viernes, 17 de octubre de 2014

OCTUBRE, MES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE LIMA-PERÚ - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
OCTUBRE, MES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE LIMA-PERÚ

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

¡Oh Señor de los Milagros! Cristo, Jesús, Patrón del pueblo limeño. Estás en una Cruz clavado. Tú, tan santo, tan justo, tan bueno por amor a los hombres. ¡Oh Cristo Redentor!
 
I los hombres cómo te crucifican, cómo olvidan tu Doctrina de Amor. Cada vez son más pocos los que siguen tu enseñanza, se olvidaron de orar. Siempre son los más pobres, los que nada poseen, quienes más te veneran.
 
¡Señor! haz un milagro, haz que en su noche oscura, resplandezca la fe, que este pueblo peruano sea una viva hoguera de piedad i de amor. Desde los cielos, Señor de los Milagros, bendice a los que siguen tu Santa Protección.
 
LLegó para el corazón de LIMA,
el latido místico del Mes Morado,
del SEÑOR DE LOS MILAGROS.
 
De los fervores,
de los trajes morados,
del incienso azuloso
i de las ceras lloronas.
 
De las procesiones,
de las penitencias,
porque para el pueblo limeño
no ha muerto el embrujo,
aún vive i florece
la fe profunda del pueblo.
 
La mixtura de las razas:
el blanco, el negro i el cobrizo,
todo se mezcla,
en un encanto emotivo.
 
Porque el SEÑOR DE LOS MILAGROS,
estremece de mucho amor
i fe al pueblo.
 
Hay la misma devoción sonámbula
i los mismos fervores desvelados,
es el mismo peregrinaje afanoso
de templo, en templo.
 
El mismo recogimiento de las almas
i la misma emoción al ver
a su CRISTO CRUCIFICADO,
el idéntico lagrimear de cirios en los altares
i el sonido de las campanas...
 
También es idéntica
la inquietud de la gente,
del templo, de las calles,
por vestirse, por sentir
i pensar de morado, en morado.
 
Ayer como hoy,
la población limeña,
con su fe religiosa de siglos,
se recoje como un manojo
asustadizo de nervios...
 
Es la tradición, sí, LIMA,
tiene epidermis del siglo XXI,
pero siente i piensa en "COLONIA",
el alma conventual,
mística i apasionada
aflora siempre...
 
El Mes Morado de LIMA,
encuentra la curva sentimental
de su religiosidad, de su fe
i su mismo fervor.
 
El mismo recogimiento,
de nervios tensos...
porque el drama hondo i humano,
reparte de nuevo su dolor,
en una demostración sin límites.
 
Ayer como hoy,
la emoción religiosa
del pueblo de LIMA,
se desborda a iglesias i calles,
las almas se recojen meditativamente
con olor a sahumerios i velas.
 
Amanece el arrepentimiento,
sopla un anhelo 
por el SEÑOR DE LOS MILAGROS,
sobre los corazones...
 
Pero ayer como hoy,
en el pueblo limeño,
la gente piadosa canta
i pide de rodillas al SEÑOR,
para que proteja al Perú i al MUNDO.