lunes, 18 de febrero de 2019

FESTIVAL DEL CABALLITO DE TOTORA - FOLIOS DE LA UTOPÍA: LO INSPIRÓ EL HORIZONTE - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2019 AÑO
DEL TRIUNFO DEL BIEN
 
FEBRERO, MES DE LOS HUMEDALES,
DE NUESTRAS LENGUAS NATIVAS, DE
RICARDO PALMA Y FEDERICO BARRETO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO


 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


 
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VALLEJO EN TIERRAS DE NERUDA
PEREGRINACIÓN MUNDIAL VALLEJIANA
DEL 18 AL 23 DE MARZO, AÑO 2019
SESIONAREMOS EN LA CASA DEL POETA
DEL “CANTO GENERAL”, ABIERTA AL CAPULÍ
 
DRA. MARA GARCÍA PRESENTE
EN EL CERTAMEN CAPULÍ EN ISLA NEGRA


La Dra. Mara García Sevilla ya tiene adquiridos sus pasajes para estar presente en el certamen Vallejo en Tierras de Neruda. Ella, por sus méritos propios, es hija adoptiva e ilustre de Santiago de Chuco, distinción, reconocimiento e identidad otorgada con Resolución de Alcaldía por Capulí, Vallejo y su Tierra y la Municipalidad de Santiago de Chuco.
La dación de una distinción como esta, que es la máxima que por ahora otorga el pueblo de Santiago de Chuco y que solo se la entrega en las Telúricas de Mayo, que constituye el certamen emblemático que esta organización realiza de manera itinerante en Lima, Trujillo y la tierra natal de César Vallejo, así como en otras ciudades que se renuevan cada año.
Lo verdaderamente importante de esta membrecía e investidura es que ella la asume con plena y total identificación, a tal punto que pareciera que el lauro no ha hecho sino confirmar aquello a lo cual ella ya se sentía pertenecer desde siempre y por siempre.
La distinción no ha hecho sino ratificar su lugar de nacimiento, que ya era el suyo, no sé por qué providencia inalcanzable de que la podamos comprender desde nuestra envoltura mortal.
Ella ahora ostenta su nacionalidad chuco, la encarna, la ha llegado a entronizar en su alma, cual es ser cholita santiaguina; que asume esa identidad con verdadera devoción, se presta a ser servicial y a hurgar amorosamente en la vida de nuestro egregio poeta con tanta pasión e intensidad hasta el punto de hacerlo relumbrar con su brillo, que es un brillo nuevo.
Es fácil reconocer esta adhesión plena con solo asomarnos a ver en YouTube el ingreso que ella hace, integrando la caravana de Capulí, a Santiago de Chuco; donde a ella se la ve bailando por las calles, con la mirada fulgurante, como cuando alguien se reencuentra con lo que le es suyo, le pertenece entrañablemente y lo lleva en el alma
Como también le pertenece totalmente este movimiento de legionarios que constituyen el corazón militante de César Vallejo, que le ha inspirado a Mara a escribir diversos libros sobre el vate universal, y a quien le agradecemos porque nos ayuda a amar más a nuestra tierra común y a militar más en la causa de la redención humana que el poeta defendiera y nos dejó el ineludible encargo de defender nosotros, entregando en ello hasta la vida.
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
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FESTIVAL
DEL CABALLITO
DE TOTORA


FOLIOS
DE LA
UTOPÍA


 
LO INSPIRÓ
EL
HORIZONTE


Danilo Sánchez Lihón
 
 
1. Pudo
llegar
 
– ¡Tup! ¡Tup! ¡Tup!
Lo llamamos desde la orilla ahuecando las manos cerca de nuestras bocas y mirando el horizonte del mar, por donde se pierde nuestra mirada. Y repetimos insistentemente:
– ¡Tup! ¡Tup! ¡Tup!
Nada, nadie responde, solo el sollozo de las olas que asordan nuestros llamados con su rumor monótono. Ayer al mediodía se arrojó a la mar y no lo pudimos atajar, porque comprendimos que desde que enterramos a Zul era inmenso e inabarcable su sufrimiento y necesitaba cualquier alivio para su pesar.
Y lo vimos desaparecer en el horizonte con su torso fúlgido y abrillantado; y después confundirse con esa línea azul para desaparecer en lontananza, hasta donde podía llegar nuestra mirada. Y, de él, su anhelo y su pensamiento puesto en esa irrealidad.
Y hasta ahora no regresaba. Había desaparecido. Pero esta mañana vimos a Tup por el horizonte volver. Al fin retornaba. Y ha sido nítida su figura recortada en el bruñido cielo del amanecer.
Así lo vimos partir y así ahora lo vemos volver: Inhiesto, ligero, bamboleante, cortando las olas Lo vemos subido sobre unas cañas, en las cuales ojalá nosotros pudiéramos también atrevernos a subir.
 
2. Hay allá
un lugar
 
Pero cuando pudimos distinguir mejor la brizna perfilada en el ancho mar, pudimos ver que solo era esta embarcación que semeja un guanaco, una alpaca, un zorro erizado en la cual él había partido.
¡Y donde él no ha venido!
Pero, ¿quién la pudo hacer? ¿Tup la tejió? Y, ¿cómo la hizo llegar hasta aquí sin nadie que remara a su vera, sea desde su centro o sentado a su borde?
¿Lo sopló desde lejos, impulsándola en llegar hasta aquí? ¿Empujada desde esa línea del horizonte donde él se oculta y hasta donde siempre quiso partir?
¿Fue en ella que se embarcó y ahora la envía desde donde mora, quizá reunido con Zul por quien enloqueció de amor?
Porque ninguno nos acercamos a verlo partir, sino que lo vimos cuando ya estaba detrás de las olas que rompen sus muslos y erigen sus espumas aquí en la orilla.
¿O la tejió detrás de las olas? Pero, ¿hay allá un lugar en donde ahora habita Tup?
Esta embarcación es lo único que recogimos. Lo curioso es que, dentro de ella, en la cavidad que ahora tiene, estaba esta caña partida a lo largo en dos que no sabíamos para qué era ni para qué.
 
3. Enloquecer
de amor
 
Y si bien al principio la veneramos como un recuerdo de Tup, de tanto ver la empezamos a hundirla en el mar.
Y la sostuvimos ladeada dentro del agua, y vimos que Tup la había hecho para lo que siempre dijo: para remar, y así poder pescar más allá de la orilla.
¡Pobre Tup! Nunca lo comprendimos. Al final dejamos de pensar en él. ¡Y hasta dejamos de verlo! En verdad evitábamos mirarlo porque deambulaba aturdido por entre los cañaverales.
Creímos que había enloquecido irreparablemente. Y a cambio ¡este es el regalo que nos envía desde el más allá donde mora!, después de haber enloquecido de amor al perder a Zul, a quien reclamaba:
– ¿Por qué me has dejado en este mundo? –Le hablaba golpeando las olas.
– Yo no te he dejado Tup, yo estoy contigo. Todos los días desde que amanece estoy a tu lado. ¡Yo no he muerto!
– Entonces, ¿dónde estás?
– En el ojo de agua del totoral. Ahí búscame ahora.
 
4. Una
golondrina
 
– Pero yo, ¿cómo te veo y dónde te encuentro si hay tantas totoras iguales?
– ¡Búscame, porque me vas a encontrar! Y entonces nos iremos juntos, y nunca nos volveremos a separar.
Y por entre las cañas anda Tup, ensenada tras ensenada, hundiéndose en los humedales, el cuerpo sobresaliendo solo hasta la mitad, escogiendo las mejores cañas con tal de encontrar a Zul.
Y se entretiene viéndolas ya sueltas flotar. Y allí observa que recién arrancadas durante varias semanas no se hunden. Y hasta sostienen posada a tres o más gorriones o golondrinas, o a una pardela común, o a una pesada parihuana.
Y ha descubierto que unidas y amarradas con la fibra de la misma caña, dos tallos sostienen a más de una gaviota y a más de un zorzal sobre las aguas. Y que diez tallos enlazados sobre él hay posados seis cormoranes que no se hunden y hasta avanzan sobre las aguas. Y se hace esta pregunta: ¿cuántas cañas unidas podrán sostenerme a mí?
– ¿Cuánto peso yo? Si amarro cien cañas, ¿podré flotar? –Y esa tarde Tup descubrió un secreto sencillo, cual es: amarrar un conjunto de cañas y sobre ellas él mismo ha podido flotar.
 
5. Llegar
al horizonte
 
Y así pudo deslizarse montado sobre cien cañas. Y pudo girar, e impulsarse con los brazos que empezó a hundir a uno y otro lado de los juncos atados.
Esa tarde al volver a la comarca Tup tenía la mirada alucinada. Suspiraba menos. Y dijo que ahora podía llegar hasta donde estaba Zul.
Y de allí su desvarío lo ha llevado a hablar de otras cosas más. A decir que:
– La mejor pesca no está en las orillas sino allá a lo lejos, cerca al horizonte.
Y nos burlamos de él, comentando:
– Pero no podemos flotar y llegar hasta allá, salvo que nos hagamos garzas o patillos. O fantasmas. –Respondimos.
– Podemos hacernos alas y volar. – Dijo, escuetamente.
Pobre Tup. Desde que murió Zul se tornó loco, porque alucinaba. Vagando entre los totorales. Se le encontraba habla que habla, solo, con la mirada perdida. Solo soportaba jugar con los niños y seguir con aquella idea loca de llegar al horizonte.
Hasta el día que lo vimos partir y alejarse impulsado con no sabemos qué; hundiendo algo a uno y otro lado del hato de tallos de totora que había amarrado adelante, al centro y atrás, con una espiga de punta.
 
6. Él
sabía
 
Lo vimos alejarse más allá de donde rompen las olas y más allá de donde podían llegar nuestras voces llamándolo. Pero nos encandiló su contento, su ilusión y no hicimos nada más por atajarlo.
Y es que esa noche Tup soñó que Zul lo llamaba desde esa lejana línea azul.
– ¡Mañana iré por ti! – Dijo, pensando que volvería. Aunque creíamos que se había vuelto loco de remate.
¡Pobre Tup! ¿Él sabía que podía llegar hasta esa línea indecisa, clara y oscura? ¡Temible por su misterio! Pero su esperanza era inmensa, y no temía volver o no volver. Eso sí no soportaba estar sin Zul, aunque ella lo retuviera más bien para siempre.
¡Más pobre aún!, porque nadie le creímos que se pudiera llegar hasta ahí flotando sobre unas cañas. Pero en verdad: ¿Pobre él o pobres nosotros?
– Más allá hay peces grandes. –Decía obsesionado como un niño, y era verdad. E insistía:
 
7. Creemos
en él
 
– A las orillas vienen los pequeños que las olas pueden arrastrar, porque son débiles. Pero más allá están los peces grandes, finos y de más rico sabor.
– Pero, ¿cómo lo sabía? –Digo yo. Estaba poseído por algún espíritu, y tenía visiones.
– ¡Tup! ¡Tup! ¡Cálmate!
– En el horizonte están los verdaderos peces, adonde debemos tratar de llegar.
¡Y él fue! Fue capaz de ir. Y es él quien nos ha hecho pescadores de a verdad, porque nos enseñó a surcar las olas
Y nos donó el caballito de totora.
Ahora él siempre va delante de nosotros. Nos guía y nos alienta.
Cuando la neblina se cierra y el mundo se oscurece lo escuchamos hablar entre las olas.
Nos dice:
– ¡En todo horizonte hundan sus redes!
Y ahora nosotros creemos en él.
 
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CONVOCATORIA
XX ENCUENTRO
INTERNACIONAL ITINERANTE
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ITINERARIO
TELÚRICA DE MAYO, 2019
ABARCA DEL 10 AL 19 DE MAYO
LIMA:
VIERNES 10
HUARAZ:
(Se pernocta)
SÁBADO 11
CARHUAZ
YUNGAY
CARAZ
(Se pernocta)
DOMINGO 12
LA PAMPA
CORONGO
(Se pernocta)
LUNES 13
CABANA
PALLASCA
(Se pernocta)
MARTES 14
MOLLEPATA
ANGASMARCA
CACHICADÁN
MIÉRCOLES 15
(Se pernocta)
SANTIAGO DE CHUCO
(Se pernocta dos noches)
JUEVES 16
VIERNES 17
TRUJILLO
(Se pernocta)
SÁBADO 18
GUADALUPE
DOMINGO 19
EN EL CENTENARIO
DE LOS HERALDOS NEGROS
 
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