lunes, 30 de abril de 2012

LA UNIVERSIDAD PERUANA Y SUS DINOSAURIOS - ESCRIBE GERARDO ALCÁNTARA SALAZAR, CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNMSM

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LA UNIVERSIDAD PERUANA Y SUS DINOSAURIOS

Escribe:
 .
Gerardo Alcántara Salazar

Doctor de la Universidad de Buenos Aires, Área Ciencias Sociales,

Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNMSM
 
Tradicionalmente los catedráticos peruanos de la universidad más antigua del continente han membretado y presentado a su universidad con este mitificado eslogan “Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)”como si la antigüedad fuera el mayor de los méritos y como si entre universidad y profesores y estudiantes funcionara la magia contaminante que explica Frazer en La Rama dorada, de modo que todo el poder simbólico, derivada de la mágica antigüedad, por contagio se convirtiera en don de cada sanmarquino, dotándolo de cierta sacralidad.
 
De la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua del Perú y América, fundada a mediados del siglo XVI, egresó Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010; y de la Pontificia Universidad Católica del Perú, la universidad privada más antigua del Perú egresó Javier Pérez de Cuéllar que por dos períodos fue Secretario General de la Naciones Unidas (ONU). 

¿Por qué entonces eso de los dinosaurios, si los resultados son tan buenos? 

Porque dos golondrinas no hacen primavera.

Según el último ranking que publica SCIMAGO INSTITUTIONS RANKINGS (RANKING IBEROAMERICANO SIR 2012), la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) se ubica en puesto 211 de Iberoamérica y por debajo no de una sino de 121 universidades latinoamericanas, con predominio del gigante Brasil, que se le adelanta con 56 universidades, seguidas de 19 mejicanas, 16 argentinas, 11 chilenas, una de Puerto Rico, 7 colombianas, una uruguaya, 6 venezolanas, dos cubanas, una de Jamaica y una de Trinidad y Tobago.
 
Nada menos que 121 universidades solamente de Latinoamérica superan en calidad a la Decana de América.

¿Cuánto importa la antigüedad? Es un ingrediente clave del marketing. Un nombre o marca que aparece primero logra posicionarse durante siglos y muy difícilmente desaparece de la mente humana. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos fue creada hace más de 460 años, hace casi medio milenio. Es antigua no solamente en relación a las de Américas sino una de las antiguas del mundo.

Ahora, en la Era de la Globalización, las universidades por estar vinculadas a la actividad racional están sujetas a procesos de evaluación y acreditación. Desautorizando por completo la creencia gerontocrática de ciertos sanmarquinos, en el casillero 116, casi cien casilleros antes que la UNMSM, aparece la Universidade Estadual do Norte Fluminense "Darcy Ribeiro", del Estado de Río de Janeiro (Brasil), con solamente 21 años de antigüedad, pues fue fundada en 1991 con el nombre del famoso antropólogo Brasileño Darcy Ribeiro, que fue ministro de Educación del Brasil durante el gobierno de João Goulart, en la década de 1960. Incluso la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la mejor posicionada de las universidades peruanas figura en el casillero 147, pese a que se fundó recién en 19961, por docentes sanmarquinos que realmente querían hacer universidad.

San Marcos es un referente histórico y la mejor universidad pública peruana. Tiene el privilegio de que a ella postulen los estudiantes con mejor estándar académico, pero que luego se van precarizando en el camino. Sin embargo, de la Facultad de Derecho de esta Universidad egresan los profesionales que ocupan los puestos más importantes del poder judicial, lo cual después de todo es obvio, si el resto de las universidades tienen un estándar aún menor, con excepción de la Universidad Peruana Cayetano Heredia especializada en la formación de médicos.

En el imaginario de los sanmarquinos San Marcos es una gran universidad, más allá de lo que digan los diferentes rankings internacionales; quien piense diferente podría pasar por un insolente que agrede caprichosamente el espíritu colectivo. 

San Marcos encarna problemas básicos de la mayoría de universidades peruanas: Control burocrático ajena a todo criterio gerencial moderno. Se habla de investigación casi de manera mecánica. Sus normas sacralizadas atentan contra sus deseos de alcanzar una buena acreditación. Bastaría mencionar que reglamentariamente se establece como bonificación por cada hora de clase solamente media hora de preparación en estos tiempos en que los conocimientos crecen exponencialmente. Los candidatos a los cargos administrativos ofrecen todos transformar la universidad, pero no prometen nada en concreto y a la hora de gobernar siguen por inercia las pautas establecidas. Si se trata de política editorial, solamente existen recursos para publicar impresos promocionando a las autoridades, o pequeñas revistas que se quedan en el camino pero que no motivan al lector. 

Se ha perdido toda identidad con la universidad moderna que exige no solamente profesionalización sino producción de conocimiento nuevo. Es penoso ver y escuchar a intelectuales famosos destacados por haber leído a ciertos autores reputados, pero no porque hayan escrito algo novedoso que pueda interesar a los autores reputados del mundo. 

En resumen, las universidades peruanas producen profesionales para el consumo interno, aunque en el caso de manejar el Ministerio de Economía, así como las empresas transnacionales se recurre a expertos graduados en las universidades más calificadas generalmente de Norteamérica.

La investigación se ha convertido en un fetiche. Desde que existen textos sobre metodología de investigación los profesores del curso, de los cuales el 99% no son investigadores ni entienden de lo que realmente de lo que hablan, repiten textos. Con la ayuda del power point presentan fichas que los alumnos guardan con la ayuda del USB. Incautamente los alumnos creen que recibiendo esas clases ya son investigadores.

Pero hay agravantes. En la Unidad de Posgrado de Educación de la Universidad Nacional de San Marcos todos los proyectos de investigación deben adecuarse dogmáticamente, sin excepción a un esquema preestablecido:

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
FACULTAD DE EDUCACIÓN
UNIDAD DE POSGRADO
ESTRUCTURA DEL PROYECTO DE TESIS PARA MAESTRÍA Y DOCTORADO
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Situación Problemática.
Formulación del Problema.
Justificación de la Investigación.
Objetivos de la Investigación.
Objetivo General.
Objetivos Específicos.
II. MARCO TEÓRICO
Antecedentes del Problema.
Bases Teóricas.
Marcos Conceptuales o Glosarios.
III. HIPÓTESIS Y VARIABLES
Hipótesis General.
Hipótesis Específicas.
Identificación de Variables.
Operacionalización de Variables.
Matriz de Consistencia.
IV. METODOLOGÍA
Tipo y Diseño de Investigación.
Unidad de Análisis.
Población de Estudio.
Tamaño de Muestra.
Selección de Muestra.
Técnicas de Recolección de Datos.
Análisis e Interpretación de la Información.
V. PRESUPUESTO
VI. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
VIII. ANEXOS 

Esta es una copia irracional del índice de los textos de Metodología de Investigación, escritos y publicados por autores que no investigan y repetidos en las aulas por profesores que en un 99% tampoco lo hacen. 

Para dar cumplimiento al esquema han designado a una persona que recibe los proyectos y que se limita a revisar si todos esos proyectos siguen inevitablemente el esquema.
El contenido de la investigación no interesa para nada. Para graduarse basta llenar el esquema, porque incluso la tesis concluida debe tener exactamente como índice los mismos ítems. Si mil tesis se sustentaran en la Unidad de Posgrado de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San marcos, Decana de América, todas sin excepción mostrarán al abrir la tapa el mismo esquema y solamente al leerla se vería que entre una y otra hay datos cambiados. Sí, porque se presta para reproducciones en serie con solamente cambiar datos. Y digamos claramente no hay nada que leer. Porque para leer debe existir unidad temática, el texto debe fluir sin rupturas. Cada nuevo capítulo o parágrafo debe ser un avance temático, pero en el caso de las exigencias esquemáticas las ruptura se producen permanentemente sin coherencia lógica. 

El autor de las tesis no debe pensar en la secuencialidad temática, en el discurso, sino en decir algo en cada parágrafo preestablecido en el modelo. Aparte de que se rompe la coherencia por los motivos expuestos se fomenta la divagación. Si la tesis tiene cien páginas, noventa trata sobre cumplidos acerca de estos parágrafos como si estuviera llenando un formulario con texto prolijo. Se deberá escribir por ejemplo: Situación Problemática: blablablá, Formulación del Problema: blablablá, Justificación de la Investigación: blablablá, Objetivos de la Investigación: blablablá, etc. Etc. 

Lo que interesa en una buena tesis, lo mismo que en excelente libro es la coherencia del discurso. El texto debe tratar sobre el tema y no debe desviarse para nada de él. Lo que finalmente se evalúa es el resultado final. Obviamente en la tesis se absolverán los requisitos formales que sean pertinentes y se lo hará no de paporreta, sino con creatividad. En universidades calificadas, existen tesis maravillosas que simplemente mencionan a los autores cuyas teorías les sirven de hilo conductor y esa pretensión debe advertirse al leer el texto. Por ejemplo el Marco teórico no hay por qué incoherentemente presentarlo como capítulo, sino que debe estar implícito de principio a fin en el texto. Eso es lo que hacen los grandes autores y un doctor no es cualquier cosa.

Cuando se procede como en las universidades peruanas dogmáticas, el tesista termina por escribir algo en cada ítem, pero no dice nada sobre el tema en sí. Resulta curioso que las tesis absuelvan cada ítem, acumulando unas noventa páginas, y reserven unas diez páginas para decir algo del tema.
¿Puede decirse que son realmente tesis?

Las universidades exigentes, de las que parece existir muy pocas en el Perú, evalúan la densidad conceptual y el sustento empírico de la tesis. Debe quedar evidente que el doctor plantea algo original y que su investigación debe servir de referencia para otras investigaciones sobre el tema. La originalidad no solamente debe verse en el contenido sino también en la manera cómo se exponen los temas. Sería bueno que los “marxistas” peruanos tuvieran en cuenta la observación de Marx, en el sentido de que no hay que confundir el método de investigación con el método de exposición. Tampoco debe confundir divulgación con tesis. Es prácticamente imposible encontrar una verdadera tesis en Educación. Existe una terrible deformación: Los graduandos eligen un aula o alguna escuela para aplicar encuestas para “demostrar” la teoría de la inteligencia emocional, aquello que empezó siendo una genial novedad y que como quería Gramsci sobre los conocimientos se está convirtiendo en sabiduría popular. El aporte estaría en todo caso que en demostrar que Goleman se equivocó.

Las tesis que en su momento defendieron José León Barandiarán, Mario Alzamora Valdez, Jorge Basadre, Luis E. Valcárcel, Raúl Porras Barrenechea, Pablo Macera, Alfredo Torero, Waldemar Espinoza Soriano o la tesis sobre Los obrajes en el Perú de Fernando Silva Santisteban jamás podrían haber sido admitidas con los criterios actuales y estos sanmarquinos ilustres se habrían quedado como simple bachilleres. La gran obra de Carlos Marx, El Capital, ¿habría cumplido los requisitos para un doctorado en San Marcos? Jamás porque se trata de una obra genial.

Los esquemas a los que obligadamente deben someterse los graduandos de la Unidad de Post Grado de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, performativamente dicen que se requieren xilografías. Y en cuanto a la metodología se advierte que las tesis, todas sin excepción, deben utilizar la estadística basada en la Teoría de las Probabilidades.

Resulta imposible que las autoridades que han mandado hacer estos esquemas hayan estudiado algún curso de Estadística Inferencial, o en todo caso, no entendieron nada.

¿Y cómo se espera entonces que nuestras universidades ocupen lugares de honor?

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