lunes, 15 de abril de 2013

A CÉSAR VALLEJO, POETA UNIVERSAL - POR RODOLFO ASCENCIO BARILLAS (ASOLAPO, EL SALVADOR)


A CÉSAR VALLEJO, POETA UNIVERSAL

Por Rodolfo Ascencio Barillas

Diligente, maestro, fuerte, e incansable soñador,
Quisiera  ser la voz  solitaria de tus bosques helados,
Y  el brazo fuerte de tus exuberantes prados.
Quisiera regresar a tu silenciosa sonrisa
Y vivir donde  navegas con tus versos prodigiosos;
Descubriste las raíces futuras de tu pueblo,
Y el cáliz moderno de sus intranquilas apreciaciones.
Eras incansable, inagotable, prudente y compilado
De todos los hombres que han sido abandonados.
Quisiera ser el pasado de tus ardientes rubores
Y  sentir la gloria de tus faenas sigilosas,
De aquella raza indómita esplendorosa,
Que reza  en las planicies de tus nieves constantes.
Yo viví con la enseñanza de tus verdades
Y con las razones de tus justos conocimientos.
 En los caminos espinosos de tus surcos mojados.
Eras el guardián de los relicarios funestos
Y aborreciste las injusticias permanentes,
Y tu pensamiento está con las frentes soñadoras.
Eres la libertad de la palabra emancipadora,
Y el brillo de la inteligencia infinita,
Pese a los gélidos inviernos de hambre,
Eres la luz de los sin luz,
El ocaso de los amaneceres,
Y el origen de las bellas palabras.
Sentado, meditabundo y luchador
Y que de tu mente siempre fluyen secretos de mares,
Donde nacen las aguas cristalinas de tus manantiales
Y  reviven hojas secas de tus calvarios sagrados.
En la inhóspita montaña, se oye como el silbido del viento,
Y  las nieves que bañan  tus desiertas estepas,
En los polícromos boreales de tus ubérrimas emociones.
Yo te venero ilustre MAESTRO de los heraldos negros
Y a tus sueños henchidos a través de los tiempos,
Que hoy  se alzan como potros a cuestas soñando,
Y tu virtud que es de insigne preludio,
Nacido envuelto con alas del verso,
Y que hoy procreamos en tu eterna memoria;
Y tus sueños que son ínclitos divinos tesoros
 bendecidos en los caminos de tus asombrosos celajes,
 Cual hazañas de tus horizontes planetarios;
Del GRAN MAESTRO CÉSAR VALLEJO,  poeta inmortal
Nacido de un vientre empíreo,
Que hoy el cuelmo de tus versos trasciende,
Y que destellan iluminados encuentros,
Y es en sumo el poeta de gloria, siempre fuerte
Y de mirada profunda inhiesta.
Sin dejar de pensar en su tierra perenne
Y sus cielos eternos de azules inconfundibles,
Que hoy suspiran mis sueños de gloria…