jueves, 27 de enero de 2022

27 DE ENERO 1832: NACE LEWIS CARROLL, AUTOR DE “ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS” - FOLIOS DE LA UTOPÍA: ESENCIA DE LA LITERATURA INFANTIL - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA

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27 DE ENERO 1832


NACE

LEWIS

CARROLL

AUTOR DE “ALICIA EN EL PAÍS

DE LAS MARAVILLAS”


FOLIOS

DE LA

UTOPÍA


ESENCIA

DE LA LITERATURA

INFANTIL


Danilo Sánchez Lihón


Agrande la puerta Padre

Porque no puedo pasar

la hicieron para los niños

yo he crecido a mi pesar.

Si no me agrandas la puerta

Achícame por piedad

Vuélveme a la edad aquella

En que vivir era soñar.

Miguel de Unamuno


1. El arte
y el niño
La literatura infantil tiene su base de apoyo en el estar y en el ser niño, perspectiva en la cual no hay mejor vínculo que el existente entre el arte y el espíritu de infancia, entre la poesía y la naturaleza del ser niño, entre el prodigio del arte y el milagro del alma infantil, porque literatura e infancia comparten como elementos intrínsecos y comunes una misma identidad.
Consecuentemente, la relación de la literatura con la infancia  es un vínculo no solo fecundo sino esencial, en cuanto participan:
– Del asombro.
– De la originalidad
– Del animismo
– Del candor
– De la aventura
– Del ritmo
– Del movimiento
– De la visión luminosa y encantada de la vida.
– De la trascendencia
¡Y todo lo anterior impulsado hacia la esperanza, hacia la construcción de la utopía que une el pasado, el presente y el porvenir!
2. Cantos
y epopeyas
Sin embargo, y fundamentalmente, lo siguiente es lo raigal y trascendente: la literatura infantil actualmente es una actitud frente a los problemas del presente, una manera de visualizar la realidad; una ética frente a la vida, una conducta para vivir de manera más intensa y total y una manera de ser, de actuar y comprometerse con el mundo y con los sueños. 
Por las condiciones que acabamos de exponer la literatura universal y mucho de la literatura clásica es literatura para el mundo de la verdadera infancia, aquella del arte y aquella del niño. Su misma denominación lo revela, denota y confirma, al poner como rasgo característico la universalidad. ¿Y qué más universal que el niño?
Los cantos y epopeyas nacionales, como por ejemplo los poemas romances castellanos, la Ilíada y la Odisea, la Canción de Rolando, el Mahabarata y el Ramayana, como todas las obras fundacionales de los pueblos y las culturas son clásicos y de manera esencial obras también para niños. 
Colocadas en esa misma órbita y perspectiva encuentran significación y trascendencia y hasta encanto obras como "El Quijote", "Cien años de soledad” o "El señor de los anillos".
3. Ríada
y canal
Sin embargo, hay barreras formales a superar en relación a los clásicos de otros tiempos para volverlas obras de lectura para niños, y eso es un trabajo filológico que logre convertir la lengua arcaica en un idioma actual y moderno; clarificando la codificación, como hizo el poeta Pedro Salinas con el Cantar del Mío Cid.
Como también es importante en la presentación de la obra misma disponer de ayudas para una feliz orientación en el contexto histórico y social, como adecuando la presentación editorial de tal modo que se las haga más amigables para niños y jóvenes.
Vencidas estas dificultades la literatura clásica es apta para niños de todas las edades. Y al lado de esta literatura canóniga tenemos otra vertiente con la cual hay una relación de vasos comunicantes mucho más estrechos y fluidos. 
Esta ríada y canal es la literatura popular, compuesta de mitos, leyendas, cuentos folclóricos. Pero también por los romances, consejas, rimas, nanas, jitanjáforas, chuzas, cantilenas, candombes, glosolalias, y adivinanzas. Todos ellos géneros de riquísima y enorme importancia y que están aparentemente perdidos para el panorama de la literatura convencional.
4. Literatura
fresca
Y la literatura popular es principalmente literatura oral que rejuvenece cada día en los hogares más humildes, recreada por los seres humanos aparentemente menos provistos de recursos que les permitan ser los trasmisores de este arte acrisolado. 
Compuesto en lo tocante a géneros narrativos, mayormente de mitos, leyendas, cuentos populares, fábulas; los mismos que se renuevan en los hogares también más frecuentemente del mundo rural, agrario y campesino.
En comunidades del interior de las grandes urbes, aún no deglutidas completamente por el esquema de la globalización contemporánea y cuyos elementos aún están vivos para el mundo de los niños.
Es esta una literatura fresca, enteriza y total que repercute con grandes e intensos significados en el ser integral del niño, donde se juntan razón, emoción, memoria, volición, al lado de la deletérea fantasía.
Porque, ¿qué niño o persona con alma de niño no escucha o lee con fruición las sugestiones previas acerca del mundo y la vida plasmadas en la mitología como producto acrisolado del imaginario estupendo de los pueblos?
5. Aquel
que existe
Son características que definen a la literatura infantil:
a. Los temas; con los cuales se identifica el niño.
b. El lenguaje; asequible pero a la vez mágico.
c. La fantasía; que relumbra, hechiza y sorprende.
d. El humor; fino, inteligente, ocurrente.
e. La aventura; que aumenta según el trajinar los caminos.
f. El heroísmo; que lucha por el anhelo de hacer un mundo mejor.
g. La esperanza; que sostiene y alienta la vida.
Reunir todo ello en el acto creador de la literatura supone arrojo, entereza y extraordinario valor. Implica también trabajo con el lenguaje a fin de alcanzar sencillez, candor y limpidez.
Porque para ser auténticos se tiene que hablar desde el niño íntimo y recóndito, pero además en un código natural y de acuerdo a las expectativas, intereses y preferencias del niño concreto, aquel que existe y está ligado fervorosamente a la vida, pero también a los sueños, al mundo de la imaginación y de las utopías.
6. Raíz
y tronco
Se hacen presentes y se muestran tangibles entonces en la literatura infantil los siguientes ejes y paradigmas: 
a. El espíritu de infancia, que define la esencia del arte.
b. El niño interior que sustenta y le da emoción artística.
c. El niño real y concreto que existe socialmente. 
Una obra literaria para niños con relación a los textos de la literatura general tiene una elaboración más fina y depurada, más quintaesenciada, con más valores, siendo uno de ellos la sencillez, como su carácter directo, casi siempre breve.
Máximo Gorki repetía una sentencia cual es que para escribir para niños hay que hacer lo mismo que para adultos, sólo que hay que hacerlo mucho mejor.
De esta comprensión se desprenden conclusiones eminentes que bien pueden dar lugar a programas que se pueden desarrollar en el ámbito del aula, de la escuela, de la comunidad y de la sociedad en general, tomando en consideración el siguiente factor fundamental:
Que la literatura infantil es la literatura esencial, genuina y auténtica. Es la raíz y tronco de todas las demás literaturas.
7. Ser
niño
Pero también que la literatura infantil se remite al niño no reducido a una edad del hombre sino al espíritu del hombre en general. 
Y que el espíritu del mundo es un espíritu de infancia, puesto que el mundo cada día nace con los atributos de ser nuevo, asombroso, original y henchido de encanto.
Vale insistir y ya para terminar, que la infancia no es un período de nuestra vida que quedó atrás sepultada entre el cúmulo de años gozados o padecidos, y a la cual a veces volvemos a recordarla o con añoranza o displicente indulgencia.
La infancia no es una edad o un peldaño en la evolución de la existencia en los seres humanos, sino que ella es la esencia del hombre en todo su transcurso y devenir. Porque la vida solo merece ser vivida con los atributos del alma espléndida de lo que es el niño, inclaudicable, asombrada y siempre esperanzada.
Y asumiendo la moral inmensa de obras como “Alicia en el país de las maravillas” que recrea el universo en la dimensión de los sueños y del alma de lo que es ser niño.

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