sábado, 30 de diciembre de 2017

EL CALENDARIO ANDINO - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE LA ORGANIZACIÓN DE PERIODISTAS LATINOAMERICANOS (OPL)


 
EL CALENDARIO ANDINO
 
LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de la Organización de Periodistas Latinoamericanos (OPL)

EL  WATAQ, ES EL SEÑOR DEL TIEMPO, es un venerable anciano que amarra el tiempo, las estaciones i los meses del año en sus K´IPUS sagrados i  multicolores. Él, vive en las profundidades de los cerros i mueve su VARAYOQ DE ORO I PLATA, al ritmo del tiempo amarrando flores o t´ikas , pájaros, hojas o mariposas andinas o pilpintos. I en cada movimiento rítmico, deja salir a una ÑUSTA o AQLLA, que representa a un mes o a una estación.

El WATAQ o SEÑOR DEL TIEMPO, es un viejito que vive acompañado de las 12 ÑUSTAS o meses del año i las 4 AQLLAS o estaciones. Ellas danzan i danzan en el misterioso cielo del tiempo i es en su ronda mágica que van desatando las horas, los días, los meses i los años, centellando en sus ojos el paso del TIEMPO. Mientras el WATAQ controla i hace música de quena su voz, que como una urpi vuela i vuela por doquier... Es su canto el resplandor del tiempo i el reflejo que sale de sus ojos, que son como las esmeraldas, son de fuego, son de agua marina, o de gris o marrón. Verdes como las hojas tiernas, rojos como la brasa, azules como el cielo, o grises como la lluvia, o marrones como la Pachamama. En su mano derecha sostiene un VARAYOQ labrado de oro i plata. El WATAQ cada mes, suelta a una ÑUSTA a la medianoche i así, una a una todas se van i vuelven para el AÑO que viene.

Las ESTACIONES que son 4, llegan en rondas por la falda de los cerros. Son AQLLAS de extraordinaria belleza. Primero sale la Primavera, con su vestido i sus cintas verdes, donde vibran los pájaros del amor, las t´ikas o flores i las mariposas andinas o pilpintos, Por su gracia lleva los colores de la vida i ríen los ñujch´us por su boca i en su voz cantan las calandrias i los ruiseñores. En su piel lleva la seda de los duraznos i el perfume de los manzanos i es su talle de junco i capulí. El canto del aire, se escucha en las enramadas, en las abejas rubias, en las mariposas andinas o pilpintos i en los ch´eqollos o picaflores andinos, que giran i giran al rededor de las t´ikas o flores.
 
La Primavera, es una hermosa AQLLA, de ojos verdes muy verdes i de corazón de miel. Mientras el WATAQ, siente en sus versos la vida, que como ilusiones van pasando las ESTACIONES. El corazón del TIEMPO, va marcando su paso i en él, el NIÑO ANDINO sueña. Florece el maíz, el trigo dorado i el trino.
 
Llega el VERANO i el Sol galopa entre los valles, cerros i quebradas, abrasando con su ardiente fuego, en voces de pájaros que anidan, en los árboles despeinados por el viento. Por los ojos del VERANO, el Sol ebrio de alegría, regala a raudales su rayos dorados, llenos de pasión loca, abriendo su corazón en las alas de un ruiseñor. I se inclina en la noche, redonda i bella la KILLA o Luna Morena, con su ronda de chask´as o estrellas. La piel del TIEMPO, acunó la canción de los pájaros errantes i por los cerros, se van perdiendo los sueños de mil colores, derramando su último rayo el Sol o dios INTI.
 
Sale el OTOÑO de grandes ojos grises i pinta los paisajes de gris i marrón. Caen hojas por el viento heridas i las ramas desnudas en los árboles quedan i cuando las hojas secas, un adiós a la vida repitan, al crujir como alfombra doliente. Cuando caigan las tibiezas del nido abandonado, como gotas de llanto por el pájaro ausente i en la copa del OTOÑO, un vago vino quede, en que han de desojarse Primavera tus ñujch´us i quede enlutado tu pálido rostro.
 
Marchar hacia el INVIERNO i morir cuando muere la delicada t´ika o flor.
 
Sale el INVIERNO como una sombra blanca, muy blanca i nada más...Son a veces cortos, son a veces largos, pero tristes siempre. Caminan i entran en el alma i entran en los huesos. El frío, la lluvia i el sol pocas veces. El viento silva i pasa ligero, el cielo plomizo parece enfermo, los caminos oscuros, los árboles secos. El Sol escondido i el frío INVIERNO, jugando siempre con sus bolitas de nieve.

El WATAQ o SEÑOR DEL TIEMPO, amarra el año en 12 ÑUSTAS, que salen de las profundidades de los cerros, cada año a media noche, una a una cada mes, cantando i bailando siempre al AÑO NUEVO que NACE i al AÑO VIEJO que se va. Con sus voces labradas de alondras, dicen traviesas i alegres:

ENERO, sale alegre, orgulloso i erguido. Ascendiendo al trono está, el AÑO RECIÉN NACIDO,  mientras triste i compungido, el AÑO VIEJO SE VA.

FEBRERO, este mes es mes de algarabía, porque han llegado los CARNAVALES. El AÑO contempla con alegría, cómo se realizan los afanes del juego que a él, le extasía.

MARZO, este mes es mes de lluvias, los campos llénanse de verdor. I los pajarillos en trinos suaves, dan gracias al WATAQ por todo su esplendor i al ASTRO REY de cabelleras rubias.

ABRIL, este mes es mes de juicio i el AÑO todo fervor. Con sahumerio i con silicio, conmemora el sacrificio del DIVINO REDENTOR.

MAYO, ya en el AÑO hace mayores, la adolescencia i sus brotes. I una mañana señores, tal como un ramo de flores, le revientan los bigotes.

JUNIO, seis meses, media jornada, ya el AÑO es hombre por fin. I en su cara sonrosada, lleva una barba erizada, que parece un puerco espín.

JULIO, progresa el AÑO con lozanía sin igual, ni el clima, ni los fríos invernales, le arredran en su marcha triunfal. Pues se muestra ajeno a los males, por su fortaleza colosal.

AGOSTO, ya el AÑO a bajar empieza, la inevitable pendiente. I un día con gran tristeza, halla entre su barba espesa, la primera cana imprudente.

SETIEMBRE, ya en el AÑO se advierten los visos de males i quebrantos. Que a semejanza de otros tantos, pronto lo obligan a llevar bastón i dientes postizos.

OCTUBRE, vientos malditos, el AÑO lleno de afán. Mira con ojos contritos que en las alas del huracán, sus ilusiones se van, con sus últimos pelitos.

NOVIEMBRE, llueve i el AÑO anda cejijunto, porque la campana leve, que dobla en triste conjunto, le dice que muy en breve, él, también será difunto.

DICIEMBRE, pobre Año, por fin te vas a la eternidad también i ya nunca volverás... Adiós, que duermas en paz, por siempre jamás amé.