viernes, 11 de marzo de 2016

11 DE MARZO: HIMNO ES VOLVER - FOLIOS DE LA UTOPÍA: EL ALMA DE LA CASA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2016 AÑO
CONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIA
Y CONCRECIÓN DE SOLUCIONES
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER,
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO

 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
 
*****
 
EL AULA RODANTE DE CAPULÍ,
EN LAS TELÚRICAS DE MAYO

En la peregrinación anual
que realiza capulí, vallejo y su tierra,
y que este año corresponde al XVII Encuentro
Internacional Itinerante, el viaje mismo constituye
un documento histórico, y los ómnibus en los cuales
nos embarcamos se convierten en aulas académicas,
ya sea en el trayecto de Lima a Trujillo, como en el
de Trujillo a Otuzco, Huamachuco, Santiago
de chuco, Cachicadán,
y viceversa.
Allí se dan no solo
alcances prácticos y organizativos
en función al certamen, sino que se ofrece a los
asistentes explicaciones acerca de la vida y obra
de césar vallejo, se leen los poemas pertinentes
referidos al viaje mismo, respetando
lógicamente las horas de sueño
y descanso de los viajeros.
Asimismo,
se reparte folletería respecto
a la organización, el directorio de los
participantes, el cancionero que se interpreta
durante el camino, dado que el viaje es una travesía
histórica de cómo fue la vida de César Vallejo,
aunque él hiciera el camino de ida y vuelta
en barco y a lomo de mula como él
tuvo que hacerlo en su tiempo.
De Trujillo a Otuzco,
Huamachuco y luego Santiago
de Chuco las referencias fundamentales
por donde pasamos son: Menocucho, donde
escribió el poema los arrieros, Samne, el desvío
a Otuzco, Agallpampa, Mótil, Paraíso, Shorey y
Quiruvilca, referida en la novela El Tungsteno,
tomando en cuenta al mítico río Moche
que nos acompaña en gran parte
del transcurso de esta travesía.
Esta actividad
constituye ya toda una tradición
y un símbolo luminoso en las romerías
de Capulí, Vallejo y su Tierra, tanto que muchos
peregrinos, lo señalan como una de las actividades más
 ilustrativas, dando testimonio de ello la Dra. Mara García
en la crónica de viaje que escribiera y publicara
en la página web, en lo que ella denomina: Aula
Vallejiana Rodante, en la cual esperamos
tu participación en esta experiencia
que de por sí es inolvidable.

 
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REUNIÓN DE COORDINACIÓN
17 CAPULÍ
CONSTRUCCIÓN Y FORJA
DE LA UTOPÍA ANDINA
 
DÍA DOMINGO 13 DE MARZO. 4 PM.
HOTEL COLONIAL DE TRUJILLO
Jr. Independencia 618. Centro histórico.
 
CONVOCATORIA:
 
BASES DE TRUJILLO, OTUZCO,
HUAMACHUCO, SANTIAGO DE CHUCO,
CACHICADÁN, CHICLAYO Y CHIMBOTE.
 
Y A TODA PERSONA INTERESADA
EN PERTENECER A ESTA GESTA DE HERMANDAD
 
CON LA PRESENCIA Y PARTICIPACIÓN
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN, PRESIDENTE
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÉFONOS: 99773-9575
Otros en Lima: 602-3988 Y 420-3343
 
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PRÓXIMA ACTIVIDAD
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
NACE
CÉSAR VALLEJO

 
PANEL
DE EXPOSITORES:
 
CARLOS CASTILLO MENDOZA
EMILIO SÁNCHEZ LIHÓN
WALTER VÁSQUEZ VEJARANO
 
ACTUACIÓN
ARTÍSTICA:
 
YAMANDÚ ALTAMIRANO
MILAGROS FLORES*
FREDERIK SOTOMAYOR
 
MIÉRCOLES 16 DE MARZO
6.30 PM.
 
LOCAL
CENTRO CULTURAL
UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS
Av. Cuba 301. Jesús María
 
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11 DE MARZO
 
 
HIMNO
ES
VOLVER
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 

EL ALMA
DE LA
CASA
 
 

Danilo Sánchez Lihón
 
 
Dios ama la luz
de las lamparitas de los hombres
más que sus grandes estrellas.
Tagore
 
1. Que tú
llegues
 
Cuando se vuelve a la casa de la infancia después de mucho tiempo de haberla dejado se siente que ella gime con llanto conmovido.
Llora de sí misma, de saber cuánto ha esperado extrañando noche y día. De reconocer ¡cuánto ha sufrido!
Porque siente que este es un día que justifica tanto abandono. Porque nunca olvidó el día que te fuiste.
Siente que con el regreso se completa el círculo con el día que te fuiste y que nunca olvida porque desde entonces ha permanecido insomne y desvelada.
¡Gracias a Dios que tú has regresado!
Que este día lo compensa todo y explica entonces que ahora ella esté alegre y se enternezca. Justifica que se queje. ¡Has demorado tanto en volver después de la despedida, y cuando ella quedó afligida!
Sosteniéndose en pie y sin dejarse derrumbar hasta ahora ni por las tempestades ni por los vientos huracanados que aúllan y azotan desolados.
Pero más por los recuerdos y la nostalgia que socavan más que el techo el cimiento y estrujan el alma, esperando que tú llegues.
 
2. La mirada
con que nos acogen
 
La casa es la madre que todo lo sabe o lo presiente, solo con la mirada. De allí que sus aleros y muros se tuerzan e inclinen.
De allí que se cubran de huellas, cicatrices y agujeros. Y de hierbajos que brotan en las rendijas, como entre las piedras o en el resquicio que queda entre baldosa y baldosa.
Somos hijos de las casas igual que de una tierra. Y tanto como de nuestros padres biológicos, nos amamantamos de lo que una casa nos brinda y prodiga.
Las casas son nodrizas, ángeles guardianes que van detrás de nuestros pasos. Son las que nos crían, nos protegen, nos cobijan y defienden de los hechizos.
Saben de nuestros sueños, como de los pequeños temores y grandes anhelos que llevamos incrustados en el alma.
Las casas cuando volvemos la mirada con que nos acogen siempre es enamorada y gloriosa. Y nos encuentran sutiles, refinados, distinguidos.
 
3. Y también
llorado
 
He aquí por ejemplo cómo te mira y está orgullosa de ti. Y piensa en silencio: Has regresado más hombre, más fuerte, más erguido.
Has regresado sabio, íntegro y generoso. Has regresado límpido, transparente y egregio.
– ¡Es él! ¡Es él que ha vuelto! –Dice, musitando y sollozando en silencio con las dos manos se cubre la cara.
Y se dice a sí misma: ¡Pero se ve también que él ha sufrido, tal vez extrañando todo lo que aquí se dejó y quedara!
Porque ahora tocas reverente la grada y posas tu mano en la piedra del pozo. Porque ahora pones tus dos palmas en el estoque y hundes tu frente hacia el muro y oras.
– ¡Lo veo un poco envejecido pero también vasto y frondoso! –Se dice asimismo.
– Él ha crecido en todo. ¡Sin duda ha extrañado tanto! Pero ahora se lo siente hondo, vasto e inmenso, aunque un poco callado.
¡Cuando de niño era un castañuelas que todo lo alborotaba!, por el patio, el corredor y entrando por todos los rincones de los cuartos.
¿Qué sitio no guarda el recuerdo de su presencia por donde ha jugado, reído y también llorado?
 
4. Sombras
y claridades
 
Pero, ¡cuánto mundo ha recorrido! ¡Cuántos caminos bajo sus pies fugitivos!
Cuántos días luminosos y otros inciertos por este y otro sendero. ¡Cuántos días anubarrados y sombríos no habrá vivido! ¡Cuántas noches de angustia y de agonía! ¡Y otros días radiantes de triunfos, tal como es la vida!
Algunas casas sollozan porque piensan que hemos regresado no a quedarnos sino a despedirnos.
Pero aun así hemos venido, hemos vuelto. ¡Estamos de regreso y aquí no importa si es como sombras titubeantes!
Porque ya no resistían en la espera, creían que no íbamos a llegar a tiempo para encontrarlas todavía de pie, y vernos a la cara entrar por sus portones y zaguanes, acto elemental y simple pero también sagrado.
Y es que ya no podían con tanta lluvia, con tanto silencio y tanto cierzo; con tanta luna extasiada bogando en el cielo que dejan descubierto la bóveda caída, y las tejas que se han roto por los vendavales.
Pero hemos vuelto y las casas se esconden a llorar cuando nos ven entrar, y miramos con ojos humedecidos cada rincón reviviendo cada instante de nuestra vida ocurrida entre estas sombras y claridades.
 
5. La faz
y el alma
 
Esta de aquí era la cocina, más allá el patio. Aquí dormíamos.
Y rebuscas entre los despojos una huella. Allí aparece un madero. Es de la escalera en la cual te empinabas para ver la fiesta y el baile de la comparsa en la calle.
El despliegue del desfile, el paseo del Ño Carnavalón, el paso del inter del patrón Santiago, entre arcos y guirnaldas de flores.
Ahora te paseas callado por sus habitaciones pasmadas.
Abres una puerta y te quedas contemplando la luz del alba en la claraboya. Ya nadie vive aquí. Y tú, ¡cuánto has cambiado!
Se tamiza por las ventanas el amanecer igual que cuando aquí vivíamos y despertábamos todos de madrugada, indiferentes al misterio que atraviesa a la vida y al mundo.
Pero tú ya no eres el niño de entonces. Amarguras atroces y viejas te han estrujado la faz y el alma.
 
6. Imágenes
hundidas
 
Pero aquí está ella otra vez ofreciéndote su pared compasiva, la misma que escuchó de niño tus anhelos, tus agobios; que ha sido testigo en la habitación solitaria de tus largas convalecencias oyendo los ruidos lejanos y los pasos apurados de la gente.
Y ahora todavía está aquí temblando y pendiente de lo que tú digas.
Pero apenas modulas una voz te sale un quejido.
Y sollozas encogido con las manos cubriendo tu rostro, porque has recordado la sombra de cada uno quienes estuvieron contigo a esa hora. Y a tu padre enterrado ya en el cementerio.
Hay casas que no resisten esperar tanto. Y mueren antes de que tú hayas llegado. O mucho antes que hayas podido embarcarte.
Mientras tú veraneabas en algún país extranjero y lejano, o en cualquier playa lejana y en una ribera exótica.
O jugabas a la ruleta en cualquier casino o casa de juego.
Pero ahora visitas el sitio más importante en tu vida, cual es en donde fuiste niño, aunque hayas llegado tarde y camines sobre maderos rotos y restos de imágenes hundidas.
 
7. La hora
en que tú vuelvas
 
Porque en esa calma arrebolada es cuando más se desmoronan los adobes y se sueltan carrizos y magueyes.
Y se hace polvillo y ceniza aquello que fue y se ha vivido.
Porque aquí se extraña todo, que es una ley de la vida.
Porque era nítida y confiada nuestra voz cuando éramos Infantes. Y le dolía pensar que tal vez ahora tu voz esté apagada, triste y compungida.
Pero tu voz aunque quebrada mantiene el timbre que lo hace firme.
Solo que la lluvia y las goteras de la casa han ido cada año erosionando estos muros, dejando caer una teja primero, pedazos de adobes después, una ventana que yace en el suelo con todas las ilusiones, promesas y hasta serenatas que se deslizaron por sus rejillas.
Quizá por eso la casa siente que ahora puede morir en paz. Y está gozosa y de fiesta porque hayas vuelto. Y ahora sí justifica morir. Por eso te mira con ternura infinita, de pies a cabeza. Y siente que no esperó en vano.
Pero ya no te responde el alma de la casa. Está yerta. Sólo esperó todo este tiempo la hora en que tú vuelvas.
 
 
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CONVOCATORIA
 

XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÚRICA DE MAYO, 2016
 
LIMA:
MARTES 24
 
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 25
 
OTUZCO
JUEVES 26
 
HUAMACHUCO
JUEVES 26
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 27
SÁBADO 28
 
CACHICADÁN
DOMINGO 29
 
TODO EN EL MES
DE MAYO, 2016
 
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