domingo, 27 de mayo de 2012

SI DOS CON EL ALMA, UN POEMA PROVENIENTE DE ESPAÑA CONVERTIDO EN YARAVÍ - ESCRIBE DARIO MEJÍA

Carolina Coronado

SI DOS CON EL ALMA, UN POEMA PROVENIENTE DE ESPAÑA

CONVERTIDO EN YARAVÍ  

Por Dario Mejia
 
Según lo señala Juan Guillermo Carpio Muñoz, escritor e investigador del folclore arequipeño, en su libro "El yaraví arequipeño", Arequipa 1976, antes de 1862, en Arequipa, a los yaravíes se les conocía simplemente como "canciones". Carpio añade que Mariano Melgar, el creador más célebre de yaravíes, nunca los llamó de esa manera ya que en los manuscritos de sus obras son denominados como "canciones".

En "Poesías completas" de Mariano Melgar, editado por la Academia Peruana de la Lengua, Lima 1971, se menciona que todos los yaravíes tenían el nombre genérico de canciones; pero la primera vez en que se usa el nombre específico de yaraví parece que fue en la Geografía del Perú de Mateo Paz Soldán, París 1862, en donde una poesía de Melgar se da como ejemplo de yaraví moderno, en comparación con el antiguo que recogió en 1791 el Mercurio Peruano. Esta mención del Mercurio Peruano fue señalada por el historiador Raúl Porras Barrenechea en su artículo "Notas para una biografía del yaraví", publicado en El Comercio del 28 de julio de 1946.

Si muy bien se encuentra publicado un libro que contiene las obras completas de Mariano Melgar, existe un yaraví que forma parte del folclore arequipeño, el cual no figura en las obras completas de Melgar, pero que, en forma errónea, algunos se lo atribuyen a Mariano Melgar sin ser una obra de él. El yaraví en mención es "Si dos con el alma", que en algunas páginas de la internet lo publican como "El último adiós".

Parece que esa confusión de algunos sobre la autoría de "Si dos con el alma" tiene como 100 años ya que dicho yaraví fue grabado para la Victor por el dúo Velarde-Medina el 22 de septiembre de 1913, en Lima (Disco Victor No. 65995-B), y en los registros de la Victor (Encyclopedic Discography of Victor Recordings) se señala que dicho yaraví pertenece a Mariano Melgar. Años después, los Hermanos Ascuez con Alejandro Sáez lo grabaron como triste el 28 de marzo de 1928, en Lima (Disco Victor No. 81427-A).

La letra de "Si dos con el alma" apareció publicada en "La Lira del Misti", Arequipa 1909; pero no se mencionó quien era el autor. Dicha letra consta de cinco estrofas y tanto la grabación del dúo Velarde-Medina como la de los Hermanos Ascuez con Alejandro Sáez contienen solamente cuatro estrofas, no incluyendo la cuarta estrofa de la versión publicada en "La Lira del Misti". Además, en la grabación de los Hermanos Ascuez con Alejandro Sáez se canta solamente la mitad de la última estrofa. Esto pudo deberse a la limitación de espacio que tenían las grabaciones por esos tiempos.

El yaraví "Si dos con el alma" fue también publicado por Carpio en su libro "El yaraví arequipeño", pero no hay mención sobre quien pueda ser el autor, lo que significaría que para los investigadores del yaraví su autor es desconocido. Sin embargo, encontré que en el poemario de la reconocida poetisa española Carolina Coronado, "Poesías de la señorita Doña Carolina Coronado", publicado en 1852, figura un poema de ella, en la página 43 del poemario, fechado en Cádiz 1847, de título "¡No hay nada más triste que el último adiós!", cuya letra es idéntica al yaraví "Si dos con el alma", conteniendo este poema las cinco estrofas publicadas en "La Lira del Misti" en 1909.

La poetisa Carolina Coronado nació en 1820, en España, cinco años después de que Mariano Melgar falleciera. Su poema "¡No hay nada más triste que el último adiós!" fue musicalizado como yaraví por algún músico anónimo que permanecerá de esa manera. El desconocimiento del verdadero autor hizo que algunos creyeran que esa hermosa letra del yaraví "Si dos con el alma" pertenecía a Mariano Melgar, aunque la autoría es de una gran poetisa del siglo XIX, Carolina Coronado.

Si dos con el alma

Publicado en "La Lira del Misti", Arequipa 1909

Si dos con el alma
se amaron en vida
al fin el destino
separó a los dos;
saben que es tan honda
la pena sentida,
que nada hay más triste
que el último adiós.

En esa palabra
que leve murmuran
y en ese gemido
que exhalan los dos (*)
ni verse prometen
ni amarse se juran
y en ella se dicen
para siempre adiós.

No hay queja más honda
suspiro más largo
que aquella palabra
que dicen los dos;
el alma se entrega
a horrible letargo,
la vida se acaba
diciéndose adiós.

Al fin ha llegado
la muerte en la vida,
y al fin para entre ambos
murieron los dos;
y al fin ha llegado
la hora cumplida,
la hora más triste
del último adiós.

Adiós adorada
mi fiel compañera
ya no volveremos
a vernos los dos,
por eso es tan honda
mi queja postrera,
que nada hay más triste
que el último adiós.

(*) En "La Lira del Misti" escriben "exalan" (sin h), lo cual es un error ortográfico.





Fuente:

Dario Mejia, de visita en Lima