miércoles, 16 de agosto de 2017

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 9 Nº 314 DE 16 DE AGOSTO DE 2017

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TIEMPO NUEVO 
 
Internacional 
 
por  Addhemar Sierralta 
 
Año 9 No. 314
 
Miami, 16 de agosto de 2017
 

EL CAPITALISMO SOCIAL O EL SOCIALISMO CAPITALISTA 

(Cuarta parte).

Por Addhemar H.M. Sierralta

 (Perú).

Previamente vale la pena recordar que: "Salta a la vista que el capitalismo y la democracia son las bases para el desarrollo y alcanzar una sociedad más justa y con capacidad para mantener su progreso. Por ello se requiere un capitalismo más humano y un socialismo que se maneje con un capitalismo capaz de propiciar el progreso y bienestar social anhelado. Realmente ambos sistemas deben propender a que los pueblos vivan bien y con aspiraciones de mejorar."

Si bien el capitalismo es el interés privado y el socialismo es el interés colectivo, la solución es contribuir con objetivos prácticos a eliminar el aparente antagonismo que existe actualmente. Algunos señalan como un “avance” el actuar de la China comunista donde el modo de producción capitalista que se da en ese país está bajo el control del sistema. Analizaremos luego lo positivo y negativo del mismo.

Un lector y amigo señala que: “La dirección política es la clave para orientar las fuerzas productivas al desarrollo de los pueblos. Aún así, el socialismo en un solo país estará cercado por un mundo capitalista, por lo que la tarea será ardua y prolongada”.

Veamos que en China todo está bajo el control del Estado. Si bien existen atisbos de un capitalismo ”in crescendo” –que permite tengan empresarios multimillonarios- esto ha sido construido gracias a una apertura del gobierno, a una mano de obra muy barata, de trabajadores cuasi esclavizados- y a que muchas grandes empresas capitalistas invierten allí porque los productos salen a precio de costo muy bajos. El problema que tienen los empresarios chinos es la falta de motivación.

Por otra parte en el mundo capitalista, por la voracidad de los empresarios, existe la realidad que no se ha podido eliminar un porcentaje apreciable de pobreza. Claro que no tanto como en China, pero ello motiva una insatisfacción, continuos reclamos y críticas a los gobiernos. Obviamente críticas y peticiones impensables en el país oriental donde el manejo –cuasi dictatorial- regula los ingresos.

La pobreza está dada por deficiencia de los llamados factores básicos: carencia de oportunidades laborales, precarias viviendas, poco acceso a la energía y saneamiento. Asimismo niveles bajos de salud y educación.

En esencia, si se superan los aspectos mencionados anteriormente, podrá generarse una mayor satisfacción de los ciudadanos y coincidentemente los empresarios podrían obtener mejores resultados de sus trabajadores. Una política que permita el acceso a esos rubros –considerados fundamentales- fortalecería al grupo humano y se lograría mejores resultados empresariales. Si los empresarios capitalistas compensaran adecuadamente, y de acuerdo al mercado, a sus colaboradores sería más sencillo alcanzar niveles de calidad total competitivos.

Todos esos factores básicos deberán llegar a los pobladores a través de una financiación aportada por un sistema impositivo donde un porcentaje de las utilidades empresariales contribuyan sustancialmente. Esto sin eliminar los impuestos básicos universales. Para ello habrá que contar con legislaciones promotoras hacia el empresariado. Por ejemplo, los factores básicos podrán ser trabajados, muchos de ellos, por la actividad privada bajo estrictos lineamientos que favorezcan a la población.

Es importante tener un aparato burocrático estatal reducido con gente altamente calificada y remunerada. Limitar las empresas estatales al mínimo, solo cuando la actividad privada no participe. Asimismo los gobiernos –democráticamente elegidos- deben considerar prioritario cumplir las necesidades básicas y la participación de representantes de los trabajadores y de los empresarios en la planificación conjunta.

Es tan importante la fuerza laboral como el recurso económico que deberá estar dirigido a lograr los factores básicos pero con un objetivo social. Para ello debe primar una nueva conciencia humana y obviamente social. Un gobierno de un solo partido lleva a los pueblos hacia las pérdidas de libertad y justicia. La pluralidad y objetivos concretos de desarrollo integral y sostenido, conllevará a la satisfacción. (Continuará). 


CON VENEZUELA Y CUBA NO HAY QUE SER INGENUOS 

YA ES HORA DE TOMAR ACCIÓN CONTRA LOS ENEMIGOS DE LA LIBERTAD.

Por Addhemar H.M. Sierralta

 (Perú).

Realmente preocupa la actitud de algunos gobiernos latinoamericanos al oponerse a una intervención de los Estados Unidos en Venezuela. Acaso ya Cuba no está dentro del país llanero con su gente, inteligencia, milicianos y asesores. No solo han logrado tener una “nueva colonia” sino que dependen de su petróleo para seguir sobreviviendo.

Además el gobierno de Maduro, con su actitud, demuestra no querer un diálogo sincero y busca el dominio absoluto –tipo Cuba- con la Constituyente.

Por otro lado la estrategia comunista de Castro requiere mantener Venezuela en su poder para lograr –a corto plazo- el dominio de Colombia vía participación de las FARC en la política interna de ese país. No hay que ser ingenuo que la CELAC, UNASUR y hasta hace poco la OEA han sido dominios rojos con los países que fueron penetrados por los comunistas. Tampoco hay que descuidar los lazos con Irán y los terroristas musulmanes.

Pena da que la oposición venezolana, mayoritariamente, haya decidido participar en las elecciones de diciembre, que se vislumbran amañadas. Esta cobardía deja mal parados a quienes resistieron en la calle al gobierno asesino y legitima la Constituyente.

Ahora bien, Estados Unidos debió haber cortado la compra de petróleo y venta de gasolina a Venezuela, porque ello le permite al gobierno tener dinero líquido para comprar armas y sostenerse. Todavía tiene tiempo para hacerlo y antes que ir a una intervención militar. Hay que ayudar a que caiga Maduro por lo que sufre el pueblo y un corto mayor sufrimiento será agradecido para liberarse del asesino.

La resistencia en la calle y la poca ayuda internacional no harán caer al perverso gobierno actual. Ojo que no solo son narcotraficantes, son esencialmente líderes comunistas o del llamado “socialismo del siglo XXI” y hay que llamarlos por su esencia y no distraer a la opinión pública en decirles narcos.

Finalmente hay que resaltar las palabras de la lideresa Corina Machado, quien con valentía ha dicho con claridad las verdades de lo que ocurre en su patria.

También hay que señalar que al comunismo rampante en América no se le debe dar ninguna concesión ni tregua. Son responsables de muchas muertes y han llevado a sus pueblos a la miseria y desesperanza. De mantenerse todo sin cambios hasta U.S.A. está en riesgo.Y si no se toma acción con energía para eliminar a los gobiernos de Venezuela y Cuba somos realmente ingenuos y hasta cómplices.


¡VENEZUELA!

Alejandro José Gallard Prio 

(Nicaragua).

Nota de actualidad publicada en el semanario El Archivo de Nicaragua.

No abandonemos Venezuela, luchemos por ella, ya que es allí, dónde se está librando la batalla definitiva para salvar a nuestra América de los enemigos de las libertades y los derechos humanos que garantiza nuestro histórico sistema democrático.

No busquemos culpables, ya que a unos nos durmieron con cantos de sirenas y a otros nos usaron como tontos útiles, los culpables son aquellos que abusaron de nuestros pueblos a través de la historia y los convirtieron en no creyentes del sistema de gobierno republicano-democrático, nunca se preocuparon por su educación, salud y mucho menos respetaron sus derechos políticos y/o sociales, exponiéndoles a ser pasto de los populistas corruptos, que a través de los años reforzaron al ejercito de empresarios oportunistas y mafiosos.

Por generaciones hemos sido testigos del "holocausto" político que se ha venido perpetrando en nuestras Américas, a nombre de una falsa querella de líderes y caudillos, ni cívicos, ni políticos, sino con la mentalidad y ambición de piratas, cuyas sangrientas luchas, no ondulaban las banderas de nuestros héroes demócratas, sino la de oportunistas del momento.

Han fallado los empresarios, los sindicalistas, los profesionales, los religiosos, los educadores y los militares, en fin ha fallado la élite de nuestras Américas, se ha dedicado a protegerse y engrandecerse olvidándose totalmente de que, sin un pueblo educado, saludable, con justicia y con esperanzas, nunca lograran sacar a nuestra América Latina de la ignorancia y la pobreza.

Por más de dos décadas tuve el placer de convivir entre venezolanos, comencé como secretario privado del Cónsul General de Venezuela en San Francisco, doctor Carlos Febres Cordero, suegro del coronel Áreas Morales, jefe de la Casa Militar del presidente Rómulo Gallegos, un demócrata que honra las democracias de las Américas por su honestidad y responsabilidad cívica. En esas décadas residí cerca de seis años, al albor del régimen de un dictador, el general Marcos Pérez Jiménez, que se dedicó a transformar al país con obras materiales, abandonando el bienestar político de su pueblo en manos de políticos ambiciosos y corruptos. Él me lo admitió en una plática que tuvimos en Beverly Hills, ya en su exilio.

Por lo anterior es que sigo martillando con el caso de la Venezuela de hoy, ya que ni la Venezuela de los Rómulo (Gallegos y Betancourt), ni la del General Pérez Jiménez, tienen comparación alguna. No puedo hablar sobre los gobiernos demócratas pre Chávez, que fueron los que no lograron controlar la corrupción, dándole la oportunidad al Castrismo de intervenir en la política de uno de los países económicamente más fuertes de América del Sur, desde el cual usarían la riqueza petrolera para comprar voluntades y expandir la corrupción, la pobreza y control de los derechos humanos.

Puedo traer como apropiadas al presente las palabras de Rubén Darío, que a la edad de 16 años, exclama en su poema "Oda a Bolívar": "El pueblo heroico y grande / que se levanta altivo y soberano"… "El pueblo que encendida / el alma lleva siempre agitada / con un fuego de vida"… "El pueblo que pregona derecho y libertad"… "el suelo que agitado / sus internas regiones / mantiene en gigantescas convulsiones"…

 Y para citar a Darío, quien mejor que Héctor Darío Pastora quien se expresa de esta manera: "nada más elocuente y propicio que presentarle al bravo pueblo de Venezuela, nuestra conmocionada y sentida solidaridad con su lucha por la libertad y los derechos humanos, invocando las estrofas mesiánicas de Darío: 'pero, maldito sea / quien al pueblo mostrando falsa egida / lo empuja a la pelea y le arranca la vida / en medio de la lucha fratricida'… 'si, mil veces maldito / quien turbando la paz de un pueblo honrado, / lanza de guerra el grito, / y le quita el arado / para darle un puñal ensangrentado'"

 "La Nicaragua de Rubén Darío, los demócratas dentro y fuera de la Patria, que somos víctimas del comunismo internacional, los que hemos vivido el infierno de la anarquía y demagogia de los 'libertadores de los pueblos' y que hemos optado por una segunda nacionalidad, repercute en nuestras almas de cristianos la tiranía y el martirologio que vive la Patria de Bolívar. Todo lo Maduro y Cía, se pudre y muere. Y la Oda también está llena de triunfo, el bardo clama: 'La libertad hermosa / en el cielo radiante se presenta / con mirada ardorosa; / la oscuridad ahuyenta y el siniestro rugir de la tormenta'.


SEREMOS CAPACES.

Por Enrique Guillermo Avogadro

 (Agentina).

"Si la Justicia existe, tiene que ser para todos. Nadie puede quedar excluido; de lo contrario, ya no sería Justicia".
Paul Aulster

Debo pedirle disculpas porque, el sábado pasado, atribuí la bastarda comparación de los asesinatos de Nicolás Maduro con el desalojo judicial de Pepsi Co. a Jorge Taiana, el terrorista montonero que secunda en la fórmula de precandidatos a senadores a Cristina Elisabet Fernández; en realidad, el autor ese verdadero dislate fue Daniel Filmus, quien encabeza una de las fórmulas kirchneristas en la Ciudad de Buenos Aires.

La noticia de la semana fue la inhibición que la Cámara Nacional Electoral impuso a Carlos Saúl Menem, un corrupto marca cañón que, como tantos otros, pretendía seguir refugiado en el Congreso para evitar cumplir efectivamente, aunque fuera en alguno de sus domicilios, las varias condenas penales -con doble conforme- que pesan en su contra. Aunque mañana el pueblo de La Rioja eligiera mayoritariamente la boleta que llevará impresa su fotografía, los argentinos tendremos un delincuente menos en el Senado. Un comentario aparte merece la conducta del PJ en su conjunto, incluyendo nada menos que al Senador Miguel Angel Pichetto, mostrando un monolítico y vergonzoso respaldo a este impresentable; tal vez, estaban curándose en salud para impedir que, en un previsible futuro, lo mismo pudiera sucederles.

Ya estamos en veda, y han dejado de machacar nuestra paciencia con la propaganda que difundieron los distintos partidos políticos en el espacio que les fuera cedido. No voy a explayarme, muchos ya lo han hecho, sobre el patético cambio que la noble viuda introdujo en su mensaje, indumentaria incluida, pero sí lo haré en relación con la izquierda.

Promesas tales como duplicar los salarios y, a la vez, reducir drásticamente el horario de trabajo, además de congelar las tarifas del transporte y la energía, llaman la atención porque, por supuesto, ninguno de los prohombres de esas corrientes dijo quién y cómo pagarían tales milagros de multiplicación de panes y peces. Tal vez los destinatarios eran los niños que aún creen en que sus regalos los traen los Reyes Magos, ya que eso explicaría por qué la izquierda vernácula, adoradora del chavismo, nunca consigue salir del escuálido porcentaje que obtiene en cada elección.

Pero hay un aspecto de la actividad de estos calamitosos personajes que produce daños permanentes. El mejor ejemplo fue, precisamente, el cierre de la planta fabril que Pepsi Co. tenía en el Conurbano bonaerense; la empresa despidió a su personal (500 operarios), pagando no sólo las indemnizaciones de ley sino duplicando las mismas. Más del 90% de quienes perdieron el trabajo aceptó encantado la gran suma que recibió y se fue a buscar otro, pero 40 de ellos y muchos cretinos ideologizados ocuparon las instalaciones e intentaron que el Estado expropiara la fábrica cerrada y la entregara a una cooperativa.

Si seguimos viviendo en un país que no respeta la ley ni el derecho de propiedad cuando un grupo violento avanza, ¿podrán llegar las anheladas y esenciales inversiones privadas? ¿Alguien cree que los permanentes piquetes que estos violentos inadaptados protagonizan a diario en la ciudad y en las rutas no se difunden en el exterior? ¿Cómo se creará trabajo genuino en estas condiciones? ¿Pretenden convertir a la Argentina en Venezuela, que asesina por hambre y desnutrición a su pueblo?

Y esto nos lleva al ataque que nuestro país está sufriendo en el sur cordillerano, como sucede en Chile desde hace años. Me refiero a los grupos mapuches que han comenzado a utilizar el terrorismo para ocupar un territorio enorme que no les ha pertenecido nunca; se trata de individuos que su propia comunidad repudia, y que se disfrazan de "pueblo originario" para acceder a los beneficios contantes y sonantes que les proveen algunos imbéciles europeos y, sobre todo, de interesada difusión. Resulta urgente que Mauricio Macri se ponga las botas y, a través del Ministerio de Seguridad, ordene la represión y la detención de estos subversivos, ya que está en juego la autoridad presidencial misma; si no lo hace, si se siguen tolerando estos hechos, será muy tarde para una de las regiones más bellas de la Argentina.

Tampoco en este asunto resulta demasiado difícil descubrir la negra y malintencionada mano del kirchnerismo: sólo una increíble casualidad podría haber hecho que sea la misma abogada quien defiende a Milagro Salas en sus múltiples causas penales por defraudación y extorsión, y a Facundo Jones Humala, el líder de una nueva organización terrorista, Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), preso por los episodios de violencia registrados. La indignidad escala si recordamos con qué rigor trató el gobierno anterior a los qom, cuando este pueblo verdaderamente originario trasladó sus eternos y justificados reclamos a un campamento en la 9 de Julio; estaba harto de las expoliaciones y las sevicias a las que lo somete Gildo Insfrán, el fraudulento, dictatorial y extremadamente corrupto Gobernador de Formosa desde hace décadas, y fueron desalojados a los golpes.

Mañana todos iremos a votar, como manda la ley, en estas absurdas PASO, y nadie deja de especular sobre los resultados, incluyendo las encuestadoras, que tanto han fallado aquí y en el extranjero (EEUU, Gran Bretaña, Francia, España, etc.). Pues bien, estoy absolutamente convencido de que Cambiemos, con excelente criterio, ha "ido a menos" durante toda la campaña, es decir, creo que los números reales que maneja son mucho más tranquilizadores que los que dice tener.

Al menos en lo que a senadores y diputados nacionales se refiere, el país deberá mirarse como un todo y, en él, podremos comprobar a qué ha quedado reducido el kirchnerismo, cualquiera sea el disfraz que utilice en cada provincia; mi impresión personal es que no superará el 15% de los votos. Si esto se confirmara, resulta obvio que los grandes capitales locales e internacionales volverán a confiar, toda vez que un regreso al populismo ladrón resultará harto improbable por largo tiempo.

En lo que erróneamente se ha dado en llamar la "madre de todas las batallas", o sea, la Provincia de Buenos Aires, creo que Esteban Bullrich, a quien muchos consideran un "cuatro de copas" de la política, le ganará a Cristina Elisabet Fernández sin necesidad de esperar hasta octubre y, de ser así, ya no habrá quien logre resucitarla ya que, como siempre ha hecho con quienes han sido "mariscales de la derrota", será el propio peronismo quien cargue su ataúd hasta el cementerio de la historia.

Nuestro destino está en nuestras manos. Si volviéramos a elegir a los corruptos, no seremos víctimas sino meros cómplices y, como tales, mereceremos la condena eterna, porque habremos arrojado a la Argentina a un nuevo abismo, como tantas veces hemos hecho en los últimos cien años.

Bs.As., 12 Ago 17


THE COVE / RINCÓN INTERNATIONAL DE MIAMI CUMPLE 22 AÑOS.

La organización cultural The Cove / Rincón International, Poesía y Otras Artes / Poetry and Others Arts, sin fines de lucro, está celebrando sus 22 años de existencia con un evento a realizarse el próximo viernes 25 de agosto, a las 6 y 30 p.m., en el auditorio del New Professions Technical Institute (NPTI) / Humboldt International University en el 4000 Flagler Street, Miami.

En esta oportunidad se anunciará a los ganadores de la antología internacional “Las artes en nuestra vida / The arts in our life. Los seleccionados por el Jurado pertenecen a siete nacionalidades.

El programa contempla poesía, música, danza, canto, artes visuales y más. Entre ellos el tenor Miguel Cervantes y el dúo Voces Románticas, así como niñas de la Academia del Saber, nos ofrecerán sus interpretaciones.

La entrada es libre y la presidente de la organización, Marily A. Reyes, agradece anticipadamente su asistencia. Nos veremos el 25.


LA COMPENSACIÓN  

(Sueño de un casado).

Por Ricardo Caso Uría 

(Perú).

Artículo escrito por su autor en 1908, de la serie “Tradiciones Iqueñas” que llegó a nosotros gracias a Gonzalo Caso Dagnino (XIV Pomoción del CMLP) y que fuera publicado en La Gaceta Leonciopradina No. 328 del 31 de julio pasado.

Recorría yo pausadamente el Infinito y un aburrimiento tan grande como mi propia grandeza arrumaba mi espíritu errabundo. Y así, transcurridos muchos siglos, resolví hacer una visita de cortesía a un anciano ingenioso y solitario que habitaba un infinito cercano al de mi propiedad.

Dirigí mis pasos perezosos al cielo –que así se llamaba el Infinito vecino. Caminé largo tiempo, hollando con mi planta resplandeciente el nácar de las nubes; tropecé en el caos; salvé a grandes pasos la vecindad de la Nada, y llegué finalmente a la morada del anciano.

Penetré sin ceremonia a casa de mi secular amigo y después de recorrer varios espacios tenebrosos y solitarios, me encontré casi de improviso en su gabinete de trabajo donde sorprendió a mi curiosidad la vista de innumerables objetos de formas complicadas y extrañas, mezclados con multitud de esferitas de diversos tamaños y en uno de los rincones una masa informe de barro, que ofrecía reciente, la huella de los divinos dedos.

Allí estaba él, sentado ante una mesa de labor, cubierta de papeles llenos de cálculos algebraicos y de diseños a lápiz. Se levantó presuroso y cortés a recibirme y nos estrechamos las manos cordialmente, cambiando las frases de estilo.

La conversación decayó después poco a poco, y por fin quedamos en silencio. 

Transcurridos unos instantes, mi huésped, dando un gran bostezo me preguntó:

 -¿Y qué tal el aburrimiento por allá afuera, vecino?

-Mortal –le respondí- si para nosotros pudiera existir esa palabra.

 El anciano sonrió de soslayo y repuso:

 -Es la compensación de la Omnipotencia. Para nosotros los contemporáneos del tiempo, el reloj de arena representa la tortura de la uniformidad, del fastidio…

Volvió a bostezar y añadió:

-Pero hay como entretenerse y hacer la eternidad más llevadera; yo ejercito mi potencia creadora y fabrico juguetes complicados y vistosos para solazarme con ellos.

Actualmente los fabrico de barro, material grosero, pero dócil y manejable. Justamente iba a dar comienzo a una obra de gran mecanismo, cuyos elementos estoy preparando desde hace tiempo, cuando fui agradablemente interrumpido por su oportuna visita, de modo que si usted me lo permite, proseguiré, antes de que el barro se reseque demasiado, pudiendo asegurarle que pasará algunos días bastante entretenidos.

Roguéle que así lo hiciera, y muellemente recostado en un amplio sillón, esperé a que diera comienzo a la obra.

Después de haber llenado varios papeles de cálculos ininteligibles para mí, se levantó con ademán solemne, sacó una caja de cerillas y encendió una en el lado conveniente, exclamando al mismo tiempo con voz creadora:

-¡Fiat lux!

Aplicóla en seguida a una esponjilla embebida en alcohol, que colgaba en una de las paredes del gabinete, y pude observar que su luz vacilante y amarilla se reflejaba en un pequeño espejo de plata situado al frente, y de tal modo que visto de costado, su forma redonda se achataba rematando en dos puntas afiladas y divergentes.

Después de hecho esto, el anciano al sentarse con indolencia, cruzó las piernas y me ofreció un cigarrillo, como dispuesto a charlar conmigo largo rato.

¿Cómo? –pregunté sorprendido- ¿No piensa usted continuar su interesante trabajo? -Por el momento no –me respondió tranquilo. Tengo bastante por hoy. Mañana continuaré la obra.

Me pareció que su laboriosidad no corría pareja con su ingenio, pero no quise hacer ninguna observación y pasamos el resto del día departiendo amigablemente. Me hizo pacientes y detalladas explicaciones del complicado mecanismo del trabajo que iba a ejecutar delante de mí haciendo lujo de su enciclopédico saber, pero por más que me esforcé, no llegué a comprender una palabra. Recuerdo sí que tuve el tino de asentir, para no dejarle entrever mi no menos enciclopédica ignorancia.

A la mañana siguiente el anciano puso nuevamente manos a la obra. Tomó las esferitas que se amontonaban en su gabinete y después de frotarlas con una sustancia que las hacía fosforescentes, las clavó con alfileres en el techo siguiendo cuidadosamente los contornos de caprichosas figuras que tenía diseñadas de antemano, entre las cuales campeaba un pequeño perro y otro mayor. En la cola de este último fijó la más voluminosa de las esferas y dio por terminada la labor del día, con nueva extrañeza de mi parte.

El tercer día amasó con grandes precauciones una nueva bolita de barro; le produjo algunas sinuosidades con la punta del lápiz; derramó algunas gotas de agua en las partes deprimidas; cogióla después entre los dedos pulgar e índice; con una ligera presión le acható los extremos, y, balanceando el brazo, la lanzó con ímpetu al espacio, dándole al mismo tiempo un movimiento giratorio bastante pronunciado…

Y la bolita rodaba, rodaba…

Y a medida que rodaba iba creciendo, creciendo… y él parecía cada vez más pequeño, más insignificante, al lado de su obra.

-¡Esto sí que es maravilloso!, exclamé lleno de asombro, al ver que la bola de barro llegaba al máximum de desarrollo, con sus asperezas convertidas en montañas y sus gotas de agua en ondulosos mares, mientras que nosotros desaparecíamos como miserables puntos sobre una elevada llanura limitada por cuatro ríos.

-Todavía falta lo más interesante, lo que reservo para el último día- indicó el anciano, sonriendo con vanidosa indiferencia.

En los días subsiguientes concluyó de dar forma y vida a los animales y plantas cuyos incompletos modelos encontré a mi llegada. Dispuso sabiamente los rebaños, las fieras y los reptiles sobre el verde césped que ahora aterciopelaba la llanura y bajo el fresco ramaje de los árboles frutales esparcidos por doquiera con admirable prodigalidad, pobló asimismo los ríos y los mares de seres escamosos y escurridizos, que salían de sus manos omnipotentes agitándose con encantadora vivacidad, y llenó los aires de una muchedumbre bulliciosa y bien vestida, provista de alas adecuadas. Y yo admiré su sabiduría.

Llegado el sexto día, el anciano me dijo con visible contentamiento:

-Ha llegado el momento de completar la obra: voy a crear el ser más perfecto, quien será a nuestra imagen y semejanza, para darle el dominio de todo esto.

-Entonces ¿va usted a hacer un ángel? pregunté dudoso.

-No tal. Ya los hice en otra época, pero uno de ellos me resultó indisciplinado y tuve que relegarlo a las cocinas. Y, aún desde allá sigue molestándome y trata siempre de pervertir o desarreglar mis obras.

-¿Y por qué no lo destruye usted?

-Porque es necesario que exista.

 Volví a admirar su sabiduría y pregunté:

 -¿Cómo se llamará el nuevo ser?

-Hombre: un ser inferior a los ángeles.

 -Y entonces ¿cómo será a nuestra imagen y semejanza?

 -Ya lo verá usted, me respondió con sequedad.

Tomó la masa de barro y comenzó a modelar un cuerpo robusto, de formas armoniosas y enérgicas. Concluida y retocada la figura, el anciano la depositó sobre la hierba y sopló en sus ojos. Hecho esto nos alejamos para observar.

El Hombre dio un gran suspiro, se puso de pie y paseó una mirada de sorpresa, en derredor. Emprendió después un paseo lento, curioseando a través de la arboleda; comió algunos frutos; bebió el agua de una fuente; acarició a los animales…  Satisfecha la curiosidad, buscó la sombra odorífica de un naranjo y se sentó con los brazos cruzados, en actitud meditativa.

Largo tiempo estuvimos observándolo en espera de un nuevo movimiento; pero el Hombre indiferente, con los ojos entornados, hasta que un formidable bostezo me dio la explicación.

Al ser a nuestra imagen y semejanza, se aburría también.

El anciano comprendió a su vez, hizo un gesto de disgusto y quedó pensativo.

-Tengo una idea- exclamó de pronto.

Y deslizándose detrás del bostezador, hízole unos cuantos pases magnéticos que le produjeron irresistible somnolencia. Sacó en seguida un afilado bisturí y le extrajo con pasmosa seguridad una de las costillas inferiores, cerrando la herida sin dejar sutura visible.

-¿Qué va a hacer usted con ese hueso?, pregunté asombrado.

-Otro ser igual para darle compañía.

-Pero me parece –objeté- que ese material no va a ser suficiente.

-No importa. Haré la figura algo más pequeña y le dejaré la cabeza en hueco. Lo que más me interesa en este caso es la forma.

Y el despojo humano adquiría rápidamente bajo sus hábiles dedos, la figura de otro ser semejante al anterior, pero inmensamente más bello; de formas más delicadas; de líneas más puras y suaves, y con un rostro imberbe cuya contemplación me producía particular encanto.

Cuando la graciosa muñeca estuvo terminada, ayudé solícito al anciano a transportarla y la depositamos al lado del durmiente, hecho lo cual, ambos fueron despertados mediante el soplo consabido. El anciano me dijo entonces:

-Conviene dejarlos solos a fin de que se conozcan y entiendan. Demos un paseo entre tanto.

Con verdadero pesar me alejé de esa última creación, que despertaba en mí un verdadero interés, para luego recorrer mares y montañas en la sabia compañía del anciano. Oíle cortésmente una nueva y minuciosa explicación del mundo y sus accesorios, figurando el mayor interés, pero, en realidad, esperando un momento de silencio, que al fin se produjo. Me detuve entonces y pregunté a mi interlocutor:

-¿Podría hacerme un servicio, vecino?

-Usted dirá.

-Desearía conservar como recuerdo de esta visita y de los asombrosos inventos que usted se ha servido mostrarme, una muñeca igual a la que acaba de hacer… Siempre que no fuera gran molestia, añadí humildemente.

 -Siento decirle que no me es posible complacerle, amigo mío. Como usted habrá observado, la provisión de barro se agotó con la primera figura, y ahora no dispongo ni de un adarme.

 -Y ¿no será posible –objeté con timidez- sacarle otra costilla al Hombre, como lo hizo usted hace poco?

 -De ningún modo: quedaría incompleto, y eso no está bien. Cuando lo construí, le coloqué una costilla demás en previsión de lo que podía suceder.

Quedé afligido y desconsolado, pero con la secreta esperanza de encontrar alguna vez material adecuado para la figura, aunque para ello tuviera que explorar todos los infinitos habidos.

Volvimos al jardín. Al pie de un robusto manzano estaba el Hombre erguido, risueño, con el brazo derecho en torno de la figura de ella que reclinaba lánguidamente sobre su hombro musculoso su cabeza adornada de copiosa y ondulante cabellera. Ambos parecían estar sumamente interesados oyendo el meloso discurso que una gran serpiente arrollada en espiral les dirigía.

Pasadas muchas horas volvimos al jardín. El Hombre estaba apoyado en el rugoso tronco del manzano expresando en su barbado rostro un mundo de satisfacción y de contento. Ella, casi oculta detrás de una enorme hoja de parra, tenía los brazos cruzados sobre el redondo seno y su piel había adquirido un tinte rosado y pudoroso que la envolvía como un nimbo de aurora. Tenía los ojos bajos y parecía mirar con interés a la serpiente que a sus pies desarrollaba voluptuosamente sus espiras.

En esa posición estaba irresistible. Una idea súbita me asaltó y grité al anciano:

 -¡Eureka!  ¡Ya encontré el medio!

 -El medio ¿de qué?

 -De tener una muñeca como esa –respondí alborozado-. Sáqueme usted una costilla con la misma suavidad que al Hombre y hágala de allí.

El anciano se acarició largamente su hirsuta barba, como saboreando mi impaciencia, y respondió lentamente:

-Veo que tiene usted gran interés; pero desgraciadamente nuestra complexión no se presta para juegos de esta clase. Lo que usted me pide es impracticable.

Comprendí entonces que lo que realmente le faltaba era el deseo de complacerme y no insistí. Pero durante mucho rato me ocupé en buscar infructuosamente detrás de cada hoja de parra para cerciorarme que no ocultaban otro juguete semejante.

El anciano, entre tanto, los miraba con aireado rostro y exclamaba sordamente:

-Son demasiado felices, demasiado felices…

-Y ¿qué? –le interrumpí- mejor para ellos.

Peor para ellos, hay que darles la compensación de tan exagerado contentamiento… Hay que ponerles una espina entre las rosas.

-¿Qué piensa usted hacerles? –pregunté compadecido.

-Tan solo obsequiarles con una hermosa institución que se llama Matrimonio. Esa será la espina. Una compensación homeopática, se podría decir.

Iba a intervenir todavía en favor de la paradisiaca pareja cuando un feroz golpe recibido en las costillas me hizo lanzar un grito.

Volví la cabeza al anciano, que me miraba con ojos aburridos y crueles. Entonces una voz bien familiar para mí, gritó en tono agrio:

-¡Ya son más de las ocho! ¿Qué no piensas ir hoy a la oficina?

Y el aguzado codo de mi mujer punzaba implacablemente mis indefensas costillas, haciéndome dar saltos de pescado.

-¡Ah! –pensé-   ¡la compensación!   ¡la espina!

Y desperezándome adolorido, recordando mi larga pesadilla, exclamé lleno de rencor:

-¡Envidioso!
               

RAYOS Y TRUENOS

  (Narración).

Por Addhemar H.M. Sierralta 

(Perú).

Escrito hace años, esta narración cobra actualidad por estar en época de huracanes.

La tormenta duró toda la  noche. Me entretenía en calcular la distancia de los truenos a la casa contando los segundos que transcurrían desde la aparición de la luz hasta el estruendo que remecía toda la casa. Por lo menos mañana no regaría el jardín de madrugada. Suficiente agua cayó y eso era bueno.

Por esos días soportábamos una sequía nunca vista desde 1889. Tanto que las restricciones de riego y la disminución de la presión de agua se hacían imprescindibles. Para que no muriesen los jardines, ya casi amarillentos, furtivamente regaba algo a eso de las 5 de la madrugada. Así evitaba las multas en plena ley seca de agua. Pronto llegaría la temporada de huracanes y también teníamos que tomar las precauciones del caso. Los anuncios que habrían cinco de gran envergadura no preocupaban tanto porque el año anterior fueron las mismas predicciones y no pasó  uno solo, que valiese la pena considerar, ni siquiera de grado uno.

De cualquier manera la situación de los huracanes del año pasado contrastaba con la ocurrida en 2005. En aquella oportunidad nos azotaron dos de gran magnitud : Wilma y Katrina. Este último fue uno de los peores en el país y destruyó casi todo en Louisiana. Por nuestra zona el más impactante llegó a ser Wilma. Aún recuerdo que a su paso, en el momento de mayor fuerza, llevé a mi madre a un closet y allí nos refugiamos. Los estragos posteriores como falta de luz y agua, caminos bloqueados por los árboles y ramas caídos, que los obstruían, era algo normal.

Esta madrugada me recordó la tormenta que vivíamos en pleno sur de la Florida. Una de las zonas de mayor riesgo en lo que respecta a estos fenómenos naturales. La intención de ver alguna película en casa aprovechando la visita de mi hija y nieto fue vana. A cada momento, por las inclemencias del tiempo, se cortaba la señal de la televisión. Tantas veces ocurrió esto que decidimos dormir más temprano. Era nuestra intención pero la tormenta no nos dejaba entregarnos al sueño.

Un estallido, como el de una bomba, se sintió, de pronto, afuera de la casa. Se estremeció toda. El alumbrado eléctrico se cortó y la alarma de la casa empezó a sonar y por más esfuerzos que hacía por detenerla, desde su tablero de mando, era imposible. Pasado el primer susto salí, por la puerta principal, para averiguar qué había sucedido. Afuera el farol estaba destruído lo mismo que algunas plantas y pasto. El vecino se acercó para ver cómo estábamos.

-Me asusté mucho y pensé que podían necesitar algo. El rayo cayó delante de su casa-me dijo Rafael bastante alterado. El vino de Cuba hace mucho tiempo y ahora frisaba los 70 y pico de años.

-Así parece, pero felizmente sólo la alarma que suena y la luz que se cortó. Todos estamos bien y muchas gracias por preocuparte, Rafa-contesté aparentando tranquilidad aunque aún sentía que temblaban mis piernas.

De inmediato regresé al tablero de la alarma y procedí a desarmarla y logré detener su escandaloso bullicio. Rafa retornó a su casa y a lo lejos se percibía el sonido de algunos truenos aunque llovía copiosamente. Ahora teníamos que tratar de dormir.

Amaneció con un radiante sol. Como indica el dicho, después de la tormenta llega la calma. Pero esa calma fue sobresaltada al escuchar maullidos y chillidos. En el jardín de afuera de casa un par de gatos se enfrascaban en una tremenda pelea. Salí para espantarlos y me dí cuenta que parte del pasto estaba chamuscado, por el rayo de la madrugada.

Demás está señalar que me libré de regar el jardín. Dediqué mi tiempo a corregir algunos poemas y cuentos . Mientras lo hacía reflexioné en algo que cada vez que había tormenta o huracanes venía a mi mente. ¿ Dónde se guarecen los animales en estas circunstancias ? ¿ Cómo sobreviven pájaros, gatos, perros, y zorrillos ? Hay que pensar que hay vientos de más de 150 kilómetros por hora, lluvias tan copiosas que inundan madrigueras y mojan todos los nidos. Pero pese a todo las aves y otros animales aparecen nuevamente junto con el radiante sol del momento que escampa. Que yo sepa ni siquiera son arrastrados por el viento ni se ahogan con los niveles de agua.

Se que pudo ser comprobado, cuando el último tsunami en el continente asiático, que los animales, como intuyendo el fenómeno, empezaron a movilizarse minutos antes hacia las montañas o partes altas y no contaron entre las víctimas a ninguno de ellos. También recordaba que perros y gatos, así como algunas aves se tornaban inquietos instantes previos a los movimientos sísmicos.

Por la casa hay un parque en el que la tarde anterior llevamos a pasear al nieto. Jugaba con los columpios y taboganes. Alrededor nuestro cuatro gallos y dos gallinas buscaban gusanos. Varios patos descansaban bajo la sombra de los árboles y una hermosa pata paseaba orgullosa con sus cinco pequeños patitos amarillos. Luego de la tormenta regresamos al  mismo parque y allí estaban, como si nada hubiera ocurrido, los gallos, las gallinas, los patos, la pata y sus cinco pequeños.

Las pistas y casas de la vecindad habían sufrido los estragos del temporal. Techos y tejas por los suelos, árboles desgarrados de raíz, postes de electricidad y teléfonos tendidos y la consiguiente falta de luz, agua y comunicaciones. Los animales tranquilos.

Y llegó la temporada de huracanes. Nos azotaron varios con la secuela de la misma destrucción en la ciudad. Concluyó la temporada de los tifones y se reportaron algunos fallecidos como consecuencia de los embates de la naturaleza. Volvimos al parque para pasear y allí estaban los mismos animales. Los patitos amarillos algo más crecidos y siempre los cinco. Ni que decir de los gallos y gallinas que ahora eran padres orgullos de media docena de pollitos. Seguirán los rayos y truenos y continuará el misterio de lo que ocurre con los animales durante aquellos terribles momentos. Me he prometido que algún día lo averiguaré.
 

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Fuente: 

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
 
 
Addhemar Sierralta
 
Año 9 No. 314 de 16 de agosto de 2017