miércoles, 18 de febrero de 2009

LA NOVIA DE LUIS PARDO


Autora: Reyna Verónica Solórzano Vidal
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“El pan y la palabra deben compartirse siempre con generosidad”



¡Luís Pardo, estoy aquí¡r

Vine tras tus huellas, el chasquido de los cascos de tu fiel Duke me ha guiado a través de los pajonales, pedregales y riachuelos, por donde sueles cabalgar en ese afán tan tuyo de llevar oportunamente el pan; para saciar el hambre que sigue clamando tu pueblo. Donde otros que ya no son hacendados aún beben de sus lágrimas y se adueñan todavía, inconsultamente de sus sueños y esperanzas.

He venido por ello a compartir contigo ese gran amor por el oprimido, que cautivó mi corazón desde muy pequeña, cuando escuchaba las historias de tantas hazañas tuyas, en esa causa de la que hiciste tu mejor propósito de vida que te valió el título de “Justiciero Social “ , “Benefactor de los pobres, con los que siempre sintonizo. Solidarizándome íntegramente con tus ideales, oraba fervientemente solicitando protección divina para ti cuando te creía permanentemente perseguido.

Con la ingenuidad de mis años infantiles, manejaba la fantasía de que yo era tu novia, y que vendrías por mí cuando cumpliera los quince años a darme una serenata muy romántica para luego raptarme y llevarme raudamente rumbo a tu hacienda “El Gran Pancal”.

Solía jugar que cabalgaba junto a tì montada en mi “ caballo” que era nada mas y nada menos que mi perro Argos, enfundada en el correaje y las pistolas de juguete de mi hermanito Loncho, con mi sombrero de jipe muy a tu estilo… a la pedrada, que lo tomaba prestado de mi fiel empleada Santa, …íbamos a galope correteando a los hacendados para pedirles “amablemente” que colaboren con los pobres devolviéndoles lo que les habían quitado.

Lo más gracioso era cuando en casa a veces me castigaban por alguna travesura; lanzaba tamaña amenaza “espérense nomás; ya verán cuando venga mi novio Luís Pardo, les dará su merecido”.

Recuerdo que cierta vez mi hermano mayor le arrancó la cabeza a una de mis muñecas mas queridas. Entonces le dije: muy enojada y entre sollozos.

“esto no se queda así, le voy a contar a mi novio Luís Pardo para que te dé tu buena pateadura por abusivo”.

El riendo a carcajadas me contó con soltura una verdad tan amarga que estaba muy lejos de imaginar.

Socarronamente me dijo, “mira nena,… en primer lugar tu famoso noviecito esta bien muertito desde hace muuuchos años. En segundo lugar aún si viviera no podría ser tu novio pues tendría mas de cien años y lo que es peor aún¸ por su gran fama de mujeriego ja ja ja.

No podía creerlo, que dolor sentí ante tan cruel revelación, una vez más en mi corta vida veía caer en mil pedazos al ídolo de mis sueños, cabizbaja y con el corazón enlutado, me fui a llorar a la vicharra de mamá, donde solía hallar consuelo a mis penas, allí mi dulce santa secó mis lágrimas y me dijo que no todo lo que me había dicho mi antagónico hermano era cierto y sentándome en sus rodillas me prometió que un día me contaría las verdaderas historias de Luís Pardo.

Paradójicamente el personaje para muchos era lejano, mientras que yo podía mantenerlo cotidianamente presente, con la magia de la creatividad infantil, estimulada permanentemente por los adultos de mi entorno familiar, que siempre compartían aquellas historias increíbles de nuestro protagonista.

Por ello creo sin temor a equivocarme; que también pudo inspirar análogos sentimientos en otras muchas personas con similares sensibilidades.
Chiquián, 04 de enero de 2009

XVII AEPA EN CHIQUIÁN





Fuente:

XVII AEPA - CHIQUIÁN 3, 4 y 5 ENE 2009

Fotografías: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)