martes, 30 de mayo de 2017

UNIÓN ES FUERZA - POR EL DOCTOR ÁNGEL EDGARDO CHIRINOS LAVANDER


UNIÓN ES FUERZA 

Por: Dr. Ángel Edgardo Chirinos Lavander 

Hay un principio universal muy antiguo, que desde que se es un niño se aprende, cual es: “La unión hace la fuerza”; principio que es aplicado en todas las actividades y acciones que llevan al triunfo y al bienestar de la gente. Como también aquel contrario, que aquellos que adquieren o tienen poder, lo ponen en vigencia de acuerdo a sus intereses o también a la vanidad y soberbia, que es: “Divide y vencerás”; que en buen romance significa, ‘desune y triunfarás’, porque no tendrás resistencia para que se te opongan. 

Esto lo emplean a raja tabla los politiqueros, principalmente los últimos corruptos que nos gobernaron recientemente, con los llamados D.L. y D.S., que el Congreso de la República por incapacidad o con malicia, les concede su aplicación; obviando muchas veces, lo inserto en nuestra Constitución Política del Estado. 

Traigo a colación estos dos principios que he insertado ut supra, porque con gran congoja constato en la praxis diaria, cómo aquellos principios que son inculcados en las escuelas de formación castrense y otras, cuando éstos pasan a la situación militar de retiro, son dejados de lado, quizás por esnobismo, por ambiciones de figuración, élite, discriminación, etc,; porque surgen como hongos silvestres en la humedad de la vida, organizaciones que rompen aquel prístino primer principio enunciados; alimentando así al segundo, que es fatal para lograr objetivos anhelados y vislumbrados por todos. 

Veo y constato -repito- con gran pesar, cómo aquellos que vistieron el uniforme de la patria y que fueron formados, capacitados y preparados para defenderla hasta con la vida en todo sentido, al terminar ese lapso de la situación militar de actividad, se desunen, se desmiembran y se separan como si se discriminaran, constituyendo organizaciones o asociaciones de acuerdo a las jerarquías y grados que ostentaron en una feliz oportunidad. 

Todo esto origina desunión por jerarquización en un nuevo devenir de la vida que comúnmente le llaman: “estar en el llano”; cuya misma denominación indica, estar en igualdad jerárquica y democrática, que el resto que se encuentra fuera de la institución que le cobijó y para la que sirvió, habiendo ya dejado de vestir el glorioso uniforme de la patria y ahora, viste tan igual que el resto: el traje de la civilidad de ciudadano como cualquier otro. 

Esto en verdad, es deprimente y hasta da asco; ver que esa unión que se tuvo cuando se vestía dicho uniforme y se tenía un sentido amplio de camaradería y solidaridad como de autoridad y disciplina que se traducía en Fuerza Armada (FF.AA.), ahora veamos que es una ‘fuerza desarmada’, por quienes no sé si por intereses creados o ignorancia supina, constituyen -reitero- instituciones u organizaciones que les desunen arrogándose representatividad de intereses comunes, cuando son sólo instituciones sociales y a veces recreativas. 

De ahí que no exista consenso en los pronunciamientos en bien y provecho de todos los uniformados (‘familia militar’) que conformaron en un tiempo, esa fuerza que no sólo las armas les daba, sino la fuerza moral que debería estar en todos y cada uno de los hombres castrenses de hoy y del ayer. 

¡Qué hermoso sería! Si esa fuerza persistiera per se, en aquellos que fueron en un tiempo formados para comandar, para liderar hombres para el combate bélico, también lo hicieran ahora para luchar contra la adversidad con que a diario como ciudadanos de un pueblo, vivimos en la corrupción y oprobio. 

¿No piensan que amalgamados en una sola institución u organización tipo “colegio profesional” (verbigracia: médico, odontológico, de abogados, ingenieros…), la gran fuerza se haría tangible en todo sentido y por Ley, sería evidente? U otra denominación que se le podría dar, siempre y cuando sea dirigido por gente proba no con ambiciones personales ni corruptas; elegidos por votación general y sin politiquerías, de acuerdo a los méritos y virtudes desde la vida de cadete y de alumno, como la limpia hoja de servicio. 

Eso sería maravilloso, aunque parezca un sueño que al despertar se desvanezca; pero vale intentarlo, porque todo esfuerzo en bien de los demás, tiene su recompensa y esa recompensa sería, el bienestar de la familia militar por todos los sacrificios que hizo: sin horario de trabajo, disponibilidad absoluta al servicio, sin estabilidad domiciliaria así como entrega constante de la vida por salvar la vida de los demás, velando así por la integridad e intangibilidad de la patria. 

Cuando ingresé a la universidad, aprendí que la capacidad innata del hombre se manifiesta en sus acciones e ideas; y que éstas, se dan en los que menos se piensa, sin importar su condición social, económica, etnia, procedencia ni domiciliaria, etc.; sino de acuerdo a los planteamientos que esgrimía y lo que ejecutaba; ese aprendizaje práctico que obtuve sin lecciones estrictamente teóricas, me hizo valorar a quienes en verdad valen y desechar situaciones elitistas y jerárquicas que tuve en mi etapa escolar y castrense, de gente que muchas veces sin merecimientos, la obtuvieron. 

Soy un viejo que ha vivido la vida con intensidad y de ella, he sacado algo hermoso: experiencia; la que me hace volcar en cada una de las frases y acciones que empleo, lo que de ella he sacado; por eso repito, ‘sólo la unión nos dará fuerzas para triunfar’ en esta situación en que nuestros derechos nos han sido conculcados por un ‘caín’ que ahora debe estar en prisión por traidor, corrupto, vendepatria, ambicioso y necio, coimero como un triste y claramente genocida. 

Todo esto que es la pura realidad en que vivimos, ha motivado que estas líneas que estoy escribiendo, las haya titulado UNIÓN ES FUERZA; y que sirva de pauta, meditación y se ventilen lo que planteo, en la marcha sin precedentes que se llevará a cabo en este día exigiendo el cumplimiento de lo dictaminado por el Congreso de la República, como el máximo organismo del estado, que representa la autoridad suprema de la nación. ¡Vale! 

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