sábado, 14 de diciembre de 2019

14 DE DICIEMBRE: PROEZAS DEL ESPÍRITU HUMANO - LA EXPEDICIÓN DE AMUNDSEN AL EJE DEL POLO SUR - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

Roald Amundsen


PROEZAS DEL ESPÍRITU HUMANO

LA EXPEDICIÓN
DE AMUNDSEN AL EJE
DEL POLO SUR


Danilo Sánchez Lihón


1. Hito inasequible

Hoy 14 de diciembre es día vibrante en la aguja del Polo Sur, en memoria a que, en una fecha como hoy, el impertérrito Roald Amundsen, explorador noruego quien naciera en el año 1872, y desapareciera en la nieve en una misión de rescate en junio del año 1928 sin haber sido encontrado nunca su cuerpo, fuera el primero que llegara al eje mismo del Polo Sur.

Esa es su gloria. Por eso hoy es un día de inmenso significado, pues en esta fecha se coronaba el intento humano más extremos en la faz de la tierra: el de llegar al eje del Polo Sur, hito inasequible por la distancia que media desde el litoral hasta donde podía llegar una nave y desembarcar una expedición.

Donde a partir de este punto las montañas son empinadas, pero sobre todo donde el frío es atroz que alcanza a tener en esta región tiene un promedio de 65 grados centígrados bajo cero, pudiendo descender rápidamente sin que nadie pueda prevenirlo a 150.

Fenómeno que unido al viento y a la nevasca que aquí asola hace de estos parajes lugares vetados para cualquier manifestación, presencia o incursión de la vida que es cegada a cada instante y a toda hora imperando aquí la muerte.

2. Los retos de vivir

Para cumplir con su propósito de llegar a este eje Roald Amundsen en verdad se preparó toda su vida con sacrificio y prolijidad absoluta.

Así, a los 18 años de edad abandonó sus estudios de medicina, que los seguía por complacer a su madre. Cuando ella murió y él pudo sentirse libre para acometer aquello que era una obsesión en su ánimo.

Lo primero que hizo fue formar parte de la expedición que se propuso recorrer en esquí la inmensa región y páramo de Groenlandia.

Para ello siguió estudios de marinería, de navegación, de técnicas de supervivencia. Y pasó largas temporadas viviendo con las poblaciones indígenas de la Siberia y de los esquimales en Norteamérica.

Aprendió minuciosamente acerca de sus costumbres, de su alimentación como de todo aquello que le permitiera enfrentar los retos de vivir en lugares inclementes como son los polos norte y sur.

3. La noche polar

Después de realizar diversas proezas encabezando expediciones en el Polo Norte, a principios del año 1911 se dirige al Polo Sur al frente de una expedición de su país y que circunstancialmente sin declararlo iba a competir con otra de origen británico.

Esta otra, que también se había impuesto realizar la hazaña de llegar al eje del Polo Sur, estaba dirigida por Robert Falcon Scott, acampando ambas expediciones casi juntas a una distancia de apenas 96 kilómetros, tramo que resultaba pequeño dada la inmensidad de aquella masa helada.

En este proceso incluso parte de la expedición británica hizo una visita protocolar a la base de la expedición noruega. Lo curioso de estas dos caravanas es que utilizaban tecnologías y hasta recursos completamente distintos una de otra.

Al sorprenderlos a ambas expediciones la noche polar el grupo de Amundsen prácticamente enterrada bajo nieve, se dedicó a perfeccionar el funcionamiento de los trineos, logrando mejorar su resistencia, su funcionalidad y sobre todo reduciendo su peso.

4. Se ha hecho legendaria

El 8 de septiembre de 1911 pasado el temporal y aprovechando el buen tiempo ocasional, Amundsen junto con siete exploradores más inició una expedición que pronto resultó fallida al desatarse una tempestad que los hizo desistir y casi termina con ellos.

A consecuencia de ello, y apenas pudieron volver a la base, expulsaron a uno de ellos, por divergencia de criterios. Fue a Hjalmar Johansen, hecho que les sirvió para concebir que a lo más eran suficientes cuatro miembros a fin de apoyarse mutuamente y hacer un grupo ideal.

El 19 de octubre de 1911 iniciaron su incursión definitiva al eje del Polo Sur con cuatro trineos y 52 perros de raza groenlandesa, liderada por una perra hembra que se ha hecho legendaria y cuyo nombre es: Etah.

Después de atravesar los montes transantárticos, ascendieron a la meseta polar que bautizaron como Montes de la Reina Maud donde sacrificaron 24 perros sanos y extraordinariamente amaestrados.

Esta acción, pese a su aparente crueldad, fue la acción estratégica más sobresaliente de Amundsen, lo cual sirvió para fortalecer con alimento a los perros sobrevivientes y el resto de carne lo almacenaron para el viaje de regreso.

5. El hielo  mortal

Después de mil peripecias lograron llegar al Eje del Polo Sur el 14 de diciembre de 1911. Alzaron una tienda, izaron una bandera y dejaron una carta para quien lo encuentre, en la eventualidad de morir todos ellos en el viaje de retorno.

Solo 34 días después la expedición británica capitaneada por Robert Scott llegó a este mismo lugar donde encontró todos estos testimonios, aunque nunca pudo concluir el viaje del retorno. El equipo de Amundsen sí logró regresar a su base en Framheim el 25 de enero de 1912, con solo 11 perros y después de 99 días de viaje de ida y regreso al eje del polo.

Este triunfo en esta proeza es un ejemplo de eficacia que se resalta y se puntualiza en los siguientes factores que este explorador tomó en cuenta:

Utilizó trineos y perros groenlandeses, en cambio Scott utilizó caballos mongoles que se hundían en la nieve, los cuales todos perecieron.

A fin de alimentar a los caballos la expedición de Robert Scott tuvo que cargar un peso excesivo de avena para su forraje. La dieta de Amundsen que era ligera la había aprendido de las tribus esquimales, así como la ropa y las técnicas de sobrevivencia en climas inclementes.

6. Quizás no hubiera muerto

En este recuento se anota hasta el sudor de los caballos de Scott que se congelaba en el cuerpo de estos animales constituyendo un peso que demoraba su marcha y que fue la causa de sus muertes, al tener adherida a su pelambre el hielo mortal.

En cambio, los perros de Amundsen no sudaban. Y, sobre todo, las rutas que siguió este último explorador fueron las más acertadas.

Además, el liderazgo de Scott dentro del grupo expedicionario fue severamente cuestionado por uno de sus miembros, Lawrence Oates, quien se enfrentó a Scott en diversas ocasiones y quien dejó escrito en su diario:

No me gusta nada Scott y lo tiraría todo por la borda si no fuera porque somos una expedición británica... Scott no actúa con rectitud, su primera preocupación es él mismo, el resto no le importa...

Oates se dejó morir para no entorpecer la marcha de Scott, quien quizás no hubiera muerto de haber seguido los consejos que este integrante del equipo se afanaba en formularle.

7. Repican las campanas

Robert Scott y su equipo después de encontrar la tienda de Amundsen, y reconocer que fue el primero que llegó a dicho lugar, emprendió el viaje de regreso, pero tanto él como su equipo murieron en el intento. Se habían preparado en una expedición llena de penurias y desaciertos a fin de llegar, pero no en los tiempos, condiciones y recursos acerca de cómo regresar.

La expedición de Amundsen es considerada como ejemplo y modelo no solo en lo que se refiere a exploraciones geográficas, sino que es tomada en cuenta en diversos campos y sectores incluyendo el mundo empresarial. Por eso, el reconocimiento a Amundsen ahora es universal.

En la actualidad llevan su nombre: el cráter Amundsen en el Polo Sur de la Luna. El golfo de Amundsen, en Canadá; la Base Amundsen-Scott, que es una estación de investigación estadounidense en la Antártida. El glaciar Amundsen, en la Antártida. El mar de Amundsen, también en la Antártida.

Aquel punto del globo terráqueo que es el Eje del Polo Sur, compuesto de roca helada, y en donde las tormentas de nieve se descargan a cada hora, nunca antes había sido hollado por pie humano. Roald Amundsen fue el primero en llegar encabezando una expedición exploratoria, razón por la cual el día de hoy en Noruega repican las campanas de todas las iglesias de su país natal y se guardan dos minutos de silencio exactamente a las 12 horas, o a media mañana que fue la hora en que él tocaba el eje del Polo Sur.


Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente

dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com

Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es

  *****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:


*****

Teléfonos:
393-5196 / 99773-9575

Si no desea seguir recibiendo estos envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.