CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
JULIO, MES DEL MAESTRO;
DEL SANTUARIO HISTÓRICO
DE MACHU PICCHU; BATALLA
DE HUAMACHUCO, LEONCIO
PRADO; Y FIESTAS PATRIAS
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DEL MES DE JULIO
EN LA FIESTA DEL APÓSTOL SANTIAGO,
EN LA TIERRA DE VALLEJO
JUEVES 25 DE JULIO
10 AM.
APERTURA DE LA FERIA
DEL LIBRO Y DE LA ARTESANÍA
DE SANTIAGO DE CHUCO
RESPONSABLE:
JAVIER DELGADO BENITES
7.00 PM.
INAUGURACIÓN
II EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DE
JAIME SÁNCHEZ LIHÓN
7.30 PM.
AULA CAPULÍ
EN SANTIAGO DE CHUCO
ACUERDOS Y PROYECCIONES
8.00 PM
III SERENATA EN EL UMBRAL
BAJO EL ALERO
LOCAL: SEDE DE CAPULÍ
VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO
CALLE DE LAS ARTES.
JR. CÉSAR VALLEJO 863
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VIERNES 26 DE JULIO
ACTIVIDAD 1
9. AM.
PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
LOS GUERRILLEROS
DE SANTIAGO DE CHUCO
EN LA GUERRA CON CHILE
DE
JAVIER DELGADO BENITES
ACTIVIDAD 2
9.30
CONVERSATORIO:
LA LENGUA CULLE
DE SANTIAGO DE CHUCO
EXPOSITORES:
MANUEL FLORES REYNA
Y
MARÍA DEL CARMEN CUBA
ACTIVIDAD 3
10.00 AM.
HOMENAJE
A DON ELADIO RUIZ CERNA
EXPOSITOR
MANUEL RUIZ PAREDES
ACTIVIDAD 4
10.30 AM.
SANTIAGO DE CHUCO,
MEMORIA Y ESPERANZA
CONFERENCIA
WALTER VÁSQUEZ VEJARANO
ACTIVIDAD 5
11.00 AM.
LA CULTURA
ANDINO AMAZÓNICA
ALIANZA ESTRATÉGICA
CONFERENCIA
RÓGER RUMRRILL
ACTIVIDAD 6
11.30
EL ARTE
DERECHO HUMANO
CONFERENCIA
CHALENA VÁSQUEZ
12.00 M
ACTIVIDAD 7
FREDERIK SOTOMAYOR
RECITAL:
VALLEJO EN EL ALMA
ACTIVIDAD 8
TRIBUNA LIBRE
LOCAL:
AUDITORIO
PARROQUIA
DE SANTIAGO DE CHUCO
(*POR CONFIRMAR)
CONDUCCIÓN GENERAL
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
CELULAR: 997739575
*****
PÁGINA WEB
HACER CLIC AQUÍ:
http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/CapuliXV.htm
*****
Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
99773-9575
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
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23 DE JULIO
TELÚRICA
DE JULIO
DE CAPULÍ
EN CHUCO
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
¿POR
QUÉ
VOLVEMOS?
Danilo Sánchez Lihón
Aquel su infortunado
“tú no vas a volver”.
César Vallejo
1. Fuerza
atávica
– ¿Vas a ir a la fiesta del Patrón Santiago?
– Quiero ir, pero no creo que pueda.
– Y, ¿por qué?
– Por el corazón. Pero de todos modos voy a consultar al médico para ver si puedo ir. Y, ¿tú?
– Yo sí iré. Hace tiempo que no voy. Y ya extraño a mí pueblo. Si muero en el camino, está bien, muero en donde debo morir. Pero si llego, ¿qué mejor? Por lo menos ¡habré regresado!
Es así la conversación más frecuente que se escucha en estos días en cualquier calle, esquina del mundo o teléfono, entre mis paisanos.
Sin embargo, para estas fiestas hay muchos que regresan desde muy lejos, atraídos por una fuerza atávica, irresistible y superior.
2. Cariño
hiriente
Vienen atraídos por una fuerza suprema.
Es apenas por un aroma, un repique, un sobresalto. O una iridiscencia. Nunca sabremos a ciencia cierta por qué es.
Pueden ser acaso embelesados por una tonada presentida en el entresueño, casi siempre ya en el alba.
Pueden ser atraídos por lo tenue de una llamada desde una habitación cerrada, de que tenemos que volver. O por el acorde de un clarín ni siquiera cerca sino en la lejanía.
Yo regresaré por otra razón que quiero confesar: estoy imantado con algo que está al fondo de mi pueblo.
Me hala de los zapatos, me ata y apega contra sí. Imán envuelve mis venas, cautiva mis latidos y mi alma atribulada.
Cariño inmenso, hiriente y llagado como una cruz.
Imán el de mi alma y el de mi cuerpo por esa tierra mágica y encantada.
3. Ovejas
perdidas
Retorno para encontrarnos con mi pared, el sol y la piedra tutelar de mi infancia. Y con la luz de nuestro cielo.
Y creo que ese es el sentimiento común de quienes vuelven.
No importa que la casa donde vivimos esté en ruinas, no importa que no podamos entrar a ella.
Sea porque las puertas se han torcido y los adobes se han ladeado tanto que nadie sabe cómo se sostienen en el aire.
Porque los ramajes de luz y de sombra han tejido una valla de incuria en lo que antes eran ventanas.
¡Pero volver, ese es el gran sentido! ¡Pareciera redentor, este verbo volver! ¡Volver, cualquiera sea nuestra suerte!
Ahora es fiesta del Apóstol en ese promontorio embrujado en donde se erige Santiago de Chuco. Y volvemos al aprisco, al hato familiar y a la querencia, con nuestros propios pasos como ovejas perdidas.
4. No sé
si llorando
Un paisano mío, Galindo Benites, un hombre querendoso, y ya muerto, retornaba cada año a pie, como en peregrinación, pero lo hacía caminando con sus propias pisadas.
Dejaba que el camión en que iba lo apeara en el desvío a Otuzco, hasta donde creía que el mundo era todavía costa.
Y desde ahí emprendía su caminar por lo que consideraba ya era su lar y su serranía. ¿Cuántos días? ¿Dos o tres?
Pero él entonces sentía que tenía que reverenciar esos abismos de piedra.
Y lo hacía absorto, sintiendo el estremecimiento de la tierra bajo sus plantas, tal como si fuera una mujer bajo nuestro cuerpo.
– ¡Sube hermano! ¡Ven! –Le rogaban compadecidos Le suplicaban abrumados por su fatiga.
– ¡En el camión vamos a llegar más pronto, hermanito! –Lo alientan a subir desde la caseta. ¡Nada!
5. Tornar
a la tierra
¡Él ya no oye! Ya está caminando gacho.
Yo creo que llorando. Y si no voltea no es por no escuchar razones, sino porque no le vieran el rostro humedecido.
Y hacía esa travesía a pie, transido, con honda emoción y fervor, como si rezara.
Y yo lo imagino siempre en mi vivencia de los días y las noches, pasando por estos cerros, cantando, silbando, o ahogándose en gemidos.
Es la parábola del retorno al origen, es el transito a la semilla que fuimos y a la que todos otra vez volvemos.
Es el tornar a la tierra del anhelo, después de haber lidiado con lo desconocido, lo incógnito y misterioso de esta vida intentando visualizar algo nuevo.
6. Sin
nada
A mí me conmueve todo regreso por una razón sencilla: porque siento que quienes lo hacen han descubierto un contenido primigenio que se resume en una palabra que es casi una interjección instintiva.
Es una palabra de una sílaba. Y de solamente dos letras estupefactas, pero en donde se concentra todo el sentido del mundo y no solo una actitud y entrega, sino una manera de ser en la vida.
Dicha palabra es mí.
Mí, como un colibrí exultante; breve, ágil y volátil; como cuando se mece aquella avecilla entre los pétalos de las flores que le abren sus corolas. Y le ofrecen sus pistilos. Y en él el fondo sus entrañas, para que en ellos sorba el néctar de sus ovarios.
En el mí, y no en el “ese”, ni en el “este” impersonales. En el mí cabal y definitivo. No el “aquel” con el que a veces escondemos nuestro vacío o nuestra cobardía.
Tampoco es el cruel “otro”, o “los demás”, haciéndolo todo ajeno y sin nada que nos subyugue y comprometa.
7. ¡Por eso
vuelvo!
Es el mí, más que espada, más que estrella y más que colibrí.
Que es la palabra más hermosa que he podido palpar en mi vida, que fulge y revolotea en el alma.
Es decir: mi casa, mi pueblo, mi escuela, mi tierra, mi país, mi universo.
Este mí posesivo y no el evasivo este o ese. El mí que se queda y no el que se va.
El mí de reconocimiento, de tolerancia, de comprensión.
Es el mí que no delimita nada sino que todo lo incluye y lo abarca. Y está dentro y fuera de mí.
El mí de adhesión, de compromiso, de pasión y pertenencia.
El mí por el cual te buscaré en la realidad o en los sueños hasta que al final te encuentre. Y ya jamás me aleje de ti.
¡Por eso vuelvo!
Texto que puede ser reproducido
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