martes, 4 de diciembre de 2012

4 DE DICIEMBRE: IN MEMORIAM - VIVE SIEMPRE CÉSAR VALLEJO YNFANTES - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
4 DE DICIEMBRE
 
IN MEMORIAM
 
 
 VIVE SIEMPRE
CÉSAR VALLEJO
YNFANTES
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
César Vallejo Ynfantes, patriarca del vallejismo de Capulí, Vallejo y su Tierra, cumpliría hoy 4 de diciembre, 84 años de edad. Lamentablemente nos dejó el 28 de junio del año en curso, 2012. Sirva esta nota, del homenaje que le rendimos en vida, ahora de de atribulada memoria y honda esperanza.
 
1. Hay soledad
en el hogar
 
Don César Vallejo Ynfantes nació el 4 de diciembre del año 1928 en la ciudad de Huamachuco, donde su padre contrajo nupcias con Constanza Ynfantes, quien murió a los 23 años defendiendo la guarnición de esa ciudad capturada como consecuencia de la revolución aprista del año 1931. Y cuando las tropas de Sánchez Cerro tuvieron la orden de recuperar ese fuerte militar.
Al morir su madre dejó tres hijos, concebidos con don Néstor Pablo Vallejo Mendoza. Ellos son: Santos, de cinco años; César, de tres y Elena, de un añito.
Huérfanos de madre fueron a vivir a la casa de sus abuelos, aquella donde nació y creció César Vallejo, en Santiago de Chuco, bajo el cuidado de Víctor Clemente, el hermano mayor, y su esposa, quienes los adoptaron como a hijos y los criaron en el mismo lugar que evoca el poema “Los pasos lejanos”:
Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce...
si hay algo en él de amargo, seré yo.
Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
 
2. Con Luis
de la Puente Uceda
 
Don César estudió dos años en la misma escuela donde cursó estudios su célebre tío. Cuando su padre fue trasladado a Cabana se fue con él, pues se habían acostumbrado a dormir juntos.
Y él lloraba cuando aquél se ausentaba, razón por la cual lo acompañó por todo lugar en que don Néstor, que era Juez, tenía que cumplir con diligencias de su judicatura, sea haciendo inspecciones oculares u otras labores propias de su función.
La Educación Secundaria la estudió en el Colegio San Nicolás de Huamachuco y, luego, en el San Juan de Trujillo.
En la Universidad Nacional de La Libertad fundó, con Luis de la Puente Uceda y Gonzalo Fernández Gasco, la Juventud Aprista Peruana, JAP, desfilando en el Estadio Nacional de Lima como parte del Frente Democrático Nacional.
Ha trabajado en periodismo como comentarista político del diario Última Hora, cuando lo dirigía Raúl Villarán Pasquel; y como editorialista de La Tribuna bajo la dirección de Eduardo Jibaja.
 
3. Para pitanzas
no se arriesga la vida
 
César Vallejo Ynfantes ha sufrido cárcel por ser militante y activista aprista.
Sin embargo, cuando este partido asumió el poder, en 1985, se apartó de él a fin de no recibir sinecura ni prebenda alguna.
Porque para pitanzas no se arriesga la vida ni se es heroico sino para engrandecer la patria, como muchos peruanos que ofrendaron su vida por los más caros ideales de un Perú enaltecido.
También para hacerle frente a lo que el poeta nos advierte:
I, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de sér, dolernos doblemente.
 
4. Seguir
un ejemplo
 
Nunca quiso aceptar favores sino más bien donar trabajo y hasta sacrificio , como ocurrió en las tres veces en que ha sido secretario general de ese partido político en Magdalena del Mar.
Él quisiera que los “huele guisos” de ahora sigan el ejemplo de Víctor Raúl Haya de la Torre quien teniendo todo el poder en el Perú, como Presidente de la Asamblea Constituyente, él mismo se fijó como único sueldo el de un sol. Y murió dignamente pobre:
Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?
Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?
Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?
Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?
Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?
Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?
 
5. Desdicen
del lirismo que se evoca
 
Lo único que anhela ahora es que Alan García, que conoce bien su casa, porque varias veces la ha visitado, realice mejoras en Santiago de Chuco para que ese pueblo insigne cuente con servicio de agua, que no los tiene.
Que cuente con una buena carretera, que ahora es trocha. Que esté dotado de comunicaciones, que ahora faltan. Que en todo esté a la altura de la memoria y la dignidad del poeta que ha llenado de orgullo al Perú, realizando para ello obras de infraestructura y ejecutando programas de desarrollo.
Donde los tejados evocados por el poeta sean tejados y no plásticos de diversos colores batidos por el viento, debido a que las familias no tienen recursos para reparar sus techumbres.
Que tampoco sean calaminas, ni nuevas ni precarias, que desdicen del lirismo que se evoca en Los heraldos negros.
Que las casas derruidas se reconstruyan. Que haya allí una gran biblioteca vallejiana y que tantos peregrinos del mundo que llegan hasta él se vayan convencidos que somos dignos honrando su memoria.
 
6. Un pan
a la boca
 
César Vallejo Ynfantes es un hombre que se desvive por los demás: generoso, pan bueno, desprendido de los bienes materiales.
Él, si tiene algún dinero y hay un hombre que lo necesita se acerca y lo dona.
Su esposa le hace el reparo:
– Eres zonzo, porque ese hombre con el dinero que ahora nos hace falta irá a emborracharse.
– Y, ¿por qué juzgas de ese modo? ¿Cómo sabes que no lo necesita para llevarse un pan de comida a la boca?” – reclama.
Igual era don Néstor y su hermano el poeta.
El primero se privaba de todo por comprarle al segundo camisas.
Sin embargo, al verle un día el afán por enjuagar y planchar la única camisa que la venía usando de continuo, le pregunta:
– César, ¿y dónde están las camisas que hace unos días acabo de comprarte? –La respuesta es:
–- Las necesitaban Antenor (Orrego), Julio (Esquerre), Eulogio (Garrido). Ellos en verdad las necesitaban.
Es decir, ya las había regalado, y todas a sus amigos. 
 
7. Se le remece
el alma
 
Y, en realidad, así se deshacía de todo. Nunca acumuló nada. Nada consideró suyo. No tuvo una propiedad, ni un mueble, ni un objeto. Nada que estimase de su propiedad. De todo se desprendía. Obsequiaba todo aquello que veía que era indispensable para los demás.
Como su célebre tío, don César es sentimental, no puede dejar de llorar cuando recita “Piedra negra sobre una piedra blanca”.
Cuando lo leyó por primera vez se le estremeció el alma al sentir la miseria y la orfandad con que vivió aquel ser querido.
Le conmovió cómo pudo haber sufrido tanto ese hombre que, además, era su sangre.
Se le remece el alma al imaginar su orfandad en París, su desamparo, y el rictus infantil cuando dice:
César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...
 
8. Mensaje
del amor colectivo
 
De allí que cuando él recita esos versos se le estruja el corazón y al final se le hace un nudo en la garganta. Lo siente como que ello le hubiera ocurrido a su padre o le fuera a ocurrir a su hijo.
Quizá otros lo vivan como imágenes, como algo que aconteció a un prójimo. Él lo siente como un miembro de ese hogar, como ocurrido a un ser de su casa, como realmente es. Y cada referencia es como un carbón ardiente que lacera su carne.
Es, de otro lado, un creyente fervoroso, quien desempeña ahora el cargo de Vicepresidente de la “Legión de María” y se consagra a la edición del Boletín de su parroquia.
Entonces, desde el fondo de su fe sencilla cree que así como Jesús se reencarnó en el medioevo italiano en San Francisco de Asís, lo cual significó un retorno fundamental a las fuentes primigenias de la prédica del maestro del Gólgota, del mismo modo cree que en los tiempos modernos Cristo se reencarna en César Vallejo.
Y esto para rescatar el mensaje del amor colectivo, de la solidaridad de la identificación con los humildes, viniendo César Vallejo a reencarnar al Cristo social.
 
9. Baila huaynos,
a sus 81 años
 
Ernesto More dejó escrito que el pasaje más conmovedor que escuchó relatar a César Vallejo fue cuando este le refería que su anhelo mayor en el mundo fue ser estandartero del Apóstol Santiago, en su pueblo natal, Santiago de Chuco.
Por eso ahora en Capulí Vallejo y su Tierra hemos instituido el estandarte Vallejo, que hasta ahora el único que lo porta es don César Vallejo Ynfantes.
Con dicho propósito viajó en contra de todos los pronósticos médicos, a participar en este evento que se realiza en Santiago de Chuco, en el año 2004. Durante el viaje, y a cada vuelta de loma en la subida de la cordillera, le preguntábamos cómo se sentía.
Sonriendo su respuesta era que cada vez se iba sintiendo mejor, hasta el punto de que ahora, cada vez que viaja, baila huaynos, a sus 81 años de edad. Y en plena Plaza de Armas del pueblo. 
 
10. Nuestro
porta estandarte
 
Desde esa fecha es infaltable en toda actividad que organizamos y cuando de tramontar la cordillera se trata.
Él porta nuestro estandarte. Y acompañémosle cuando refiere:
“Cuando tomé el estandarte en Santiago de Chuco, en el Capulí del 2004, yo iba tan enternecido que las lágrimas inundaban mi rostro que al cegarme la vista trataba de no tropezarme en las piedras.
Felizmente nadie me veía porque disimulaba detrás del pendón. Recorrí la plaza con emoción infinita mezclada de nostalgia por el poeta que no pudo regresar a su tierra, pero era como si yo fuera él.
Sentía que en mí se reencarnaba, porque Santiago de Chuco es mi tierra. Yo me crié en Santiago, aunque no regresaba desde hacía 50 años.
Veía en lontananza la cordillera blanca y mi alma trascendía esas nieves eternas hacia la región celestial”.
Para quienes militamos en Capulí, Vallejo y su Tierra es un orgullo que el portaestandarte del movimiento sea él. 
 
11. Seres como él
nunca mueren
 
Porta nuestra enseña en toda ocasión en que se valora y releva la obra del autor de los Poemas Humanos.
Es un ser tierno, con un conocimiento profundo de la vida y el alma humana. Distinguido, fino y de un alma vasta y profunda, tal si fuera un buen y genial poema de su invalorable tío.
Su anhelo a futuro es que cuando muera –le decimos que seres como él nunca mueren– sea enterrado en Santiago de Chuco, al pie de sus abuelos, Francisco de Paula y María de los Santos.
De allí que pide que cuando deje este mundo se cave una fosa al pie del lugar santo donde reposan sus abuelos en Santiago de Chuco. Y ello para poder musita dentro, y de este modo, Los pasos lejanos, según es su libertad, capricho y –creo yo– su soberano derecho:
Mi abuelo duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce...
si hay algo en él muy cerca, ése ahora soy yo.
 
Texto que puede ser reproducido
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