martes, 31 de diciembre de 2013

UN VENTURO AÑO NUEVO 2014 - ESCRIBE LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTRNACIONAL

 
UN VENTURO AÑO NUEVO 2014

LA ASOLAPO INTERNACIONAL, LA ANEA DEL PERÚ I AMÉRICA, LA ASOCIACIÓN DE LITERATURA ANDINA INFANTIL I JUVENIL (ALAIJ), EL MOVIMIENTO CULTURAL "RICARDO PALMA" I LA ORGANIZACIÓN DE PERIODISTAS LATINOAMERICANOS (OPL), les desean que los sentimientos de paz i amor, permanezcan siempre en su hogar i la esperanza i fe sean una constante para lograr un futuro mejor, en el AÑO NUEVO 2014.
 
 
LOS NIÑOS MANUELITOS

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

(www,asolapocuscoinmortal.org)
Las leyendas tienen su poesía propia, que emana de ellas mismas, llenas de magia i encanto, i justamente este relato, se refiere a las travesuras de los NIÑOS MANUELITOS.

En el Valle del CUSCO, desde lo alto, donde proyecta el dios INTI sus últimos rayos dorados i travieso se esconde detrás de las azuladas cumbres andinas. Se divisa el pintoresco pueblito de OROPESA, con sus casitas de tejas rojas, rodeado de árboles de eucalipto, donde el río o Q´OCHA ondula como una serpiente de plata, entre piedrecita de colores. Está llena de una vegetación natural i abundante. Se ve a los chachacomos, a los pisonayes i los achancaray , que con sus brazos en alto imploran a la lluvia, que les quite la sed. Tiene una extraña apariencia humana OROPESA es el pueblo de los famosos panes "con corazón de manteca", llamados chutas. Sus hornos están ardiendo siempre i todo el año flota un rico aroma a pan caliente.

Doña Petronila, tenía tres NIÑOS MANUELITOS: KURAQ, HUCH´UY i CHAUPI. Los tres tenían una dulce sonrisa en sus bocas, que parecían ÑUJCH´US ROJOS. Siempre estaban con su ropita sucia i sus zapatitos rotos, por ser tan traviesos. Saltando, jugando a las escondidas iban por el caminito, porque era tierno como un niño, el camino era juguetón. Corrían contentos por el caminito de verde piel. El viento también jugaba en la risa de los NIÑOS i en sus labios el canto... ¿Cuántos niños unidos i HUCH´UY, el más pequeñito empezaba la ronda, con sus alitas desplegadas al aire, volaban como tiernos pajarillos. Saltando, corriendo i riendo, dándole al juego más gracia. De pronto eran mariposas andinas o PILLPINTOS, eran flores o T´IKAS i luego,  cuando llegaba la noche, se iban todos a dormir... Así, ensuciaban sus ropitas i gastaban sus zapatitos nuevos los traviesos NIÑOS MANUELITOS. Estaban en la edad del trompo i de la risa.

KURAQ, así se llamaba el mayor, era muy hábil con las bolitas que eran todo un mundo de cristal, eran bolitas que tienen todo un misterio de colores. Con KURAQ las bolitas rodaban, corrían i volaban, i todos los niños iban tras de ellas, tras de sus sueños, llenos de alegría i risas a montón...

Mientras CHAUPI, el segundo, hacia bailar el trompo maravillosamente i alegre decía:

- "Mi trompo gira i gira, lleno de amor i alegría, es un sueño de colores que gira i gira hasta el cielo i se pasa  girando como un girasol, cerca del dios INTI o Sol. Siempre sueña con bailar, saltar i jugar, i cuando se suelta del hilo misterioso que lo sujeta, se pierde entre las CH´ASKAS o estrellas"  -

El trompo emocionado le respondía a CHAUPI:

- "Soy el trompo que alegre baila, que alegre gira. Soy el trompo de bellos colores que lleva por corazón al K´UICHI o arcoíris. Soy el trompo que gira i gira, i girando llega hasta el dios INTI o Sol, como un girasol"  -

Los tiernos i traviesos NIÑOS MANUELITOS, estaban muy tristes al ver que tantos niños quedaban sin cariño i lloraban por un pan... La verde esperanza que se hizo capullo un día de sol... La profunda nostalgia que de la tarde gris invadía sus almas i quizá con ellas, se extendían también las ensoñaciones de algunos corazones infantiles.

OROPESA, es la tierra de los CH´EQOLLOS o picaflores andinos que besan a las aromáticas T´IKAS o  flores, en las márgenes amenas de las Q´OCHAS o ríos que llevan surcos de luz entre piedrecitas de colores. Sus caminos descienden en declives suaves, traviesos i juguetones que llegan hasta el corazón del pueblo, cuna de los ricos panes de OROPESA i de las ricas chutas, con corazón de manteca.

Los NIÑOS MANUELITOS, por las madrugadas, cuando terminaban e hornear los ricos panes i llenaban las canastas para su venta, ellos por las ventanas de la Panadería de doña Petronila, repartían a todos los niños pobres  i luego salían a jugar con ellos.

En la piel de los cerros, el ICHU crecía como símbolo de pureza: un ala; un ÑUJCH´U, como símbolo de amor. Los NIÑOS MANUELITOS que habían nacido en OROPESA, se sentían llenos de lluvia, de rayos i de CH´ASKAS o estrellas. El viento al pasar les dejaba su caricia i las T´IKAS o flores su aroma. La ciudad era como un lucero, cuyo farol era la K´ILLA o Luna Morena que iluminaba i al rededor de ella, se veía danzar a las CH´ASKAS o estrellas, que en el cielo jugaban en rondas interminables, llegando así, la pálida aurora con sus alas de tul a la tierra de los ricos panes de corazón de manteca.

KURAQ, CHAUPI i HUCH´UY, como todos los días, después de repartir los ricos panes entre los niños pobres, salían a jugar... pero esta vez, perdieron sus zapatitos, dejando al descubierto sus piecitos de lirio blanco. Por jugar con todos los niños, por estar tan distraídos, se han ensuciado también sus ropitas. Pero ellos, en su mundo de ensueños, crecían con mieles de estío, gotas de rocío i hechizos de luna. Sus sueños crecían en trigos dorados i era dulce la brisa, que jugaba a la ronda, con sus sueños azules. En ese mundo etéreo de los pequeños, estaban envueltos de alegrías, donde sus almas se llenaban de risas de cristal... Jugaban en la tarde quieta, caían las hojas de los árboles como ilusiones muertas. Llegaba la noche i en el azul del cielo jugaban las CH´ASKAS o estrellas... Celosas se arrullaban las URPIS o palomas, temblaba el lucero, como una lluvia de blancas mariposas andinas o PILLPINTOS. Deshojaba el viejo i loco viento, las marchitas T´IKAS o flores i en los PUQUIOS o manantiales cristalinos, remojaban sus plumas los gorriones.

Doña Petronila estaba muy preocupaba, pasaba algo extraño i se preguntaba:

- ¿Quién está robando mi pan?  -

Puso entonces muchos candados a la puerta, pero nada, los ricos panes de corazón de manteca, desaparecían. Entonces ella misma se puso a vigilar para poder coger a los ladrones i cuál sería su asombro, al ver a los NIÑOS MANUELITOS que abrían las ventanas de su Panadería i repartían el pan caliente de las canastas a todos los niños pobres i luego salían a jugar con ellos.

Doña Petronila, a los traviesos NIÑOS MANUELITOS, los guardó en un urna con candaditos de oro, pero ellos siempre salían. Esto le hizo pensar a doña Petronila, que se trataba de una señal de DIOS, para que contribuya a mitigar, el hambre de los niños pobres de OROPESA i dejó que KURAQ, CHAUPI i HUCH´UY repartieran todos los días los ricos panes de corazón de manteca.

El pueblo buscaba a los NIÑOS MANUELITOS i celebraba sus gracias. Los amaban, los mimaban. Eran tan dulces, tan tiernos i también tan traviesos, que contagiaban sus risa, su alegría a los niños i les hacían olvidar sus penas i sufrimientos.