lunes, 19 de noviembre de 2018

19 DE NOVIEMBRE: DÍA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LA LIBERTAD - FOLIOS DE LA UTOPÍA: PUEBLOS MÁGICOS Y RECÓNDITOS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
Construcción y forja de la utopía andina
 
2018 AÑO
DE LA IDENTIDAD Y DEL PATRIMONIO
INALIENABLE DE NUESTROS PUEBLOS
 
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TUPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y PASIÓN DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO


 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


 
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A ALGUNOS POEMAS
DE CÉSAR VALLEJO


 
Muy apreciado Carlos Benites Sánchez:
Envío las apostillas o glosas introductorias a la lectura o declamación de los poemas que me indicas y en el orden en que los consignas:
LOS DADOS ETERNOS
Escrito en febrero de 1918, abrumado por la muerte de María Rosa Sandóval, a quien alude cuando dice: “tú no tienes marías que se van!”. Hace del plural Marías un símbolo de madre, amada, hermana, virgen. Tiene esta dedicatoria: Para Manuel González Prada esta emoción bravía y selecta, una de las que, con más entusiasmo, me ha aplaudido el gran maestro”. Conforma el libro Los Heraldos negros e impacta por su tono imprecatorio, rebelde y blasfemo, sin dejar de ser devoto, sincero como de quien está llorando, al decir “Dios mío”, con frases contundentes y plenas de significado como: “pero este pobre barro pensativo / no es costra fermentada en tu costado”.
LOS NUEVE MONSTRUOS
Conforma el libro Poemas humanos que fuera publicado póstumamente, el año 1939 por Georgette Philippart, esposa del poeta, y Raúl Porras Barrenechea. En este poema César Vallejo siguiendo una línea central desde Los heraldos negros vuelve a tomar como tema central del poema el dolor humano en una expresión libre, ya sin influencias modernistas, dueño absoluto de su lenguaje, en donde retuerce el idioma para que este exprese lo que no estaba preparado para decir en relación a la desdicha y desventura humana, a fin de que el idioma pudiera expresar lo inexpresable, como: “Crece el dolor en el mundo a dos minutos por segundo”.
LA CENA MISERABLE
Se publicó el 25 de agosto del año 1917 en la sección “Sábados literarios” del diario La Reforma, de Trujillo, e integró después la sección Truenos del libro Los heraldos negros. Tiene este poema toda la amargura, la desilusión y la fuerza de alguien que se consustancia con el dolor del mundo y se aflige por tanto sufrimiento. Tiene el tono de reproche de encararle a una entidad divina y superior por el abandono de su creación. Sin embargo, tiene a la vez diseñada la utopía que entre nosotros los peruanos fue realidad, pero que cabe avizorarla nuevamente en el horizonte del porvenir como el día en que, sentados a la mesa, al borde de una mañana eterna desayunemos todos.
ESPERGESIA
Poema compuesto en diciembre del año 1918 y agregado a los originales del libro Los heraldos negros, publicado ese mismo año, aunque empezó a circular en 1919. Inicialmente se pensó que el vocablo espergesia era un neologismo, pero se ha encontrado su significación en un diccionario antiguo de la lengua española como sinónimo al concepto de insistir, corroborar, reafirmar lo dicho, con lo que asombra cómo César Vallejo conocía más allá que los propios eruditos la lengua española. Es un poema desolador con el cual termina el libro Los heraldos negros y que repite la expresión “Yo nací un día / que Dios estuvo enfermo”, en tono de queja como si se tratar de un niño abandonado.
OBRERO, SALVADOR, REDENTOR NUESTRO
Fragmento que forma parte del Himno a los voluntarios de la República, poema fulgurante inspirado por Julio Gálvez, su amigo del Grupo Norte de Trujillo quien cambiara su pasaje de primera para viajar a Europa, por dos de tercera clase a fin de hacer posible que viajara también César Vallejo y que cuando él lo encuentra en Madrid vistiendo su uniforme de miliciano y lo abraza emocionado empezaron a nacer los versos de este poema redentor del género humano en donde la consigna es matar a la muerte. En él César Vallejo plasma toda su concepción dialéctica de la vida y del universo, así como también construye este poema desde las emociones más entrañables como de las concepciones políticas más acrisoladas en las cuales se había preparado rigurosamente buscando una solución a los males del mundo.
SOLÍA ESCRIBIR CON SU DEDO GRANDE EN EL AIRE
Es el poema tercero de España, aparta de mí este cáliz, libro escrito en adhesión a la República Española en el conflicto de la Guerra Civil que ensangrentó a España. Tiene como protagonista a Pedro Rojas que representa la realización máxima de un hombre. Tres símbolos son centrales en este poema: el corazón lleno de mundo que encontraron en su cadáver muerto. Una cuchara. Y lo que él suele escribir en el aire: “Viban los compañeros”. Lo que distingue a Pedro Rojas es su solidaridad. Él se levanta para volver a escribir: “Viban los compañeros”, lo que quiere significar que con Pedro Rojas el pueblo es inmortal, que no muere jamás, que se levanta y besa su catafalco ensangrentado para seguir luchando.
MASA
Es el poema XII de España, aparta de mí este cáliz compuesto de 15 poemas. Está fechado al pie el 10 de noviembre de 1937, apenas cinco meses antes de la muerte de César Vallejo, ocurrida el 15 de abril. Poema asombroso de la suspensión de la ley física por el amor universal y que inaugura un nuevo evangelio de la solidaridad humana, donde ocurren varios milagros siendo uno de ellos la capacidad de congregar a todos los hombres de la tierra sin excluir a ninguno, lo cual significa el hallazgo y encuentro del absoluto colectivo en donde el mandamiento de Vallejo es todos, donde todos se salvan o no se salva ninguno como utopía universal que solo la pertenencia a una cultura como la andina pudo haberlo inspirado a un genio que pupo recogerla.
ESPAÑA APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
Poema final del libro del mismo nombre, en donde César Vallejo deja un testamento moral a los niños del mundo, donde él encarga que sean ellos los que salgan a buscar a la verdad, al bien y a la belleza al decirles: “si tardo, / si no veis a nadie, si os asustan / los lápices sin punta; si la madre / España cae -digo, es un decir- /salid, niños del mundo; id a buscarla!… Es la mayor esperanza, en su estado límite y vital, como es a la vez la incertidumbre más absoluta en el destino del hombre; es la visión de la vida más pura y fraterna, pero teniendo ante sí las horrísonas fuerzas del mal y de la muerte. Es el rayo que no cesa, iluminando lo tenebroso de la noche y la condición sufriente del hombre y a la vez la aurora y el amanecer más radiante.
Con mi abrazo,
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
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19 DE NOVIEMBRE
 
DÍA
DEL PATRIMONIO
CULTURAL
DE LA LIBERTAD


FOLIOS
DE LA
UTOPÍA


 
PUEBLOS
MÁGICOS Y
RECÓNDITOS


 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Quién de hinojos como yo
con gran fervor implora
confundir nuestro destino
con los lazos irrompibles
del cariño y del amor.
Canción escolar
 
 
1. Las campanas
con sus repiques
 
 Los pueblos andinos, mágicos y misteriosos, constituyen un tesoro y un arca preciosa.
Defendamos su fisonomía propia, su personalidad amenazada y su conmovedora identidad.
He aquí su plaza: la altitud perfecta de sus techumbres, el volado exacto de sus aleros.
He aquí la inmensa armonía de sus balcones y sus paredes arrobadas en el alba, sumidas y ensimismadas bajo la sombra de los arcos de piedra, unidas de cal y canto.
He aquí las torres ladeadas de sus iglesias, ya con el brillo del sol en sus paredes de adobe. Oblongas por el estuco blanco que las campanas con sus dobles y repiques han desmoronado en sus vértices.
 
2. El sol
y la luna
 
 Caminemos por esta calle de portones añejos y ventanas ojerosas y que lucen hacia adentro patios empedrados.
Los corredores bajo los aleros son de ladrillos bermejos y hacia abajo en el centro entretejidos de exangües piedras del río.
Redondas y pulidas porque han rodado desde las cumbres hasta las orillas cercanas del río de donde han sido recogidas de allí el rumor que guardan en sus entrañas.
Son de una hermosura sin par las casas sobre sus cimientos de piedra, con árboles de distintas penumbras, aromas y colores; sombreados los muros y las veredas tendidas corren extasiadas a su vera.
Por eso, aquí se posan y vislumbran el sol y la luna con plena certidumbre, evidencia y magnificencia.
 
3. Una bandera
hecha jirones
 
 Desde estas baldosas, bajo el dintel y sobre el umbral gastado de estas puertas, salieron al alba para no regresar.
Lo hicieron quienes decidieron con pleno convencimiento salir a defender su tierra atacada por un enemigo codicioso y voraz en una guerra infausta.
Fueron a ofrendar sus vidas luchando por defender esta heredad y sus ideales bajo el emblema de una bandera que hizo que el viento y no ella se rasgara hecha jirones.
Sus tejados han sido levemente removidos por el furor amoroso de las aves que los cimbran y ladean.
Y por las lluvias inclementes, ahítas por caer y fecundar la tierra.
 
4. Tras
las ventanas
 
 Los balcones se prenden a las paredes como nidos que imitan los pechos albos de una adolescente, turgentes y expectantes, cual dos palomas extasiadas.
Los zaguanes están hechos de laja labrada.
¿Oyes las guitarras que aquí gimieron de amor y sus notas han quedado desveladas en sus trastes y nervaduras?
¿Y, cómo ingresan allí y puntean sus acordes las mandolinas que hacen sumergirse el alma en la más lacerante lejanía?
¿Y, la niña silenciosa que asoma por el corredor de arriba? ¿Por dónde camina, juega o se esconde?
 
5. Así
siento
 
 He aquí las piedras de sus calles por donde han pasado tantas procesiones y desfiles, como también lentos ataúdes camino al cementerio.
Las calles retorcidas, junto a las acequias, no son así porque sus fundadores no supieran templar un cordel ni trazar una huella rectilínea.
Se han cimbrado, o han quedado así porque han querido seguir el curso de los gritos de triunfo, como de los lamentos y despedidas.
Y del agua que corre por la orilla. Y para domeñar el viento, no dejando que su furor o frialdad arrase o se cuele por las ventanas.
Tampoco puedo apartar de mis ojos el perfil de las malvas en el muro de adobe y en tus tejas de arcilla.
 
6. Moras
y capulíes
 
 Tras las ventanas quedan las miradas transparentes de las mujeres que escucharon las serenatas.
Ellas no han muerto, sino que aquí viven para siempre.
Nadie se ha ido y todas están pendientes de las notas que surgirán después de aquellas que ya flecharon sus corazones.
Todas ellas están palpitantes tras el arrobamiento de estos postigos.
En tanto, entremos y veamos los balaustres de los corredores, del escalón y hasta la mueblería de la sala, el comedor y la cocina.
Desde el interior de las tapias de los muros viejos y torcidos invaden con su olor los huertos llenos y cargados de duraznos, limoneros y granadillas.
En el suelo unas tiernas moras y capulíes que han madurado en las ramas, yacen suspendidos.
 
7. Por ser
cómo eres
 
 Es porque los pájaros que aquí retozan en amoríos, arrebatos y furores, asustados los han dejado caer a medio picotear y a la deriva.
Son estos hierbajos del muro quienes podrán contar mejor la historia y hacerle frente a todo olvido.
No, no los arranquemos, afinemos más bien los oídos confiados, reverentes y ungidos a escuchar sus testimonios y confidencias.
Y tampoco no los defraudemos yéndonos tan lejos sin regresar hasta ahora.
Sin volver un día entrando por esa puerta y quedándonos extasiados escuchando las voces de la infancia y los quereres que se dieron y que fueron los más puros.
Y por ser así como eres siento cómo el mundo se arrodilla a tus pies, para adorarte, ¡oh tierra mía!
 
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