martes, 2 de diciembre de 2014

EL PRIMER BONZO TRUJILLANO - ESCRIBE BETHOVEN MEDINA SÁNCHEZ




EL PRIMER BONZO TRUJILLANO


Por: Bethoven Medina Sánchez


“Muchos se han sorprendido y, hasta confundido, preguntándome cómo es posible que escriba sobre el -primer zonzo trujillano-, cuando en verdad he escrito sobre el -primer bonzo trujillano-, lo cual es totalmente distinto” confesó Luis Fernando Quintanilla. El público que escuchó atento, se echó a reír. Esto ocurrió en la Feria Internacional de Libro de Trujillo,  en marzo del presente año. En efecto, se presentó el libro “El primer bonzo trujillano y otras historias insólitas”.


L.F. Quintanilla sabe muy bien que el objetivo del periodismo actual es influir en la opinión pública a través de noticias cuya naturaleza y estilo se vinculen más al público. Por eso, a su libro  lo ha divido en dos partes intituladas “El siglo XX amanece “y “Vientos de Guerra”. Es decir, comparte contenidos anecdóticos y diversos sobre conflictos y otros hechos, siendo más descriptivo que analítico. Su estilo intriga a los lectores e incita más  a aquellos consumidores interesados en la agenda informativa y en los temas citadinos e históricos. Así, transmite un mensaje positivo y optimista.


En “El primer bonzo trujillano y otras historias insólitas” se plasma el periodismo que recolecta, sintetiza, jerarquiza y difunde información pasada pero que suceden relativamente en la actualidad, aunque con otros personajes y actuales escenarios. En este caso, se vuelven frescas las fuentes del pasado social desde donde se capta la  forma oral de los hechos, los mismos que fueron registrados en forma escrita; a veces, advirtiéndonos con prosa fina e irónica y cercano a lo  visual de la información (“Venecia a la trujillana” y “Terror en el tranvía”). Es sello del autor parafrasear refranes usados como titulares y que a veces ironiza (“Los chanchos no vuelan pero vagan” y “A oídos sordos tren asesino”).


En cuanto al título, pertenece a una noticia y el término “bonzo” explica que es una forma de inmolación y suicidio por el cual un individuo acaba con su vida rociándose con algún tipo de líquido inflamable y prendiéndose fuego; así como ocurrió el lunes 10 de noviembre de 1943, con el protagonista y maestro de obra Julio Barriga, cuando iba a cumplir sus 34 años (págs. 82,83).


El libro de Luis Fernando Quintanilla,  se inscribe dentro del periodismo social, literario y de investigación. Son historias insólitas y estrambóticas que colindan con el periodismo cultural y  periodismo político, entre otros tipos de periodismo que han sido definidos por Matías Puelma de la Universidad de Pacífico.


Nuestra ciudadanía actual demanda información veraz y honesta sobre temas relevantes lo cual requiere de prácticas y miradas diferentes, siempre en búsqueda del sentido de responsabilidad social a la hora de informar. Así lo hace L.F. Quintanilla y recurre a la ironía como arma de actualización de los textos y sobre hechos que siguen ocurriendo a pesar de la nueva tecnología y los ruidos en las redes sociales; por lo que, considero, estamos ante una comunicación más horizontal, participativa y orientada al rescate histórico social. Son historias insólitas que descubrimos con intriga y buen humor en las dos secciones del libro. 
 

En la parte titulada “Vientos de Guerra” se registran los textos “Dinamitar a los Gildemeister”, “Los últimos rugidos de patria y cuba”, y “La rebelión de los indios”;  los cuales evidencian que el periodismo sólo puede tener sentido si aporta a los receptores con la información necesaria para extraer conclusiones, para hacerle pensar de manera crítica, motivar respuesta, ya sea emocional o intelectual. Asimismo, se incluyen textos como “Una mirada al Trujillo de 1923” que trata sobre Clemente Palma y se anuncia al Grupo Norte, “El tesoro” que versa sobre los albores del cine en el Perú. Además, hay noticias con títulos que sugieren canciones  como “No te metas con mi hijo”… No te metas con mi cucu, “Estar en la Universidad”…es cosa de locos, “Pero mira cómo beben”.. sugiere villancico.


A los hechos como ocurrieron,  Quintanilla le da expresiones sencillas, a las buenas y malas noticias, las cuales nos narra como si fueran cuentos breves; casi todo es lo que parece. Por lo que, para desentrañar la complejidad de lo que ocurre ha mostrado voluntad de hacerlo, un ejercicio de periodismo que va más allá de los titulares facilones y que llegue a donde no llegan los demás, en síntesis e ironía, que hacen una lectura agradable.


¿Qué motivación y razones tuvo el autor para actualizar y difundir información positiva en las noticias? ¿Cómo obtiene esto en un sentido práctico?, él mismo nos señala que “Este libro es el resultado de una combinación de dos pasiones: mi gusto por las publicaciones antiguas y mi fascinación por las historias insólitas, estrambóticas”. Por mi parte, diría que es también un periodismo humano con calidad, honestidad y crítica independiente por cuanto está centrado en las personas, especialmente los más significativos, desde un enfoque de revaloración humana. 


El libro se puede leer como diario por su agilidad y variedad de contenidos como en el aparte intitulado y parafraseando a Vallejo: “España aparta de mí esta sangre” con noticias  como “Un acto nada deportivo”, “Tragedia sobre un camión”, “Rosas que curan”, “Feliz año nuevo”, “Cuando el polvo es negocio”, “Lucy Smith en el cielo” y “La viuda que fue liberada por la Mamita”; pues, como se advierte, son temas deportivos, accidentales, sociales, musicales y religiosos; respectivamente.


En la segunda parte “Al filo de la navaja”  tienen originalidad y contundente vigencia las notas periodísticas sobre el poeta lambayecano “José Eufemio Lora y Lora: un relámpago de vida” y “Morir en la catedral”, que narra escenas del protagonista  Luis de la Puente Uceda.


“El primer bonzo trujillano y otras historias insólitas”, a mi modesto entender, rescata historias que generalmente no recogen los grandes medios. Su objetivo es recuperar la función social del periodismo y el concepto de servicio a la información en asuntos económicos y políticos. Hay que leerlo.


Escritor Bethoven Medina Sánchez - Trujillo 14 NOV 2014 - Foto: Nalo Alvarado Balarezo