martes, 3 de julio de 2018

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 10 Nº 331, DEL 03 DE JULIO DE 2018

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TIEMPO NUEVO 
 
Internacional 
 
por  Addhemar Sierralta 
 
Año 10 Nº 331
 
 
Miami, 03 de julio de 2018
 
PUNTO DE VISTA.
 
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
 
ELECCIONES EN COLOMBIA Y MÉXICO.
 
La elección de Duque en Colombia y de López Obrador en México cobran importancia debido a que el “socialismo del Siglo XXI” y sus aliados (Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia) se vienen derrumbando debido a su ineficacia, su corrupción y por ejercer unas dictaduras delincuenciales.
 
Con Duque en Colombia se contrarresta el avance de las FARC y otros terroristas asesinos dando camino a un gobierno democrático. Por su parte AMLO –en México- si bien ganó ampliamente, en parte por la corrupción y malos gobiernos del PRI y otros, tendrá que manejar con cordura su ímpetu izquierdista, primero porque no la tendrá tan fácil pese a la mayoría que tiene, porque los malos ejemplos de Venezuela, Cuba y Nicaragua le harán pensarlo dos veces antes que arremeter con sus ofertas electorales. Tendrá, también, que llegar a acuerdos con Trump si es que desea que su país avance.
 
Si AMLO desatara un gobierno izquierdista al estilo Chávez o Maduro, es posible que tenga dolores de cabeza porque México no merece un gobierno de ese estilo y debe recordar que tiene un vecino que no actuará como lo hizo con Cuba o Venezuela.
 
TRUMP Y SU CAMINO HACIA LA PAZ.
 
Pese a que la izquierda de U.S.A. y los demócratas insisten en poner piedras en el camino del gobierno de Donald Trump, los logros económicos internamente y su camino hacia la paz con Corea del Norte parecen iluminar su marcha hacia un reconocimiento nacional e internacional.  La próxima reunión que hará con el presidente ruso, Putin, abrirá aún más el camino para consolidar una paz con China, Corea del Norte y Rusia. Ello es muy favorable porque permitirá enfocarse –a estos países - en ayudar a Europa en sus problemas migratorios y desarrollar una pragmática acción para detener a los extremistas musulmanes que atentan contra la paz.
 
La elección de López Obrador, como presidente de México, contra lo que pueda pensarse, puede significar el arribar más pronto que tarde a acuerdos sobre los tratados comerciales, inmigración, combate al narcotráfico y ayudas para el desarrollo de los mexicanos.
 
VIZCARRA EL CAÍDA LIBRE.
 
En Perú el presidente Vizcarra sigue disminuyendo su popularidad a cifras que no vale la pena ni comentar. Todo eso, como lo señalamos en el número anterior, debido a errores de total desconocimiento de la realidad. Los casos más significativos se han dado en los aumentos del impuesto selectivo al consumo, aumento de los combustibles y dejar sin efecto los decretos de PPK acerca de la exploración petrolera.
 
El haber logrado facultades extraordinarias del Congreso no podría ser suficiente si no aprovecha, el Ejecutivo, para poner en marcha disposiciones que ayuden al país para generar desarrollo. Con un “premier” como Villanueva y ministros –aparentemente sin capacidades- queda duda en la ciudadanía si podrá hacer algo bueno el flamante mandatario.
 
Por otro lado las elecciones municipales que se avecinan –con demasiados candidatos- parecen desconcertar a los electores y existe un clima de incertidumbre incentivado por los odios a los partidos y a los candidatos. Estamos lejos del positivismo y de planteamientos serios y viables.
 
   
OBRADOR, LA GRAN ESPERANZA ENVENENADA PARA MÉXICO Y AMÉRICA LATINA.
 
Por Hugo Salinas (Perú).
 
salinas_hugo@yahoo.com
 
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), representante de casi todas las izquierdas de México, viene de ganar ampliamente las elecciones generales. Es el nuevo presidente de México y la esperanza de los pueblos de una América Latina en búsqueda de un gran líder.
 
Correa se convenció él mismo de ser el gran conductor de América Latina cuando, en verdad, tenía pies de barro. Lula, el gran sindicalista del otro coloso de la América Latina, Brasil, está pasando a la historia como el izquierdista más corrupto en el manejo de las arcas del país. Evo se desinfla de más en más, y sus programas sociales así como su Estado Plurinacional no resuelven los problemas centrales de Bolivia. Y la revolución socialista del siglo XXI en Venezuela ha mostrado ser un populismo ramplón.
 
Por su parte, AMLO ha prometido un “cambio radical”, tal como lo exigen las grandes mayorías de un país robusto en población y en recursos naturales. México siempre ha sido el líder natural de los países de América del Sur. Obrador y sus aliados, ¿están en la posibilidad de atender las exigencias nacionales, y no caer en los errores de Chávez-Maduro, Correa, Lula y Evo?
 
Vayamos directo al grano. Casi todos los izquierdistas de México han federado a una consigna propuesta por Obrador: la causa de todos los males de México es la corrupción. Mutatis mutandis, es una propuesta política que se asemeja a la de Tsipras en Grecia. Éste, terminó con las esperanzas del pueblo griego en menos de dos meses. Espero equivocarme, pero Orador se desinflará, con bastante probabilidad, en un tiempo parecido. ¿Por qué? Por dos razones simples.
 
La primera razón se funda en el hecho de que los izquierdistas coaligados no se han puesto de acuerdo previamente en las medidas concretas a poner en juego para eliminar la corrupción. Cuando se inicie esta discusión vendrán las disensiones y el proyecto político terminará en uno más del montón: sin eficacidad alguna. Será el continuismo asegurado de un sector político corrupto y asesino.
 
La segunda razón toca al marco teórico del proyecto político propuesto por los izquierdistas, con Orador a la cabeza. Ellos aseguran que la corrupción es la causa de los grandes problemas de México. Craso error, salvo que el objetivo no sea precisamente lo prometido: el “cambio radical”.
 
Supongamos por un instante que Obrador resuelva el problema de corrupción, ¿cuál será el nuevo rostro de México?
 
Sin lugar a dudas que observaremos con mayor claridad las grandes desigualdades socio-económicas que no habrán sido tocadas en lo más mínimo, una gran mayoría de la población marginada, empobrecida, embrutecida por los vicos y, un pequeñísimo sector de la población que maneja la casi totalidad de la actividad económica como sirviente del Tío Sam. Y en este juego veremos a la “clase media” jugar su mejor partido en provecho personal y apátrida.
 
López Obrador tomará las riendas de México con la anuencia previa de los Estados Unidos. Una complicidad que ya nos indica con toda claridad que su gobierno será tal como lo es el de Evo, y lo fueron de Lula y Correa. AMLO seguirá realizando las reformas que el Capitalismo requiere para continuar extrayendo los recursos naturales a precio de regalo, apropiarse del valor agregado por los pueblos a precio de cholo barato y, con la muerte asegurada de todos aquellos que realmente quieren un cambio profundo en el destino de los pueblos de América Latina.
 
La coalición de los grupos políticos de izquierda, así como el de los sectores sociales en búsqueda de cambio, no debe por ningún motivo apoyarse en banderas de fenómenos secundarios como la corrupción, el medio ambiente, las luchas indígenas, indigenistas, o reivindicativas de salarios. Si bien estos problemas los confrontamos cotidianamente y hacen mal a la sociedad, ellos o alguno de ellos no son la causa profunda, esencial; no es ni son la raíz de nuestros problemas de sociedad y economía.
 
Tenemos que llegar a comprender que mientras nuestras alianzas no se realicen sobre la verdadera raíz del mal, todos nuestros esfuerzos serán insulsos, ilusorios, y seguiremos sembrando confusión y desaliento.
 
Nuestra tarea es encontrar la raíz de los grandes males de sociedad y economía a fin de proponer una solución válida históricamente. Y es en torno a este punto crucial que se deberán realizar todas las alianzas y frentes.
 
Saint Nazaire, 3 de julio del 2018
 
  
SUICIDIOS Y CISNES.
 
Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
 
"El pesimista se queja del viento; el optimista espera
que cambie; el realista ajusta las velas"
William George Ward
 
No resulta difícil establecer la fecha de nacimiento de la verde marejada que golpea tan fuerte a nuestra economía ya que, a mi modo de ver, comenzó con la discusión en el H° Aguantadero de la muy suave (¿gradual?) reforma previsional, que tan violenta repercusión tuvo en la calle. En ese momento, todo el sistema armado por Cambiemos para lograr la famosa gobernabilidad, siempre anhelada cuando se trata de un gobierno en minoría y que tiene al peronismo en la oposición, un rol al que éste no está acostumbrado ni en el que se encuentre cómodo, saltó por el aire.
 
Hasta entonces, todos, absolutamente todos, estábamos convencidos de la fácil victoria de Mauricio Macri en 2019, lo que implicaría un verdadero cambio de paradigmas en la cultura política nacional, ya que se transformaría en el primer presidente no peronista en resultar reelecto desde que el Movimiento naciera, allá por 1945. A su vez, el triunfo cambiaría fuertemente la composición de las cámaras legislativas, con todo lo que eso significa en materia de poder real.
 
Pero apareció el cisne negro de la conferencia de prensa del 28 de diciembre del año pasado, en la cual fue declarada terminada la independencia del Banco Central, una condición esencial para generar confianza en los mercados internacionales, y todo se complicó definitivamente.
 
Luego, se juntaron aún más negros nubarrones -en realidad, fue la falta de ellos- sobre nuestro cielo económico y el repetido fenómeno de La Niña representó, con la sequía, un golpe monumental sobre nuestra balanza comercial; el aumento en las tasas de interés estadounidenses, las actuales guerras económicas de Donald Trump contra China y la Comunidad Europea y el brusco incremento en el precio del petróleo, todos hechos previsibles a partir de la mera lectura de los discursos del Presidente de Estados Unidos, produjeron una fenomenal aversión al riesgo de los inversores, que comenzaron a huir en masa de los países emergentes.
 
Esa fuga fue especialmente significativa respecto a la Argentina, fuertemente dependiente del financiamiento externo -nuestra economía no genera los dólares que gasta y la sociedad no parece tener ganas de aceptar esa verdad de Perogrullo-, con altísimas tasas de interés en pesos y muy escasas balas para una creciente especulación contra su propia moneda; para entender de qué estoy hablando, basta recordar que George Soros, en 1992, consiguió doblegar al propio Banco de Inglaterra, apostando a la baja de la libra esterlina, y embolsó US$ 1.000 millones en 24 horas.
 
Y allí el diablo de la política volvió a meter su cola, con la demagógica e impracticable ley mediante la cual todas las tribus de la oposición pretendieron retrotraer las tarifas de energía a valores de hace un año, un costo -traducido en nuevos subsidios- realmente impagable para el ya debilitado Estado. Mientras alzaba sus fervorosas manos populistas en los respectivos hemiciclos, las mismas que se niegan a aprobar la ley de extinción de dominio en la corrupción, el peronismo en pleno rogaba por veloz veto presidencial al disparate suicida; así, quedó bien con sus acongojados seguidores y, a la vez, no asumió parte del sideral golpe que hubiera significado para las finanzas de las provincias que gobierna. Pero, claro, desde la ventana desde la cual los inversores externos miran a nuestro país, el hecho quedó registrado como un nuevo aumento en la inseguridad jurídica, algo que sigue faltando a dos años y medio de gobierno de Cambiemos.
 
Los gremios tradicionales, que habían demostrado racionalidad en la negociación salarial del primer semestre, se ven ahora apretados por la realidad: los trabajadores han perdido poder adquisitivo por la inflación, en gran parte debida a la fortísima devaluación y, utilizando esa verdad como arma, la presión de la pinza formada por Hugo Moyano y la necesidad de frenar sus inconmensurables problemas judiciales, por un lado, y las organizaciones de izquierda que les roen los talones, por el otro. Ante la imposibilidad de mostrarse pasivos o faltos de reacción, se vieron obligados a convocar a un paro nacional que, por la adhesión de todas las ramas del transporte, adquirió una importante significación, aunque sólo sirviera para complicar aún más la situación.
 
Ante ese panorama, coloreado también por la baja en la ponderación de la imagen del Gobierno, en general, y de Mauricio Macri, en particular, el peronismo ha vuelto a acariciar la idea de forzar un ballotage y recuperar el poder en el año que viene. Con la natural preocupación generada por la posibilidad -no la probabilidad, que considero reducida- de tener que asumir el poder en estas condiciones, tuvo la prudencia de no sumarse al irracional griterío de la izquierda y del kirchnerismo, ahora de consuno con las organizaciones piqueteras de las más diversas filiaciones, contra el gigantesco apoyo financiero que recibió el Gobierno del FMI, respaldado e impulsado, en forma unánime, por todas las grandes potencias mundiales.
 
Y aquí corresponde que todos, en especial quienes rechazan ese salvataje desde las más diversas posiciones, nos preguntemos quién pondrá ese faltante de dólares que tiene nuestra economía, de dónde saldrá el dinero necesario para generar energía y regalarla, inclusive quién pagará los planes sociales que, en parte, permiten a muchísimos argentinos escapar a la miseria absoluta. La respuesta es obvia, pero debiera hacerse carne en todos estos nihilistas que, nuevamente, pretenden romper todo lo existente para construir sobre él un paraíso socialista: nadie, absolutamente nadie.
 
Si lograran triunfar, si consiguieran arrasar con todo, no alcanzaría ningún ahorro nacional que, por lo demás, volvería a fugar, para paliar el inmenso déficit y, por supuesto, la esperanza de que aparecieran estúpidos inversores extranjeros se diluiría para siempre. El efecto que eso produciría lo tenemos frente a nuestras narices: Venezuela, que literalmente flota sobre un mar de petróleo, se hunde en la desesperación y en la miseria más absoluta, mientras la inflación bate records todos los días y, pese a que ya llega al 900%, se presume que alcanzará este año 100.000%. ¿Es verdaderamente eso lo que quieren? Porque debo informarles que están cerca de conseguirlo.
 
Debemos, de una vez por todas, convencernos de algunas irrefutables verdades: a) para poder distribuir riqueza, primero hay que generarla; b) con todos sus defectos, ciertos, el único sistema económico capaz de generar riqueza es el capitalismo; c) todos los países que trataron de hacer historia "combatiendo al capital" han fracasado; d) Argentina no es un país rico, pese a sus cuantiosos recursos naturales; e) para movilizarlos y explotarlos, se requieren inversiones de enorme magnitud; y f) para que esas inversiones lleguen, es esencial que ofrezcamos seguridad jurídica y, sobre todo, seriedad en nuestra conducta. Ni Rusia, ni Cuba, ni Nicaragua, ni Bolivia, ni siquiera Uruguay lograron triunfar contra esas verdades económicas, y la propia China, sin ceder un ápice en su sistema político comunista, ha permitido la apertura económica y hace temblar al mundo.
 
Nos estamos jugando la última oportunidad, y como sucedió en el fútbol, está en nosotros, en todos nosotros, aprovecharla porque, a pesar de que tengamos que sufrir varios meses, la alternativa no puede ser peor. (Bs.As., 30 Jun 18).
 
 
  DESARROLLO A TRAVÉS DE CENTROS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y CAPACITACIÓN.
 
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
 
Querer desarrollar al país parte por ciertos conceptos que hay que tener en cuenta y, obviamente, ponerlos en práctica “amalgamadamente”. Cuando se habla –en estos últimos tiempos- de CIENCIA Y TECNOLOGÍA  y de GESTIÓN, INNOVACIÓN y TECNOLOGÍAS  los coloco con mayúsculas para resaltar su importancia, y podemos decir que hay mucha razón para mencionarlas debido a que se les requiere con urgencia.
 
El tratar de poner en práctica estos conceptos no ha sido nada nuevo en el Perú. Por ejemplo a comienzos de los años 80 del pasado siglo ya se enfocó este aspecto en Petróleos del Perú. Lo digo con conocimiento de causa porque en esa época me tocó ser el primer gerente del Centro Nacional de Capacitación Petrolera (CENCAP), que entre otro fines, tenía el de poner en marcha la transferencia tecnológica en el sector.
 
Lamentablemente el CENCAP fue distorsionado por el gobierno de Alan García quien usó los fondos para otros objetivos, dispersó la financiación y terminó por echar por tierra lo que pudo ser el comienzo de un sistema de desarrollo real. Se han perdido casi 40 años en los que se pudo desarrollar las técnicas empleadas entonces.
 
Se detectó que necesitábamos desarrollar tecnología de punta, para lo que se requiere una base científica probada. En esos momentos eran las empresas extranjeras quienes las aplicaban en alto porcentaje en la industria. PETROPERÚ lo hacía pero en menor porcentaje. Las universidades e institutos formaban profesionales y técnicos con programas desfasados y que demandaban, luego de su graduación, participar en planes de entrenamientos para llevarlos al nivel requerido.
 
Pudimos determinar que era necesario no solo contar con personal técnico, de ingeniería básicamente, sino también con personal de gerentes que permitieran planificar y poner en marcha una gestión adecuada y eficaz. Ello nos llevo a visitar realidades en otros países más desarrollados. Obviamente en el Perú había déficit de profesionales y técnicos en el rubro.
 
La tarea requería contactar con las empresa extranjeras que operaban en el Perú en la industria petrolera. También con las empresas nacionales operadoras y aquellas que eran proveedoras para garantizar la calidad de los productos, bienes y servicios que se necesitaban. En ellas se consideraban también las de logística, especialmente las de transportes terrestres, marítimos y fluviales.
 
Con estas premisas el plan se enfocó en hacer participar al sector empresarial privado y estatal vinculado a la industria de hidrocarburos. Asimismo involucrar a las universidades e institutos tecnológicos que formaban al futuro personal. Obviamente recoger las experiencias de países más desarrollados y trabajar en conjunto. De allí el decir “amalgamadamente”.
 
Se consiguió que los planes y programas del CENCAP fueran financiados con contribuciones directas de las empresas petroleras extranjeras que operaban en el país. De esta manera, debido al beneficio que obtendrían al contar con personal mejor preparado lo hicieron gustosamente. Además contribuirían con su propio personal de alto nivel técnico en caso de ser necesario. También su personal participaba en cursos internacionales y eventos del CENCAP pagando por su participación (independientemente de su contribución). Se coordinó con el Ministerio de Energía y Minas para recibir el apoyo requerido.
 
Dentro del plan estaba el trabajo con las universidades que resultó muy exitoso. La Universidad Nacional de Ingeniería, la Universidad del Pacífico y la Pontificia Universidad Católica del Perú fueron las primeras en trabajar con el CENCAP. Estos centros de estudio se beneficiaron con actualización de profesores  y ajustes de planes de estudios (UNI), coordinaciones para ajustes de planes de estudio (PUCP y UP). Se logró un acuerdo con la UP para preparar al personal de PETROPERÚ con alto potencial en su programa de Maestría en Administración y que tuvo éxito.
 
También se realizó por vez primera en el país los cursos de inmersión, con internado completo, en idioma inglés, para preparar al personal que se empezaba a enviar a su especialización en el extranjero retomando los planes que estuvieron detenidos por cuestiones políticas durante el gobierno militar. Igualmente, por vez primera, se dio impulso a los congresos internacionales y ferias del sector con el objeto de mantener al personal de la industria y proveedores de equipos y de servicios, así como al de universidades e institutos, debidamente actualizados con los nuevos desarrollos.
 
Se intensificó el programa de becarios en PETROPERÚ coordinando con las más destacadas universidades e institutos técnicos del país para que sus mejores estudiantes hicieran prácticas en las instalaciones de la empresa. Este programa abarcó practicantes, en las áreas técnicas y administrativas de  los estudiantes en sus últimos años de estudios. La mayoría de estos practicantes se quedaría trabajando luego en la empresa y muchos llegaron a gerentes.
 
Cuando se tenía planeado comenzar con los programas de apoyo científico y centros de simulación industrial, en 1985, cambió el gobierno y todo quedó en nada.
 
Por ello es necesario retomar programas que en los diversos sectores industriales conjuguen la participación empresarial, universitaria y técnica, así como el apoyo estatal para impulsar un desarrollo moderno y eficaz. La gestión, la ciencia y la tecnología van de la mano y se requiere desarrollar de inmediato estos centros promotores y realizadores. 
 
 
  LA LEY.
 
Por Roger Casalino (Perú).
 
Si aceptamos que las cosas son como son, jamás serán como deben ser. Las leyes rigen 
como rigen y no como deberían regir. La ley se da, se promulga, luego los tecnócratas hacen un reglamento que la acomoda, la desvirtúa, la institucionaliza y la pone en vigencia para que cada juez, al aplicarla, la interprete a su sano juicio.  Eso no es del todo malo. Tampoco es del todo bueno. Dependerá de la calidad humana de quien la administra. La pucha.Menos mal que no soy abogado, me volvería loco antes de llegar a ser justo. Cincuenta mil leyes, cincuenta mil reglamentos, y otras tantas ordenanzas municipales –estas son las peores, no son leyes pero friegan  a los vecinos que da miedo; equivalen a los chicos de trece años que no son jóvenes, no son niños pero quieren parecer adultos- y ochenta mil juicios que hacen jurisprudencia. No. No podría. ¿Será cosa del diablo?
 
Pienso que el cáncer de la justicia es la tentación congresal de producir leyes de conveniencia y personalistas, que se dan desde la mediocridad en que se debaten, entre legalismos y una pléyade de abogados que dicen conocer todos los caminos que conducen a un fallo, encaminándola a satisfacer su propia conveniencia o amor propio. Esta actitud es la que provoca en la población ese rechazo a la ley y al sistema que tanto daño hace a la gobernabilidad del país. Provoca también, esa horrible sensación de desprotección que se soporta sobre los hombros en la lucha por la supervivencia, que es cada día más dura. Es por ello que la gente común que deambula por las calles, prefiere ignorar la ley y se pregunta: Además del fútbol que nos une cuando, muy de vez en cuando, la selección nacional gana un partido de fútbol ¿Seremos peruanos? Bueno. Mientras tanto, sigamos sobre muriendo.
 
 Los genios que hay en ésta, la profesión más difícil que existe, no se hacen notar, porque como tales, son humildes.
 
Con humildad también yo, reflexionaré seriamente en verso sobre la ley porque la pobre no tiene voluntad, es como un garrote que simplemente se aplica.
 
                        La ley
 
 Sus debilidades el hombre protege con la ley
como el cactus se protege con espinas,
es el arma que da poder al poderoso,
la inteligencia con que el débil hace reyes,
es la fuerza que te inclina si caminas,
triste canción de un festín escandaloso.
 
La ley no te permite ser lo tú quieres,
es el dedo que te muestra el calabozo,
usa una mano para asirte por el cuello
para que no puedas elegir lo que prefieres,
y para evitar que algún triunfo te dé gozo
con la otra mano te sujeta del bolsillo.
  
Bendita ley para quien de ella se vale
entre escritos, papeles y argumentos
para hacerse rico, digno y elegante.
Maldita ley par quien lucha, dale y dale,
por un pan, abrigo y otros elementos
para olvidar su mundo de indigente.
 
La ley jamás induce.. ella obliga.
La ley jamás nos pide... nos impone.
La ley jamás indica... ella exige.
La ley jamás es buena... es la ley.
La ley jamás es justa... es humana.
La ley jamás es mala... sólo es ley.
  
No soporto ni entiendo por qué, en el Congreso, a la hora de votar, los supuestos padres de la patria, deben utilizar la estúpida norma que les permite abstenerse. Ellos fueron 
elegidos para manifestar la opinión del pueblo, no para callarla y así ocultar su falta d
e valor. Podría tomarse  como voto vendido o arreglado a intereses subalternos. Lo más sensato es calificarlo como un aporte de cobardía a la disciplina de la incompetencia con visos de corrupción. La abstención es el equivalente al dedo del mercader, que con disimulo, evita que la balanza dé el peso justo. Debe ser que no saben que la abstención tiene dos principios: o no sabe nada del tema, o no se atreve a saberlo. El primero es consecuencia de la ociosidad o el desinterés. El segundo es falta de valor o presencia de compromiso, o sea, compromiso para callar convenientemente, o que le han introducido un par de gusanillos en ciertas partes y el dolor no les permite hablar. “Interprétese” Parlamento = Lugar instituido para hablar. No se hizo para callar. 
 
Quizá nos ayude a comprender esto, aquel hecho sucedido hacen muchos años, cuando 
Teodoro Roosevelt era Presidente de los Estados Unidos. Resulta que en Marruecos, los árabes secuestraron a su Embajador y su familia. Roosevelt ordenó que se movilice las fuerzas disponibles en el área y que tomen por la fuerza el Palacio árabe. Sus asesores le indicaron que eso era contra la ley. Roosevelt respondió: ¿Por qué arruinar tanta belleza por una legalidad? Nadie nos amará, pero nos respetarán.
 
Pero los seres humanos no podemos con nuestro genio y ponemos en constante pugna la ley de los hombres en contraposición a la ley de Dios. Mientras una restringe las libertades la otra las promueve, envilece y autoriza. Mientras la ley de Dios dice no hagas esto o no hagas aquello, la ley de los hombres te dice que es tu derecho ser libre, hacer tu voluntad, hacer las cosas como quieras y cuando lo desees. Tu voluntad es sagrada, la constitución y las leyes te lo garantizan y amparan, pero, porsiacaso, vas preso.  Mientras la ley de Dios te dice abstente de esto, abstente de aquello, sacrifícate y ayuna, la ley de los hombres te induce al consumismo, a la gula y al libertinaje, porque sin ello, no habrá progreso y tu vida no tendrá sentido. Te hace creer que la desperdicias.
 
Cuando Dios dice “no matarás” los hombres hacen la guerra y tienen cancha libre para 
matar, y así sucesivamente. Dios y el hombre son antagónicos naturales, sin duda, porque el hombre no acepta restricciones sin revelarse, lo que probablemente es su mayor virtud, aunque ella sea su perdición. Es parte de la soberbia heredada de Lucifer que lo llevó a querer un universo propio. Es una posición heroica que la humanidad se juega ante la eternidad.
 
¿Qué podemos hacer para ser dignos de la bondad de Dios? Si a la hora de vivir nuestra
vida, todo nos dice que debemos aceptar las leyes de Dios y de los hombres, pero desde
lo más profundo de nosotros mismos, sentimos que algo se revela y nos impulsa a  desobedecerlas. Nada... Simplemente vive tu vida. Sé feliz pero no  atropelles la naturaleza, no le hagas daño a nadie a sabiendas, no permitas que el exceso te anule. El secreto de la coexistencia está en amar al prójimo como te amas a ti mismo, rendir culto a tus ancestros y proteger  tu descendencia.
 
Que el exceso de Dios no te obnubile.
Que la falta de Dios no te llene de desgracia.
Que ser humano te haga digno.
Que ser humano te haga honesto.
Que ser humano te haga hombre.
Que tus hijos sientan el orgullo de ser tuyos.
 
Quien ama siente el impulso de dar.
Quien es inseguro siente el impulso de quitar.
Quien odia siente el impulso de matar.  
 
 
  VIEJAS CONQUISTAS.
 
Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).
 
Convertir el viento en  música, aprender el lenguaje  de las estrellas y los astros, formar una familia con la naturaleza, crear laboratorios de genética para domesticar cientos de plantas alimenticias y animales, realizar sus sueños a través de las artes, trepar los peldaños del aire para construir sus viviendas, descubrir el secreto de los minerales, tomar la fuerza espiritual de la piedra, seguir las estaciones del año con sabiduría, navegar en los crepúsculos remando hacia el sol, alumbrar el tiempo con la luna, llevar con sus manos el agua a los desiertos, inventar la alegría, dejar que fluya su bravura como un río, caminar de brazo con  la muerte hacia la vida, es algo extraordinario. Los pueblos del antiguo Perú dieron un sentido grandioso a su existencia. Negar sus conquistas es falta de conocimiento, conciencia del atraso de otros o el producto de su propia subestima.   
 
La culinaria peruana, que puede colmar una mesa kilométrica con manjares de climas fríos, templados y ardientes, sorprende a los gastrónomos más avezados con lo que ofrece. Sabores, fragancias, delicadezas y exotismos propios de un país con una naturaleza pródiga en frutos y con una cultura gastronómica milenaria que goza además del toque telúrico que le confiere un carácter mágico y sagrado.
 
Aquí, la historia y la leyenda van de la mano cuando se trata de explicar el origen de los alimentos como un regalo divino, una ofrenda de amor o el producto de una investigación que duró siglos de siglos, registrando casi fotográficamente el brote de una hoja o la apertura de un capullo, así como la conducta de los animales desde que nacen hasta que están listos para convertirse en fuente de proteínas.
 
Hay un creador todopoderoso, invisible, que puede ser Kon, Ai Apaiek, Pachayachachiq o Pachakamaq; un padre cósmico que genera calor vital, es el Apu Inti o Padre Sol; una madre celeste que influye en las mareas y en los eclipses, es Mama Killa; una madre marina que es Mamaqocha, bien amada por los pescadores; una madre terrena, Pachamama, fecunda y generosa; y, una infinidad de espíritus benéficos o maléficos porque todo es dual en el mundo andino, cuyo hábitat es la inmensidad del cielo, los palacios de cristal de los nevados, la entraña misteriosa de los cerros o el aposento encantado de los lagos, las lagunas y los ríos.
 
Personajes mágicos surgidos de la imaginación fértil y el conocimiento que va acumulando de un hombre que arranca de la noche de los tiempos, desnudo, sin pasado y sólo con presente. Un hombre que recorre un inacabable trayecto de auroras en trance de adquirir experiencias y convertirse en un ser que domina y transforma su medio ambiente de acuerdo a sus necesidades, porque en su vida todo es funcional, pero nada exento a la vez de una dosis muy profunda de arte y poesía, como si siempre  hubiera sido un soñador.
 
Hace 10,000 años es un ser sobrecogido por el espectáculo grandioso de una geografía avasallante, como si anduviera perdido entre amaneceres con catedrales de celajes sobre su cabeza y crepúsculos con soles de cobre que caen en el bolsillo sin fin del horizonte; frente a un océano de olas encrespadas, cuyo lenguaje intenta vanamente entender; en arenales, que al ser arrastrados por el viento se retuercen como los anillos de una sierpe de escamas tornasoladas; por valles y quebradas pobladas de voces rumorosas, por pampas y punas que tienden su vegetación franciscana al pie de los glaciares donde se refracta el parpadeo de las estrellas, y, la selva, donde la luna deja caer su cauda nupcial sobre la copa de los árboles y el arco iris cuelga del aire como una rara flor.    
 
Tal su universo, aún desconocido para él, que es un recolector de paladar silvestre que obedece a las necesidades elementales de su estómago. Una criatura que se guía por el hambre en un territorio vasto donde experimenta cada día sensaciones nuevas, en el cual es su propio “conejillo de Indias” para saber que frutos son dulces o amargos, cuáles están llenos de ponzoña y cuáles pueden ser fuentes de vida.
 
 
  AQUELLA MAÑANA CONTIGO EN UN TRIGAL (Microrrelato).
 
 Por Andrés Fornells (España).
 
Era una mañana deslumbrantemente soleada. La senda por la que yo caminaba era estrecha, de tierra endurecida por las pisadas de muchísimos pies. El aire olía a esas mil cosas que reúne la naturaleza lejos de la contaminación de las ciudades, de sus industrias y de su tráfico infernal.
 
Mi caminar era perezoso, despreocupado, sin agobios. Mis ojos gozaban de todas esas maravillas que nos ofrece el campo: plantas que crecen, arboles que dan frutos, florecillas que perfuman, pájaros que trinan y bichos que de vez en cuando te molestan para que seas consciente de que ningún escenario puede ser perfecto.
 
Y delante de un trigal me detuvo la poderosísima fuerza de un recuerdo imborrable. El corazón, más que latirme, cantó. Y gracias a la magia que puede saltarse las leyes del paso tiempo volví a ser niño y me revolqué contigo entre las espigas maduras y volví a verte bañada en oro, y recuperé de nuevo la única felicidad absoluta que he conocido a lo largo de toda mi vida.
 


  
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Fuente: 

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
 
 
Addhemar Sierralta
 
Año 10 Nº 331 de 03 de julio de 2018