lunes, 26 de junio de 2017

EL ARCA INKA DE NOÉ - POR LUZ SAMANEZ PAZ, PRESIDENTA DE ASOLAPO INTERNACIONAL

 
 EL ARCA INKA DE NOÉ

LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional
 
Calca (Cusco), es un pintoresco pueblito, que vive en una eterna primavera. Está ubicado en el corazón del Valle Sagrado de los Inkas, donde los antiguos peruanos, pasaban sus días de veraneo, arrullados por las serenas aguas del majestuoso Willkamayu i alegrados por tik´as o flores multicolores i árboles de k´ iswar i pisonayes, que les daba sombra i adornaban el paisaje andino.
 
Calca

La tradición oral cusqueña, cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos i trasmitida por vía oral, de generación en generación, nos trae con frecuencia, relatos muy parecidos a los que nos describe la Biblia, sobre una serie de acontecimientos pretéritos. Por ejemplo, en San Pedro de Kacha, en la provincia de Canchis, donde se encuentran los restos del gran Templo dedicado al verdadero dios del Imperio: Wiraqocha, los españoles encontraron como dice Cieza de León, la estatua de un hombre blanco de "luengua barba", que los soldados de la Conquista se resistían a destruir, porque consideraban que podía pertenecer a San Jorge o a CRISTO. Posteriormente los naturales de la zona explicaron que Wiraqocha, había sido el creador de los hombres andinos, pero esos primeros humanos lo traicionaron, por lo que los mató, primero con un diluvio que dio origen al Lago Titikaka, que es el más alto del Mundo i luego con una erupción de fuego. Sobre el diluvio, la tradición también se repite en Calca, que como vigilante Atalaya de esa idílica localidad, cuya vista alegra el espíritu i vuelve poeta al hombre de corazón más duro, se yergue el gigantesco Pedregalpor, por cuyos riscos de piedra, baja impetuoso i desafiante la q´ocha o río Q´ochoq, quien al llegar al Willkamayu, da la impresión de un toro rabioso, que quisiera retar o embestir a las mansas aguas de esa q´ocha considerada sagrada, por los altivos Señores de la Borla i la Mascaypacha.

En la cumbre del citado cerro, existe una rara formación geológica que tiene la apariencia de una rústica embarcación, conocida con el nombre de Anqasmarka, considerada por los naturales como una especie de "Arca Inka de Noé", porque se dice que se anegó la zona i sirvió para que se salvara un pastor, su familia i algunas llamas, vicuñas i alpacas, que determinaron así que no se extinguieran en la región, ni los hombres, ni los auquénidos. El relato fue recogido por Fray Martín de Morúa, religioso mercedario, quien fue Comendador del Qosqo.
 
 Anqasmarka, en círculo

Refiere que ese pastor, vivía con su mujer i sus seis hijos. Se caracterizaba por su bondad i espíritu religioso, puesto que constantemente daba ofrendas al dios Wiraqocha i al dios Inti, además convivía con las aves i con los animales del Ande, a quienes daba alimento i curaba cuando sufrían algún accidente. Por ello, llegó a conocer su lenguaje i dialogaba largamente con ellos. 
 
El puma de Calca

Un día encontró muy tristes a sus amigos. Sorprendido les peguntó qué había pasado. Tembló cuando ellos pronosticaron que se desencadenaría una lluvia que azotaría la zona por varios días i que terminaría con todo vestigio de vida. Diciéndole que los Apus o dioses que viven en las chask´as o estrellas, estaban descontentos con los hombres, que se han olvidado de "rendirle culto", pero a continuación afirmaron: "Tú que eres bueno, puedes salvarte. Recoge a tu mujer e hijos i lleva algunas aves, llamas, vicuñas i alpacas i sube a la cumbre del Pedregalpor.

Así lo hizo, encontró una rara embarcación i desde allí, presenció con espanto, cómo las lluvias cubrían los valles, se empinaban por las más altas cumbres, sembrando la muerte. Al final, todo se había convertido en un inmenso océano. Pasaron los días i volvió a salir el dios Inti, sus rayos protectores comenzaron a dar calor, bajaron  las aguas i el pastor con su barca encalló en la cumbre del Pedregalpor, desde donde pudo bajar nuevamente para poblar una vez más la zona andina. Con los años la rara barca se convirtió en piedra. Ese es el Anqasmarka.
 
Anqasmarka