lunes, 8 de enero de 2018

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 10 Nº 322 DE 8 DE ENERO DE 2018

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TIEMPO NUEVO 
 
Internacional 
 
por  Addhemar Sierralta 
 
Año 10 Nº 322
 
Miami, 8 de enero de 2018


TODOS FALLARON Y TODOS DEBEN TRABAJAR 

POR UN PERÚ MEJOR SIN ODIOS NI CORRUPCIÓN.

Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).

“Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra”, dijo Jesus y nadie se atrevió a arrojar la piedra, como señala el evangelio, porque todos eran pecadores. Pero en nuestro país parece que se viene haciendo costumbre el “tirar piedras” a todos y por todo. Se persiguió a los apristas, a los comunistas, a los terroristas y se ataca a los fujimoristas, a los capitalistas, a los humalistas y ahora a PPK . Es decir todos son malos. No queda títere con cabeza.

Pero nos olvidamos que el pueblo eligió a sus gobernantes y apoyó a quienes se les persiguió y criticó. Se argumenta que las autoridades son corruptas y delincuentes. Y entre tanta crítica y odio no queremos recordar nuestro lema patrio: La unión hace la fuerza. Somos peruanos y debemos buscar los puntos de concordia para trabajar con seriedad, dentro de un plan de gobierno con reales objetivos de estado.

Nadie puede ocultar que los apristas, los terroristas comunistas, los fujimoristas, los humalistas y PPK fallaron a todos los peruanos. Hay otras organizaciones políticas que también fueron combatidas y por las mismas razones. Pero eso es lo que tenemos y hay que lidiar a diario con ello. Somos imperfectos –el pueblo también se equivoca- y de esta crisis como la que vivimos se debe aprender para evitar caer nuevamente en lo mismo.

Es momento que todos deben darse una nueva oportunidad y superar la crisis con amor por el Perú, y no con odios, construyendo un proyecto de gobierno en beneficio de las mayorías y con la contribución de todos los sectores políticos.

Arrastrar rencores no conduce a nada. Recordemos que hay quienes desean el caos para apoderarse del país asustando a la población. Levantemos el rostro y reconociendo lo malo realizado tracemos una línea para cruzar hacia un futuro mejor.  Todos debemos hacerlo, trabajar con honestidad y empeño. Debemos fiscalizar que la labor sea realizada sin corrupción y sin delinquir.

El pueblo peruano merece esta oportunidad pero trabajando en aspectos concretos de desarrollo y todos unidos.


AÑO NUEVO LIMPIO. 

Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).
 
Quiero para el Perú un cielo azul, sin nubes negras. Quiero brisa gentil sin vendavales abrumadores. Quiero agua transparente que no permita la ofensa de una brizna. Quiero mujeres que hayan enseñado a sus hijos a ser rectos y hombres que hagan honor a sus pueblos.  Quiero hombres y mujeres honestos y capaces, generosos y valientes porque los hay muchos, pero que sientan la necesidad de luchar y dejar de ser espectadores. Sé que ellos forman parte del Perú emergente que yo miro crecer con alegría, pero es necesario intervenir antes de que sigan imperando los  manejos de quienes pueden vender a la patria o hundirla arrasando nuestros patrimonios por sus intereses, sin respetar los paisajes físicos y humanos que tenemos.

Quiero un Perú limpio y con sueños libre de las pesadillas que lo siguen marcando. Que los niños no pregunten por qué existe la concertación de lo malo con lo peor para seguir medrando, de exigir solo ayuda y no poner el hombro, de precipitar las obras sin antes estudiarlas, de abusar de la credulidad de los menos para mandar.
 
Quiero que el Perú florezca bien, sin sacrificios ni temores. Hay una herencia que ayuda y hay más de un buen ejemplo que copiar, hay peruanos que honran su trabajo y hay más de una esperanza que ilumina el mañana. Pero, es inminente luchar, ver la realidad y juntar fuerzas. Digo, seguir luchando más que nunca para enseñar a los que vienen. Es hora porque la crisis de valores abre cada día más abismos de los que queremos vencer.  


 
VERGÜENZAS TEMPRANAS.

Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
 
"Desterrada la Justicia, que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad, que está unida a ella y vive por ella". Juan Luis Vives
 
El desprestigio y la sospecha penden, como una enorme nube de smog y desde hace años, sobre el Poder Judicial, en especial cuando se trata del fuero penal federal, radicado mayoritariamente en la mole de Comodoro Py. En este comienzo de año contribuyó a mantener el fenómeno atmosférico el otorgamiento de la prisión domiciliaria a Omar "Caballo" Suárez, el extorsionador de empresarios navieros y líder del Sindicato de Obreros Marítimos (SOMU), uno de los escasos personajes privilegiados en el círculo áulico de Cristina Fernández. El Juez federal Luis Rodríguez, subrogando el Juzgado de su sospechado y veraneante colega, Rodolfo Canicoba Corral, la concedió rápidamente al detenido, por inexistentes razones de salud.
 
Más allá del informe del Cuerpo Médico Forense presentado el jueves, que negó la necesidad de ese beneficio, ya que puede ser perfectamente atendido de sus afecciones en el Hospital Penitenciario y, en caso necesario, recurrir a tratamientos ambulatorios en otros centros médicos, el episodio llamó poderosamente la atención por dos motivos: las probables razones crematísticas de la concesión de este injustificado privilegio (se instaló en una enorme mansión que posee en Olivos, a metros de la Quinta Presidencial) y, por supuesto, su notable diferencia respecto al trato que reciben los muchísimos presos políticos ancianos que pueblan las cárceles del país.
 
La semana pasada se concretó, finalmente, la prisión domiciliaria del Comisario de Policía Miguel Etchecolaz, de 88 años, que sufrió ya dos ACV mientras permanecía en la cárcel, transformado en el detenido de mayor edad de todo el sistema penitenciario federal. Pero siguen allí, por ejemplo, el sacerdote Christian von Wernich, de 80 años, con cáncer y metástasis, o Jaime Smart, de 82 años, al cual se le ha otorgado varias veces el beneficio, nunca efectivizado por la permanente resistencia del Juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, quien, para evitar las órdenes de sus superiores, le inventaba causas nuevas cada día hasta que fue relevado a su respecto.
 
Como siempre, hubo esta semana una de cal y otra de arena. El mismo magistrado logró la detención, en Uruguay, de otro sindicalista (SOEME), Marcelo Balcedo, también cristinista (¿cómo sorprenderse, si antes fue menemista, duhaldista y kircherista?) y socio de los nefastos Roberto Baradel y Hugo Yatski, y empresario de multimedios de prensa en La Plata. Además de haber estado prófugo en el pasado durante dos años, se sospecha de su complicidad financiera con la más salvaje banda de narcotraficantes de Rosario, a la cual se cree ayudaba a lavar sus ganancias. Su futuro seguramente será muy negro, ya que le costará justificar tantas residencias, tanto dinero en efectivo, tantos autos de lujo, tantas armas de guerra y hasta dos aviones. ¡Qué manía tienen los corruptos con los aviones!
 
Uno se pregunta, ya que están presos otros colegas suyos como Juan Manuel "Pata" Medina y Omar "Caballo Suárez", amén de José Pedraza, qué debemos hacer para que el Poder Judicial nos evite seguir siendo rehenes permanentes de Hugo Negro Moyano y su familia. Si, una vez más, cedemos ante las extorsiones vinculadas con la continuidad de su fallida empresa OCA, con la barra brava de Independiente y sus miles de negocios fraudulentos, con los medicamentos adulterados y los troqueles falsificados, con la apropiación de los bienes del gremio, no tendremos futuro, como no lo tuvo Estados Unidos hasta que logró mandar a la cárcel a Jimmy Hoffa, a quien nuestro camionero tanto se parece.
 
Pero también debemos preguntarnos por qué no avanzan, elevándolas a juicio oral, las múltiples causas contra Hebe de Bonafini, los Shoklender y las decenas de funcionarios involucrados en las monumentales estafas de "Sueños Compartidos" y la "Universidad de las Madres".
 
El escándalo de Odebrecht, que ha barrido hasta con mandatarios latinoamericanos, tampoco parece progresar aquí; si lo hiciera, ya deberían haber al menos prestado declaración indagatoria -una medida de defensa- Carlos Wagner (Esuco), Paolo Rocca (Techint), Gustavo Ferreyra (Electroingeniería) y Angelo Calcaterra (Iecsa), y la oposición habría dejado de poder gritar que estamos nada más que ante un nuevo maquillaje gatopardista y el nuevo poder  protege a sus amigos y parientes. 
 
Contribuye a mantener la sucia nube que cubre a la Justicia es la llamativa libertad de la que aún goza Ricardo Echegaray, conspicuo cómplice de las mayores estafas contra la AFIP cuando era su Administrador. Está vinculado directamente a las usinas de facturas falsas utilizadas por Lázaro Báez y con la tolerancia al robo de nada menos que $ 8.000 millones que perpetraran Cristóbal López y Fabián de Souza, como antes lo estuviera con los subsidios de la ONCAA a su propia familia, pero ni siquiera ha sido incluido en las causas ya elevadas a juicio oral. ¿Habrá que buscar el motivo en las carpetas de información confidencial sobre jueces, políticos y empresarios de todo pelaje que logró juntar cuando era funcionario?
 
Margarita Stolbizer, lamentablemente fuera del Congreso, denunció esta semana un pacto entre el Gobierno y el Poder Judicial para mantener fuera de la cárcel a Cristina Fernández. Como usted, lector, sabe, descreo de su existencia por innecesario, ya que adjudico este raro fenómeno a la inmejorable nariz de los magistrados federales, que creen así agradar -y tal vez sea cierto- y beneficiar a Mauricio Macri.
 
Por último, entre los episodios raros de esta semana también merecen figurar las quejas de los familiares de Santiago Maldonado, el tatuador muerto en el sur, por el ascenso al grado de Alférez del gendarme herido por los mapuches del RAM mientras intentaba liberar el tránsito en la Ruta 40. Dado que ya está harto probado que no hubo intervención de terceros en su ahogamiento, que no sabía nadar, que sufrió hipotermia, que su cuerpo quedó enredado en la flora subacuática y que estuvo sumergido mientras el país entero lo buscaba, me pregunto cuál es el propósito de esta actitud de su entorno al insistir en que la causa continúe caratulada como "desaparición forzada". ¿Será que pretenden sumarse a los cientos de terroristas y de deudos indemnizados injusta y cuantiosamente por un Estado idiota que, además, se niega a informar detalladamente sobre el tema? 
 
Como se ve, en el área del Poder Judicial -Consejo de la Magistratura, Corte Suprema y Tribunales inferiores- hay por delante un enorme trabajo de limpieza y fumigación de los edificios poblados de corruptos, pero también de ignorantes y bastardos, que debe encararse ya mismo. De su éxito depende todo el resto de las reformas que resultan indispensables en el aparato del Estado en sus tres niveles y, sobre todo, la verdadera credibilidad de la Argentina frente a los genuinos inversores nacionales y extranjeros, hartos todos de ver cómo nos comportamos como chicos caprichosos, capaces de cambiar las reglas del juego a cada instante y, cuando vamos perdiendo, llevarnos la pelota.
 
¡Ojalá los argentinos hubiéramos encontrado todo eso en nuestros zapatos esta mañana, después que pasaran anoche por nuestro país los Reyes Magos!
 
Bs.As., 6 Ene 18
 
 
EL DÍA DESPUÉS DE REYES (MICRORRELATO).

Por Andrés Fornells (España).

A Margarito Suárez, los Reyes, este año, le dejaron la soledad que ya tenía antes, y un frasquito de perfume que llevaba un nombre muy sugerente “Irresistible”.

Después de tomado un frugal desayuno, Margarito dudó entre salir a la calle o permanecer en casa. En el caso de salir se enfrentaría a gente adulta enseñando por sus bocas todos sus dientes y a críos dichosos disfrutando de sus juguetes y obligándole a esquivar pelotazos y atropellos de bicicletas, choques de cuerpecitos montados sobre patines, sentir alguna flecha clavada en su espalda, recibir algún golpe de palo de golf, etc.

Miró por la ventana y vio que el cielo exhibía un azul muy intenso y el sol lucía con todo su oro. “Es un crimen permanecer encerrado un día tan hermoso como éste”, se dijo.

Total, que se echó encima un par de rociadas del perfume “Irresistible” abandonó su diminuto apartamento y me dirigió al ascensor con sus pasitos cortos y el cuerpo encogido que es como se mueven los tímidos. Este cómodo artilugio descendía y se detuvo en su planta. Entró y se encontró con lo que cualquier hombre, que mereciese este título (que ya no lo tienen todos los que se visten por los pies) querría encontrarse. Se encontró a Paquita Orellana, la vecina del inmueble a la que el buen Dios proveyó de todas las curvas que pueden hacer pecar a un santo, y no digamos a un pecador habitual. Ella le sonrió y, al hacerlo, el rojo joyero de su boca-tormento mostró dos hileras de deslumbrantes perlas. Y no contenta con embrujar a Margarito con esta sonrisa hechicera le dijo con su voz de terciopelo con incrustaciones de miel:

—¡Vaya, vecino, qué sexy hueles!

El apocado corazón de Margarito, al escuchar esta alabanza suya, se convirtió en trapecista y le dio varios peligrosísimos saltos mortales, todos ellos realizados sin red.

—¿De veras crees que huelo sexy? —consiguió tartamudear Margarito, sus embelesados ojos adorándola.

—Muchísimo —afirmó ella, regalándole un seductor parpadeo de las negras mariposas de sus pestañas.

—Con lo sexy que estoy no merezco yo un beso de esa golosina maravillosa que tienes por labios —tentando él a la suerte en el que acababa de ser el mayor descaro de toda su cohibida existencia.

—¡Ay, vecino, que apasionado eres! —burbujeó coqueta la garganta de la seductora Paquita.

Habían llegado abajo. Se abrió la puerta del ascensor. Margarito quiso seguir a Paquita igual que el asno sigue a la zanahoria que nunca consigue alcanzar. Llegaron al portal y entonces ella, deteniéndose, le dijo a su admirador, ejerciendo de adivina:

—No se te vaya a ocurrir seguirme, vecino. Que en la cervecería de la esquina me está esperando mi novio. Es policía de los que llevan pistola encima; es muy rápido sacándola, y además extraordinariamente celoso.

—El día que haya justicia en el mundo, alguna me llegará a mí —lamentó al borde del llanto Margarito.

Paquita Orellana se alejó riendo, contoneando sus voluptuosas caderas, y Margarito la siguió con ojos enamorados.

Y cuando ella desapareció de su vista, a su admirador se le oscureció la luz diurna, y resignado se enfrentó a balones que buscaban hacer blanco en él, a bicicletas que pretendían atropellarle, a niños con patines que intentaban lo mismo y a esquivar un par de flechas que pasaron rozando su enfebrecida cabeza. Pero ninguna de estas agresiones consiguió que se le borrara la ilusionada sonrisa que le había nacido cuando Paquita Orellana le dijo en el ascensor, con su voz de terciopelo con incrustaciones de miel:

—¡Vaya, vecino, que sexy hueles!


LA ESCALERA

Por Armando Alvarado Balarezo “Nalo” (Perú).
 
La tarde declina, no hace frío. El profesor de Historia nos ha dejado una tarea para mañana, y he tenido que quedarme en el colegio hasta las seis. Tengo que estudiar para pasar invicto al Tercero. Es invierno y oscurece más temprano...
 
Voy camino a casa. Al pasar por un zaguán una linda profesora escruta mi rostro de monaguillo, como ocurre cada tarde desde que llegó al pueblo. Su presencia me perturba, me aturde... Ella susurra a mi oído: "me gustas pequeño". Mi corazón vibra, parece que voy a perder el equilibrio. Para mi sosiego un anciano que pasa por la vereda me salva del hechizo; ella se turba, y deja que siga mi camino...
 
En casa trato de tranquilizarme, mamá ha notado mi inquietud. Le digo: "mamita, el lunes tengo examen, no tengo hambre, voy a mi cuarto a leer antes de dormir". Es una disculpa solamente. Subo a la habitación y no logro conciliar el sueño. Es mi primer insomnio. En mi mente sólo vive ella, radiante y bella como una estrella.
 
Empiezo a soñar:
 
"Va oscureciendo. Al pasar por un zaguán me toman de la mano. Es la profesora. Me dejo llevar como a un niño extraviado. Subimos la escalera. De pronto estamos en un lecho de rosas, como Adán y Eva...
 
Me acaricia... se le nota contenta, dice que me ama. No creo que sea así, pues hace pocos días que la conozco, además soy un niño todavía.
 
Pasan los minutos, la penumbra invade el aposento; estoy como zombi, rendido a sus encantos. A la hora y media ella duerme a mi lado, tomo mi ropa, me visto y retorno a casa sin despertarla"
* * * 

Desde aquel día, cada viernes ella ingresa a mi sueño, y subimos la escalera del paraíso.
 
 Jircán, 15 JUN 65

 Fuente: 

 Libro de bolsillo "Relatos del más acá", de Nalo AB (Pág. 96). Ediciones Cachizada 1981
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 EL MUNDO PERDIDO (Cuento corto).

Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).

Había una vez un mundo donde todo era felicidad, la tierra brindaba sus frutos y la gente los consumía sin peleas ni ambiciones. Todos eran iguales. La bondad y la ayuda comunitaria era el pan de cada día.

Si bien había para comer, debido a la naturaleza que brindaba alimento, cavernas para vivir y pieles para abrigarse, la población no vivía mucho tiempo por las enfermedades y los animales feroces que se alimentaban de los humanos.

Los hombres disfrutaban de muchas mujeres y ellas buscaban a los más fuertes para que las protegieran. Así transcurrieron muchos siglos hasta que un día una comisión se presentó ante su creador y reclamó un cambio: queremos vivir más, estar más seguros, poder discernir, y disfrutar de la vida para ser felices.

Fue entonces que al hombre se le dotó de un cerebro. Pero ocurrió que no todos los cerebros desarrollaron de la misma forma, ya que la nutrición y las experiencias eran distintas y en poco tiempo unos eran más inteligentes que otros y nació la ambición del poder. Dejaron de ser iguales.

Esta nueva situación devino en una forma de vivir distinta donde unos empezaron a dominar a los otros, se olvidaron de la solidaridad, de la bondad, y prevaleció el concepto de un “liderazgo” basado en esclavizar a los menos hábiles y fuertes. El mundo progresó combatiendo las enfermedades, viviendo más, pero el disfrute no los llevó a la felicidad solicitada.

Surgieron las divisiones, las migraciones, las guerras –y por supuesto el armamentismo- los reinados, los imperios, las repúblicas, las revoluciones, las democracias, los socialismos, los modernismos y todo lo deslumbrante pero no se alcanzó lo deseado.

Nuevamente una comisión reclamó al creador y lo culpó de haber sido injusto. “Pero si les di lo mejor: cerebro, libre albedrío para discernir e inteligencia, nunca lo usaron bien”, dijo el creador. Furioso, levantando los brazos, el creador destruyó el mundo.


  
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Fuente: 

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
 
 
Addhemar Sierralta
 
Año 10 Nº 322 de 8 de enero de 2018