martes, 14 de noviembre de 2017

EL SECRETO DE MACHU PICCHU - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
 
 
 
 

Construcción y forja de la utopía andina
 
2017 AÑO
DE LA IDENTIDAD Y DEL PATRIMONIO
INALIENABLE DE NUESTROS PUEBLOS
 
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TUPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO

 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


 
*****
EL FLORECER SOBRE LOS MUROS
 
1.
Trato de identificar, para mí, cuál es el símbolo que más me conmueve de mi pueblo, que es Santiago de Chuco. Hay varios, como son: el horno, el pan, el candil colgado en la pared, el batán donde se muele de todo, la batea donde se amasa la harina. Pero elijo otro, cuál es: el florecer de los muros, o los jardines en lo alto de las tapias, que son paredes que cercan los patios, las huertas y los corrales colindantes con la calle.
No creo que los Jardines Colgantes de Babilonia, considerados como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, sembrados de palmeras, dátiles y cocos, me hubieran impresionado tanto, más de lo que significan para mí estos vergeles que se alzan en la cumbrera de los muros y tapiales de mi pueblo, que rematan en rastrojos, que son los tallos ya secos del trigo o la cebada ya cosechada, o bien del ichu o paja de las alturas que se tienden para que por allí se deslice el agua de la lluvia.
Encima del rastrojo o paja para que asiente se le echa tierra que se junta de cualquier rincón, en donde sin que lo sepamos va la vida que con las lluvias después brota y florece allí en lo alto, haciendo un jardín prodigioso y encantado, que se recorta en el cielo azulino del amanecer, del mediodía o del crepúsculo. Son jardines mágicos donde la pared estalla en flores que lucen contra el azul del cielo, o bien contra las nubes blancas sus copones de oro.
 
2.
¿Qué crecen allí? A veces incluso algún maíz insólito que nos hace reír de gracia, brotado de algún grano que se le dio de comer a las aves de corral y que por no ser recogido tiene ahora la gloria de ir a crecer en lo más empinado de mostrar en toda la maravilla que es el maíz.
Pero lo que más crece allí son tréboles, malvas y mostazas. Y los gláciles tallos de cebada. El trébol se extiende al pie haciendo una alfombra de terciopelo, de un verde parejo y oscuro. Luego se erigen las malvas, de un verde tenue. Y más arriba las mostazas de estallantes flores amarillas. Y radiantes, por uno y otro sitio, geranios rojos, clavelinas anaranjadas y alguna siempreviva de color fucsia o grosella.
Todas de ramas ondulantes que se balancean con el viento y extasiadas de subir hacia algún balcón o prenderse de algún tejado.
Cuando se secan son aún más bellas porque el verde intenso se torna en un amarillo gualda y se vuelven lánguidas sus hojas y capullos. ¡Qué finas, qué delicadas en morir, contemplando por la calle el paso de la gente! ¿Puede haber joya más hermosa que una simple vaina recogida ya seca? En donde se envolvía un fruto que, por más ínfimo que sea, no deja de ser prodigioso.
 
3.
Son estos jardines naturales, que nadie riega, y que como queda en lo alto, nadie coge ni sus flores ni sus frutos.
Que surgen por capricho, por pura gana de hacerlo, sin que nadie tampoco los nombre ni menciona. Ningunas alabanzas reciben. Como si nadie jamás se dignase mirarlos.
A veces anida allí una pareja de gorriones. Ni las gallinas las picotean, ni una oveja o alguna cabra las oliscan. Dan sus flores y sus frutos intocables.
Nadie ha poetizado su nombre. Es más, no tienen nombre. O, ¿cómo se llaman? Quizá la lluvia sepa su nombre.
El orden que alcanzan es el natural. ¡Pero, ¡qué armonía! ¡Qué sabia disposición de todo su espacio!
En torno a ellos revolotean las cantáridas de los buenos y malos tiempos, zumban los moscardones, y las mariposas les llevan sus ofrendas. Por allí aparece la libélula que anuncia la llegada de alguna carta o el retorno de algún familiar amado que hoy llega desde lejos.
Solo los traspasan los retazos de música de alguna procesión lejana que por allí rasgan sus sones. O los acordes de la mandolina de mi padre que no sé si se sumerge en el presente, el pasado o el futuro, o en un mundo sin tiempo.
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
*****
 
14 DE NOVIEMBRE
 
DÍA
DEL TURISMO
RESPONSABLE



FOLIOS
DE LA
UTOPÍA

 
EL SECRETO
DE
MACHU PICCHU

 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
cual la última piedra ovulandas
a fuerza de secreto. La mañana descalza.
El barro a medias
César Vallejo
 
 
1. Sucedió
así
 
Los sucesos que se narran en esta historia ocurren nueve años antes de que el adoratorio de Machu Picchu fuera profanado, saqueado y llevados sus tesoros en sucesivas caravanas de acémilas, unas detrás de otras en piaras de más de 150 mulas cargadas de reliquias, extraídas subrepticiamente por la ciudad de Desaguadero, en la frontera con Bolivia.
Sucedió así, cuando ya no pudieron hacerse los embarcos por muy anómalos y escandalosos que eran con destino a los Estados Unidos de Norteamérica por el puerto de Acarí, conducidos por el aventurero Hiram Bingham, a partir del mes de julio del año 1911.
 
2. De su puño
y letra
 
En la primera edición de su libro “Inca land, Explorations in the Highlands of Perú”, señala que encontró la siguiente inscripción en el Templo de las Tres Ventanas de la ciudadela: “Agustín Lizárraga 14 de julio – 1902”, referencia que desaparece y desconoce después en las ediciones posteriores de su libro, cuando fue cobrando mayor importancia el descubrimiento del portento y maravilla que es Machu Picchu.
Su hijo Alfred Bingham escribe en su libro “Retrato de un explorador”, que, en la libreta de campo de su padre, referente a su expedición del año 1911, de su puño y letra escribió:
“Agustín Lizárraga es el descubridor de Machu Picchu y él vive en el puente de San Miguel, justo antes de pasar”.
 
3. Espacio
sagrado
 
Lamentablemente, Agustín Lizárraga murió en 1912 al cruzar por un precario puente de madera, acompañado por un niño, cayendo ambos al turbulento río Urubamba. Sus cuerpos nunca fueron encontrados.
Enterado Hiram Bingham de este suceso, y de que ya no podía haber ningún reclamo al respecto, mandó a borrar la inscripción del Templo de las Tres Ventanas.
José Gabriel Cosío, historiador cuzqueño, presidente de la Delegación Peruana ante la Universidad de Yale, quien conoció a Agustín Lizárraga, lo reivindica como el auténtico descubridor de Machu Picchu, nueve años antes que Hiram Bingham hollara y pusiera sus pies en aquel espacio sagrado.
 
4. En platos
de calabaza
 
DIARIO DE CAMPO: 14 DE JULIO DEL AÑO 1902:
Es noche resplandeciente de estrellas y luceros, que contemplamos extasiados desde el terraplén de la Plaza de los Templos, en el centro ceremonial de la ciudadela de Machu Picchu.
Hemos encendido una fogata a cuyo alrededor acabamos de realizar, junto a los abuelos que viven en este promontorio, el pago a la tierra.
Hemos pedido permiso para dejar registrada, en una de las piedras del Templo de las Tres Ventanas, la fecha de hoy día en que culmina esta visita a la ciudad sagrada: 14 de julio del año 1902.
Ahora conversamos con los moradores del lugar, campesinos y pastores, hombres y mujeres, viejos y niños. Están presentes también cuatro abuelos guardianes de esta morada.
Nos hemos servido chupe de papas con choclo, queso y ají de huacatay. Y dulce de chuño en platos de calabaza.
 
5. Y
hablan
 
La candela de la fogata reverbera y refleja los rostros ilusos, candorosos y sufridos de la gente, detrás de los cuales se perfilan las siluetas de los edificios de piedra sahumada, cubiertos de orquídeas, lianas y bejucos.
Allí están las tumbas intactas, las mansiones sepulcrales, el torreón de adoración al sol, que sobresale de la roca hierática sobre la cual se alinea la piedra venerable.
Más allá, la claridad y lobreguez de las cumbres de los cerros que se erigen cual guardianes tutelares. Y la sombra de las profundidades de vértigo de las cañadas, de los abismos y los precipicios con los cuales también Machu Picchu está hecho.
En el círculo, que alumbran las luces restallantes de la candela, aparecen los rostros adustos de Agustín Lizárraga, Enrique Palma y Gabino Sánchez, integrantes de esta expedición. Y dentro de ellos el mío.
 
6. Ciudad
secreta
 
Y se habla con solemnidad, intentando no profanar el ambiente reinante:
– Cuéntennos algo que se sepa de Machu Picchu, aquello que ustedes moradores de este lugar conocen acerca de este santuario. –Pregunta sereno, pero a la vez extasiado, Agustín Lizárraga Ruiz.
– Hasta ahora hemos guardado riguroso silencio. –Responde Inti Illapa, el mayor de los abuelos–. Pero ustedes han venido con unción y respeto, han pagado a la tierra, han rendido culto a nuestros ancestros y son, en todo, nuestros hermanos, por eso confiamos lo que debemos confiar. Por eso les pido a Inti Huaura y a Siwar Quispe que hablen respondiendo a la pregunta.
En el orden de hacer uso de la palabra se sigue la jerarquía de abuelos y abuelas que guardan esta huaca.
– En 1542 se ordenó desde el Cuzco que Machu Picchu fuera sellada. Y así se hizo. Se cerraron los caminos, se dejó que el bosque invadiera piedra por piedra y la ocultara.
– Tapiamos los templos, lacramos las tumbas. Y la ciudad sagrada permaneció oculta, desde hace más de tres siglos y medio. Y así se mantiene hasta ahora. Es una ciudad secreta, y como tal insondable.
 
7. Lugar
de revelación
 
– Gracias hermanos por la confianza que nos dispensan. Nosotros a la vez prometemos mantener mutismo absoluto. Pero dígannos, ¿cuál era el fin de erigir aquí Machu Picchu? –Interviene Enrique Palma.
– Machu Picchu es una asamblea para conversación de hombres y dioses, de seres divinos y humanos que en su época de vigencia y florecimiento era atendida principalmente por sacerdotisas consagradas al culto al sol.
Guarda silencio. Y ahora habla Inti Túpac:
– Y el inca venía aquí a conocer los mensajes que querían revelar los dioses para el gobierno venturoso de su pueblo.
Y ahora intervienen Inti Huaman y la abuela Siwar Quispe:
– Es un lugar de revelación, de inspiración y unción en donde se pone de manifiesto y trasluce la naturaleza divina del hombre y del cosmos.
– Pero también se busca y encuentra aquí ayuda divina para la mejora de alimentos, de las plantas medicinales, de las especies mejoradas de animales, y toda clase de bienes para el desarrollo humano, teniendo la luz del sol como la llave maestra de todo entendimiento.
 
8. Las sombras
de los cerros
 
– Y, con el mayor respeto, –pregunta esta vez Gabino Sánchez–. ¿Cómo era la vida aquí, cuando Machu Picchu estaba en todo su apogeo y esplendor?
– Este es un lugar de culto. Y la adoración al sol se hacía con cantos y danzas ceremoniales al amanecer, esperando el estallido y la aparición en el horizonte de los primeros rayos del sol.
Se escogía de todo el reino las jóvenes más hermosas pero que a la vez destacaban por sus virtudes, y sobre todo por ser enlaces con lo sagrado como esencia del universo, quienes pasaban a ser Vírgenes del Sol, quienes como sacerdotisas integraban los coros de música y danza de los ritos que aquí se ofrendaban.
Calla Inti Huaura. Y vuelve a intervenir Siwar Quispe:
– Pero hay una misión igualmente importante que quisiera señalar, y es que Machu Picchu nos muestra lo que hay dentro de nosotros mismos como realización: su ascensión, su grandeza y magnificencia nos dice que eso somos nosotros, que eso somos capaz de realizar las mujeres, que esa es nuestra esencia, médula y raíz, ascender a la cumbre y alcanzar las estrellas.
Las sombras de los cerros se proyectan desde el horizonte y todos los abuelos han callado.
 
9. El camino
de regreso
 
– Don Inti Illapa: con todo mi respeto, veneración y reverencia le pregunto: Se dice que Machu Picchu tiene una razón básica y fundamental, y que ella está contada en una leyenda que nadie la sabe, salvo ustedes los guardianes del templo. ¿Nos haría el honor de contárnosla?
El fuego que ha estado restañando vivo repentinamente se ha apagado. Se escucha el rumor de las aguas del río en la hondonada y el ulular del viento en los queñuales.
Los abuelos se sumergen en silencio arrobado. El fuego, así como se fue ha vuelto más vivo y estallante
Inti Illapa se pone de pie, sale a un costado, adopta una actitud digna alejándose un poco del fuego que restalla en la fogata, que parece avivarse, y empieza su relato...
El relato ha terminado. Las leñas de la fogata ya se han consumido. Todos guardan silencio. La luna empieza a salir por el horizonte. Los viajeros alistan sus cargas y en plenilunio emprenden el camino de regreso al Cuzco.
 
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SEGUNDO ENCUENTRO DE FRATERNIDAD,
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA Y EL
MOVIMIENTO CULTURAL NOKANCHI KANCHU
DOMINGO
19 DE NOVIEMBRE, 12 M.
PROGRAMA:
1. BIENVENIDA
2. INFORMES
3. ALOCUCIÓN:
LA POESÍA, ESE FUEGO INEXTINGUIBLE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
4. MENSAJES Y PROCLAMAS
5. LECTURA DE POEMAS,
6. INTERPRETACIÓN DE CANCIONES
7. ALMUERZO DE FRATERNIDAD
JR. LOS GLADIOLOS 633
URB. LOS JAZMINES
SAN JUAN DE LURIGANCHO
EL MOVIMIENTO CULTURAL LITERARIO
“NOKANCHI KANCHU”, TIENE POR LEMA
“NOSOTROS SOMOS CULTURA Y MÁS CULTURA
 
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CONVOCATORIA


XIX ENCUENTRO
INTERNACIONAL ITINERANTE
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2018
LIMA:
VIERNES 25
TRUJILLO:
SÁBADO 26
GUADALUPE
DOMINGO 27
CHEPÉN
DOMINGO 27
CAJAMARCA
LUNES 28
CAJABAMBA
MARTES 29
HUAMACHUCO
MIÉRCOLES 30
QUIRUVILCA
JUEVES 31
SANTIAGO DE CHUCO
JUEVES 31
VIERNES 1 (JUNIO)
CALIPUY
SÁBADO 2
SANTIAGO DE CHUCO
SÁBADO 2 (JUNIO)
DOMINGO 3 (JUNIO)
EL XIX CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ABARCA DEL 26 DE MAYO AL 3 DE JUNIO
DEL AÑO 2018
 
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