miércoles, 25 de enero de 2017

ODEBRECHT TAMBIÉN “DONABA” PARA “PREMIAR” AL PERIODISMO - POR LUIS GARCÍA MIRÓ ELGUERA



ODEBRECHT TAMBIÉN “DONABA” PARA “PREMIAR” AL PERIODISMO

Por Luis García Miró Elguera


El calado de la podredumbre odebrechtiana alcanza cotas inimaginables hasta hace poco. Hoy conocemos, entre otras cosas, que los moralinos de ayer son los corruptos de hoy. Los sumos sacerdotes de la ética en épocas del fujimorismo ahora se han convertido en una partida de corruptos sinvergüenzas marcados por la billetera de las constructoras brasileras. No nos referimos a simples firmas edificadoras. Hablamos de una mega organización criminal constituida a manera de escuadra imperial por el clan socialista del Partido de los Trabajadores de Brasil. ¿El objetivo? Hacerse de Latinoamérica vía la penetración –firmemente crematística- de un clan de sociedades politizadas con intereses en el gremio de la construcción. Entidades que actuaban como marionetas del clan izquierdista Lula Sociedad Anónima, colocando y sacando a presidentes; promoviendo o liquidando a partidos políticos; hundiendo o favoreciendo financieramente a medios de comunicación, así como a “periodistas” y politólogos que fungían de catones en estos países. Estas empresas, a cambio de ganar licitaciones de mega obras América Latina y África, untaban a los candidatos rojos –como Ollanta Humala en el Perú- para que, ya una vez instalados en el poder, se comprometieran a devolverles –con intereses, moras y multas- los fondos con los cuales financiaron sus campañas electorales. Dichas devoluciones se efectuaban a través de las canonjías económicas con las cuales los estados solventaban unos monumentales proyectos de infraestructura ni remotamente imaginados en los planes de desarrollo de sus países. Para ejecutar tales planes, las constructoras brasileñas se presentaban en estos lares como promotoras de “grandes obras de infraestructura de interés nacional”, tanto mediante el sistema de asociaciones público-privadas como a través de concesiones. Todas aprobadas y adjudicadas obviamente a dedo por los corrompidos gobernantes, mafiosamente comprometidos tras recibir “ayuda” de los brasileros para sufragar sus gastos electorales. Hablamos entonces de proyectos que, en rigor, configuraban obras faraónicas desde las cuales llenaban sus bolsillos las constructoras brasileras digitadas por el corrupto lulismo. Proyectos licitados a precios viles, aunque sujetos a modelos de negocio adecuados a sus intereses, concebidos para eliminar a la competencia a sabiendas de que, más adelante, esos valores serían alterados mediante enmiendas aprobadas por los gobiernos elegidos con dinero negro obtenido de las edificadoras brasileñas. No obstante, al final del día todos estos recursos resulta que salían de las arcas fiscales estatales, vía presupuestos inflados y contratos “renegociados”.

¿Cómo pudo haberse escondido tanta miseria, tanta putrefacción durante tantísimo tiempo? Solamente en complicidad con la llamada gran prensa. Ahora ya se sabe que la corrupta Odebrecht tenía “comprometidos” a determinados grupos mediáticos, a ciertos “gremios” periodísticos y hasta a algunos gacetilleros que actuaban como francotiradores suyos trajeados de catones de la honorabilidad. La lista irá saliendo poco a poco. Ya circula un contrato firmado entre el inefable Ipys –Instituto Prensa y Sociedad- y Odebrecht, mediante el cual ésta última “donaba” centenares de miles de dólares para “premiar” a “periodistas”. ¿Quiénes conforman Ipys? Entre otros, Augusto Álvarez Rodrich, Diego García Sayán, Guido Lombardi, José Carlos Ugáz, Rosa María Palacios, Carlos Basombrío. Qué tal fariseísmo.

Fuente:

DAIRIO EXPRESO