viernes, 27 de octubre de 2017

366 AÑOS DE FERVOR Y DEVOCIÓN AL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE LIMA - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
 
366 AÑOS DE FERVOR I DEVOCIÓN AL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE LIMA

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

La historia de la devoción al SEÑOR DE LOS MILAGROS, comenzó en el año 1651, cuando un esclavo negro pintó en un muro de adobe, una imagen de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.

Entre los personajes que fomentaron el culto al SEÑOR DE LOS MILAGROS. hay que mencionar a Antonio de León, quien en 1670 se curó milagrosamente de una enfermedad que le aquejaba, comenzó a cuidar al divino CRISTO. En 1684, un devoto español de buena posición económica Sebastián Antuñano y Rivas, sintió una voz interior que le dijo: "Sebastián, ven ha hacerme compañía y a cuidar del esplendor de mi culto". Desde entonces se quedó a cuidar a la Sagrada Imagen hasta su muerte i mandó edificar el Monasterio de Nazarenas, donde permanece hasta el día de hoy, el CRISTO MORADO. En 1715, en Sesión del Cabildo de Lima, como demostración de gratitud i amor, se le declaró Patrón Jurado de la Ciudad de Lima.
 
 

Llegó para el corazón de LIMA,
el latido místico del Mes Morado,
del SEÑOR DE LOS MILAGROS.

De los fervores,
de los trajes morados,
del incienso azuloso
i de las ceras lloronas.

De las procesiones,
de las penitencias,
porque para el pueblo limeño
no ha muerto el embrujo,
aún vive i florece
la fe profunda del pueblo.

La mixtura de las razas:
el blanco, el negro i el cobrizo,
todo se mezcla,
en un encanto emotivo.

Porque el SEÑOR DE LOS MILAGROS,
estremece de mucho amor
i fe al pueblo.

Hay la misma devoción sonámbula
i los mismos fervores desvelados,
es el mismo peregrinaje afanoso
de templo, en templo.

El mismo recogimiento de las almas
i la misma emoción al ver
a su CRISTO CRUCIFICADO,
el idéntico lagrimear de cirios en los altares
i el sonido de las campanas...

También es idéntica
la inquietud de la gente,
del templo, de las calles,
por vestirse, por sentir
i pensar de morado, en morado.

Ayer como hoy,
la población limeña,
con su fe religiosa de siglos,
se recoje como un manojo
asustadizo de nervios...

Es la tradición, sí, LIMA,
tiene epidermis del siglo XXI,
pero siente i piensa en "COLONIA",
el alma conventual,
mística i apasionada
aflora siempre...

El Mes Morado de LIMA,
encuentra la curva sentimental
de su religiosidad, de su fe
i su mismo fervor.

El mismo recogimiento,
de nervios tensos...
porque el drama hondo i humano,
reparte de nuevo su dolor,
en una demostración sin límites.

Ayer como hoy,
la emoción religiosa
del pueblo de LIMA,
se desborda a iglesias i calles,
las almas se recojen meditativamente
con olor a sahumerios i velas.

Amanece el arrepentimiento,
sopla un anhelo
por el SEÑOR DE LOS MILAGROS,
sobre los corazones...

Pero ayer como hoy,
en el pueblo limeño,
la gente piadosa canta
i pide de rodillas al SEÑOR,
para que proteja al Perú i al MUNDO.