lunes, 3 de marzo de 2014

3 DE MARZO: VOLVER A LAS AULAS - PLAN LECTOR PLIEGOS DE LECTURA: EL PATIO DE MI ESCUELA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
 
*****
 
 
3 DE MARZO
 
VOLVER
A LAS
AULAS
 
 
PLAN LECTOR
PLIEGOS
DE LECTURA
 
 
EL PATIO
DE
MI ESCUELA
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Hay lugar para el regocijo
de los niños,
al patio triste ha descendido
el cielo.
Luis Valle Goycochea
 
 
1. El patio
de tierra
 
Son los últimos días de matrícula escolar.
 
Entonces, después de los meses de enero y febrero que en Santiago de Chuco son de invierno y caen lluvias torrenciales, el patio de tierra de nuestra escuela, cerrado por las vacaciones, se lo encuentra completamente distinto y cambiado.
 
¡Abrumadoramente mágico!
 
Porque, en semanas de clases, el patio es como la arena de una plaza de toros, seco, amarillo y arcilloso, donde cantamos bajo el sol de la mañana.
 
Donde nos desgañitamos gritando a pulmón lleno, con los ojos brillantes puestos en los pilares llenos de macetas en donde estallan las flores, como en los aleros y el borde de las tejas en cuyo fondo trepida el cielo azulado.
 
Con el rostro enhiesto vemos cómo escapan correteándose las golondrinas y el colibrí ni un instante permanece quieto picoteando entre las hierbas del muro. 
 
O cómo contornea alrededor del pino la libélula anunciadora de visitas, o portadora del aviso de que vamos a recibir una carta lejana.
 
2. Ilusas
en el añil
 
En ese patio jugamos a la rayuela, al rompe y raja de los trompos, al salta cordel. Al “te vi e inmóvil te quedas”. 
 
O corremos a desquitarnos del “pega-pega”. O partimos tras los aviones de papel que se echan a volar a todo vértigo desde el corredor hacia lo alto, y luego de evolucionar en el aire vibrante van a caer en picada en el suelo.
 
Ahí también temblamos de miedo delante del profesor que revisa la corrección de las prendas de vestir y la limpieza de manos, orejas y cuello. O cómo está nuestro corte de cabello.
 
Allí extendemos las manos por el dorso en revisión de las uñas que deben estar parejas y recortadas casi a ras de las yemas de los dedos.
 
¡Ah! también se pasa inspección al brillo y lustre de los zapatos, que tienen que reflejar el sol de la mañana, como también retratar a las nubes rezagadas de la alborada, bogando ilusas en el añil del cielo sereno.
 
3. La matrícula
del nuevo año
 
Pero hay un momento del año, después de las lluvias y antes de iniciadas las lecciones escolares, en que este patio es incomparablemente hermoso y diferente.
 
Es completamente otro, hasta el punto de estremecernos y casi ahogarnos en una sensación inédita y en una emoción profunda y asombrosa.
 
Y es cuando mi padre, el primer día de marzo, nos lleva de la mano a iniciar con él la matrícula del nuevo año.
 
De pie ante la puerta, da vueltas a las inmensas llaves de canuto mohosas por el abandono, que introduce en dos ranuras en forma de peras ahuecadas en el portón, lavado por las lluvias torrenciales que han caído desde diciembre, pasando por enero y febrero, y seguirán cayendo aún más en este mes de marzo.
 
En el forcejeo chirrían los goznes dormidos y resuenan los clavos entumecidos.
 
4. Ahora
es una huerta
 
Pero aun así, se resisten y no abren las hojas atónitas ante el brillo del cielo repentinamente claro y luminoso. O se esconden inhibidas porque lucen descoloridas, allí donde los ramalazos de agua desprendidos desde las nubes han dejado al descubierto sus nervaduras pasmadas.
 
Apenas cede una hoja, desvencijada por los relámpagos, con retazos de pintura verde endurecida en las tablas, cuando dejan un resquicio por donde la claridad de adentro ciega los ojos. Y por donde introducimos hasta el dorso de la mano, agitando los dedos hacia adentro. Pero nada, la puerta como un vehículo en el camino está atascada a la vera del sendero.
 
Mi padre entonces llama a algún vecino, quien viene con un pico y una pala. Arrima el barro del umbral, empuja la puerta y ¡suá! nos deslumbra desde adentro, en lo que era antes un patio, un huerto insólito, reluciente y florido delante de la luz blanca de las paredes enjalbegadas.
 
– Nada había aquí y ¡mira ahora!
 
– Ahora es una huerta. Pero, ¿quién la cultiva?
 
5. La tierra,
madre y maestra
 
Mientras, mi padre avanza y sube las gradas llenas de yerbas, ramajes y enredaderas de alverjas que han crecido.
 
Sin duda de los granos que los niños hemos perdido por las rendijas de las piedras, jugando los días de clases al hoyito, a la pirámide, al tres en uno.
 
Nosotros dos, mi hermano y yo, permanecemos anonadados, sin avanzar mirando desde el pórtico.
 
Las ñuñas, alverjas y chanitos que hicimos rodar y golpeamos ¡eran plantas y hasta árboles! con raíces, hojas y capullos. Y hasta con gusanillos y larvas de mariposas que reptan por sus tallos. 
 
De aquello no nos dimos cuenta, que no solo eran granos y bolitas minúsculas para nuestros juegos, sino un follaje de trinos, aromas y flores. 
 
¡Y vainas con frutos frescos y rozagantes! Sino, velos aquí. ¡Han brotado y crecido!
– ¿Quién puso todos estos colores, acordes y fragancias?
 
6. Florece
a escondidas
 
Mi hermano y yo, después de estar un rato atolondrados, con los ojos desorbitados y en silencio, nos aventuramos paso a paso a entrar por ese jardín imprevisto.
 
Y nos introducimos, como apartando agua, acariciando acelgas, dalias, hinojos; laureles, perejiles.
 
Y hasta grandes zapallos primorosos cuyos tallos peludos enredan nuestros pies, y caemos dejando la huella de nuestras manos pequeñas en la tierra humedecida, arenosa y blanca.
 
En algún reino innombrable deben estar guardadas esas huellas junto con aquel vergel escondido que nadie ha cuidado en los dos meses y medio de vacaciones.
 
¡Y que solo el prodigio de la lluvia, el sol y lo que la tierra esconde de madre y maestra nos muestra ahora en todo su esplendor!
 
¿No es igual la vida que florece a escondidas, supuestamente a ciegas y en el aparente olvido?
 
7. Suspiros
ante nuestros ojos
 
– ¿Quién abrió todos estos perfumes?
 
El patio cerrado de nuestra escuela, casi siempre eriazo y aplanado por las correrías de nuestros juegos inocentes, ha brotado con todo lo oculto, invisible y encantado que hay en el suelo, aparentemente inerte, inmóvil y baldío.
 
Todos los colores de pétalos, todas las texturas y perfiles de estambres y pistilos, todas las formas y tersuras de cortezas.
 
Todas las sombras, con sus evocaciones y olvidos, están aquí presentes y conmovedoramente tangibles y vivos, pero antes invisibles y escondidos. 
 
Aletean las mariposas, reptan los gusarapos, zumban los abejorros y las gotas de rocío, temblando, se esfuman dando sus últimos suspiros ante nuestros ojos.
¿Igual habrá acontecido en nuestros corazones?
 
8. La semilla
se hace flor
 
Enero y febrero en Santiago de Chuco son meses desfallecientes, aparentemente exánimes y cautivos.
 
Pero, como lo muestra ahora el patio de nuestra escuela, ¡meses en que todo se origina, avanza y se transforma!
 
Meses en que una niña se hace mujer, que se delata en el busto y arrogancia que ahora tiene. Por los senos crecidos y por la mirada furtiva y secreta que antes era candorosa.
 
Meses en que un adolescente indeciso se hace varón pletórico y ufano.
 
Meses en que se hizo el milagro de lo que es prodigio. 
 
Meses en que se dilapidó lo guardado para que la vida siga.
 
Meses en que la semilla se hizo brote, flor y fruto. 
 
– Y luz en el viento.
 
9. Duendes
de la floresta
 
Pronto aparece algún señor por la puerta, con los ojos buenos y cándidos, con el sombrero en la mano y en la otra cogido al hijo al que trae a matricular en un nuevo año de estudios.
 
Entra pidiendo permiso con el movimiento de la cabeza, saludando a todos y a nadie mientras nosotros permanecemos mimetizados entre la floresta.
 
Con una sonrisa tímida en la comisura de sus labios busca al tanteo con la mirada y descubre un salón abierto de par en par en donde adentro repasa sus lecciones mi padre.
 
Pero mientras, endulzados los bordes de sus ojos nos descubre y permanece mirándonos sonriente sin saber si somos o no reales.
 
Y como no encuentra quién le responda, sube entonces las gradas hasta el salón que tiene las puertas y ventanas aireadas. 
 
Desde el corredor de arriba el niño que va con él también nos descubre con asombro en la selva de tallos y de hojas. 
 
Y se asusta. Y corre a esconderse.
 
¿Le habremos parecido duendes de la floresta?
 
10. Piedra
fuerte
 
– ¿Está por aquí el maestro? –Dice el señor.
 
Mi padre aparece bajando del terrado del salón a donde ha subido a sopesar el estrago que han causado unas goteras que han mojado las paredes y la bóveda, por las lluvias desatadas y que han de seguir cayendo, incluso esta tarde.
 
– ¿En qué año se matricula el niño? –pregunta.
 
– En el mismo del año pasado, que es tercero de primaria.
 
– ¿Aplazó?
 
– Tiene notas excelentes. Pero es bueno poner piedra fuerte y buen adobe en el cimiento. ¿No le parece, maestro?
 
– Por supuesto, así es cómo se construye.
 
11. ¡Y cómo
ha cambiado!
 
– ¡Es el Dogo! –Dice mi hermano de repente, entre el zumbido de las abejas.
 
– ¿Sí? ¿Es él? –Respondo.
 
– Sí. ¡No lo ves!
 
– Sí, pues; ¡es él!
 
– ¡Oye, cuánto ha crecido! 
 
– ¡Y cómo ha cambiado!
 
Y mientras los papás conversan él se nos va acercando de a pocos, hasta cruzar palabras.
 
– ¿En qué año te matriculas?
 
– Otra vez en tercero.
 
– ¿Y quienes pasaron a cuarto?
 
– Pasó Javier, pero ya se fue con sus padres a Trujillo.
 
12. Germinado
y florecido!
 
– Otro que pasó y ahora vive en Chimbote es Alipio. ¿Te acuerdas? 
 
– ¡Claro!
 
– Los hermanos Iraya de Angasmarca se han ido a las minas. 
 
– ¡Ah!
 
– Perico ha muerto…
 
¡Ah, la vida! ¡Cómo ha cambiado apenas en unos instantes!
 
– ¡Mira, estos son tomatillos silvestres!
 
– ¡Y cómo hasta los muros están llenos de plantas, flores y abejorros! 
 
¡Ah la vida! ¡Cómo se disgrega, pierde y confunde! Y, a la vez, ¡cómo se une, se junta y asoma! 
 
Algo o mucho ha muerto. ¡Pero otro tanto ha germinado, florecido y está ahora aquí, junto a nosotros!
 
 
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El texto anterior puede ser
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO:
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO
 
ESTRUCTURA DEL COMPONENTE 7:
ÁREA ACADÉMICA Y PEDAGÓGICA
DEL CERTAMEN EN SANTIAGO DE CHUCO
 
 
El Encuentro Internacional Capulí, Vallejo y su Tierra, o Telúrica de Mayo, abarca múltiples facetas, cada una de las cuales tiene una composición que a su vez incluye diversos espacios de realización que es importante precisar. En lo concerniente al Componente 7: Área Académica y Pedagógica en Santiago de Chuco, programa que se desarrolla el segundo día de nuestra estancia en el pueblo de Vallejo, este año 2014 el día sábado 24 de mayo, de 8.30 am. a 1.00 pm., comprende a su vez cuatro líneas de acción que se manifiestan en cuatro plataformas de trabajo, cuales son:
 
1. SIMPOSIUM VALLEJO
2. HUACA ALMA MATINAL ANDINA
3. CÁTEDRA VALLEJO
4. TALLERES DE CREATIDAD LITERARIA
 
1. SIMPOSIUM VALLEJO
 
Evento constituido por conferencias, ponencias y comunicaciones que se ofrecen en relación a la vida y obra de César Vallejo y de otros autores vinculados y afines al poeta de Santiago de Chuco, previamente seleccionados y cuya sustentación ha sido aprobada por la Coordinación Académica de nuestra organización. Sede: Auditorio de la Parroquia de Santiago de Chuco. Coordinadores: Dra. Mara L. García y Dr. Juvenal Sánchez Lihón.
 
2. HUACA ALMA MATINAL ANDINA
 
Espacio en donde se desarrollan contenidos referidos a nuestra identidad; diversos aspectos del arte y expresiones de nuestras culturas primigenias, dedicado todo ello a la reflexión y toma de conciencia sobre los valores de nuestras culturas ancestrales y la potencialidad de dichos recursos en su proyección en la forja y reconstrucción de la utopía andina. Sede: Auditorio Casa del Maestro. Coordinadores: Wilmer Francisco Siccha y Carlos Caballero.
 
3. CÁTEDRA VALLEJO
 
Módulo didáctico fundamental, integrado y coherente, de exposiciones y dinámicas participativas sobre temas generadores de la vida y obra de César Vallejo, con un conjunto de principios capaces de restablecer un orden humano y social de amor y solidaridad para ofrecérselo al Perú y al mundo.. Sedes: Colegio Nacional César Vallejo. Institución Educativa Manuel Encarnación Saavedra. Coordinadores: Jorge Rojas Hurtado y Wilmer Francisco Siccha.
 
4. TALLERES DE CREATIVIDAD
 
Orientado a sensibilizar a niños y jóvenes en el campo del arte y la literatura, abarcando campos como la lectura y escritura creativas, el plan lector, el arte de la declamación, teatro, dibujo y pintura; así como otras manifestaciones artísticas orientadas a crear nuevos valores en el arte y la literatura entre niños y jóvenes. Sede: Escuela de César Vallejo o Centro Viejo 271. Coordinación: Jaime Sánchez Lihón y Juanita Esquivel.
 
 
 
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