lunes, 29 de enero de 2018

29 DE ENERO: SON DÍAS DE NARRAR CUENTOS - FOLIOS DE LA UTOPÍA: NO HAY SER HUMANO SIN CUENTOS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 

Construcción y forja de la utopía andina
 
2018 AÑO
DE LA IDENTIDAD Y DEL PATRIMONIO
INALIENABLE DE NUESTROS PUEBLOS
 
ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA
DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD
Y LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHU
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO


SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL


 
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LA LLUVIA Y LA MÚSICA


¿Qué alegra estos días de enero en la serranía, que son días de invierno, lluviosos y encapotados, en que la lluvia es una cortina de agua perenne que desde el amanecer desciende con monótono compás desde el tejado, inundando el patio, el zaguán y hasta los corredores, filtrándose por cualquier resquicio que encuentre en el tejado? ¿El que las piedras mojadas brillen, como espejean los charcos de agua que la lluvia deja?
Días en que los senderos se vuelven barrizales, aunque florezcan las campanillas silvestres de las cercas ¡y el rocío permanezca en hojas y pétalos! Días en que no seca la ropa humedecida en los cordeles bajo techo, ni lo zapatos humedecidos por el agua que se ha filtrado por entre las suelas que han sentido volver a la vida. Días en que los ríos crecen y arrancan los puentes, en que los carros se atascan por los caminos casi desaparecidos.
Entre tanta humedad y tanta lluvia, entre tanto frío y tanta tempestad, entre tanta teja rota y gotera que moja la bóveda y la cercha, entre tanta torrentera por las calles y tanta neblina, lo único que rompe tanta monotonía son los ensayos de la orquesta de don Danilo, tu padre; que se preparaban para las fiestas de levantada del niño que duran hasta marzo, y las de carnavales, que son fiestas grandes en algunas casas del pueblo.
Entonces uno que se encontraba caminando bajo la lluvia, menuda o crecida, lo oímos desde cualquier esquina. O desde cualquier balcón si no hemos salido y estamos en casa. E incluso desde el fogón donde de repente nos encontramos calentándonos los huesos, cuando de repente lo oímos, ¡y corremos pues! Porque de todos lados escuchamos la música. Y es difícil no querer salir. O por lo menos acercarnos y de pasar por ahí. Escuchando esos acordes para mí divinos. –Me dice don Manuel Vásquez Olivares.
Entonces ya había ahí una multitud en la puerta de tu casa, bien abrigada debajo de sus ponchos y capotas, escuchando el ritmo de esos compases, que, aunque no alcanzara uno a ver a los músicos hacia adentro, allí se quedaba no importa bajo la lluvia que zapatea, a veces con estallido de truenos y zigzagueo de relámpagos.
Y pese a que eran polcas, valses, marineras y tonderos, interpretados con mandolinas, guitarras, y el violín único de tu padre que sobresalía, esa era música divina que entraba directamente al alma y ahí se quedaba para siempre. En estos momentos es como si la estuviera escuchando. Y te diré por qué: El repertorio de canciones era de aquellas que exaltaban la vida, el coraje y el amor; como el buen músico y maestro que era tu padre.
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
 
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29 DE ENERO
 
SON DÍAS
DE NARRAR
CUENTOS



FOLIOS
DE LA
UTOPÍA


NO HAY
SER HUMANO
SIN CUENTOS

 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
"El sentido más profundo
reside en los cuentos de hadas
que me narraron en mi infancia,
más que en la realidad que -+
la vida me ha enseñado."
Federico Schiller
 
1. Llama
votiva
 
La narración de cuentos no sólo es el don más antiguo del hombre sino, un arte esencial para nuestra formación como seres humanos, tanto cuando somos oyentes asombrados como cuando ensayamos narrar un suceso y organizamos secuencias y relievamos los significados de un relato.
Así como alimentarse es una función natural, insoslayable e inherente a la vida, quizá paralelo a ello y al mismo tiempo que el primer hombre deglutía sus alimentos, requería que le contasen hechos, sucesos e historias; o él narrarlas, acerca de lo que había observado o de lo que le acontecía.
O que él mismo, con sus sueños y fantasías y su capacidad de transformar la realidad, lo había perfilado en su alma, inventándolas primero para sí mismo; y poco a poco animándose a contárselas a los demás.
Y tanto ha debido ser así, que es probable que no solo hayamos pasado de lado por esa hoguera, llama votiva o sementera, sino que es posible que hayamos participado atávicamente de sesiones continuas y abundantes en el relato y narración de cuentos como una práctica ineludible y ancestral.
 
2. Nacieron
con el mundo
 
De este modo nacía esa otra forma de nutrirse o sintonizar con la vida que es formularse historias, recrear la realidad, imaginar y fabular acerca de lo grande y pequeño, de lo lejano y desconocido, como de lo cercano y entrañable.
¿Para qué? ¿Con qué sentido y propósito? Acaso, ¿por mero deliquio y desvarío? No. No es por nada frívolo, ni ligero ni fútil.
Con la narración de cuentos estamos entonces acercándonos a un arroyo, a un río, o ante un inmenso mar que corre o nos llega desde hace miles de años, desde que el hombre es digno de llamarse tal.
Estamos ante un hecho, un bien y un actuar hasta ahora imperecedero; pero, así como el agua es antigua y cada día es nueva, igualmente la narración de cuentos cada día se renueva y vuelve a nacer.
Y lo hace cada vez con la misma lozanía, inocencia y frescor con que nació el primer día en que el hombre se hizo presente sobre la faz de la tierra, porque los cuentos nacieron con el mundo y se hicieron explícitos con la vida.
 
3. Más que
la realidad
 
Por eso, no hay pueblo que no tenga cuentos, relatos y leyendas, así como tampoco hay hombres que no tengan o carezcan de historias. O aquellas que les hayan sucedido o aquellas que las haya imaginado.
Ahora bien, ¿por qué el hombre necesita de estas representaciones para seguir viviendo? La respuesta es sencilla: porque hay muchos dilemas, angustias y preguntas que nos atenazan.
Cuestiones que no son menudas o superficiales sino problemas profundos, hondos y abismales; algunos de vida o muerte, situación en la cual las historias fantásticas, la narrativa popular, los cuentos universales sirven de asidero y dan respuesta a esas inquietudes esenciales del hombre.
Por eso Federico Schiller tenía razón cuando hablando de sí mismo decía que:
"El sentido más profundo reside en los cuentos de hadas que me narraron en mi infancia, más que en la realidad que la vida me ha enseñado".
 
4. Por herencia
biológica
 
En uno de los cuentos de "Las mil y una noches" que Jorge Luis Borges tradujo y cuyo título específico es "Los dos que soñaron" -cuento en donde se superponen los sueños de dos personas y luego se alían sueños y realidades, hay allí una frase que bien definiría al narrador de cuentos, en donde se dice:
"Has ido errando de ciudad en ciudad bajo la sola fe de tus sueños".
En el fondo, narrar cuentos es ese ir de uno a otro lado con la fe de nuestros sueños; oficio éste aparentemente olvidado pero que todos tenemos impreso con huellas indelebles en el fondo de nuestra alma.
Porque por herencia biológica hemos sido narradores de cuentos alguna vez, y también degustadores refinados de la palabra y la frase henchida de belleza; porque así era desde antes el vínculo que nos unía más estrechamente a los hombres.
Fenómeno cultural de los pueblos que ha dado precisamente lugar a acuñar el término cuento, con lo que se refiere en un principio a llevar la cuenta.
 
5. Etimología
latina
 
Es decir, alude al encadenamiento, a la sucesión y a la herencia de narraciones que se iban dando, y lo cual da paso a la formación de la identidad de los pueblos. Y es porque en las reuniones en las cuales se recreaban o volvían a presentar, se "contaban" los relatos que se hacían, es decir tenían una secuencia.
Y había un orden numérico que ocupaban dentro de ella, mención que se ha impuesto a los vocablos con que se los denominaba antes, como son: fábula, parábola, relato, ficción, apólogo, leyenda, narración, historia.
Ahora se ha impuesto un término numérico y hasta matemático como es el de cuento, y que alude al conjunto y al legado, como si se tratara de un patrimonio inalienable.
Pero "cuento" tiene también relación con la etimología latina "computar", que es la misma raíz de computación. Con lo cual se asocian dos elementos y dimensiones aparentemente contrapuestas.
Esto es: el relato considerado como una composición maravillosa y fantástica, de otro lado computación que nos vincula a técnica, a mecánica, a electrónica.
 
6. La gracia
de la palabra
 
Sin embargo, en el fondo hay una profunda correspondencia entre esos dos significados: Porque a todo el que narre le será necesario, además del dominio que supone conocer profundamente al hombre, a su cultura y a su medio, y haber acumulado una gran experiencia, ser además de poseedores de la gracia de la palabra, a todos se les hará indispensable manejar recursos, técnicas y estrategias para una adecuada narración, asimilando esa relación de la etimología que nos vincula a lo que es "computar".
Sea el narrador de cuentos el trovador trashumante, el demiurgo redivivo, el que personaliza la tradición, la herencia cultural y el ancestro de su raza; o sea el mismo líder de la comunidad quien asume ser el transmisor, el relator, el que tiene la memoria del grupo que representa, y a través de los cuentos convoca, organiza y orienta…
O sea, el payador que con la guitarra y su forma se filosofar nos narra sucesos y remata en proverbios; o sea acaso el "hablador" como llaman al narrador de cuentos en la región amazónica de mi país, ese hombre investido de prestigio, de honra y de poder; todos ellos quienes asuman ese rol, ese atributo y ese don, el de transmitir sabiduría a través de los cuentos, requieren de técnicas, recursos y prácticas para cada vez hacerlo mejor.
 
7. Como
lo hizo Cristo
 
Ahora bien, ¿no es una maravilla que el niño tenga tanta predilección por los cuentos? ¿No causa asombro y admiración esta inclinación que nos hace pensar que con ello el ser humano trae una marcha sublime, de naturaleza divina o sagrada? O por lo menos supone estar flechados por todo lo que es incógnito, misterioso y el enigma de la vida y de nuestros destinos.
Porque los cuentos son puro incógnita y espíritu, no hay nada allí que sea material, y casi siempre es misterio puro, son arcanos e infinitos presentes en el aire. Y el niño es su principal oyente, espectador; alma y conciencia abiertas y asombradas a estar atentos a sus resonancias, símbolos, pendones y banderas en el alba.
Así como sorprende la fascinación por el lenguaje y la palabra que son igualmente puro aliento, aire vivo, pájaros y presencias aladas. ¿No es acaso un prodigio que los niños sientan esa fuerza? Y finalmente, ¿sea todo ello lo que los haga dejar sus asientos, los arrebate y terminen dejando todo por esa fuente de sabiduría? ¿No es una maravilla que ellos tengan esa predilección?
Tanto que nos hace pensar en realidad, acerca de: ¿quiénes somos? ¿Qué traemos como designio? Somos hijos de dioses y hemos venido a fundar reinos verdaderos. Y un sendero para ello son los cuentos, como lo hizo Cristo con sus parábolas, a través de las cuales no dio certeza y testimonio de un reino verdadero.
 
 
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CONVOCATORIA


XIX ENCUENTRO
INTERNACIONAL ITINERANTE
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2018
LIMA:
VIERNES 25
TRUJILLO:
SÁBADO 26
GUADALUPE
DOMINGO 27
CHEPÉN
DOMINGO 27
CAJAMARCA
LUNES 28
CAJABAMBA
MARTES 29
HUAMACHUCO
MIÉRCOLES 30
QUIRUVILCA
JUEVES 31
SANTIAGO DE CHUCO
JUEVES 31
VIERNES 1 (JUNIO)
CALIPUY
SÁBADO 2
SANTIAGO DE CHUCO
SÁBADO 2 (JUNIO)
DOMINGO 3 (JUNIO)
EL XIX CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ABARCA DEL 25 DE MAYO AL 3 DE JUNIO
DEL AÑO 2018
 
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