SORPRESAS DE MI RELOJ JET
Entonces, mientras en horas últimas del 2013
la ciudad se viste de color y regalos, y besitos con pavo;
allá, los valles despiertan conciertos de más familia
y aquí, el ruido se aleja y vuelve a nacer un Pesebre.
Y al llegar la tarde, se dora mi enramada de uvas
y aves, y mi loro Lorenzo, quien tiene por filosofía
el respeto por el medio ambiente, me dice espulgándose :
_ Cholito. ¡Qué pronto voló el año! Fue como
si me hubiera zambullido en piscina de 2 m. plásticos
donde compiten para el mundia niños loros;
y luego hubiera salido más joven, más realizable, más campeón.
_ Así parece _ respondió Mina, mi serena tortuga,
que conmovida miró metralletas de juguete y guardó su cabeza,
diciendo : _ Como cuando el Ocaso mira asombrado en arenas :
huellas de terrícolas aún semidesnudos y hambrientos.
Lo que Dios cansado mira, como menos guerra y más panetón obrero.
Iba a responder, pero mi perro Napo señaló la puerta abierta.
Por ella entraban alegres villancicos fusionados con kiwicha.
Napo, moviendo su optimista cola, exclama :
_ ¡Mis buenos amigos! Huelo que el Año Nuevo viene
con huesos manzanos y pechugas de sabor y olor no transgénico.
Nuevamente quise hablar. Pero Lorenzo picoteó el cielo
y luego, descendió para escucharlo, allí, en mesita con jarrón de chicha.
_ Sí. ¡El año voló tan rápido! Como un jet, de una región
a otra, tanto que en casa desiquilibró el reloj interno
de cada uno de nosotros.
Sí. Tanto como la sorpresa gananciosa de tu hija
que ahora terminas este Diciembre, ya abuelo.
Volví a callar, pero ya feliz por mi regalo,
y cerca a nuestra ronda de familia, que sopesaba
el fin de año, tío Oni bañaba su pequeño perro limonero
para al día siguiente pasearlo con chaleco en Parque La Leyenda.
Sonriéndonos, expresó : _ ¡Felicitaciones, por el Nacimiento! _.
Son maravillas del tiempo que caen en uno.
Está escrito, en calendario cósmico de Incas y Aztecas,
que los hijos de hoy, nacen más precoces, más amorosos,
más movidos, que los mismos padres. Así éstos tengan
patas de perro durante las 24 horas migratorias del día.
Agradecí tal metáfora perruna y espacial, y subí
a mi sicomoro a ver la última puesta solar, del 2013.
Cholito Víctor Castro Achuy
Laredo. Perú
