lunes, 20 de junio de 2022

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 14 Nº 475, DEL 20 DE JUNIO DE 2022

    

 
TIEMPO NUEVO 

Internacional 

  Por Addhemar Sierralta 
 
Año 14 Nº 475
 

  Miami, 20 de junio de 2022 

 

 

 

AMÉRICA LATINA RUMBO AL CAOS.

 

Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).

 

Ayer fue un día que puede revertir el destino de América. Y no quiero ser fatalista ni desear mal a nadie ni tampoco parecer exagerado.

 

Al ganar Gustavo Petro la presidencia de Colombia, en segunda vuelta, pone en riesgo al continente . Quisiera yo que la acción de este ex-guerrilero izquierdista trate de llevar a su país hacia una verdadera reconciliación, con concepto humanista y sin destruir el capitalismo ni volcarse hacia un comunisto improductivo y de extender la pobreza, como ocurre en este tipo de  gobiernos. Si transitara hacia un socialismo capitalista o  capitalismo social podría lograr eliminar los fraccionamientos politicos que vemos hoy y podría existir una oportunidad. Veremos qué ocurrirá.

 

Por otro lado, esta victoria de Petro, refuerza los proyectos izquierdistas de retomar el gobierno en Brasil con Lula. Si eso se alcanzara –lo que es muy probable- los principales países de América Latina estarían en manos de gobiernos anticapitalistas o partidarios del comunismo o socialismo del Siglo XXI. 

 

Así veríamos que Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú, Venezuela, Chile se sumarían a Cuba, Nicaragua, Bolivia y Honduras, todos con gobiernos de izquierda. Entre estos gobiernos ineficaces podemos citar a Cuba, Nicaragua, Venezuela, Argentina, México, Honduras, Bolivia y Perú que van cuesta abajo en la pobreza y posibilidades de desarrollo. Solo habrá que adicionar a Chile, Colombia y Brasil para completar la mayoría de países de la región que se vislumbra marcha hacia el caos.

 

 

DADOS CARGADOS Y AJENOS. 

Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).

 

“Tenemos que defender la verdad a toda costa, aunque volvamos a ser solamente doce”. San Juan Pablo II.

El vuelo del avión, seguramente uno de los muchos más que deben haber pasado desapercibidos, que tanto revuelo ha suscitado aquí y también en el exterior, se inscribe en un marco complejo. El mundo está sufriendo una grave recaída en aquello que se llamó “guerra fría”, en la que Occidente se enfrentó a la Unión Soviética desde el fin de la IIª Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín. Hoy, con el crecimiento exponencial de China, el auto-aislamiento de Estados Unidos, la criminal invasión de Rusia a Ucrania, la grave tensión militar en el sur de Asia y el Mar de la China, los persistentes conflictos en Medio Oriente, convulsiones sociales en tantos países y la aparición de populismos de todos los colores, el escenario global se ha vuelto “tibio” y cada día más inestable y peligroso.

Conviene recordar ahora las veinticuatro valijas que Guido Antonini Wilson y Claudio Uberti (sólo una, con US$ 800.000, fue retenida) trajeron desde Caracas para la campaña electoral de Cristina Fernández, los oscuros negocios nucleares con Teherán triangulados a través de Venezuela, los carísimos y luctuosos negociados con las vacunas rusas, chinas y cubanas y, sobre todo, la firma del pacto con Irán, autor de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA, que costó la vida al Fiscal Alberto Nisman cuando lo denunció penalmente. Por la clara afinidad que la PresidenteVice tiene con los jerarcas de todos esos países, en los que no existe la democracia y se violan los derechos humanos más elementales, el Gobierno debe defenderlos en los más variados escenarios internacionales, protagonizando siderales y estruendosos papelones.

En América Latina, como siempre, se suceden nuevamente procesos que, en el pasado reciente, llevaron a verdaderas guerras intestinas provocadas por Rusia, Cuba y China, que armaron y entrenaron ejércitos de terroristas en muchas naciones. Varios países de la región los padecieron y pagaron con enormes cuotas de sangre su elección como escenarios lejanos para disputas que preferían no resolver en sus propios territorios. El caso paradigmático fue la crisis de los misiles de 1962, ya que se estuvo a minutos de una guerra cuando Estados Unidos descubrió que la URSS había instalado armas en Cuba que podían alcanzar su territorio e impuso un bloqueo para impedir que los rusos continuaran armando a la isla. Hoy la situación se repite, no solamente con la subsistencia de la dictadura castrista sino con las alianzas militares que Nicaragua y Venezuela han concretado con Vladimir Putin y los ayathollas iraníes, habilitando la presencia de las fuerzas armadas de éstos en el continente americano.

Así, todas las especulaciones, derivadas de la absoluta falta de credibilidad que merecen los dichos del MemePresidente y sus funcionarios, un increíble conjunto de mamarrachos e incapaces chapuceros que se contradicen en público en cuestión de minutos, resultan verosímiles; cuando el jefe de la central de inteligencia nacional, Agustín Rossi, especuló que se trataría de un vuelo de instrucción, simplemente movió a risa.

El avión, ¿fue escoltado por la Fuerza Aérea argentina?; ¿trajo armas de guerra y milicias para infiltrarse en las inminentes protestas y provocar acciones violentas?; ¿se buscará replicar aquí los incendios de Santiago, Lima o Bogotá?; ¿querrá utilizarlas el kirchnerismo para perpetuarse indefinidamente, al mejor estilo chavista?; ¿estarían destinadas a los pseudomapuches, que pretenden independizarse de la Argentina? Por el notorio carácter de narcotraficante de la “nomenklatura” de Caracas, también resulta imaginable el objetivo de la escala en la triple frontera, plagada de integrantes de Hezbollah y de criminales brasileños.

La explosiva situación socio-económica del país, que recuerda a la de España en 1935, exacerbada por el déficit fiscal ya imposible de financiar, la gigantesca bola de nieve de los bonos y de sus intereses, la desbocada inflación que todo ello genera y la creciente pauperización de la población, auguran un escenario social extremadamente conflictivo y, por eso, esas preguntas sobre los vuelos se tornan más urgentes y dramáticas. Por mucho menos, estallaron otras sociedades vecinas más estables y exitosas y, a caballo de ellas, salvajes grupos de trotskistas y anarquistas lograron destruirlas desde adentro.

Estamos en carrera hacia unas elecciones que, según la opinión del propio kirchnerismo, le resultarán fatales. Como ya hizo en 2015, intentará arrastrarse para llegar a diciembre de 2023 sin que las bombas que ha cebado exploten en sus manos; no es difícil prever qué hará cuando vuelva a ser oposición. De todas maneras, prefiero que el Gobierno se cueza en su propia salsa, aunque en la olla nademos todos, y se sostenga pues, si así no fuera, se victimizará, eludirá la responsabilidad y volverá al poder.

Quien lo asuma el año próximo se encontrará con una sociedad agotada y hastiada pero, sobre todo, esquizofrénica; todos los análisis de opinión otorgan mayoría a quienes son conscientes de qué hay que hacer en materia de disciplina fiscal, tarifas de servicios públicos, sistema jubilatorio, régimen laboral, fomento a las inversiones, impuestos, etc., pero todos, con la cabeza quemada por veinte años de populismo, quieren que los costos de ese imprescindible giro hacia la racionalidad los paguen los “otros”. Dispondrá no de los cien días de luna de miel que disfrutan habitualmente los vencedores, sino sólo de cien horas para tomar todas las medidas necesarias para evitar un nuevo fracaso, y no contará con las mayorías parlamentarias que le permitan actuar racionalmente y con sensatez. ¡Menudo futuro nos espera, sin salvadores de la Patria a la vista!

Bs.As. 18 Jun 22

BIDEN SE NIEGA A ADMITIR QUE HA DESTRUÍDO 

LA ECONOMÍA

 

Por Leonardo Morales (U.S.A.).

 

El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo ante la mayor federación sindical del país que trabaja para reconstruir la economía estadounidense. Información publicada por el Diario Las Américas que compartimos por su actualidad.

 

FILADELFIA — El presidente estadounidense Joe Biden le dijo el martes a la mayor federación sindical del país que está trabajando para [reconstruir la economía], con la mira puesta en los trabajadores.

 

Sus palabras denotan que asumió la Presidencia en un caos económico, cuando fue todo lo contrario.

 

La economía de Estados Unidos marchaba de una forma increíble en su recuperación con las medidas implementadas por el expresidente Donald Trump, hasta que entró en un retroceso con el arribo a la Casa Blanca de Biden y sus más de 75 órdenes ejecutivas en sus primeros 15 días de gobierno, con la única intención de revertir todo el éxito económico y político logrado por Trump y su gabinete.

A sólo horas de su investidura, Biden destruyó 11.000 puestos de trabajo al elimar el proyecto del oleoducto Keystone XL y otros miles al detener la línea 5 del oleoducto Enbrige en Michigan. Ese fue apenas el comienzo.

Biden se ha descrito a sí mismo como un “hombre sindicalista” y alguien que cuida al trabajador estadounidense. Este movimiento contradijo desde un principio esas afirmaciones.

Cuando era candidato a las elecciones de 2020, Joe Biden, aseguró que estaba dispuesto a sacrificar cientos de miles de empleos de obreros de los sectores del gas y del petróleo para combatir el cambio climático.

La industria del petróleo en EEUU emplea a más de 14 millones de personas directa e indirectamente.

Un déficit fiscal récord de casi 90.000 millones de dólares en abril, la confianza de los consumidores en caída en tres meses consecutivos de descenso, la desorbitante inflación en 8,6%; la subida de tasas abruptamente [ahora] para intentar contenerla; altos costos y escasez de materias primas y productos esenciales como la crisis de leche en polvo para bebés; los 8,4 millones de empleos sin que las empresas puedan cubrir durante año y medio, el caos en inmigración y otras crisis por sí mismas califican la gestión de Biden, con el más bajo respaldo popular de un presidente en la historia de EEUU.

La deuda pública de EEUU supera los 30 billones de dólares (trillions en inglés). Y el precio nacional promedio del galón de combustible supera los 4.99 dólares el galón regular, sin mencionar los alimentos y productos de primer orden, que el muchos casos se ha triplicado su valor

“Debemos alentar los sindicatos” declaró Joe Biden. “No lo digo solamente por ser alguien a favor de los sindicatos. Lo digo porque soy pro estadounidense”.

El discurso en la convención de la central AFL-CIO en Filadelfia trata de calmar a la clase trabajadora en el país, asfixiada por una economía en recesión y con una inflación de 8.6%.

Solo un 22% de los estadounidenses cree que el país va por un buen camino con la administración Biden. Otras encuestas otorgan una aprobación a Biden de apenas un 32%.

La crisis sin solucionar de leche en polvo para bebés es apenas una de las creadas por el gobierno de Joe Biden, donde la tercera parte de su equipo de prensa ha renunciado ante la impotencia de cómo explicar y convencer a los estadounidenses de las funestas políticas de la Casa Blanca.

La inflación, en su nivel más alto en más de 40 años, ha hecho que los votantes se sientan bastante pesimistas sobre la economía y la propia administración Biden se ha puesto la soga en el cuello con su errada política económica, basada en las energías renovables y el cambio climático.

Biden no halla qué decir y recordó que durante la pandemia hubo millones de despidos y filas para alimentos. La pregunta es: ¿Y cómo hubiera sido la pandemia con una administración Biden?, si casi un año después ha creado un desatre económico y social.

Aunque la economía ha ganado puestos de trabajo, la inflación ha dejado a muchos trabajadores sintiéndose peor, pues los salarios no han mantenido el paso del costo de la vida. El viernes, el Departamento de Trabajo dijo que el salario promedio por hora, ajustado a la inflación, ha caído más de 3% en el último año.

La inflación ha dejado vulnerables a Biden y el control demócrata de la Cámara de Representantes y el Senado de cara a las elecciones intermedias de noviembre.

Los legisladores republicanos culpan, entre otras causas, al paquete de 1,9 billones de dólares de ayuda por el coronavirus y las medidas contra el petróleo estadounidense del comienzo de la inflación el año pasado. Y puntualizan que Biden restringió demasiado la producción nacional de crudo, cuando ahora en medio de su desesperación y de los demócratas ha pedido que suba la producción de crudo en el país, al tiempo que revertía algunas de sus propias órdenes ejecutivas a finales de enero del 2021.

“Los presupuestos de las familias trabajadoras quedaron relegados por las prioridades de la extrema izquierda”, declaró el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch MConnell, en un discurso el lunes.

lmorales@diariolasamericas.

 

 

¿ENTIENDEN LOS VOTANTES LO QUE OCURRE 

EN LA CASA BLANCA?

 

Por Leonardo Morales (U.S.A.).

Las tasas de interés subieron al rango de 1,50%-1,75% para intentar contener la inflación, mientras el presidente Joe Biden sólo busca culpables. Artículo del Diario Las Américas que compartimos con ustedes.

MIAMI- El presidente Joe Biden no halla a quién culpar por la ineficiencia de su gestión. Y en la Casa Blanca las cosas no funcionan como se cree.

“La necesidad de salud mental en Estados Unidos se ha disparado, porque las personas han visto cómo todo ha dado un vuelco. Todo con lo que contaban se ha trastornado. Pero la mayoría de ello es consecuencia de lo que ha sucedido, de lo que sucedió como resultado de la crisis del COVID”, expresó el mandatario a The Associated Press (AP) durante una entrevista.

Y verdaderamente ha sido así, Biden le dio un vuelco a todo para [mal]. El jefe de la Casa Blanca un día culpa a las petroleras, otro a la guerra de Rusia en Ucrania incentivada por Washington y el siguiente al COVID-19. La desesperación se hace cada vez más notable, además de emplearse a fondo y utilizar "cortinas de humo" para desviar la atención pública.

Las campañas de desinformación sobre las armas de fuego, la guerra en Ucrania, el aborto, la ilegítima comisión investigadora de los sucesos del Capitolio y su show mediático en los medios liberales junto a sus acusaciones a la industria estadounidense del petróleo son parte del juego político que emplean las izquierdas cuando enfrentan severas crisis.

Ni la guerra de Ucrania, ni la pandemia, ni el 6 de enero en el Capitolio, ni la campaña contra las armas de fuego, ni el abordo; nada le ha funcionado hasta el momento a la Casa Blanca para manipular la opinión pública y convencer a la mayoría de los estadounidenses.

Más de un tercio del equipo de prensa de la Casa Blanca ha renunciado en las últimas semanas ante las exigencias de un mejor trabajo para convencer a los estadounidenses de que el país va bien.

Los periodistas decidieron irse frente a la falta de entendimiento del mandatario o por negarse a edulcorar una realidad visiblemente adversa para todo el país.

La inflación en EEUU alcanzó otro récord en mayo al llegar a 8,6%, el índice que mide los precios de consumo. El valor del petróleo no cede y los expertos auguran meses peores; incluso, por encima de los 130 dólares el barril de crudo en momentos en que fluctúan entre los 115 y los 123 dólares.

Biden arremetió esta semana contra la industria estadounidense del petróleo y culpó a las empresas petroleras de los altos precios de la gasolina, cuando fue él -aupado por una agenda de extrema izquierda- quien ordenó frenar la producción y las exportaciones mediante órdenes ejecutivas que firmó desde el primer día en la Oficina Oval.

“La industria de los combustibles fósiles es obsoleta y contaminante, desde mi primer día comenzaré la transición hacia las energías limpias. Basta ya del petróleo, es hora de transformar esa industria”, manifestó Biden cuando todavía era candidato a la Presidencia.

La extrema izquierda y la culpa de los demás

Una carta de Biden, enviada a siete grandes empresas petroleras, ha sido la advertencia más directa en su campaña de culpar a esta industria por la galopante inflación.

El precio promedio de los carburantes en EEUU es ahora de 5 dólares por cada galón de gasolina regular, frente a los 2.22 dólares a finales de diciembre del 2020, a menos de un mes de que el expresidente Donald Trump dejara el poder.

La culpa a la guerra de Ucrania tampoco les ha funcionado a los asesores de Washington. Según encuestas, más del 68% no cree que la invasión de Rusia sea una causa de los niveles inflacionarios en EEUU.

Por su parte, la secretaria del Tesoro Janet Yellen fue forzada a reconocer públicamente sus errores sobre la inflación y dejó abierta la posibilidad de su renuncia en una entrevista.

A Jerome Powell no le ha quedado otra opción que acatar los graves errores de la Reserva Federal (Fed o Banco Central) inducidos por la administración Biden, a diferencia de las eficientes medidas que se implementaron desde el principio de la pandemia de COVID-19 para dar paso a una rápida y sólida recuperación económica. El freno vino con el nuevo gobierno y sus descarriladas políticas sobre el cambio climático, puertas abiertas a la inmigración, guerra a los combustibles fósiles y la subordinación a reformas de la extrema izquierda.

"En retrospectiva, (...) hubiera sido mejor haber comenzado mucho antes a subir las tasas", admitió Powell el mes pasado, en una entrevista con “The Wall Street Journal”.

Reserva Federal anuncia otra subida de 0.75% de las tasas en julio

La situación se ha tornado tan convulsa que el Banco Central acaba de subir 0.75% las tasas de interés, la mayor alza desde 1994. Anteriormente, había hecho dos: una de 0.25% y otra de 0.50% entre marzo, abril y mayo de este año.

Se trata de la tercera alza consecutiva y lleva las tasas de referencia federal a un rango de 1,50%-1,75%.

Según Powell, la agresividad con la que se ha visto obligada a actuar la Fed no dañará con agudeza la economía, otro argumento del que los expertos discrepan.

Diane Swonk, de la consultora Grant Thornton, calificó de "fantasiosas" las perspectivas de la Fed.

El presidente de la Reserva Federal también anunció que era muy probable otro aumento de 0.75% en julio, que fijaría la tasa federal en 2,25%-2,50%.

Tras la decisión de la Fed, las tasas hipotecarias se dispararon a su nivel más alto en 13 años, y la media de un préstamo hipotecario a 30 años y a tipo fijo alcanzó el 5,78%.

Al comienzo de la pandemia, una de las medidas fue bajar las tasas a cero y 0.25% para estimular las inversiones, mantener la confianza en el sistema financiero, fortalecer el dólar y sacar la economía de la recesión tras la pandemia, entre otros objetivos.

Wall Street entró el 13 de junio en lo que se denomina un mercado bajista, después de que los temores a una economía debilitada y el aumento en las tasas de interés hicieran que el S&P 500 cayera más de un 20%, por debajo de su récord establecido a principios de año.

La incapacidad vive en Washington

Pero, al parecer, los asesores le entregan a Biden discursos bastante alejados de la realidad, casi a modo de complacencia.

"Mi administración está preparada para utilizar todas las herramientas razonables y apropiadas del gobierno federal y las autoridades de emergencia para aumentar la capacidad y la producción de las refinerías en el corto plazo, y para asegurar que cada región de este país esté adecuadamente abastecida", señaló Biden en su misiva, sin detallar -como ya es costumbre- qué tipo de acciones podría tomar.

"La crisis a la que se enfrentan las familias merece una acción inmediata. Sus empresas deben trabajar con mi administración para presentar soluciones concretas", agregó.

El asunto, que parece complejo, es bien sencillo. Las petroleras les están pagando a Biden con la misma moneda y a modo de [si usted ordenó nuestra eliminación, ahora no espere comprensión por sus descabelladas intenciones, mucho menos respuestas afirmativas a sus desesperadas exigencias].

La economía estadounidense no funciona con agendas políticas de carácter socialista, sino con el respeto a las bases de su estructura mediante [leyes autónomas probadas] que impulsan, regulan y desarrollan los mercados, el consumo y las producciones. Querer transformar el sistema capitalista occidental es el peor error del nuevo Partido Demócrata en EEUU dirigido por la tendencia socialista endulzada con la definición de (progresista), cuando realmente representa retroceso, degradación y destrucción, [nunca progreso].

Los petroleros le responden a Biden

El American Petroleum Institute (API), que representa a la industria, señaló que se ha disminuido la capacidad en momentos en que el gobierno de Biden intenta distanciarse de los combustibles fósiles como parte de su agenda contra el cambio climático.

“Aunque apreciamos la oportunidad de abrir un mayor diálogo con la Casa Blanca, la errónea agenda política del gobierno alejándose del petróleo y el gas natural domésticos agravó las presiones inflacionarias y añadió obstáculos a los esfuerzos diarios de las compañías para satisfacer las crecientes necesidades energéticas, al tiempo que reduce las emisiones de gases”, dijo el director general de la API, Mike Sommers.

“En una carta dirigida al presidente Biden y su gabinete le reiteré 10 importantes acciones en políticas para atenuar las penurias al consumidor y fortalecer la seguridad nacional, incluyendo la aprobación de infraestructura energética vital, aumentar el acceso a capital, llevar a cabo licitaciones energéticas, entre otras medidas urgentes”, puntualizó Sommers.

A los ojos de Biden, las refinerías se aprovechan de la incertidumbre “en tiempos de guerra” y ya algunos legisladores de extrema izquierda han propuesto actuar contra las ganancias corporativas extraordinarias, como lo hacen los regímenes socialistas.

La reacción de la Casa Blanca ante la inflación llega [demasiado tarde], después de casi un año de espalda a una crisis que se agravó mes por mes con la alerta y las advertencias de economistas, legisladores republicanos y analistas independientes.

Los de abajo pagan el despilfarro

Los consumidores sufren cada vez más los altos precios y se endeudan como nunca antes.

La deuda de los hogares estadounidenses aumentó en más de 320.000 millones de dólares en el 2021, sin divisar ninguna salida cercana, mucho menos el gobierno puede siquiera explicar u ofrecer cierta seguridad en algo. La cifra es el mayor salto nominal desde el 2007 y el mayor incremento en más de 8 años.

En general, los consumidores estadounidenses concluyeron el 2021 con una [deuda] superior a los 15 billones de dólares y casi 900.000 millones por encima de lo que se debía a finales del 2019.

Las ventas minoristas descendieron 0,3% en mayo. El informe destacó cómo los consumidores han dejado de comprar productos que fueron de alta demanda durante la pandemia.

Por otra parte, las ventas de las mueblerías y tiendas de mercancías para el hogar y de electrónicos bajaron 1%. Las de artículos para la construcción, jardinería y de mercadería en general también mostraron un declive.

Los pedidos en línea cayeron 1%, a medida que los clientes regresan a las tiendas. En tanto, las ventas de alimentos en tiendas aumentaron 1,2% debido a los altos precios, no por el consumo.

La fuerte baja en la adquisición de automóviles, debido a los exacerbados precios y la escasez de inventarios, deprimieron la cifra total de ventas.

La desesperación en Washington es tal que el próximo mes Biden tiene previsto reunirse con la dinastía saudita, a la que dijo que había que “convertir en paria”.

El jefe de la Casa Blanca decidió enfrentarse a las severas críticas de decenas de legisladores y senadores de su propio Partido Demócrata, al tiempo que activistas de derechos humanos lo acusan de [vender su alma por petróleo]. Así de incongruentes e impredecibles andan las cosas hoy en Washington, pero algo diferente no podría esperarse.

lmorales@diariolasamericas.com

 

 

EN MI AUTO EXILIO QUIEN MÁS ME VISITÓ FUE FRANCISCO.

 

Por Walter A. Vidal (Perú).

 

 

 “De una crisis [pandémica] no se sale igual, salimos mejores o peores. [...]  si no salimos mejores  vamos por un camino de autodestrucción” P. Francisco. 

 

 

Hace algún tiempo, el Papa, hizo referencia a dos tipos de crisis de nuestro tiempo, ambos, catástrofes globales, “Covid 19 y clima, -decía- demuestran que no tenemos tiempo para esperar [...] Es el momento de actuar, estamos en el límite”.  Se trata de la voz del líder de la comunidad cristiana. No porque está en la cabeza de la Iglesia Católica (concepto tradicional de líder), sino, porque está al centro de nuestras preocupaciones. Hoy, la mayor preocupación de los bien nacidos en la Tierra es el hambre, la pobreza. Jorge Mario Bergoglio, tomó el nombre papal de Francisco, precidsamente, porque San Francisco de Asís, (1182 – 1226), fue el fraile de la renovación centrada en el amor y la pobreza. 

 

Una de las primeras cosas que dijo el Nuevo papa fue:  “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!"[…] “Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia". No creo que les parezca bien, a todos los que lo acompañan en el Vaticano. 

Bueno, pero el hecho concreto es que, en el mundo, hay ricos porque hay pobres. Eso implica, por una parte, codicia, endiosamiento de la riqueza; y por otra, ausencia de solidaridad, de caridad, de equidad y justicia. El mundo ha entrado a un avance vertiginoso gracias a los conocimientos científicos y tecnológicos; pero ha quedado rezagado en la formación y práctica de valores (axiológicos, artísticos, morales y éticos). El mal no ha sido derrotado, ni medianamente, por el bien. Si Cristo hubiese venido recién en este tiempo, seguramente no  lo habríamos matado en una cruz, pero sería el blanco del odio, la ignominia y la persecución; es que, su pensamiento incomoda a muchos sectores pudientes. No creo, por ejemplo, que les guste a los políticos corruptos, decir: Es un deber escuchar la voz de los pobres" (Colombia, 2017). 

 

 

 

Recen por mí, lo necesito bastante” repite siempre.

 

 

Es, este papa, hoy, el luchador más destacado por imponer el bien allí donde está el mal. Francisco fue el personaje que no faltó en mis lecturas cotidianas durante mi auto encierro. Su presencia allí, y en mis reflexiones, se centró no solamente en su personalidad, conductor de una gran comunidad, denominada cristianos católicos; sino, también, en las consecuencias que traen sus opiniones en los distintos grupos sociales. 

 

Es, sin duda, fiel seguidor del pensamiento de Cristo; por lo que, hoy como ayer,  sus ideas, jamás les van a gustar a los fariseos de su tiempo; por lo tanto, no es difícil deducir que, por esa razón, nos dice: “Recen por mí, lo necesito bastante”. No sólo él, los que suscriben sus ideas, católico o laicos, están propensos a la persecución. Son millones los que se sacrificaron por suscribir las ideas cristianas a través de los siglos. Hoy, con la presencia de un luchador por imponer y rescatar las ideas cristianas, como es Francisco, la persecución al parecer se recrudece. Ojalá estemos equivocados. 

 

Pero, cuando nos informamos en las redes  sociales que, un grupo de sacerdotes y obispos, se preguntan decepcionados “¿Por qué una masacre de católicos en Pentecostés no es escándalo mundial? Mientras que la separación de la cantante colombiana Shakira y el futbolista Piqué ocupan los titulares de los medios en el mundo entero [...]” Realmente, es indignante. ¿La masacre de decenas de católicos en Pentecostés pasa desapercibida porque eso ocurre en Nigeria? ¿Porque son católicos? Es razonable lo que un sacerdote de Juárez, Méjico, afirma que “Si la masacre hubiera sido en un bar de Madrid, París o New York hubiera sido un escándalo planetario, pero es Nigeria… y son cristianos” (ACI Prensa).

 

No es el único caso que eso,  se produce en nuestro mundo, en estas semanas que siguen a la semana santa. Más cerca, en Bolivia, causó conmoción el asesinato del P. Wilberth Daza Rodas, de 42 años, en Santa Cruz, cometido el Sábado Santo, 16 de abril 2022, después de la Vigilia Pascual (ACI Prensa).

 

Sin embargo, P. Francisco, es resuelto: “Estamos llamados a cambiar la historia con la fuerza humilde del amor(8/3/0221)”; . De una manera humillante –añade- Cristo nos sirvió, dando su vida por nosotros; y no hay otra razón, que explique el por qué lo hizo, que no sea por amor. 

 

Si partimos de la premisa de que el bien es producto del amor. Estamos hablando de ese amor que no sabe hacer el daño; que, sin embargo, se enfrenta, sin violencia, al mal para preservar el bien. El amor que cura, que ayuda, que está siempre con nosotros, sufriendo o gozando, en las malas y en las buenas; ese amor que te abraza regocijado, que llora contigo cuando tu alma tiene pena; en fin, que te da felicidad y no tristeza. El amor que nos recuerda el Papa: Amor que movió a un Hombre a morir en la cruz, sufriendo dolor y tristeza por sentirse traicionado y abandonado hasta por su Padre, y por sus amigos más cercanos. 

 

Cuánta falta de amor cristiano se ha sentido durante esta pandemia ¿abortada en laboratorio por el mal más macabro que uno se puede imaginar en el Hombre?  No sabemos, Señor.

 

 

EL TAMBOR SIMBOLOGÍA DEL REALISMO MÁGICO 

EN LA NOVELA DE MAYNOR.

 

Por Jorge Y. Gonzales-Lara (U.S.A.).

 

Comentario con occasión de la publicación del libro de Maynor Freyre en Amazon (U.S.A.).

 

En esta oportunidad que celebramos el Bicentenario de la Independencia del Perú, nos complace contribuir con la reedición y publicación de la novela El poeta que tocaba tambor, del escritor, y periodista, Maynor Freyre.  Escritores, poetas y periodistas de narrativa fueron tocados por el realismo mágico; movimiento literario que surgió en América Latina a mediados del Siglo XX, y podríamos decir el realismo mágico  ha sido la corriente representativa, que enmarca escritores peruanos como Maynor Freyre, Juan Gargurevich, Francisco Ugarteche, Edgardo de Noriega, Addhemar Sierralta, Roberto Bustamante, Max Aguirre Cárdenas, Mario Vargas Llosa, Karina Pacheco, Juan Manuel Robles, Alfredo Bryce Echenique entre otros destacados escritores, poetas y periodistas de la narrativa contemporánea.

 

La novela de Maynor Freyre se destaca por la simbología y la musicalidad al ritmo del tambor. A través del tambor los personajes adquieren musicalidad en sus diálogos. Este es un elemento del realismo mágico. El realismo mágico fue acuñado por primera vez en Europa por el crítico alemán Franz Roh (1890-1965) para describir una pintura en el año 1925, animado por la corriente postexpresionista.

 

En la novela de Maynor Freyre, lo latinoamericano se presenta en dos conceptos: realismo mágico e identidad. El realismo mágico entre Porto Alegre, Loreto, Miraflores, Lima y el bar Palermo de la esquina y los poetas de Hora Zero y la identidad cultural que están relacionados entre sus personajes, la mujer y los poetas. Sin embargo, él pretende ir más allá y se propone identificar características de la identidad latinoamericana, en espacio de cambios sociales que producían, reformas políticas, movimientos sociales, nuevos estilos de vida, el impacto del movimiento hippie, la revolución velasquista, los poetas de Hora Zero. “Jorge Pimentel, el chome Ramírez Ruiz, Jorge Nájar, Enrique Verástegui y tantos hermanos como el imponderable y juicioso Tulio Mora ayudamos a erguir para que la poesía no sea una farsa y sí el resultado dialéctico de una generación que ansiaba la libertad contra todos los indicios del oficialismo”.

 

El escritor nos transmite musicalidad a través del tambor por el cual dialogan sus personajes. Cabe señalar la masculinidad de la novela, de los personajes que dialogan entre sí.

 

Las voces femeninas en la novela son tenues y nos dice. “A esa hora era obligatorio engreír a Kiara y luego hacer el amor con Evanice, casi siempre como la primera vez que se encontraron en la casa horazeriana de Santa Beatriz en Lima.”. La mujer en la novela aparece como el amor oculto y prohibido, y que el poeta sólo lo puede alcanzar en la poesía. 

 

El estilo literario y la construcción de la narrativa en la novela desde una determinada voluntad estilística de la narrativa que construye Freyre; con ello va construyendo una representación textual del relato en la que alberga las distintas líneas narrativas por sus personajes en historias pícaras y amenas que dan existencia a la realidad narrativa. El poeta que tocaba el tambor tiene tres instancias: la narrativa, el relato y la historia. Éstas son las tres instancias que el escritor suele ser consciente de la distinción que se produce entre estos tres niveles y, en cierto modo, su visión narrativa suele inclinarse tanto a la época, como a personajes creados al ritmo del tambor que representan el realismo mágico de la novela.



 
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Fuente: 
TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL

 
Addhemar Sierralta
 
Año 14 Nº 475 del 20 de junio de 2022