jueves, 3 de enero de 2019

3 DE ENERO: NACE DANIEL ALOMÍA ROBLES - FOLIOS DE LA UTOPÍA: Y, CON ÉL, EL CÓNDOR PASA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina

2019 AÑO
DEL TRIUNFO DEL BIEN

ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA
DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD
Y LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHU

CAPULÍ ES
PODER CHUCO



SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL



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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
CONVOCATORIA

HOMENAJE
A GEORGETTE DE VALLEJO



LUNES 7 DE ENERO
7 PM.

CASA MUSEO
CÉSAR VALLEJO YNFANTES (*)



PROGRAMA:

1. Saludo de bienvenida
CÉSAR VALLEJO CASTAÑEDA

2. Presentación de la actividad
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

3. Georgette en relación
a la cultura andina
RAMÓN NORIEGA TORERO

4. Significación de Georgette
en la vida y obra de César Vallejo
FLORENCIA ROLDÁN

5. Lectura de poemas del libro
“Máscara de cal” de Georgette de Vallejo
AMELIA MELGAR VÁSQUEZ

6. Georgette de Vallejo que yo conocí
DELFINA PAREDES (*)

7. Capulí en Reading
JUVENAL SÁNCHEZ LIHÓN

– ÁGAPE VALLEJIANO

Conducción:
SAMUEL CAVERO GALIMIDI

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3 DE ENERO



NACE
DANIEL ALOMÍA
ROBLES

  Daniel Alomía Robles - Foto: Elmer Rivera Godoy

FOLIOS
DE LA
UTOPÍA



Y, CON ÉL,
EL CÓNDOR
PASA


 Danilo Sánchez Lihón

1. El Perú
como un teclado

Daniel Alomía Robles a quien debemos “El Cóndor Pasa”, “Amanecer andino”, el “Himno al sol” y un conjunto glorioso de canciones, nació en Huánuco el 3 de enero del año 1871, estudió en su ciudad natal y luego, a la edad de 15 años se trasladó a Lima donde fue alumno en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
Terminados sus estudios secundarios se matriculó como alumno libre en la Facultad de San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar medicina, carrera que abandonó para dedicarse a la música.
Era por este arte, el de la música, por el cual estaba fascinado desde muy niño integrando el coro de la iglesia en su ciudad natal, y siguiendo ya en su adolescencia, y ya en la capital del Perú, a dos maestros que lo guiaron en esta expresión del espíritu: Manuel de la Cruz Panizo y Claudio Rebagliati.
Al suspender sus estudios en la universidad inició un peregrinaje devoto y conmovido por el Perú aborigen, conociendo sus costumbres, tradiciones y principalmente su acervo rítmico, melódico e instrumental.

2. Con todo
fervor

Escribió:
“Mi obsesión musical ha sido tanta en mis viajes que el Perú se me representa como un teclado. Creo que por el sonido podría decir en qué punto de mi país me encuentro en un momento dado”.
En ese peregrinaje formativo por la geografía sonora y anímica del Perú ancestral, descubrió el carácter pentafónico de la música andina que luego sustentó en un trabajo de investigación presentado el año 1910. Pero, años antes había contraído matrimonio, en el año 1897, con la pianista cubana Sebastiana Godoy Agostini que la apoyó con todo fervor a que se dedicara a la creatividad y al arreglo musical, y de quien él refiere:
“Para hacerme componer se valía de todos los recursos… solo así se explica que un día, sabiendo de la adoración que yo tenía por el recuerdo de mi madre, me dijera: “¿Y por qué no haces una misa a la Virgen de las Mercedes? Tú me has contado que tu madre le tenía una profunda devoción… Hice acercar un piano a la cama, porque estaba enfermo, y así compuse la misa a la Virgen de las Mercedes”

3. Concepción
del mundo

Fue una mujer así la esposa de quien luego legó al mundo “El Cóndor Pasa”, que lo compuso en base a acordes musicales recogidos del acervo y tradición cultural del mundo andino en su periplo etnomusical, pieza que fuera insertada como parte de una zarzuela que se estrenó el 19 de diciembre del año 1913 en el teatro Mazzi de Lima, y cuya partitura la patentó en Norteamérica en el año 1933.
Daniel Alomía Robles vivió 14 años en Estados Unidos. Compuso muchas canciones de extraordinario valor musical como “Amanecer andino” que es un rapto pletórico y conmovedor, y otras canciones como: “El indio”, “Resurgimiento de los andes” y el consagrado “Himno al sol” solemne y misterioso que tiene el poder de elevarnos con quenas y tambores al ámbito donde moran los dioses y desde donde esplende el sol.
La canción “El Cóndor Pasa” sus estrofas y armonías resumen la concepción del mundo de los antiguos peruanos al considerar la existencia de tres realidades: el Uco Pacha, o mundo de abajo; el Kay Pacha, o mundo de la superficie; y el Hanan Pacha, o mundo de arriba.

4. Patrimonio
cultural

Es una canción ascendente que rompe toda gravedad, cara a las montañas y a las estrellas, cara a las cumbres nevadas hechas de piedra y viento, de roca y lágrimas, de nieve y alas; asida al vuelo de vértigo del cóndor majestuoso; que combina el yaraví, el huayno, la muliza, el pasacalle, la cashua; así como la fiesta, la danza de celebración y, ¡cómo no!, el responso fúnebre.
Que es solemne, ritual y majestuosa; que es vibración, temblor íntimo y estremecimiento cósmico; que es de altura, de región estelar, de vuelo gigantesco; como corresponde al cóndor y a un país mítico y legendario como es el Perú, de nieves inmarcesibles, elevado a lo etéreo y estelar con el Kay, y escondido en su profundidad con el Uco Pacha en su vértigo de tierra, agua, viento y fuego.
Insondable en sus adornos y arpegios, en sus sombras y abismos inasequibles, en sus agobios y en su liberación inaplazable, tanto que siendo apenas una canción en el año 2004 fue declarada en el Perú Patrimonio Cultural de la Nación. Y Armando Robles Godoy, hijo del egregio compositor escribió esta hermosísima letra para acompañar la interpretación de la obra de su padre, y que dice así:

5. Y así
vivir

Prefiero ser un cóndor que un gorrión
y volar sin soñar y sin canción.
Prefiero ser un árbol que una flor
y crecer sin temer y sin dolor.
Buscar sin encontrar jamás
sin descansar sin fe ni paz.
Partir y nunca regresar y así vivir
y así pasar. Y así pasar.
Prefiero ser el beso que el amor
y olvidar sin llorar y sin rencor.
Prefiero ser la lluvia sobre el mar
y morir sin sufrir y sin cesar.
Buscar sin regresar jamás
sin encontrar sin fe ni paz.
Partir y nunca descansar y así vivir
y así pasar. Y así pasar…
Siendo este un poema notable, y siendo esta la versión con la cual más se lo interpreta, es un hecho singular en la cultura mundial que así se junten las almas de padre e hijo, ya que poner letra a “El Cóndor Pasa” es como ponerle letra a la “Quinta Sinfonía” de Beethoven.

6. Manos
cobrizas

En las rocas o pedrones de su base “El Cóndor Pasa” es una composición ancestral representativa de la cultura andina.
A esa avecilla en su cabeza alucinada como en sus alas poderosas, Daniel Alomía Robles supo otra vez darle ánimo, acunarla y darle altura.
Supo aliñarle las plumas cordales y darle nuevo aliento, agitación y alma; e impulsarla a volar otra vez en esta vida y en todas las que hubiera por delante.
Pero a quien debemos en esencia su existencia es al hombre nativo peruano, creador genuino de estas maravillas que son aportes a la civilización humana, como también lo es Machu Picchu, o los poemas de César Vallejo y los relatos de José María Arguedas.
Y lo mejor que tenemos se debe a ellos, a los indígenas, a los nativos, a los llamados “indios”, a quienes seguimos negando hasta el lugar en que se han reducido a vivir y que siempre fue de ellos.
Como es gracias a ellos también que existe la comida peruana. Porque, ¿no son acaso en su mayoría manos campesinas, cobrizas y morenas quienes las conciben y cocinan?

7. Hermoso
legado

Y así también en la pintura, ¿no fueron los artistas indios quienes delinearon y dieron color a la mayoría de cuadros de la eximia Escuela Cuzqueña de Pintura? Sea es humanidades como en las ciencias: Julio C. Tello, Santiago Antúnez de Mayolo, José Antonio Encinas, ¿no estuvieron plenamente identificados con ellos?
Lo mejor de la resistencia cultural andina, nos lo ha legado como ejemplo de heroicidad pacífica, ese mundo que sin embargo seguimos despreciando. La resistencia de la “Campaña de la Breña”, ¿quiénes lo conformaban?
Lo mejor del Perú Eterno es la población originaria de este suelo y de este cielo; y aquello que se identifica con esa raíz y esa savia nutricia como es el mundo andino.
De allí proviene “El Cóndor Pasa”, digno y hermoso legado del Perú al mundo, y del mundo a la eternidad, basado en nuestras raíces ancestrales, trascendiendo a Daniel Alomía Robles, quien pasó a otra vida en la villa de Chosica, muy cerca de Lima, el 18 de junio de 1942, queriendo estar al pie de los andes que fueran su reverencia y su adoración.

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