadas de sol abrasante. Un burro llevaba muchos días amarrado en una misma zona del campo, y se había comido ya hasta las raíces más profundas y ni el más incipiente brote de hierba asomaba por parte alguna. Los cagajones soltados por su descargador de retaguardia sembraban todo el terreno que le limitaba la cuerda cerrada a su cada vez más pelado cuello.

 

Un matemático poco escrupuloso con los olores habría podido, contándolas, sacar la cifra exacta de días que el infortunado animal llevaba excrementando allí.

Cuando al asno le quedó únicamente para comer las florecillas existentes en unas peligrosas matas de espinos, tuvo que disputárselas a las diligentes abejas que defendieron a picotazos su perfumado néctar.

 

No eran únicamente las trabajadoras de la miel las que atormentaban al jumento, también lo hacían las moscas que el buen Dios puso en el mundo para que no proliferaran los santos ni en el mundo animal ni en el mundo humano.

 

Para espantarlas, el cuadrúpedo movía su rabo al cansino ritmo de un metrónomo con las pilas agotadas. Pues agotado y sin fuerzas se hallaba el pobre de él.

 

Por fin, Zacarías, el dueño de este animal-mártir se presentó con un puñado de alfalfa y escuchando sus rebuznos de queja, se la tiró delante al tiempo que le soltaba enfadado:

 

—¡Te quieres callar, pedazo de bestia, que vives mejor que nadie! ¡Sin mujer fea y puerca que te chille, ni hijos vagos que no ayudan en nada ni tienen en la vida más preocupación que comer y cagar!

 

Como si le hubiese entendido, el rucio dejó de rebuznar y atacó con todos sus dientes, grandes como fichas de dominó, la comida que acababa de serle arrojada. Se marchó su amargado amo despotricando. Entre la alfalfa había un libro de tapas verdes que llevaba escrito en su portada: “Las cien mejores poesías del mundo”.

 

El ignorante burro le arreó bocado y masticó sin notar nada. Para él todo lo verde era alimento para el cuerpo.

 

El mismo trato dan al saber humano aquellos que consumen cultura sin concederle valor alguno, al igual que hace el asno con todo lo que es verde.

 

(Copyright Andrés Fornells).

 

 

MEDITA.

 

Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).

 

Ante la situación política en Perú, este poema parece cobrar actualidad.

 

 

MEDITA

 

Si aparece el sol en día brillante

dices que hay demasiado calor

cuando están las nubes abrazando los cielos

señalas necesidad de brillo

y si tienes la buenaventura de un excelente trabajo

deseas el ocio

qué triste cuando estás descansando

en tu desasosiego dices estar aburrido

fatalidad es tu destino

al buscar la desdicha en los actos de vida

causas amargura a quienes aún

te rodean con amor y benevolencia

hasta cuándo intentarás el suicidio diario

al sembrar malas hierbas

en lugar de agradecer la fortuna y sonreir al tiempo

que con cariño

te permite disfrutar

de lo que muchos seres anhelan

erradica el alma adusta

encuentra sanación y aprende

a perdonar los errores

deja de juzgar que es patrimonio divino

recuerda que un día

podrás desear sol y habrá tormenta

querrás un bálsamo de lluvia

y te encontrarás en el desierto

y quizá requieras para andar

de los ojos y las manos de otros

a los que juzgaste

y heriste en tu soberbia alucinante.



 
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Fuente: 
TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL

 
Addhemar Sierralta
 
Año 13 Nº 427 del 12 de junio de 2021