CANTO AL CUSCO EN SU ANIVERSARIO
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
Las tristes quenas traen despacio,
los recuerdos del INCARIO.
Mi corazón es un misterio,
que se diluye en el paisaje.
CUSCO,
tus templos del Sol, la Luna i las Estrellas,
guardan las Reliquias Imperiales.
I está tu Templo del Q´ORIKANCHA engalanado
con la Danza Ritual de las Vestales.
I es en la Fiesta del INTI RAYMI, que majestuosa
irradia del INCARIO sus fulgores,
la Leyenda de los siglos fabulosa,
deslumbrante de colores, portentosa.
CUSCO,
Este canto va prendido
en un cielo estrellado,
mientras la campiña duerme
bajo el manto de la noche.
El Valle Sagrado renace
i en apariencia nace,
su conceptuosa belleza.
I como símbolo de pureza
discurre el Sagrado WILLKAMAYU.
Los campesinos picchan su coca,
como si fuera una oración...
me sabe a dulce la aurora,
mientras la brisa pasa cantando
su cantar de los HARAWIS.
Se ve el verde terciopelo
de su inmenso campos,
es la MAMAPACHA en aparición,
incansable, pródiga i generosa.
CUSCO,
mi corazón está escribiendo
estos versos, en las verdes hojas
de tus árboles...
OLLANTAYTAMBO,
Fortaleza de orgullo,
de amor hablan tus piedras,
tus tiernos eucaliptos i quebradas.
Donde el alma de CUSI QOYLLUR,
florece perfumando su azul al huracán.
MACHUPICCHU,
eres un poema de piedra
lanzado hacia las estrellas.
Eres luz refulgente
en piedra edificada.
Alarido del INCARIO,
petrificado en el infinito.
Mora el cóndor,
alucinante i altivo.
I el culto del indio,
lo lleva el viento fuerte
i lo esparce...
MACHUPICCHU,
tus orquídeas son un beso de colores
i tus begonias sangrantes farallones.
I en la fisura de tus muros,
tus helechos descansan en paz.
CUSCO,
por tus Piedras Sagradas,
miro la gloria de mi Raza
i quiero impregnarme toda,
con la ardiente sangre de tus Ritos,
mientras duermen por siempre
un sueño místico tus Piedras.
LAS MANOS DEL NIÑO CAMPESINO
LUZ SAMANEZ PAZ
Ver las manos del NIÑO CAMPESINO,
abriendo la tierra
para la semilla
dorada del trigo;
parece un canto,
así como el vuelo
de picaflores andinos.
Allí está el campo, el sol,
con dulzura...
sobre los verdes prados
i los capulíes.
Sobre los altos eucaliptos,
que algunas mañanas tocan
al viento grávido de las nubes,
camino a los cerros nevados.
Allí los retamales
cargados de jilgueros,
que no se podría decir
si son flores que cantan
o pájaros floridos.
Perfume i canto se diluye
en la sonrisa del viento;
i se ve a la Pachamama abriéndose
con una sonrisa suave,
para el NIÑO CAMPESINO.
I el NIÑO CAMPESINO está allí,
cantando i llorando para crecer.