lunes, 6 de diciembre de 2021

6 DE DICIEMBRE: DÍA DEL GUARDAPARQUE - FOLIOS DE LA UTOPÍA: MARÍA REICHE, LA DAMA DE LA PAMPA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 



Construcción y forja de la utopía andina

 

DICIEMBRE, MES DE LAS MONTAÑAS,
DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES;
DE LOS MIGRANTES, Y DEL NACIMIENTO
DEL DIOS NIÑO EN LA NAVIDAD

 

CAPULÍ ES
PODER CHUCO


SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


*****
 
6 DE DICIEMBRE
DÍA
DEL GUARDAPARQUE


FOLIOS
DE LA
UTOPÍA


MARÍA REICHE,
LA DAMA
DE LA PAMPA


Danilo Sánchez Lihón
 
1. El paisaje
andino
María Reiche consagró su vida al estudio de las Líneas de Nasca durante más de 50 años de su vida y en las condiciones más adversas, quien habiendo nacido en Alemania sintió desde niña la fascinación por el Perú; un país lejano, exótico, de una cultura milenaria, aunque para ella país de fábula e inalcanzable desde su tierra natal que era Dresde en Alemania donde ella nació el 15 de mayo del año 1903.
Pertenecía a una familia tradicional y rigurosa, de padres cultos y severos que le hicieron posible dominar cinco idiomas. Además del alemán: el inglés, francés, español e italiano. Entre sus dominios estaba también poder interpretar en el piano música clásica y estudiar en la Universidad Técnica de Dresde matemáticas, geografía, física y astronomía.
Habiendo desempeñado varios trabajos eventuales y cumplido los 29 años de edad se presentó la ocasión de venir al Perú al publicarse el año 1932 un aviso en la prensa de su ciudad requiriendo una profesional para trabajar como preceptora de los hijos del cónsul alemán en la ciudad del Cusco, capital arqueológica de aquel país andino.
Entre 80 postulantes ella salió elegida y se embarcó rumbo al Callao y luego hacia la ciudad imperial de los incas. Ante el espléndido paisaje andino se sintió deslumbrada, donde todo le parecía hermoso, no solo los seres humanos y la cultura, sino hasta las piedras.
2. Estudiar
la maravilla
Escuchémosla en sus propias palabras:
Ya los Dioses de Nasca me robaron al nacer y me encerraron en su castillo de arena para que jugara con sus inmensas figuras, hasta encontrar un día la razón de mi existencia.
Todo me preparó para esa vida. El rigor familiar cuando mis padres me insolaban después del nacimiento de mi hermano, mi miopía que no fue detectada, todo eso me convirtió en una persona de carácter introvertido.
Me hice reservada, aunque jamás fui del tipo popular. Ahora los turistas me hicieron popular. ¡Pero yo jamás fui popular! Algunas veces quería ser, pero no pude. Lo que fue mi obligación con este trabajo científico fue mi curiosidad: ¡quería saber!
¡Y todo ha sido por Nasca! Si cien vidas tuviera, las daría por Nasca. Y si mil sacrificios tuviera que hacer, los haría, si por Nasca fuera.
Tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia; será para Nasca. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las Pampas, en donde allí moriré.
3. Formándome
y aprendiendo
En un paseo por el Cusco se hincó el dedo medio de su mano izquierda. La infección avanzó y tuvieron que amputarle. Le pareció inexplicable que esto pudiera sucederle a ella, tan cuidadosa de su salud. ¿Qué designio había en este hecho? En esa época jamás lo podría saber. Demoró en encontrar cuál era la razón, como cuál era su destino, que lo dilucida más o menos así en una carta que ella escribe a su madre:
Querida madre, tú me escribes acerca de las grandes expectativas que has cifrado en mí. Comparada con dichas expectativas soy un fracaso, y el mundo tiene derecho a esperar de mí más de lo que efectivamente rindo. Pero tienes razón, uno debe primero encontrarse a sí mismo antes de pretender ser algo para el mundo.
Recién empiezo a conocer lo que realmente quiero. Desconozco la manera en que aquello que se cristaliza interiormente haya de adquirir una forma exterior. Es posible que viva algunos años más en el completo anonimato, hasta que el destino me considere digna de asignarme la tarea que ha determinado para mí, aquella tarea para la cual he nacido (…) yo creo que se trata de un trabajo específico para el cual me estoy preparando inconscientemente, formándome y aprendiendo.
4. Salir
el sol
Ya en Lima en el año 1941 trabaja como profesora de idiomas y traduciendo textos científicos. Así conoce a los arqueólogos Julio C. Tello y al profesor norteamericano Paul KosoK quien le habló de unas líneas y dibujos misteriosos hechas en tiempos remotos que nadie conocía y la invitó a que lo acompañara a conocerlas y a ayudarle en su trabajo de campo.
Desde que puso las plantas de los pies en ese lugar supo que ese era el lugar de su destino, el mismo que había sentido desde lejos, siendo niña y que había demorado tanto en definirse. Y allí se quedó para siempre.
En 1952, veinte años después de su accidente en el Cusco en que perdiera el dedo medio de la mano izquierda al contarle los dedos de la figura del mono en las Pampas de Nasca descubre con asombro que este como ella solo tenía nueve dedos, que le faltaba uno, justo el que le faltaba a ella. Y descubre una figura que representaba las manos, pero de solo nueve dedos. ¿Estaba llamada a no?
Residiendo ya en Nasca salía todos los días hacia la pampa, antes de las cinco de la mañana, aún a oscuras para esperar los rayos del sol estando ella ya de pie en el centro de cada una de las líneas, que son miles, trazadas en la tierra endurecida, y a fin de conciliar su relación con la posición de las estrellas y la salida del sol.
 
5. Leyenda
viva
Después consiguió que le permitieran vivir en una cabaña que había sido de un guardián y que estaba abandonada al borde del desierto, sin agua, sin luz, sin la más mínima seguridad, pero al borde de las líneas. Allí vivió sola en la pampa durante catorce años, alimentándose frugalmente, pero trabajando intensa y apasionadamente. ¿No es mágico? ¿No es sublime habiendo venido desde tan lejos?
Allí pasaba las horas haciendo mapas, midiendo, recogiendo piedras, barriendo las líneas. completamente sola como un fantasma deambulante, cuando nadie sabía lo que allí había ni cuál era la razón de esa presencia extraña e insólita que nada ni nadie lo sabía explicar.
Al verla la gente que pasaba en sus autos o camiones lógicamente la creían loca, bruja, orate; mucho más al verla desgreñada recorrer solitaria el desierto de día bajo el sol calcinante y de noche bajo el frío implacable y la luna radiante; o completamente a oscuras.
Se expandía una leyenda: que había perdido a su marido y lo buscaba enloquecida en esos arenales, porque nadie sabía que esa vasta extensión desolada estaba inscrita, codificada y en un lenguaje cifrado con líneas y figuras que nadie sabe hasta ahora por qué están allí, ni cómo se hicieron con la precisión y la imaginación que lo hicieron.
Para luego suponer, al verla internarse con una escalera de tijera y una escoba, que era una bruja que necesitaba la escalera para trepar a ella, batir su escoba y lanzarse para salir volando.
6. Yo
les digo
Pero ella lo expresa así:
Fue una especie de destino. Cuando llegué por primera vez a Perú por mar, el barco pasó por el centro de un arco iris, con cuatro arcos, uno dentro del otro. ¡Fue un espectáculo maravilloso! Debe de haber sido algún tipo de predicción o algo así. Imagínese un barco navegando a través del mar abierto y pasando por un arco iris cuyos arcos tocaban las olas.
Sería tener una opinión muy baja de los antepasados suponer que todo este trabajo inmenso y minuciosamente exacto y detallado hecho con concienzuda perfección, tenía como única finalidad el servicio de una superstición primitiva o culto estéril a los antepasados. Al contrario, tenemos aquí el testimonio en gran escala y único en el mundo del primer despertar de las ciencias exactas en la evolución de la humanidad, esfuerzo gigantesco de la mente primitiva que se refleja en la grandeza de la ejecución bajo el cielo vasto de las pampas inmensas y solitarias, barridas por el viento y quemadas por el sol.
Yo quiero, con mi obra, ser un instrumento para eliminar las injusticias y para que los peruanos –que son gente de cualidades culturales, morales y físicas especiales– recuperen su propia estimación. y aprendan a no depredar lo que es patrimonio de una nación y sobre todo herencia de una cultura inigualable, Yo les digo: yo soy chola, porque me siento a veces más unida con los cholitos, y sobre todo ahora que tengo la nacionalidad peruana.
7. Su nombre
es Victoria
Su tesis es que las líneas y las figuras de la Pampa de Nasca, que son prolijas, precisas y algunas miden cientos de metros y que solo pueden ser apreciadas desde el aire, y que aparentemente no parten de ningún lado ni llevan a ningún otro, es un calendario y mapa astronómico hecho por los antiguos peruanos, siendo el de mayor tamaño en la historia del mundo.
Que en la figura del mono tenemos una coincidencia con la constelación de la Osa Mayor. Que a su vez la figura del mono contiene la clave de la interpretación del agua como elemento simbólico de la antigua cultura Nasca. Que el pico del Pájaro Gigante señala el lugar exacto por donde sale el sol en el solsticio de inverno en el hemisferio sur. ¡Pero falta aliento y palabras para referir cada rasgo de este vestigio trazado en la piel o en la entraña del planeta para ser mirado solo desde las estrellas!
En vida, cuando ya se supo lo que hacía sin apoyo de nadie, a María Reiche se le hicieron muchos reconocimientos y se le entregaron muchas distinciones, entre otras el Sol del Perú y el reconocimiento de la Unesco acerca de las Pampas de Nasca como Patrimonio de la Humanidad, en el año 1994.
Pero ninguno le satisfizo más que el otorgamiento de la cédula de ser ciudadana peruana que ella gestionó muchos años antes, pero que no se le dio sino recién se hizo efectiva el año 1993, en donde a su nombre de María se le agrega el de Victoria.
Epílogo
Y Victoria María Reiche escribió casi al final de su vida, final que ocurrió el 8 de junio de 1998, este poema en donde se siente en el corazón de una científica peruana el temblor de lo sagrado y onírico como es cada retazo del Perú mágico y misterioso:
Amaneciendo, despierta el huerequeque
y con su canto, ilumina todo el este
anunciando el esplendor
del astro rey que alumbra
y que cubre de oro los cerros
y también a las planicies
se ve una vía luminosa
sobre las olas del mar.
Y cuando cae, la noche obscura y profunda
entre destellos, de luces multicolores
vuelve a cantar en la pampa el huerequeque
saludando a la estrella
que brilla entre nubes de oro
sobre un fondo azulado
donde termina el desierto.
Huerequeque, huerequeque
sigue cuidando mis pampas
huerequeque, huerequeque
sigue cantando a Renata
huerequeque, huerequeque
sigue cantándole a Pilhips
Huerequeque, huerequeque
sigue alegrando mis días.
 

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