viernes, 25 de agosto de 2017

LA LOCA JUVENTUD DEL TUQUITO DE MIKI GONZALEZ - POR FRANSILES GALLARDO


LA LOCA JUVENTUD DEL TUQUITO DE MIKI GONZALEZ

Por Fransiles Gallardo

Estoy a 37 mil pies de altura, sobre los Andes y la aridez chilena de Iquique, Antofagasta y Calama, recostado sobre el asiento del avión que me lleva al Buenos Aires de Borges y Gardel; donde la colonia de paisanos cajamarquinos está de celebración y voy a exponer mi trabajo literario.

Los parlantes nos alarman diciéndonos que “ajustemos los cinturones porque entramos en zona de turbulencia atmosférica”.

Yo estoy en turbulencia nostálgica y emocional.

Estoy escuchando música peruana en un avión chileno.

Por los audífonos siento los largos y estridentes clarines cajamarquinos, el tun tun de las cajas, el rasgueo de la cashua en las guitarras, el sonido de las quenas y antaras y el rítmico sonido del piano.

Es la cashua cajamarquina en ritmo de música joven para escuchar, degustar y emocionarse hasta la nostalgia.

Es el compacto de música andina peruana musicalizado en beat por Miki González

Hay además, entrañables melodías de nuestro folklore peruano; que re descubre algunas piezas clásicas y acerca a la juventud, a paladear nuestra propia música.

A fines de los setenta el Indio Mayta le puso música ranchera a los carnavales de Cajamarca y mi protesta en la radio, como periodista de esa época, fue tenaz e implacable. “Está deformando la música cajamarquina”, decía.

Lo que hacía el Indio Mayta, era popularizar el Carnaval. Ampliar fronteras y auditorios. 

Llevar la nostalgia a esos corazones cajachos, dispersos por el mundo.

Hoy lo entiendo.

Mi relación musical con Miki González, como muchos de mi generación, data de los años ochenta cuando flaco y pelucón formaba parte de esa extraordinaria generación musical de Gianmarco y su Domitila, el feo Raul Romero y Los No se quien y los no se cuantos y “un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña; Arena Hash, la banda de Pedro Suárez Vértiz  y el himno de los ex patriados “ cuando pienses en volver…”.

Y ahí estaba Miki González y su “Vamos a Tocache…que la coca van a legalizar”. Claro que iba por tres días a Tingo María y Tocache, y lo retenían por tres semanas.

Ironías del destino y de mi profesión. Como Ingeniero Civil fui a Tocache en el año 2012, para construir la primera gran obra emblemática del Gobierno Regional de San Martín.

El símbolo educativo de Tocache: El colegio 412 que Miki González popularizara en su canción Vamos a Tocache.

 “Hoy gran baile social en el centro educativo 412, las entradas en….propagandizaba Miki González llamando a las fiestas en ese histórico local, al cual demolimos para construir un hermoso y moderno colegio.

Y Miki Gonzalez regresó el 2013 para el Aniversario de Tocache, al frente de su remozada banda musical.

Eran los primeros años del post senderismo, narcotráfico, MRTA y la represión militar policial de los años 90 y 2000. Del Capitán  Humala y el cuartel de Madre Mía.

Sin pelo, más flaco y más viejo, separado de la cuñada de Cristhian Meyer.

Retornaba. No para legalizar la coca. Regresaba para impulsar la producción masiva del café y el cacao, símbolos agrícolas de una región de agricultores, gente pacífica y de bien.

Fue una bulliciosa presentación en la Plaza de Armas. Los jóvenes tocachinos admiraban a una leyenda musical y repasaban la historia de su pueblo. 

Eran nuevos tiempos. El narcotráfico había sido controlado y el terrorismo también. Eran tiempos de paz.

Desde un ángulo de la plaza y con una cerveza. Disfrutaba.

Dos años después y con el apoyo del Colegio de Ingenieros del Perú publique mi libro Puka Yacu, Rio de Sangre, como un homenaje a los tocachinos que no sucumbieron ante la tentación, la ambición y la venganza.

Estábamos hospedados en el Hotel España. Coincidimos en el hall. El rodeado de su banda y los fans que le pedían autógrafos. Yo con mis botas de barro. Nos saludamos con un movimiento de cabeza. Quise acercarme para conversar de música y literatura. De mis libros publicados. Pero no tenía ni uno a la mano.

Talvez, algún día, en cualquier lugar, con un café o una cerveza conversemos sobre Tocache y nuestras experiencias. Y talvez hagamos algo juntos.

Y hoy, sobre las nubes y en un lugar ajeno y distante a nuestra patria, me reencuentro con Miki González y su tributo a la música de mi tierra cajamarquina.

Loca Juventud es una cashua emblemática de los Reales de Cajamarca “Si te casas algún día / pero yo se que hay de mi no te olvidarás / Cuantas cosas han pasado / nuestra loca juventud ya no volverá….ya no volverá…”

Los clarines retumban con su espectacular sonido, los saxos hacen lo suyo, las guitarras invaden nostalgias, la caja resuena.

“Tuco que canta en mi puerta…es que está cerca mi muerte…” Suena y resuena en mis oídos y mi nostalgia.

A 10 mil metros de altura y sobre las nubes de dos países ajenos, estoy llorando.