miércoles, 4 de agosto de 2021

MÁS LABERINTO QUE CASTILLO - ESCRIBE ÁNGEL GAVIDIA RUIZ

 

MÁS LABERINTO QUE CASTILLO

Escribe Ángel Gavidia

Si yo fuera periodista me contentaría (por ahora)  con desarrollar una sola pregunta ante el Presidente Castillo: ¿Está usted ubicado, Presidente? Quiero decir, ¿conoce usted la dimensiones de su reto? Pareciera que no. La designación del primer ministro Bellido y luego la mediocridad e improvisación del gabinete , salvo contadísimas excepciones,corroboran, desgraciadamente,mi hipótesis. Creo, también, que considera que el50% de sus votantes en la segunda vuelta tiene igual convicción y adherencia que el 18% que votó por él en la primera.

Y hay que ponerle las cosas claras al Presidente: él ganó las elecciones porque competía con una mujer que había hecho mucho daño al país con su abusiva mayoría congresal y porque, además,  tenía un juicio por corrupción que lo invalidaba arepresentar  conducir un pueblo digno. Así de claro.

Y gobernar el Perú demanda capacidades que no se ven en el Presidente, pero que, con habilidad, puede  prestarlas de los mejores hombres del país que, sin duda, las brindarán gustosos.

Los ciudadanos, como tales, debemos colaborar con el éxito de este gobierno, pero, a la vez, exigir de él una conducta acorde con  esta dificilísima tarea.

 Y debemos comenzar desromantizando la imagen del profesor Castillo. Es muy inspirador y hasta  justiciero ver a un profesor rural de origen campesino de un pueblo recóndito de Chota estar ahora en Palacio de Gobierno; pero eso, como sostiene el politólogo Gonzalo Banda, quedó atrás; ahora debemos ver a Pedro Castillo como el Presidente que ha de tomar las mejores decisiones para salir de la crisis en la cual estamos sumergidos.

Debemos, igualmente, como ciudadanía, abandonar la idea que hay un “Cerrón malo y un Castillo bueno”. Esta última frase me hace recordar a la manida estrategia en los “interrogatorios” a los presos políticos de otrora. Había un policía que fungía de bueno y uno que hacía el papel de malo. Los ingenuos terminaban confiando en “el bueno”. La designación  de Bellido demuestra que Castillo estimula la presencia de Cerrón en las decisiones de gobierno. Y Cerrón es un marxista del siglo XIX. No puede sugerir sino un camino que nos lleve al despeñadero:está tan ideologizado que ha perdido todo contacto con la realidad.

Los agentes de la Unidad Desactivadora de Explosivos (UDEX) tiene una máxima que quisiera, el profesor Castillo, introyectara en el alma: El primer error es el último. El presidente ha cometido varios errores gruesos entre ellos la pérdida de la mesa directiva del Congreso; pero el más grave de  todos,  la designación de su primer ministro. Le queda solo un camino para enmendar tamaño despropósito: pedirle su renuncia apoyado en el repudio casi unánime de dicha designación. Con esto puede matar con una piedra dos pájaros: puede liberarse, también,  si es que está realmente  aprisionado, cosa que no creo,  de la influencia de Cerrón. Castillo tiene buenos reflejos políticos. Su viaje inmediato a Piura apenas enterado del terremoto y en plena celebración castrense así lo demuestra. Un razón más para contar con un primer ministro de excelencia para que  haga el trabajo de albañil  de gobernar,  mientras él afianza un liderazgo indispensable para conducir tareas que nos lleven a ser más grandes y mejores.

No hemos hablado de sus enemigos políticos que ahora están celebrando. No hemos dicho nada de ellos porque son tan evidentes como la Cordillera de los Andes. Si no los ve mejor que renuncie también él.Vallejo tiene dos versos pertinentes: ¡Más valdría, en verdad, / que se lo coman todo y acabemos!

Trujillo, 30 de julio del 2021

Escritor Ángel Gavidia Ruiz