lunes, 25 de abril de 2016

RECORDANDO A CÉLEBRES PERSONAJES DE LA LITERATURA - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
RECORDANDO A CÉLEBRES PERSONAJES DE LA LITERATURA 
 
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
 
ermítanme, expresarles que el nombre de RUBÉN DARÍO, tiene para mi persona una especial connotación sentimental, porque en 1986, logré obtener el Primer Premio Internacional de Poesía, que lleva el nombre del lírico nicaragüense. Un año anterior, la Asociación de Poetas del Perú, me distinguió en Lima, con el Primer Premio Nacional de Poesía "JUAN GONZALO ROSE", entregándome el Galardón correspondiente, el consagrado versificador, WASHINGTON DELGADO.

Posteriormente, se me ungió  con el Primer Premio Internacional de Poesía Quechua "JUAN ANTONIO MANYA", organizado por la Academia de la Lengua Quechua. Esos versos escritos en ese idioma i posteriormente, traducidos al Aymara, me acercaron una vez más a Puno, ciudad lleno de esperanzas i signado por la belleza del Lago Titikaka i el esplendor deslumbrante de sus altas cumbres.

Quiero expresarles asimismo, que JUAN GONZALO ROSE, fue, si se quiere, mi mentor en el ejercicio poético, porque presentó cuando era yo, casi niña mi primer libro intitulado "Poemas de Amor i Vida", trazando así, el inicio de una pasión que la llevo en lo más profundo de mis venas i de mi corazón.

Por eso, quisiera recordar, con una alusión emotiva a GONZALO ROSE, para dedicarme luego a RUBÉN DARÍO.
 

Porque en la bruma de los cigarrillos de JUAN GONZALO ROSE, comenzó una leyenda de quien va por encima de la bohemia, por la brillantez de una poesía, que constituye una reconvención a las almas i una exaltación al espíritu, porque JUAN GONZALO ROSE, no solo fue el poeta, es el permanente dictador de las personas que como GOETHE i su personaje WERTHER, hablaron del amor profundo, sin barreras i sin distancias.

Por eso, JUAN GONZALO ROSE, despeja la neblina limeña, quizá para la combinación de su talento i entrega a la vida, que muestra un canto permanente a las almas atribuladas, que de por sí, se acercan a Dios.
 
 
 
RUBÉN DARÍO, SOÑADOR DE LA GRANDEZA ESPIRITUAL
 
LUZ SAMANEZ PAZ
 
Hablar de RUBÉN DARÍO, es referirme a un poeta que trascendió en el tiempo, para ceñirse aún joven la corona extraordinaria de la inmortalidad. Nació en Metapa, Nicaragua, en 1867. Hijo de Manuel García Darío i Rosa Sarmiento Alemán, fue bautizado con el nombre de Félix Rubén García Sarmiento, adoptando después el pseudónimo  con el que lo admira la humanidad. Su vida misma, fue como una poesía, llena de sentimientos, aventuras, penas i alegrías, tal vez como una cabalgata de esplendores i derroches vitales, amenizado por vino i mujeres, que en el fondo no podían ocultar su soledad que como él, mismo afirmó, era producto del engaño i a menudo de la decepción.

Por eso, podemos decir que su vida cobró interés, no solo por su producción literaria, sino por si mismo i sus realizaciones. Esos conceptos se multiplican, porque fue una vida dolorosa, en raro paralelismo fatal con su gloria. Los biógrafos de RUBÉN DARÍO, llegaron en ese sentido, hasta los linderos de su drama i de su alma, pero no creo que ningún escritor o crítico, haya llegado a conocer todo su tránsito por este mundo, alegre pero casi siempre dolorosa.

Es por eso, para conocer a RUBÉN DARÍO, se debe conocer el desarrollo evolutivo de su personalidad, desde que abrió los ojos a la esperanza en Chocoyos, hasta que falleció en León en 1916. Por eso, afirmo que la vigencia del poeta está presente, porque además cada generación,  tenido que encontrarse con él, descubriendo nuevas facetas de su poesía trascendental, que como afirma el ensayista español Manuel Fuentes, su producción poética pertenece a la "cultura hispánica universal, como la voz más pura de la raza".

Hablando de su biografía, reitero que nació en Metapa-Nicaragua. De ascendencia criolla i de sangre mestiza, comienza a escribir versos a los 12 años. Sus principales producciones datan de 1895. Comienza a publicar a partir de 1886, editando en 1888, "Azul", que le abrió las puertas de la fama en España i América. Debido a su espíritu vagabundo i a episodios políticos, vivió casi en todas las capitales del Continente, pero sin descuidar la publicación de sus libros como: "Los Raros", "Prosas Profanas", "España Contemporánea", "Canto Errante", "Cantos de vida y Esperanza" i muchos otros más. Decidió visitar París i Madrid. I estableció amistades con los mejores escritores de ésa época como: Amado Nervo, Óscar Wilde, José María Vargas Vila, José Martí, Leopoldo Lugones, Chocano, Ricardo Palma, etc. En su poema:

"Es nuestro tempo; allí ondea
y flota su santo perfume 
de amor. El pájaro vuela
de un árbol a otro, y saluda
tu frente rosada y bella
como un alba; las encinas
robustas altas, soberbias,
cuando tus pasos agitan  
sus hojas verdes y trémulas
enmarcan sus ramas como 
para que pase una Reina.
¡Oh amada mía! Es el dulce 
tiempo de la primavera..."

Dando lectura a estos versos apreciamos que se trata de un romance, donde el autor en vez de clausurar las estrofas en sí mismas, en series cuaternarias, hace de cada verso, no una mitad propia, sino algo que puede depender de acercamiento con el siguiente; solo respeta el ritmo. Aunque los modernistas habían realizado algunos intentos en ese sentido, DARÍO rompe abiertamente con las tramas métricas, en busca de una libertad total.

Volviendo a su biografía, reitero que fue "Poeta Nacional" de Nicaragua, lo que determinó que sea Embajador de su País, en 1908. Sus amigos americanos i españoles, lo retratan como un bardo bohemio i dipsómano, es decir una especie de aluinista de esplendideces que supo hacer notar su especial carácter, primero en los años de su vida en Chile, entre 1886 al 89, para seguir ejerciendo su magnetismo en Colombia, donde fue Cónsul entre 1893 al 98, pasando a España, donde vivió de mercenazgos políticos, publicando revistas efímeras, pero en todo momento mantuvo su condición del primer "Literato Puro de América".

Como ya he señalado, en 1895, publicó sus primeros versos "Epístolas y Poemas", donde nos ofrece una original voluntad lírica como:

"Yo ansío la corona que la fama
brinda a los sacerdotes de lo bello..."

Posteriormente en "Abrojos y Rimas", en 1887, muestra que fue influenciado por el fragmentismo poético, o sea una especie de moralejas líricas, que habían puesto de moda las rimas de Bécquer i las "doloras" de Campoamor. Llegamos así, a su libro fundamental "Azul", al cual ya me he referido. El resto de su vida pasó entre giras i recepciones, pero no solo cultivó l verso, sino también la prosa en cuentos i en críticas literarias.

En principio, su obra fue juvenil, hasta cerca de los 40 años, pero de pronto intempestivamente, se hizo adulta. Esa transformación que además fue rápida, se relacionó, al parecer con la salud física del vate. Se dice que entró en crisis, en instantes que preparaba la edición de "Cantos de Vida y Esperanza", en 1905. Quizá, en esos momentos preso de melancolía, comenzó a prepararse para enfrentarse en forma misteriosa i poética, con el fantasma de la muerte. Pueda ser esa razón, por la que maduró de pronto, comenzó a dejar su júbilo vital, para adentrarse en la gravedad i hondura de una poesía siempre hermosa i esperanzada.

Fue "Azul ", su libro que determinó que fuera admirado por los lectores de habla hispana. Fue presentado en Valparaíso-Chile en 1888. Se trata de una publicación compuesta por 18 breves cuentos en prosa i 7 poemas, para ofrecer una segunda edición en 1890, ampliada con 9 sonetos i algunos cuentos más, agregando una bella carta de Juan Valera. "Azul", marcó un hito en la Literatura del Continente.

DARÍO, con mucho interés leyó a Verlaine, Rimbaud i Mallarmé, para configurar una poética de dolor i a la vez de afirmación a la vida. Admiró i se interesó por las obras de Emerson, Alan Poe i Whilman. El literato español Valera, al señalar las características de la poesía i prosa del nicaragüense, afirma: "El carácter cosmopolita de sus escenarios y el tono afrancesado dentro de unas líneas perfectamente castellanas y sobre todo, que esto haya sido logrado por un joven de 20 años, que apenas a puesto el pie en algunas pocas repúblicas hispanoamericanas". Se refiere al sentimiento por la naturaleza del poeta que "raya en la adoración panteísta". Es decir, el escritor español, nos indica que la verdadera revolución de "Azul", su auténtica originalidad, radica en la modernización de elementos estilísticos, tomados de otras literaturas, especialmente la francesa, tesis que es compartida por Federico de Onis. Debo señalar que se muestra como un maestro en el tratamiento del verso, de la métrica, como podemos apreciar en el poema que abre su libro primaveral, en la cual nos embelesa de la siguiente manera:

"Mes de rosas, van mis rimas,
en ronda, a la vasta selva,
a recoger miel y aromas
en las flores encubiertas.
Amada, ven al gran bosque"

Sacerdote de lo bello, a pasado a ser el "hombre montaña, encadenado a un lirio". En esa i en otras producciones, estalla la pasión erótica que domina mucho su obra, como puede advertirse en "Exaltación de la Vida y del Amor". Esa pasión dominante se nota en su rotunda alegoría de los tigres o en el carrusel de lujuria invernal, con el que termina su poema "El Año Lírico". También se ha renovado junto con temas i figuras: los versos quieren hacerse plásticos i los sonetos finales, en alejandrinos, reciben el nombre de medallones. Arriba, en esa forma la galería ideal del MODERNISMO junto con Laconte de Lisle, Catulle Mendes. En ese sentido tenemos que convenir, que su entrega total i apoteósica al MODERNISMO, la vierte en "Prosas Profanas" en 1896, donde recuerda con un aire entre litúrgico i sacrílego, sus ansias estéticas hasta entonces ocultas.

En 1905, en "Cantos de Vida y Esperanza", nos entrega una nueva manera poética, cuando dice:

"Yo soy aquel que ayer nomás decía
el verso azul y la canción profana..."

El fatalismo, que siempre lo ha acompañado, se advierte en "La Canción de Otoño en Primavera", que desembocará en la desesperación por lo fatal:

"¡Y no saber dónde vamos,
ni de dónde venimos!..."

Trata asimismo, temas políticos, como los que nos ofrece en: "Al Rey Óscar", a "Roosvelt", "Letanía de nuestro Señor Don Quijote". No puedo dejar de señalar dentro de este contexto, el hermoso poema indigenista, "Tutecolzini", para culminar con esa apoteosis de la epopeya que vuelca en "Canto a la Argentina".

En lo que concierne a su producción en prosa, nos ha legado unos 80 cuentos i garbosas crónicas como: "España Contemporánea", entre otras. RUBÉN DARÍO, en su obra quería alcanzar el estado de paz espiritual que le faltaba. El optimismo americanista, adoptó formas como el hexámetro de origen griego, versos de 12 ó 15 sílabas, sonetos de versos diversos, el endecasílabo i versos monorrimos, usados en el medioevo, por Gonzalo de Berceo. El escritor peruano Mario Vargas Llosa, se doctoró en España, con un trabajo sobre "La narrativa de Rubén Darío".

Algunos críticos nombran a RUBÉN DARÍO, como EL PADRE DEL MODERNISMO. El MODERNISMO, es un movimiento que constituyó una renovación profunda en el lenguaje poético en castellano. Conformó la primera independencia de las Letras Latinoamericanas, respecto de las peninsulares. Caracterizaron al MOVIMIENTO MODERNISTA, un cierto afrancesamiento, preocupación por la muerte, el cosmopolitismo, el exotismo, el cultismo, la experimentación formal, el preciosismo verbal. Todo ello, en el marco de una reacción contra la mediocridad i la vulgaridad, contra lo mezquino i contra la moral burguesa.

En estas pocas líneas, he tratado de pergeñar la obra i sobre todo la personalidad i temperamento, de uno de los más grandes vates de la historia. Él, vivió una vida llena de excitaciones, melancolías, grandezas i desconsuelos, que seguramente son perfectamente entendidos.