TIEMPO NUEVO
Año 5 No. 228 de 2 NOV 2013
Por Addhemar Sierralta
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CIUDADANOS DE U.S.A. ESTARÍAN DECEPCIONADOS DE SUS POLÍTICOS.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Un gran sector del pueblo norteamericano está muy decepcionado con su presidente porque se percibe que los Estados Unidos han perdido su liderazgo internacional ante los últimos sucesos ocurridos en Siria. La amenaza de atacar ese país por el uso de armas químicas pudo haberse evitado porque ya se sabía que ello ocurría y Obama debió haber coordinado con las Naciones Unidas y plantear lo mismo que hizo Putin, el presidente de Rusia.
Otro bochorno internacional se presentó al descubrirse actos de espionaje a líderes de países amigos. Primero porque eso no debía haberse realizado y segundo porque si lo hicieron pone en evidencia la poca calidad en la reserva de los manejos de la seguridad del país.
En el fuero interno se mantiene el malestar por un programa de seguros de salud, llamado por la gente “Obamacare” que empezó con fallas y parece no convencer ni a tirios ni a troyanos ya que no era lo esperaban los que no tenían seguro.
Asimismo el riesgo en que estuvo hace poco el gobierno de entrar en “default” e interrumpir los pagos –que fue postergado hasta el 15 de enero próximo- no sin traer problemas en los empleados estatales y en algunos problemas presentados en diferentes programas, han afectado tanto al presidente como a los republicanos. Y la razón es porque como consecuencia de ello se vislumbra una posible postergación de la Ley de Inmigración.
Hay que considerar que Obama está en su segundo periodo de gobierno y que, tanto el programa de seguro médico como una nueva ley de inmigración, fueron promesas para su primera etapa. Cabe recordar que fueron los demócratas quienes no aprobaron –en el tramo final de Bush- un proyecto para legalizar a los inmigrantes ilegales.
Si bien el no controlar adecuadamente a las empresas financieras contribuyó a la crisis inmobiliaria en el gobierno republicano último, las medidas tomadas por los demócratas terminaron por no favorecer a los que habían comprado casas sino a las entidades bancarias del sistema y se dio una elevada cantidad de “foreclosures” y millones de ciudadanos perdieron el sueño de la casa propia al no poder pagarlas y vieron como las remataban, lamentablemente.
Todas estas circunstancias permiten señalar que muchos de los ciudadanos del país del norte están bastante decepcionados con sus politicos y se observa una carencia de líderes.
NUEVO PREMIER EN PERÚ TENDRÁ DURA LABOR.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
La designación como Presidente del Consejo de Ministros en Perú, de César Villanueva –ex Presidente Regional de San Martín- que inicialmente fuera recibida con esperanza y cierta expectativa por la población y los sectores politicos, como un remedio a la situación complicada que venía sufriendo el gabinete de Humala, parece desvanecerse al comprobarse en la juramentación de ayer en Palacio de Gobierno que solo se cambió a la titular de Educación, la señora Salas por el señor Saavedra.
Si bien el señor Villanueva puede hacer los cambios que considere nos parece que se ha desperdiciado una brillante ocasión para colocar a gente que le sirva verdaderamente en su gestión. Ministros como los de Relaciones Exteriores, Defensa, Interior, Salud, Justicia y Producción han debido ser cambiados debido a su ineficacia.
Si bien el nuevo Jefe del Gabinete, en sus primeras declaraciones parece evidenciar un trato más conciliador e inteligente que su antecesor, Jiménez Mayor, lo que debe recuperar el gobierno –para detener su caída en popularidad y credibilidad- es el liderazgo y la acción para resolver problemas muy graves como son la inseguridad ciudadana, los conflictos sociales, la educación, la salud y la generación de confianza.
El anterior premier había perdido la brújula, probablemente por sus limitaciones, y esperamos que el nuevo pueda hacer una mejor labor.
Es probable que se retome el diálogo con los partidos politicos debido a que Villanueva, quien ha tenido cierto éxito en su trabajo como Presidente Regional, se muestra como una persona razonable, con deseos de concertar y buscar la colaboración de todos. Dios quiera que pueda hacerlo.
LA (DE)CADENCIA DE OBAMA.
Por Guillermo Descalzi (U.S.A.).
Nota aparecida en El Nuevo Herald de Miami, hace algunas semana,s que desnuda al gobierno actual de los Estados Unidos.
Será su cadencia, el compás de su marcha en la presidencia, pero no es paso de vencedor. Obama, con sus arranques de caballo y paradas de burro, causa desconcierto incluso entre sus admiradores. Trazó una línea roja… que después quizás no fue línea, y si lo fue quizás no fue tan roja, habrá que esperar a ver, pedir permisos, concertar y bailar el valsecito diplomático. La reforma migratoria, eso sí, pero aguanten un momento. No empujen, la promovió al iniciarse el año. ¿Y ahora? Hay algo inconsistente y a veces derrotista en su comportamiento. Voltea a un tema y abandona el anterior, o deja de promoverlo y darle debida atención. Lo que parecía ser el año de la reforma migratoria se está convirtiendo en pantano migratorio. Es reforma entre dos peligros, la inconsistencia y el derrotismo de Obama, y la oposición de la ultraderecha y el tea party. Estos últimos son un peligro también para los republicanos, que no van a promover o apoyar nada que les pueda ganar su enemistad. Obama y el Partido Republicano están sitiados por ellos.
¿Obama y el Partido Republicano? Sí, son pareja de interés mutuo, y si no lo creen vean de qué se cuidan: Se cuidan de lo mismo, de la ultra y el té.
Alguien dirá ‘… la reforma migratoria todavía puede darse, quedan más de tres meses en el año’. Pues cuando acabe el 2013 la Cámara de Representantes habrá sesionado solo 126 días según su calendario. Es el liderazgo republicano tratando de frenar a la Casa Blanca, para lo cual minimizan el tiempo de deliberación de sus iniciativas en el Congreso. En público dicen que es para que los congresistas estén en casa, en sus distritos, atendiendo a sus constituyentes. Encaja perfectamente con su intención de bloquear la reforma. La última esperanza de pasarla este año murió cuando Obama volteó a consultar lo de Siria en el Congreso.
Es triste verlo dando vueltas vez tras vez sobre lo mismo. Son vacilaciones sobre un tema, cualquier tema. ¿Por qué? La decencia, su decencia personal, es una obsesión en él. Él es su legado, su motivación, y objetivo. Sabe que su legado moldeará a futuros afroamericanos en la política nacional, y cuida su imagen para su legado racial. El resto pasa a segundo plano. ¿Qué resto? Restos como Siria y la reforma migratoria, el cierre de Guantánamo, la regulación de Wall Street y el sistema financiero, el desplome hipotecario y la caída del dólar, etc.
Cuando termine su gobierno Obama nos habrá dejado tres cosas: su imagen, el Obamacare y el fin de nuestra influencia en el Medio Oriente. Si dudan de esto último, miren lo que acaba de ocurrir: Estados Unidos ha tenido que negociar con Rusia para hacer algo en Siria.
El ‘asunto sirio’ nos tiene como espectadores en un una película de Stallone, Schwarzenegger y Seagal, en este caso Sylvester Obama y el secretario de Defensa Hagel Schwarzenegger, con Kerry Seagal en el papel de ‘El Diplomático’ en Conjurando el Medio Oriente.
¿Qué pensaría Obama cuando se le ocurrió ir a buscar aprobación del Congreso para lo de Siria? No lo sé, pero sí sé que la aprobación que al fin obtuvo no se la dio el Congreso sino Sergei Lavrov, el ministro de relaciones exteriores de Putin. Es patético.
Obama revela rasgos anales en su conducción de la presidencia. Es un carácter descrito por Freud, desarrollado en la infancia, con excesivo apego a la limpieza en el área del pañal, cuando eso es importante para sentirse cómodo. Es un carácter que busca aprobación y evita provocar el rechazo y la ira de cualquiera en su entorno. Quiere todo en su sitio. ¿Sirve esto para explicar a Obama? Por otro lado, y para ser justos con él, llegó a la presidencia en un momento difícil. Ha heredado un viento sembrado por la fuerza y el capital del Occidente, unidos en ese complejo militar-industrial del cual nos advirtió Eisenhower. Con ese viento se ha reanudado la decadencia del Occidente, interrumpida con la expulsión de los moros en España y el descubrimiento de las Américas en 1492.
Estamos en la fase final de medio milenio de dominio occidental en el mundo. Hemos ingresado a un periodo en el que estamos perdiendo nuestra hegemonía política, económica y militar. ‘Nuestra porción’ occidental de la economía mundial bordeaba el 80% hasta 1970. Bajó a 56% en el 2010, y la proyección la lleva a 25% para el 2030. Ante esto las batallas de Obama parecen hasta inconsecuentes. La ultraderecha, mientras tanto, responde con algo parecido a la pataleta de un niño mojadito al que, para colmo, le están quitando su biberón mundial. ¿Los indocumentados? El viento sopla para todos. ¿Y Obama? Bien, gracias, cuidando su legado.
EL VERDADERO AMIGO.
(Autor: anónimo).
Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho andar, el hombre se dio cuenta que tanto él, como su caballo y su perro habían muerto en un accidente (a veces los muertos toman tiempo para comprender su nueva condición). La caminata era muy larga, montaña arriba; el sol era fuerte, y ellos estaban cansados, sudados y tenían mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino vieron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plazoleta con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de la que manaba agua cristalina. El caminante se dirigió al guardián que, dentro de una ornamentada casilla, vigilaba la entrada.
"Buenos días", le dijo.
"Buenos días", respondió el guardián.
"¿Qué lugar es este, tan lindo?" preguntó el hombre.
"Este es el Cielo", fue la respuesta.
"Qué suerte que llegamos al Cielo! Estamos con mucha sed", dijo el hombre.
"Pues el señor puede entrar y beber agua a voluntad", contestó el guardián, indicándole la fuente.
"Mi caballo y mi cachorro también están sedientos", comentó el hombre.
"Lo lamento mucho", dijo el guardián,"pero aquí no se permite la entrada a los animales".
"Pero ellos me han acompañado siempre", dijo el hombre.
El guardián se limitó a menear la cabeza negativamente. El hombre quedó muy desilusionado, porque su sed era grande, pero decidió no beber si sus amigos no podían hacerlo.
Así que prosiguió su camino. Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por una vieja puerta entreabierta.
La puerta se abría hacia un amplio camino de tierra, con verdes árboles a ambos lados que brindaban buen cobijo del sol.
A la sombra de uno de ellos había un anciano de blanca barba, apoyada sobre el tronco; parecía adormilado, con la cabeza cubierta por un sombrero.
El caminante se aproximó.
"Buenos días", le dijo.
"Buenos días", respondió el anciano.
"Estamos con mucha sed, mi caballo, mi perro y yo. Hay algún lugar donde podamos encontrar agua?"
"Detrás de aquellos matorrales hay un manantial", contestó el anciano. "Pueden beber a voluntad".
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta el manantial, y finalmente pudieron calmar la sed y refrescarse. Al volver hasta donde estaba el anciano, el hombre le agradeció.
"Pueden volver cuando quieran", fue la respuesta.
"A propósito", dijo el caminante, "cuál es el nombre de este lugar?".
"Están en el cielo", contestó el anciano con una sonrisa.
"¡Pero no es posible!" exclamó el hombre. "El guardián que estaba al pié de la montaña, junto al gran portal de mármol, nos dijo que el Cielo era aquel!"
"No, aquello no es el cielo, es el infierno."
El caminante quedó perplejo.
"Pero entonces, esa es una información falsa, y puede causar grandes confusiones!!!"
"De ninguna manera", respondió el anciano.- "La verdad es que ellos nos hacen un gran favor, porque allá se quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos….. "
KALIMA (Cuento).
Por Leonor Zaa Lizares (Perú).
Destacada escritora peruana que en esta bella narración pone de manifiesto su imaginación y sensibilidad notables.
Nunca abras este cofre mientras sigas soltera le dijo la abuela a la bella Áurea .Puedes hacerlo después de tu matrimonio y luego sabrás la razón. Lo guardé para ti, es una herencia de tu madre.
Áurea intrigada recibió el cofre de nogal y luego lo depositó con cuidado sobre la cómoda de su dormitorio, guardó silencio, mientras lo observaba una extraña amargura la embargó. Era grande tendría 40 centímetros, su madera gastada por el tiempo tenía forma circular. En su tapa llevaba incrustada una lámina de bronce con figuras buriladas, apenas perceptibles por una verde pátina de óxido.
Ella, estudiante de Arqueología, decidió investigar esta joya enigmática cada noche, ni bien llegara de la universidad e ir descubriendo el arcano de las singulares imágenes. A medida que avanzaba se asomaron sobre la tapa tres círculos concéntricos que encerraban escenas de la cultura y arte egipcios.
-Oh, Dios, ¡qué maravilla!
Ante este hallazgo, se detuvo asombrada. Sabía que en las prácticas espiritistas del antiguo Egipto y también de otras culturas, los espacios limitados por una circunferencia poseían poderes y efectos mágicos.
En el primer círculo apareció una pirámide, y a continuación se distinguía la imagen de un personaje erguido sobre una carroza halada por un brioso corcel; llevaba una armadura ceñida al cuerpo, en la cabeza un casco, y un arco en las manos presto a disparar.
En ese instante la abuela tocó su puerta:
- Áurea ¿por qué te has encerrado en la habitación? Es hora de cenar.
Con prisa, abrió su cuaderno de notas y escribió:
“Pirámide. ¿Faraón?”
Cerró el cuaderno, lo guardó y salió.
A la mañana siguiente buscó en la universidad al Dr. Jacques Billet, erudito egiptólogo, a quién le tenía gran confianza. Le habló del cofre. ¿Le interesaría verlo? Él aceptó. Acordaron entonces encontrarse al día siguiente después de clases.
Ambos llegaron al domicilio de la universitaria al promediar las siete de la noche. Áurea convenció a su abuela para que le permitiera bajarlo, le prometió no abrirlo, aunque sí registraría las figuras de la tapa para un trabajo monográfico. Intentó moverlo. Imposible, se tornó pesado, demasiado pesado; mientras la anciana le reclamaba:
- ¿Qué has hecho con el cofre? ¿Lo abriste? ¡Te prohibí que lo hicieras!
- ¿Cómo se te ocurre? Jamás lo abriré, no pienso casarme. Al bajar las escaleras levantó la voz y exclamó: ¡Al diablo con esta antigualla!
Jacques Billet la aguardaba en silencio, sin saber exactamente qué había ocurrido. Al enterarse, le pidió que no desistiera de su propósito. Que describiera todo lo que veía en la tapa, él procuraría descifrar su significado.
Pasaron muchos días antes de que la joven reanudara el trabajo.
El segundo círculo se iniciaba con la figura de un escarabajo, luego se veía a una pareja sentada, el varón sostenía en la mano derecha una cruz con un óvalo en la parte superior. A continuación había otra escena: la figura del dios Seth con cuerpo humano, cabeza de asno y rabo, enfrentando a Osiris quien yacía en el piso. Sobre la cabeza de este último, un cetro y a su derecha una cruz con un óvalo, la cruz Ankh.
Este símbolo pudo reconocerlo, porque lo había visto colgado de una cadena en el cuello de su abuela y cuando Aurea le preguntó, siendo adolescente, por su significado, le respondió irritada:
─ ¿A qué viene ese interés?
─Abuela ¿por qué te molestas? Estás llena de prohibiciones y de misterios; a veces pienso que me ocultas algo.
La anciana recuperando la tranquilidad, contestó entonces: “Es la Cruz Ankh, representa la vida eterna”.
Áurea conservaba en su memoria este diálogo porque marcó algo que intuía, pero que no alcanzaba a comprender.
Después de esta reflexión siguió investigando.
Cerraba el segundo círculo, la figura de otro escarabajo.
La joven se sentía agotada cuando concluyó de registrar el contenido en su cuaderno.
Luego se sumergió en un profundo sueño donde giraban dioses, hombres y bestias, símbolos y signos que no lograba entender.
Por la mañana cuando llegó a la universidad buscó al Dr. Billet, quién al verla le preguntó:
- Áurea ¿trajiste el material?
- Sí, y también tomé fotos.
- Magnífico, dame el rollo vamos a revelarlo.
Descendieron al sótano, y luego ingresaron en la cámara oscura.
Jacques Billet extrajo el carrete de su estuche y al verlo a contraluz exclamó:
- Mujer ¡el rollo se ha quemado!
Ella, sacando otro nuevo de la cartera, le dijo:
- Descuide, por precaución hice más tomas.
- ¡Nada! ¡Nada! ¡Están velados! gritó exasperado y después de revisarlos añadió: este cofre se está volviendo un misterio.
-¿Le parece? Me produce escalofríos, anoche tuve una pesadilla. Me gustaría contársela.
- Antes, dime ¿tienes tus apuntes? ¿Sí? Quiero revisarlos.
Al observar las figuras y notas del cuaderno; Billet le dijo:
- ¡Ajá!, El escarabajo abre y cierra el segundo círculo, es símbolo del renacer, representa la reencarnación del alma y la inmortalidad.
-¿Hay algo más?
-Sí, sí. La segunda escena es una boda real. Él es un Faraón que sostiene en sus manos la Cruz Ankh, conocida también como llave de la fertilidad; se la ofrecían a los labios de los reyes como “soplo de vida”.
- La cruz, ¿tiene otro significado?, preguntó ella intrigada.
- El espíritu predominando sobre la materia. Es la “Vida” que no acaba con la muerte, la que resurge y continúa.
- ¿Usted sabe lo que más me sorprende?, mi abuela lleva en su cuello una cadena con la Cruz Ankh.
- ¿Cómo? Es extraño, pues ella te entregó el cofre. Bien, mañana seguimos. ¿Puedo quedarme con tus apuntes?
- Por supuesto, gracias por su interés.
- De nada muchacha, Pero, ¿te noto pálida? Déjame llevarte a tu casa. En el trayecto me cuentas tu pesadilla.
II
Mientras Jacques conducía su automóvil, Áurea reclinó la cabeza sobre el respaldar del asiento, observaba el paisaje. Un inusual viento espoleaba las nubes en el cielo como a caballos grises cuyas crines entretejidas con la luz del sol formaban un extraño lienzo de resplandores sombríos.
─¡Qué raro está el día!,-comentó.
- Billet asintió con la cabeza, luego le preguntó:
--¿Con qué soñaste?
- Con un combate a muerte entre un ave y un asno. Yo estaba tendida en el piso, agonizaba, mi vida dependía de la elección que hiciera: el asno me era familiar y creía que debía optar por él; sin embargo sentía compasión por el pájaro. Dudaba.
- ¿Luego?
- Desperté angustiada y sudorosa.
- Es un sueño muy extraño-dijo Jacques-; es evidente que está relacionado con los símbolos que vas descubriendo en el cofre.
- Justamente, en mi pesadilla me sentía obligada con el asno que representa a Seth. No elijo el bien, cuya imagen es el ave. ¿Dónde está la verdad?
- No lo sé, en tus sueños el bien parece ser sinónimo del deber, de lo familiar, lo conocido. Para mí la compasión es el nivel más elevado del amor y está por encima del deber. Allí yo buscaría la verdad.
Después de un largo silencio, Jacques preguntó:
- ¿Cómo se llama tu abuela?
- Kalima.
- Ka-li-ma, –pronunció deletreando las sílabas , ¡Vaya! es un antiguo nombre egipcio, ¿desde cuándo vives con ella?
- Desde siempre, de mi padre no sé nada, no lo conocí; y de mi madre tengo un vago recuerdo, muchas veces sueño que me habla, pero no logro entender lo que me dice. La abuela me cuenta que un grupo llamado “Los místicos”, le lavaron el cerebro. Yo tenía tres años, cuando mi madre abandonó el hogar, sin embargo, me dejó como herencia el enigmático cofre. Ahora le toca a usted resolver el sortilegio.
- Me sorprende que tus padres hayan desaparecido sin dejar huellas. En cuanto al sortilegio lo vas a resolver tú. Yo solo te voy a ayudar. Descansa.
III
Por la mañana Jacques Billet la llamó por teléfono:
- Áurea, necesito conversar contigo.
- Profesor, me siento pesada como un plomo. Pensaba tomarme el día libre.
- No puedes hacerlo. Créeme, es urgente. No necesitas venir a la universidad. Podemos encontrarnos en la cafetería del malecón cerca de tu casa a las cinco de la tarde, ¿de acuerdo?
La joven llegó puntual a la cita, vestía jean y blusa blanca, y en su cuello lucía una cadenita de oro con un amuleto de cristal de cuarzo en forma de pirámide.
Jacques, se aproximó para saludarla y acompañándola a una mesa con vista al malecón la invitó a sentarse, luego con cierta impaciencia, le dijo:
- Dos viejos amigos historiadores me acaban de informar que existía aquí una secta llamada “Los místicos”, se presumía que había desaparecido hace más de un siglo. Esta secta estuvo proscrita porque secuestraba a parejas jóvenes para apoderarse de sus hijos. Sorprende que tu abuela Kalima te hablara de ella; más aún que guardara el cofre que te dejó tu madre con instrucciones precisas para ti. Dime, ¿has pensado cuál podría ser el motivo de la prohibición?
- No lo sé… mi abuela es muy rara; ¿Qué motivo? ¿No será, tentarme a que lo abra?
- Eso pienso. ¡Tentarte! Solo eso.
- Me recuerda la censura bíblica de Adán y Eva.
- Que dio lugar a la serpiente para instigarlos: Comer la manzana, les daría el conocimiento del bien y del mal.
La joven guardó silencio y luego preguntó:
−Profesor, ¿no estaremos exagerando?
- El dilema de optar entre el conocimiento o la creencia es tan vigente para nosotros como lo fue para Adán y Eva.
- ¿Se refiere usted, al libre albedrío?
- Sí, el libre albedrío es el diamante del cual somos celadores.
Áurea pensativa, contempló el mar. A lo lejos una pequeña embarcación parecía extraviada, de pronto se hundió en el horizonte. ¿Pretendía cruzar una frontera al otro lado del mar?
Jacques, reclamó su atención:
-Bien volvamos a tus apuntes. Hay una escena turbadora relacionada con tu sueño, la presencia de Seth, el dios del mal, cuyo nombre significa “Pilar de esterilidad.” En la que amenaza de muerte a Osiris. ¿Observas, Áurea?
- Sí, pero, ¿cuál es el peligro para mí?
- Se trataría de un hecho anecdótico si no fuera por las circunstancias que lo rodean. La amenaza se esconde en las creencias de los antiguos egipcios y aún vigentes en algunas sectas.
Ellos pensaban que estamos constituidos por cuerpo, alma y Ka, que representa a nuestro doble. Cuando moría una persona comparecía ante el tribunal de Osiris quien juzgaba el bien o el mal que hizo; si era condenado, Ka necesitaba un cuerpo para sobrevivir. Por ese motivo los egipcios embalsamaban los cuerpos para protegerse de Ka, el doble.
- No entiendo, ¿qué quiere decirme?
- Si damos crédito a su doctrina, dentro del misterioso cofre, posiblemente, está encerrado un Ka.
- ¡Eso sería terrible! Exclamó, abriendo los ojos con espanto.
- Es una posibilidad. Áurea ¿me permites hacerte una pregunta personal?
- Dígame. ¿Cuál es?
- ¿Eres virgen?
Aurea confundida, luego de una pausa dijo:
Sí, lo soy; me sorprende su pregunta.
- El Ka busca reencarnarse en una virgen, y el cofre a mi entender contiene un mensaje que tú puedes desentrañar.
- ¡Dios mío! ¿Qué podría hacer?
- Por favor, tranquilízate. ¿Sabes qué día es hoy?
- 22 de Septiembre, mañana se inicia la primavera.
- Hay otro acontecimiento más importante. Del 22 al 23 de septiembre es la época del Equinoccio. ¡Mira qué casualidad! Según estudios criptológicos del arcaico Egipto, ellos utilizaban en estos días toda la energía acumulada en la Pirámide para impulsar a un discípulo elegido a vibrar en altísima frecuencia hasta que sus átomos se abrían como flores liberando la energía contenida en sus núcleos. Así se producía una “iluminación” temporal del discípulo durante la cual podía viajar por el tiempo y el espacio, en otras dimensiones de la realidad. ¡Es inaudito! ¿Verdad?
Jacques, se detuvo, y observando el amuleto de Áurea cuya pirámide proyectaba los rayos del sol, la miró a los ojos y le afirmó:
Un momento promisorio para conocer el enigma del cofre, es precisamente esta noche.
Desplegó entonces su maletín y extrajo un paquete envuelto en papel dorado, mientras le decía:
-Dentro hay una túnica de lino y también un estuche con dos pequeños talismanes: un escarabajo de oro y la llave Ankh. Cuando estudiaba en Egipto, en Ábidos, un anciano me confió este paquete para que lo guardara.
Jacques hizo silencio. Esforzó su memoria.
-Me traería bendiciones y buena suerte, pero estaba destinado a una virgen. Sabría reconocerla cuando la encontrara. Sí, y ahora que estoy frente a ti, Áurea, creo que tú eres la destinataria. Como es evidente, yo tampoco estoy libre de las creencias.
La muchacha recibió el paquete junto con un sobre y al rasgarlo encontró una nota en la cual leyó un mensaje:
“Hasta que descubras el enigma del cofre, usa la túnica y lleva los talismanes”.
IV
La noche llegó espléndida con luna llena. Cuando Áurea, sobrecogida ingresó en su dormitorio, el cofre resplandecía como una estrella azul.
Fascinada por develar el tercer y último círculo, se acercó al cofre. El ave Fénix, el fabuloso pájaro de las muchas vidas, sobrevolaba junto a las estrellas con las alas extendidas en dirección a la Cruz del Sur, atravesando la vía Láctea; mientras una embarcación navegaba en la bóveda celeste. Dentro de la cabina el capitán llevaba el timón, a su lado viajaba un personaje majestuoso; afuera remaban algunos de sus siervos; y dos esclavos empujaban la barca con una pértiga.
Al centro del arca, en la cúspide, el Ojo de Horus, el Ojo que lo ve todo, vigilante.
“Áurea, no lo hagas. No”, pensó ella. “Áurea no abras el cofre”. Se dijo una y otra vez. “No sabes qué castigo te espera. No, detente. ¡Siento que ardo!
Su cuerpo vibraba como una antena electrizada, mientras una luz ámbar y otra azul intermitentes, la atrajeron con fuerza. Abrió el cofre y se desplomó.
V
En una espantosa pesadilla. De una enorme boca, como un cráter oscuro, emergió un monstruo femenino cubierto por una máscara terrorífica; quien la amenazó con devorarla si fracasaba en la solución del acertijo que le propuso: Debía descubrir la clave de las escenas que serían proyectadas en las paredes de cuarzo gris, para después salir de la temible caverna.
Aurea descendió entonces detrás del monstruo en la espiral del tiempo, cuyas paredes de cristal repetían las mismas escenas que había visto en la superficie del cofre. Ella que logró develarlo, también debería ser capaz de interpretar su enigma para salir del torbellino.
En el primer círculo, rotaba la pirámide con múltiples destellos, se desplazaba velozmente el Faraón erguido sobre el carro, tensando el arco para disparar la flecha. Áurea no sabía cual elegir para pasar la prueba.
¿Escogería la pirámide?, ¿el Faraón que avanzaba raudo?
Escogió la flecha lanzada por el arco del guerrero, representaba confianza en la victoria. Acertó, y logró ascender al segundo círculo.
En él percibió la imagen del escarabajo que le prometía el renacimiento y la vida. De pronto, el cuarzo de las paredes se tornó oscuro y temible cuando observó la imagen de Seth amenazando de muerte a Osiris. ¿Cómo elegir la muerte? Aguzando la mirada, en la misma escena, percibió el cetro y la Cruz Ankh sobre la cabeza de Osiris. No dudó.
Extrajo del bolsillo de la túnica de lino la Cruz Ankh y la acercó a los labios de Osiris para darle “el soplo de vida”.
Con la bendición de Osiris ascendió rápidamente al tercer círculo. Los cristales de cuarzo refulgían con luz dorada. El ave Fénix atravesaba la vía Láctea señalando un derrotero. La barca con su dueño majestuoso avizoraba la ruta del sol, el capitán al mando del timón y el siervo maniobrando la pértiga.
Áurea, iluminada, eligió la pértiga.
Ingresó entonces en la nave de Ra y fue conducida al palacio de Osiris e Isis, la diosa de la vida, cuya voz vibraba como música celestial
VI
Amanecía, cuando Áurea despertó descansando en el piso. Una luz prístina la rodeaba, se sentía liviana como un ave, su alma en paz.
Sus ojos rastrearon el cofre. No estaba sobre la cómoda; pensó entonces que su abuela se lo había llevado. Se levantó y fue a buscarla en su habitación. La puerta entreabierta se batía con estrépito, ingresó recelosa al dormitorio, la anciana parecía dormida, se acercó para darle un beso.
Cuando la observó de cerca, lanzo una exclamación de horror: ¡No, no es posible! ¿Qué ocurrió anoche?
Áurea con pavor, descubrió que Kalima, secuaz de Seth, yacía desfigurada, tenía sobre la frente su sello: La cabeza de un asno. La Cruz Ankh, retorcida colgaba de su cuello.
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Fuente:
TIEMPO NUEVO.
TIEMPO NUEVO.
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Addhemar Sierralta
Año 5 No. 226 - 2 de noviembre de 2013