martes, 31 de julio de 2018

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 10 Nº 333, DEL 31 DE JULIO DE 2018

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TIEMPO NUEVO 
 
Internacional 
 
por  Addhemar Sierralta 
 
Año 10 Nº 333
 
 
Miami, 31 de julio de 2018
 
  
UN PAÍS QUE SE DESMORONA POR CULPA DE TODOS.
 
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
 
Pobre Perú. ¿Nos merecemos la corrupción e inmoralidad o es que somos así por naturaleza? No se puede decir que es solo gente de la derecha o de la izquierda. Tampoco blanquitos o cholitos. Ni de un específico nivel social, religión, preferencia sexual, o poder económico. Los destapes –que no son solo de ahora han ocurrido en la historia republicana- parecen ser algo más común de lo que parece.
 
Aparentemente –salvo error u omisión- en la época pre inca, durante el incanato y durante el virreinato la corrupción estaba controlada. El afán libertario permitió que llegaran San Martín y Bolívar quienes, teniendo como mujeres a Rosa Campusano y Manuelita Saénz, respectivamente, la primera oriunda de Guayaquil y la segunda de Quito, se dice que siendo ambas amigas obtuvieron en la cama que se formara Ecuador. Será verdad o mentira pero la independencia empezó a traer intrigas y acomodos, así como corruptelas y grupos de poder por alcanzar el dominio y manejo de los dineros del nuevo del flamante país.
 
Tal vez una monarquía como propuso Sn Martín hubiera sido mejor, quién sabe. Pero Bolívar quería ser “supra mandatario” y creó estados colocando en la cabeza a amigos y luego con la Constitución Vitalicia pretendió un poder sobre las naciones recién formadas. Pero sus lugartenientes se pusieron en contra suyo y terminó mal. De nada le valió –en Perú- eliminar a Monteagudo y Sánchez Carrión. La ciudadanía no lo quería. Es obvio que el mismo Bolívar detestaba a los peruanos.
 
DÓNDE RADICA EL VERDADERO CAMBIO.
 
Es obvio que el cambio real nace en la familia. Un hogar con principios y valores, con ética y moral, donde el amor, la solidaridad y el deseo de progreso se cultiven tiene las mayores opciones de forjar ciudadanos –que con ese ejemplo- tendrán una vida honesta y digna a pesar de los problemas que tengan que afrontar.
 
También es importante una escuela básica que mantenga esos aspectos mencionados en el párrafo anterior y que añada una educación cívica y patriótica con énfasis en un actuar permanente con disciplina, moralidad y calidad en el trabajo.
 
Es tiempo de dejar de echar la culpa de nuestros fracasos y frustraciones a otros. Es tiempo de erradicar los odios. Es el momento de ser más positivos, primero con nosotros mismos que somos los responsables de nuestra vida y luego procurando ayudar a quien lo requiere.
 
La proliferación de leyes no garantiza nada. El actuar del ser humano está por encima de las mismas. Tampoco ser profesional o tener buenas calificaciones coloca a los hombres y mujeres por encima de la corrupción. Así como tampoco evitar las reelecciones de todo tipo evitará delinquir. La base está en el comportamiento aprendido desde niño viendo el ejemplo familiar.
 
BUENAS INTENCIONES PERO FALTÓ MUCHO.
 
El mensaje del presidente ante el Congreso tiene muy buenos deseos e intenciones para tratar de hacer políticas de estado y tratar de unir a los peruanos para erradicar la corrupción y ser más competitivos para progresar. Pero la aplicación de los referendos y el mantener en las escuelas la ideología de género y una historia mal contada generarán enfrentamientos y posiblemente más tensión.
 
Si nacieron las religiones fue para ayudar a los humanos a mejorar. El tratar de atacarlas y desfigurar sus principios morales solo busca minar a la sociedad y a su base que es la familia. Todas las ideas pro comunidades LGTB, acerca de la identidad de género, sobre el aborto, la exageración de la onda feminista, etc., son parte de maniobras políticas de extremistas que buscan destruir esos principios y valores básicos de la humanidad. Pero, lamentablemente, se mantiene la ideología de género en las escuelas.
 
Lo lógico hubiera sido buscar un consenso multipartidario. La generación del caos es lo que busca la izquierda recalcitrante. Ellos pretenden desacreditar a los partidos políticos y a las instituciones básicas del estado para generar descontento. Situaciones parecidas se vivieron en otras épocas y países. El resultado fue dar cabida a gobiernos dictatoriales izquierdistas o de pseudo-izquierda coludidos con el narco tráfico lo que devino en miseria y muerte para sus pobladores.
 
Un anuncio para combatir decididamente la situación de terrorismo y narco tráfico en el VRAEM no se escuchó. Tampoco se dijo nada acerca de combatir la minería informal que destruye nuestra ecología y genera crímenes y explotación. Menos escuchamos algo para promover la industria de hidrocarburos. Tampoco nada específico para combatir la delincuencia y mejorar a la policía nacional.
 
 
 
EN HONOR A MARCO AURELIO.
 
Por Johnny Padilla (Perú).
 
La partida de Marco Aurelio Denegri, una de las mentes más lúcidas de este país, conmovió y causó un tremendo impacto, no solo en los círculos intelectuales, que lo tenían como referente habitual, sino también en quienes lo seguían a través de La función de la palabra, programa de televisión en que el “polígrafo” (escritor o autodidacta que trata sobre materias diversas) llevaba información y cultura a sus seguidores. Hoy muchos presumen de conocer su obra, muchos se declaran fieles hinchas de sus programas de televisión, otros manifiestan que su forma de enfrentar la vida fue inspiración para las suyas. En buena hora, al fin y al cabo, sea mentira o verdad, no estamos para dudar de súbitas declaraciones de admiración a personajes que nos dejan, y mucho más si son de la estatura de Denegri. Pero dejemos el oportunismo y vayamos a lo concreto, a lo real, a lo que convirtió al intelectual en una figura mediática que le permitió trascender de círculos restringidos a terrenos algo más masivos. ¿Cuál fue el vehículo, la herramienta? Pues la tan vapuleada televisión, que hizo al maestro un conductor que nos ofrecía desde el más especializado comentario literario y la opinión certera hasta la entrevista sabrosa a diversos personajes que ilustraban con sus respuestas y conocimiento. La función de la palabra, que transmitía TV Perú, es el mejor ejemplo de que la cultura debe tener espacio en nuestra pantalla chica como un aporte necesario, y que el canal estatal tuvo el tino de mantener hasta que Denegri cayó enfermo. Y en honor a Marco Aurelio, hay que hacer todos un “mea culpa”, especialmente quienes exigen, se jalan los cabellos y hasta salen a las calles en marchas pidiendo un mejor contenido en televisión comercial. Seamos consecuentes y apoyemos esos espacios que difunden cultura y que tanto creemos merecer; el canal del Estado tiene muchos de visión obligatoria. Y los otros, los canales de señal abierta, en honor a Marco Aurelio, apuesten por al menos algunas horas en las que, además de la diversión, también se pueda transmitir conocimiento. La cultura no está divorciada del entretenimiento, es cuestión de comprometerse. Es más fácil sacar cuerpo, hacerse los locos, dejar que otros den el primer paso. Ya es hora, la sociedad lo exige. Sería el mejor homenaje al maestro.
 
 
 
¡SEÑORES A CAMBIAR!
 
Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
 
"Los hombres se cansan de su propio entusiasmo".
Hilaire Belloc
 
Trataré, esta vez, hacer propuestas constructivas, algunas bastante sencillas, a un Gobierno al que, sin arrepentimiento, elegí. Comienzo por el propio Mauricio Macri: aprovechando la excelente consideración que tiene su gestión en el mundo, reconstruya simultáneamente todo el sistema ferroviario nacional, de pasajeros y carga, y concesiónelo; se trata de un elemento fundamental para el desarrollo del país, sea por la imprescindible reducción en los costos logísticos, sea por la conservación de la maltrecha infraestructura vial, sea por la protección del medio ambiente. China, por ejemplo, estará dispuesta a acompañarlo en esa tarea. Tuvimos, años ha, 47.000 kilómetros de vías férreas, y hoy sólo quedan 6.000; el peronismo, en su etapa menemista, fue el responsable de su sistemática demolición. Si esta recomendación fuera escuchada, miles de argentinos sin preparación, y muchos que la tienen, encontrarían trabajo de inmediato, en un momento especialmente complicado para el empleo, y se reactivaría la industria de la construcción.
 
Al Ministro de Modernización, Andrés Ibarra: soy consciente de la imposibilidad legal de despedir a los cientos de miles de inútiles premiados por el kirchnerismo con empleos públicos a costa de nuestros impuestos; más, si le sumamos el duro presente de la economía y la consecuente dificultad para que ese personal superfluo sea absorbido por un mercado de trabajo menguante. Le sugiero, simplemente, seguir pagándole el sueldo pero mandarlo a casa; ahorrará problemas (actúan como quintacolumna) y dinero (café, teléfono, robos hormiga, ocupación de espacio, etc.) y mejorará la atención al ciudadano; además, tendrá menos presión a la hora de negociar los aumentos de salarios.
 
A Carolina Stanley, cuyo cargo -Ministra de Desarrollo Social- no envidio, le pido que avance en la bancarización de todos, todos, los planes y subsidios sociales. Resulta indispensable para terminar con los punteros que los intermedian y que, con amenazas, arrean a los más pobres a los piquetes cuyos objetivos ignoran y que nos torturan a diario. Tiene, pese a las malintencionadas afirmaciones de Monseñor Jorge Lozano, la sensibilidad suficiente para tomar a su cargo las actualizaciones que correspondan, sin necesidad de negociarlas, bajo extorsión, con los caudillos kirchneristas que sólo buscan medrar, económica y políticamente. Y controlar que esos beneficios tengan efectiva contraprestación laboral y educativa.
 
A Jorge Triaca, Ministro de Trabajo, le sugiero que deje de tener contemplaciones con los caciques sindicales, entronizados en sus cargos desde hace décadas. Avance con auditorías integrales sobre todas las organizaciones, sean o no amigables, puesto que muchas de ellas se han transformado en verdaderos emporios económicos de propiedad de sus caudillos, que cometen todo tipo de delitos y tropelías para conservar el poder. Sé que el riesgo es alto, especialmente ahora, ya que podrían acceder al control elementos trotskistas, pero la historia de los últimos setenta y tres años prueba que puede ser peor la permanente extorsión a la que los actuales dirigentes "de derecha" han sometido a la sociedad.
 
A Claudio Avruj, Secretario de Derechos Humanos, le exijo que, como prometió el Presidente de la Nación, termine con el "curro"; debe dar a conocer, sin más, la lista completa de quienes hayan recibido indemnizaciones del Estado por la presunta violación de sus derechos. Hemos gastado por ese concepto cifras siderales, que superan los tres mil millones de dólares, y merecemos, aunque sólo sea como contribuyentes, conocer el destino de esos fondos. Y, por supuesto, debe dejar de actuar como querellante en las pantomimas que, bajo la forma de amañados juicios de lesa humanidad, siguen persiguiendo a los militares de los 70's por el sólo hecho de haber vestido uniforme; debiera darle vergüenza que sus subordinados aplaudan que se le deniegue la prisión domiciliaria a los presos políticos, mientras se concede a tipos como Facundo Jones Huala, el violento mapuche separatista, cuya extradición a Chile ya debiera haberse otorgado.
 
A Germán Garavano, Ministro de Justicia, le recomiendo acelerar en la cobertura de los cargos judiciales, una vez que reciba las ternas que debe  envíarle el Consejo de la Magistratura, para mejorar el mal servicio que hoy presta el Poder Judicial a la comunidad, y seguir insistiendo en la creación de nuevos juzgados federales en lo criminal y correccional, para evitar que las veletas togadas que acompañan los vientos políticos desde Comodoro Py sigan haciendo de las suyas.
 
A Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad, cuya gestión aplaudo de pie, le pido que aplique a rajatabla, junto al Gobierno de la Ciudad, el protocolo dispuesto para el ejercicio del derecho a la protesta en el espacio público, y avance en la denuncia judicial de las actitudes subversivas, provengan éstas de los organismos de derechos humanos, de las organizaciones sociales (las intensificarán a fin de año) o de los araucanos. E impulse fuertemente la sanción de la "ley de derribo", un elemento fundamental que ha probado su eficacia disuasora en la lucha de Brasil contra el narcotráfico.
 
A Oscar Aguad, Ministro de Defensa, le sugiero explicar muy claramente el nuevo diseño de las fuerzas armadas, para adecuarlas a un escenario en el que ya no existen hipótesis de conflicto con los países vecinos ni se justifica el despliegue territorial que resultó indispensable para la integración del territorio nacional en los albores del siglo XX. Pero, también, que medite sobre qué garantías ofrecerá al personal militar para evitar que corra la suerte de los dos mil ancianos que hoy se pudren en las cárceles de todo el país por cumplir las órdenes del Poder Ejecutivo; debiera conversar ya mismo con sus pares para poner fin a esa inicua persecución, so pena de ver desobedecidas las instrucciones que imparta.
 
A Alfredo Rubinstein, Ministro de Salud, sólo que renuncie. No puede permanecer en su cargo después de no recordar haber prestado el juramento hipocrático ni, menos aún, luego de impulsar tan fuertemente la ley del aborto; que un médico, cuya misión natural es salvar vidas, se manifieste a favor del asesinato resulta demasiado ominoso.
 
A Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios, le pido que, sin recortar la libre expresión que reina hoy en la televisión y en las radios oficiales, haga dos cosas: exponga claramente las obras que el Estado está realizando en todo el país y no permita que desde esas plataformas, que pagamos con impuestos, se siga insultando a las autoridades que hemos constitucionalmente elegido. Una cosa es la libertad y otra, muy distinta, son las manifestaciones destituyentes del obsceno "club del helicóptero".
 
A Alejandro Finocchiaro, Ministro de Educación, le encarezco escuche los consejos de Alieto Guadagni, un hombre esencial a la hora de la  planificación que esa materia requiere en todos sus niveles.
 
Como dije, algunas de estas sugerencias son importantes y, otras, bastante elementales pero, si se siguieran, creo que el humor de la sociedad, hoy triste y pesimista, mejoraría enormemente.
 
Bs.As., 28 Jul 18
 
      
EVOCACIÓN DE AMOR.
 
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
 
El 15 de junio de 2015 escribí esta nota que puse en Facebook en el Día del Padre. Hoy –a poco de celebrar 48 años de matrimonio- quiero compartirla porque afianza mis sentimientos y creencia que la familia es la base.
 
Yo tuve la suerte de tener dos padres y tres madres. Creo que pocas veces se da tal felicidad.
 
Mi papá Alberto fue mi guía, el ejemplo a seguir, y mi papá Eduardo en la distancia me dejó la vena artística. 
 
Uno cuando tiene hijos cumple un anhelo. Pero nada -si de logros se habla- se da sin el soporte de la madre de aquellos mis pequeños Pierre, Giuly y Addhemar. Gracias Yoco, por los 45 años de compañía y por haber planificado juntos a nuestra familia, que en lucha permanente, hoy llega a la cuarta generación. Ya tengo hijo abuelo y los años nos han dejado siempre el deseo de ser mejores como ayer en Mother of Christ, donde mi amigo el padre Tony, nos permitió renovar nuestros votos matrimoniales en ceremonia sencilla como fue la de nuestra boda, y volvimos a hacer las promesas de amor que son nuestra luz permanente.

 
Dejo al final a mis tres madres. No porque sean lo último, sino que son la fuente de la estructura de nuestra familia. Desde mi mamama Margarita, mi mamá Margot y mamá Rosita, quien me tuvo en su vientre, me dieron el cariño y amor, los principios y sabiduría necesarios para afrontar los retos de la vida. Fui un afortunado por tenerlas a ellas. Las dificultades en el camino se hicieron menos duras porque me enseñaron a sobreponerme y a luchar siempre con amor al prójimo. Fueron las enviadas de Dios, los ángeles de mi guarda hasta sus últimos días.

 
Hoy es Día del Padre y pienso en todos, en mi papá Alberto quien cantaba alegremente, aún en la adversidad, me hizo amar a los libros y ser bueno con la gente. También fue otro padre mi tío Agustín, quien me recordó a menudo que Dios está en todos nuestros actos. Y tengo que ser agradecido con Dios y la Virgen, mi familia y mis guías que escogieron a mis seres queridos para ayudarme.
Gracias a todos quienes hicieron de mi un mejor ser humano. Un saludo a mis amigos que son padres. Bendiciones.
 
 
 
EL MATRIMONIO ES COMO UNA CASA (Relato).
 
Por Andrés Fornells (España).
 
Un excelente relato de mi estimado amigo Andrés. Yo, como el abuelo, en casi cincuenta años he reparado muchas veces la casa del amor.
 
—Abuelo, el matrimonio mío está haciendo aguas. Creo que Laurita y yo vamos a terminar separándonos.
 
El anciano examinó con sus ojos cansados, mostrando preocupación, el angustiado rostro de su nieto. Le dio lástima de él porque estaba viendo que sufría y podía cometer uno de esos errores de los que uno se arrepiente toda su vida.
 
—A mí puedes hablarme claro. Sabes que cuentas con mi cariño y mi comprensión. Cuéntame que os ocurre.
 
—Me da un poco de vergüenza, abuelo —un tanto cohibido el joven.
 
—No debe darte ninguna. Cuando eras muy crío, tu madre te dejaba a mi cuidado y tú no guardabas ningún secreto para mí, pues yo te cambiaba los pañales sucios y pestilentes, te lavaba y te ponía otros limpios y secos.
 
—Es verdad, abuelo. Desde mi venida al mundo solo buenas cosas has hecho por mí.
 
—Pues déjame que haga otra más. Cuéntame que os ocurre a Laurita y a ti.
 
—Nos ocurre que cada vez nos tenemos menos cariño. Que lo hacemos solo los fines de semana y, a veces ella pone la excusa de que no se encuentra bien y no lo hacemos tampoco. Cuando nos casamos, era todos los días que disfrutábamos de nuestro cariño, y ella nunca me decía que no se sentía bien.
 
El anciano esbozó una sonrisa mitad tierna, mitad triste acordándose de su querida mujer que lo dejó viudo tres años atrás, y a la que seguía echando de menos todas las horas del día.
 
—¿Cuántos años lleváis casados Laurita y tú?
 
—Tres. No hace tanto tiempo, abuelo. Nos echaste un discurso muy bonito durante el banquete.
 
—Cierto. Os eché un discurso. ¿Lo recuerdas?
 
—Claro. Dijiste que el matrimonio era como una casa. Una casa al principio está nueva, pero con el tiempo va necesitando pequeños arreglos. Unas manos de pintura. Algunos desperfectos en su estructura general. Las lluvias y los vientos desconchan partes de las paredes exteriores, castigan el tejado y hay que cambiar por otras nuevas tejas que se rompieron. Asentar losas que se soltaron. Cambiar alguna que se rompió. Si no existen más del mismo modelo, cambiarlas por algún modelo que se le parezca lo más posible.
 
—Exacto, querido Tino. Y repetí un par de veces que las reparaciones son necesarias, inevitables, imprescindibles. Pero lo más importante de todo, lo que siempre debe prevalecer es la casa. Nada es más importante que la casa. La casa nos cobija, la casa nos protege de todos los elementos adversos. La casa es lo mejor que poseemos. La construimos con los mejores materiales que poseíamos. Nos costó mucha ilusión, amor y esfuerzo. No podemos permitir que se derrumbe. ¿Has entendido esto bien? Tu abuela y yo estuvimos arreglando nuestra casa durante casi cincuenta años y fue maravilloso. Esa casa nos cobijó a todos nosotros, a tus padres primero y a ti y a tu hermana después. No permitas que, por unos pocos malentendidos, por unos momentos de cansancio, de desilusión, de monotonía, de tedio, vuestra casa, la de Laurita y tuya se venga abajo. Te arrepentirás toda tu vida si lo permites. Laurita y tú os casasteis locamente enamorados. Cuando os mirabais el uno al otro todos podíamos ver cegadores destellos de amor en vuestros ojos. No permitáis que los enemigos de todas las casas minen los cimientos de la vuestra y la derrumben. Escucha: una noche del fin de semana llévate a Laurita a cenar a un restaurante romántico. Cómprale unas flores. Esas pequeñas delicadezas gustan muchísimo a las mujeres. Mírala con los ojos de tu alma, como la mirabas cuando os enamorasteis, y dile que la sigues queriendo con todo tu corazón. Y cuando se lo digas te darás cuenta de que es verdad, y verdad será cuando ella te diga que también te quiere de igual modo. Y vuestra casa seguirá cobijándoos hasta la próxima reparación, que terminará necesitando. No se ha construido todavía casa alguna libre de reparaciones.
 
Conmovido, Tino agradeció el consejo del anciano:
 
—Gracias, abuelo. Eres un sabio.
 
—No, muchachito. Solo soy un hombre que ha reparado muchas veces su casa y ha aprendido a hacerlo lo mejor que sabía. 

(Copyright Andrés Fornells)
 
 
PERÚ: MUNDO DE LEYENDAS.
 
Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).
 
Vale la pena comentar que Kukuli es la hija de mi amiga Alfonsina –autora de esta nota- y ella es pintora con un arte excepcional. El amor de madre e hija siempre está presente en ambas.
 
KUKULI Y SUS SUEÑOS DE COLORES
 
En algún sitio del Perú me contaron la tierna historia de un niño que tenía como amigo un pajarillo. No había mucho que ver en los cerros donde apacentaba sus alpakas y sus llamas. Pero la avecilla que volaba por los cielos llenaba su soledad. Lo buscaba al final de cada viaje y se pasaba el tiempo contándole las mil maravillas que había visto. Hasta que un día se despidió, prometió volver y no regresó. El niño lo esperó, lo extrañó y pensó muchas cosas, que había cambiado de rumbo, que anidó en algún lugar parte o que se cansó de retornar. Un día tuvo que bajar al pueblo y en un recodo del camino distinguió unos huesos pequeños al lado de unas plumas que creyó reconocer.  Cogió el  más largo y al limpiarlo escuchó la voz del pajarillo. Muy apenado le contó que regresaba cuando un cazador lo mató, pero que no se acongojara, sólo debía soplar el hueso y con la música brotaría su voz para seguir relatándole bellas historias.
 
A Kukuli le gustó la historia y dibujó a los pequeños protagonistas para un conjunto de cuentos infantiles que llamé ‘Huch’uysito, el Pequeñito’. Nuevamente trabajamos juntas.  
LA BANDERA DE LOS INKAS
 
Hace años que quiero pensar, sentir y soñar a la manera andina y confieso que no es fácil. La mentalidad occidental data de quinientos años atrás desde cuando se adhirió a nuestra vida como una segunda piel. Por eso cabe su imposición en el subconsciente colectivo y nos haría bien salir de su control para mejorar. En ese camino muchos se preguntan hasta qué punto es importante que los antiguos peruanos hayan tenido una bandera. No deja de ser hermoso contemplar cómo flamea la ‘blanquirroja’, más volvamos al siglo XVI, cuando América estaba cercada por dos océanos y otras culturas se desarrollaban en esta parte del planeta.  Al momento en que la inventó un cronista oficioso o dijo, un khipukamayuq informado, que existió una bandera antecediendo al gran acompañamiento del príncipe cusqueño Atawalpa en Cajamarca.
 
Ahora que he leído el libro sobre la Historia de Puno y el Altiplano, del acucioso historiador Nicanor Domínguez, veo el tema con más claridad. No se sabe si existió esa bandera. Si los cusqueños de aquella época la idearon para que fuera rampando, es decir alzándose en alas del viento. De hecho tal insignia tuvo que ser diferente a otras de largo historial que llegaron del Viejo Mundo con Pizarro. Para no abundar en ejemplos pienso solo en las wankas que cambiaron su valle tibio por el altiplano en tiempo de los inkas. Acompañaron a sus padres, hermanos y esposos porque debían pelear a muerte con los chiriwanos que subían una vez al año de las yungas para robar mujeres y comida. Ellos les estaban ganando cuando insólitamente las wankas, en una decisión desesperada, se levantaron dando tremendos wapidos y sus voces tuvieron el efecto de una bandera tremolando sobre sus cabezas. Los chiriwanos que nunca vieron gritar a las mujeres de esa forma pensaron que aquellas estaban poseídas por espíritus muy poderosos. Se retiraron en tropel y nunca más volvieron. Me lo contaron en Huancané. 
 
La insignia-bandera no tenía que ser necesariamente de tela. Para las wankas fue su voz izada hacia el firmamento. Estudiosos muy autorizados recogen la unancha de los crónistas de siglo XVI. Como estos entendían mal el qechwa y lo escribían peor y parcamente pudo ser una especie de guión. No hay figura u otro vestigio que lo apoye. No se sabe si los khipukamayuq alcanzaron a describirla. Los Inkas debieron tener una insignia y es probable que existiera en otros reinos de nuestro territorio como los muchik. Podría haber sido de oro, de plata,  cuadrada, rectangular, en triángulo. Si existió la unancha de colores en esa época fue de mucha riqueza, pero cabe que maestros especializados pintaran los siete colores de k’uichi, el arco iris, sobre un metal como el cobre y sus aleaciones.
 
Me parece que los inkas lo hubieran pensado mucho si se tratara de una bandera de colores. Un arco iris adueñándose del cielo después de la lluvia se ve imponente pero cae después en los charcos,  como castigado por veleidoso y fatuo. Y quién dice que siempre son siete colores, podrían ser de cinco, cuatro, tres o dos. Los habitantes del campo no lo miran nacer ni lo señalan porque puede matar y pudre los dientes. Pero si bien fuera un estandarte con el arco iris por su prestancia quién sabe si sería ajedrezado y no lineal.
 
Me dirán por qué escribo Qosqo, lo hago porque los españoles quisieron deslucir a la ciudad puma para convertirla en ciudad perro. En español cuzco es un perrillo insignificante. Además la primera Pachamama conocida se llamó Pachamama Qosqowanka, una madre tierra que apareció sentada en el centro de una gran piedra en el lecho del lago glacial que rompió uno de sus diques en la Angostura y huyó. 
 
¿Y la wiphala? Es una bandera ajedrezada. . ¡Qué linda, qué orgullosa! Podría devenir del Tawantinsuyo. El ajedrezado se aleja mucho, por ser muy antigua, de la lineal de colores. Para mí fue un regalo del tiempo verla en una pintura de la Escuela Cusqueña hecho por un qelqereq del virreinato. Se trata de un arcángel sin arcabuz que la lleva del brazo como si fuera el unkhu o túnica de un Inka. Más antes se lució en manos de un estandartero imperial tallado en un kero polícromo.
 
¿Qué fue entonces la bandera del Tawantinsuyu? Tal vez una especie de estandarte o una bandera cuadrada. El señor de Sipán tuvo uno, que tal vez  reprodujeron los plateros inkas de Qosqo en oro y plata. En una espléndida manta virreinal  el Inka se muestra varias veces con un estandarte ajedrezado al lado de su Qoya y … ¡no es una bandera! 
 
 
  CÉSAR VALLEJO: POETA DEL PUEBLO Y DE LA ESPERANZA.
 
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
 
Evocación y homenaje a Vallejo y a Georgette –su esposa- con ocasión del centenario de “Los heraldos negros”. Una síntesis se presentó, el 28 de julio pasado en la celebración de los 197 años de la independencia del Perú, en el evento organizado por el Instituto de Cultura Peruana (ICP) en Miami.
 
Para muchos considerado el más grande poeta peruano y a nivel hispanoamericano comparable con Neruda. Su poesía contundente y original expresa, desde lo más hondo del alma, el sufrimiento del hombre oprimido, su solidaridad con los más humildes y una esperanza cautelosa pero sincera de cambio en el ser humano. Este hombre –con mayúsculas- es César Vallejo.
Uno de sus estudiosos señala : "En diversas etapas de su obra se notan los influjos del modernismo, la vanguardia, el indigenismo, la poesía social y el impacto de acontecimientos históricos, como la Guerra Civil española. Nació en Santiago de Chuco, en la zona andina norte del Perú, en el seno de una familia con raíces españolas e indígenas.
Desde niño conoció la miseria, pero también el calor del hogar, lejos del cual sentía una incurable orfandad. Estudió en la Universidad de Trujillo, ciudad donde recibió el estímulo de -la bohemia- local formada por periodistas, escritores y políticos rebeldes. Allí publicó sus primeros poemas antes de llegar a Lima a fines de 1917”.
Desde 1892, año de su nacimiento, hasta su muerte en 1938 –en París- su obra impactó entre quienes lo conocieron. 
Notas sobre su vida reseñan que en Trujillo apareció su primer libro "Los heraldos negros” (1918) y en 1920 hace una visita a su pueblo natal, donde se ve envuelto en unos disturbios que lo llevarán a la cárcel por unos tres meses; esta experiencia tendrá una crítica y permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy directo en varios poemas de su siguiente libro, Trilce (1922).
Se considera esta obra como un momento fundamental en la renovación del lenguaje poético hispanoamericano, pues en ella vemos a Vallejo apartándose de los modelos tradicionales que hasta entonces había seguido, incorporando algunas novedades de la vanguardia y realizando una angustiosa y desconcertante inmersión en los abismos de la condición humana que nunca antes habían sido explorados”.
Uno de los poemas más representativos de aquella época inicial, y posiblemente de los más conocidos del poeta, es "Los heraldos negros” que deseo compartir con ustedes:
 
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos,

como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza,
como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Vallejo, viaja a París donde permanecerá (con algunos viajes a la Unión Soviética, España y otros países europeos) hasta el fin de sus días.
Los años parisinos fueron de extrema pobreza y de intenso sufrimiento físico y moral. Participa con amigos como Huidobro, Gerardo Diego, Juan Larrea y Juan Gris en actividades de sesgo vanguardista, pero pronto abjura de su propio Trilce y hacia 1927 aparece firmemente comprometido con el marxismo y su activismo intelectual y político.
Escribe artículos para periódicos y revistas, piezas teatrales, relatos y ensayos de intención propagandística, como Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin (1931). Inscrito en el Partido Comunista de España (1931) y nombrado corresponsal, sigue de cerca las acciones de la Guerra Civil y escribe su poema más político: España, aparta de mí este cáliz, que aparece en 1939 impreso por soldados del ejército republicano.
Toda la obra poética escrita en París, y que Vallejo publicó parcamente en diversas revistas, aparecería póstumamente en esa ciudad con el título Poemas humanos (1939). En esta producción es visible su esfuerzo por superar el vacío y el nihilismo de Trilce y por incorporar elementos históricos y de la realidad concreta (peruana, europea, universal) con los que pretende manifestar una apasionada fe en la lucha de los hombres por la justicia y la solidaridad social”.
Eduardo Gonzáles Viaña, en una de sus novelas –acerca del vate- señala con detalle una circunstancia del viaje a Europa:
"En alta mar, Vallejo sacó de uno de sus bolsillos para leerlos de nuevo los urgentes telegramas de Antenor Orrego. Su generoso amigo lo había urgido a aceptar la invitación que él y Julio Gálvez Orrego le hacían para viajar a Francia.
 TU VIAJE A PARIS RESUELTO STOP JULIO LOGRO CAMBIAR MI NOMBRE POR TUYO 
STOP HAZ MALETAS HERMANO STOP ANTENOR A ese telegrama, había respondido César con una tajante negativa. Pero Orrego insistió:
 URGENTE CESAR STOP VIAJA CON JULIO STOP YA ME TOCARA STOP NOS VEMOS EN PARIS STOP NO OLVIDES JUICIO REABIERTO STOP ANTENOR 
El último decía solamente: EN PARIS ESPERATE DESTINO STOP PERU LA CARCEL STOP ANTENOR 
Vallejo se había resistido a aceptar el sacrificio del filósofo, pero después de dos telegramas, el tercero apelaba a la razón más temible. El juicio había sido reabierto, y se le estaba notificando a presentarse ante el juzgado de Trujillo con apercibimiento de detención.
 Cuando se dio cuenta de que la cárcel tenía otra vez la boca abierta para él, aceptó.
Salir del Perú era escapar de los infiernos. En alta mar, aspiró largamente como si quisiera alimentarse de libertad. Después, dobló otra vez los telegramas y los metió dentro de un único sobre. Dirigió la mirada al horizonte, y descubrió que el cielo se había tornado inmenso y emitía destellos de un azul obstinado.
Apenas se disipó la densa niebla, comenzaron a acercarse a las islas de Lobos de Afuera. Desde ellas, parecía salir unas voces fragantes que se confundían con los golpes y fragores del oleaje.
-Es un canto de sirenas -le explicó alguien a su lado. Vallejo lo miró de reojo. Sólo pudo notar que estaba vestido de blanco. El hombre agregó:
 -Eso es lo que dicen los marinos. 
El "Oroya" aceleró y se puso lejos del alcance de las sirenas que se desgañitaban llamando a los tripulantes.
 El "Oroya" había salido del Callao hacia Francia el 17 de junio de 1923. El filósofo era dueño de un pasaje, pero había preferido transferírselo al poeta.
En vez de la frialdad de la crítica limeña o el infierno carcelario de Trujillo, César viajaba hacia su destino. Orrego nunca más pudo hacer el soñado viaje. En el Perú, habría de sufrir casi dos décadas de prisión por su amor a la justicia social. Sin saberlo, César Vallejo y Antenor Orrego habían intercambiado sus destinos, o acaso sus almas…”
 Hablar de Vallejo es leer y escuchar su arte para poder compartir sus anhelos. Otra de sus inspiraciones más notables, y premonitoria, es :
 

 
PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA
Me moriré en París con aguacero,

un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París -y no me corro-

tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto

a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,

con todo mi camino, a verme solo.
César Vallejo ha muerto, le pegaban

todos sin que él les haga nada;

le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos

los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos...
Pero César era también un lírico notable y en los siguiente poemas se vislumbra el sentimiento humano y de amor :
 
BORDAS DE HIELO
Vengo a verte pasar todos los días,

vaporcito encantado siempre lejos...

¡Tus ojos son dos rubios capitanes;

tu labio es un brevísimo pañuelo

rojo que ondea en un adiós de sangre!
Vengo a verte pasar; hasta que un día,

embriagada de tiempo y de crueldad,

vaporcito encantado siempre lejos,

¡la estrella de la tarde partirá!

Las jarcias; vientos que traicionan; vientos

¡de mujer que pasó!

Tus fríos capitanes darán orden;

¡y quien habrá partido seré yo!
 
SAUCE
Lirismo de invierno, rumor de crespones,

cuando ya se acerca la pronta partida;

agoreras voces de tristes canciones

que en la tarde rezan una despedida.
Visión del entierro de mis ilusiones

en la propia tumba de mortal herida.

Caridad verónica de ignotas regiones,

donde a precio de éter se pierde la vida.
Cerca de la aurora partiré llorando;

y mientras mis años se vayan curvando,

curvará guadañas mi ruta veloz.
Y ante fríos óleos de luna muriente,

con timbres de aceros en tierra indolente,

cavarán los perros, aullando, ¡un adiós!
Este último poema con la rima consonante tradicional nos revela que también dominaba esta faceta.
Pero su dominio también lo demuestra en ¡ Cuídate , España … ! apelando a una inusitada fuerza y ritmo –como Darío o  Chocano- y he aquí este sonoro ejemplo :
 

¡CUÍDATE, ESPAÑA...!
¡Cuídate, España, de tu propia España!

¡Cuídate de la hoz sin el martillo,

cuídate del martillo sin la hoz!

¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,

del verdugo a pesar suyo

y del indiferente a pesar suyo!

¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,

negárate tres veces,

y del que te negó, después, tres veces!

¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,

y de las tibias sin las calaveras!

¡Cuídate de los nuevos poderosos!

¡Cuídate del que come tus cadáveres,

del que devora muertos a tus vivos!

¡Cuídate del leal ciento por ciento!

¡Cuídate del cielo más acá del aire

y cuídate del aire más allá del cielo!

¡Cuídate de los que te aman!

¡Cuídate de tus héroes!

¡Cuídate de tus muertos!

¡Cuídate de la República!

¡Cuídate del futuro!…
De la vida de Vallejo habría mucho por decir. Pero esta ocasión tiene sus límites. Aún así quiero hablar de la mujer que le acompañó hasta su muerte, que reunió su obra póstuma y luchó junto a él hasta después de muerto para lograr el traslado de sus restos a Montparnasse y publicar con amor el legado de su esposo. Estoy hablando de Georgette Marie Philippart Travers, quien desde muy jovencita se enamoró de César. Tuve la suerte de conocerla y compartir con ella algunas confidencias, cuando fuimos vecinos en el Edificio Marsano en Miraflores, por los años sesenta en Lima.
Ella, de claras ideas izquierdistas, sintió que no era querida por muchos de los amigos y conocidos de su esposo. Sus últimos años los vivió solitariamente y en su recuerdo permítanme compartir con ustedes un poema que le hice :
 
LLANTO DE AMOR

(A César y Georgette Vallejo).
Erguida

pese a sus años

con la mirada

medio grisácea

como el cielo limeño

y evocando el tiempo

tal vez su dolor

o aquel  Jueves Santo

en un París lluvioso

ese frío cerca al Sena

cuando las manos

temblorosas y cálidas

de su querido César

hablaban desde su alma

pidiéndole volver

aunque fuera cadáver

a su tierra cobriza

que se hacía bruma

entre la tos y el sudor

porque sabía

de su pronta partida

y del adiós a Georgette.
Muchos del Perú

no me querían

pensaban que era

poca cosa para él

renegaban mis ideas

que fueron con amor

nuestra comunión popular

convertidas
en llantos nocturnos

como si ambos

estuviéramos en la cruz

redimiendo penas

de su pueblo

muriendo

lacerado por la explotación

eran fervorosas confidencias

 
de la emoción de Georgette.
Cuántas veces confundió

sus temblorosas manos

entre las mías

como queriendo transmitirme

entre sus balbuceos y llanto

el legado abandonado

las promesas no cumplidas

los oropeles de homenajes vanos

y el olvido de ese

su amado pueblo

de su deseo postrero

aún no realizado

de dormir en terruño

humilde y peruano.
Ha transcurrido

casi siete décadas

todavía reposa

Vallejo en Montparnasse

duele aún  de muerte

gimen sus huesos

Georgette dejó la vida

defendió el ideal

publicó su obra póstuma

mas jamás pudo

repatriar sus restos

ella no paseará por el parque

ni acariciará a  su perrito

seguirán sus pasos

y su alma solitaria

vagando por el edificio Marsano

donde al salir los sábados

le ayudaba a cruzar la calle

tomándola de la mano

para escuchar su clamor

y su esperanza:

él regresará

cuando el Perú

llore por amor.
Estimo que aún estamos en deuda con Vallejo y algún día debemos lograr que sus restos reposen en su tierra.


  
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Fuente: 

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
 
 
Addhemar Sierralta
 
Año 10 Nº 333 de 31 de julio de 2018