jueves, 15 de diciembre de 2016

ABERRACIONES QUE SE DAN - POR EL DOCTOR ÁNGEL EDGARDO CHIRINOS LAVANDER




ABERRACIONES QUE SE DAN

Por: Dr. Ángel Edgardo Chirinos Lavander

Hace ya un buen tiempo, escribí algo que se relacionaba con este asunto que ahora quiero dejar bien establecido, como es aquella aberración de defender por una parte la majestad del género femenino pero que a la vez, la denigran. Decía en la nota ut supra mencionada, que la lucha feminista por el reconocimiento valioso de la mujer y su igualdad en sus derechos, ellas mismas la echaban por tierra.

Ahora, quiero ahondar y completar esa visión que tengo, sobre esos llamados ‘derechos de igualdad’, indicando que en el fondo ellas mismas los desfasan. Verbigracia, no sé con qué criterio, existen gobiernos y organismos gubernamentales o privados, que ‘segregan’ a la mujer del ámbito general y humano, creando un Ministerio de la Mujer o en organizaciones diversas, una Dirección o Comisión de la Mujer; como dando a entender tácitamente, que el resto de ministerios o de direcciones, son de exclusividad de los hombres o varones.

Pues, para que así no se piense, entonces también se debería crear un Ministerio del Hombre o una Dirección del Hombre, para que así se encuentren los dos géneros, expresados en igualdad de derechos.

El día de ayer recibí el Reglamento del Estatuto que rige el accionar de una entidad cuyos objetivos son maravillosos y prístinos de buscar la defensa de la Naturaleza bajo la visión de la paz y el amor encarnados en las letras; al revisarlo prolijamente encontré, que en su organización existía una Dirección y una Comisión de la Mujer -siendo las del bello género las fundadoras y las que predominan en ese organismo- inmediatamente me pregunté: ¿no están seguras de su importancia y hegemonía dentro de la misma? ¿A caso las demás dependencias que conforman esa organización es para los varones?

No sé, pero siempre actúo con la lógica y la razón analizando profunda y filosóficamente cada concepto -tal si fuera el abogado del diablo- que me induce a buscar el porqué y el cómo de todo concepto; que desde luego puedo estar equivocado, quizás sea muy cierto, porque no soy dueño de la verdad ni menos perfecto pero por lo menos, dejo algo que sirva de reflexión a los que se consideran ‘muy entendidos en la materia’, para que den una explicación justa y razonable al respecto.

Quiero aclarar si, que reconozco en el género femenino, gran valía y condiciones innatas para dirigir y sobresalir en la conducción de un país o una organización de cualquier tipo. No se puede olvidar ni menos soslayar, aquellas virtudes femeninas que nacen con todas ellas, entre las cuales, sobresale la maternidad -en este aspecto admiro la fe bahá‘i’- que le da primacía al género femenino, porque por la condición indicada, son las maestras natas de sus hijos y de la comunidad en general.

Por eso rotulo este comentario, si así se puede considerar, como: “Aberraciones que se dan”; las que fatalmente se dan, sin analizar previa y profundamente su porqué, salvo que deseen enfatizar sobre el asunto, aunque de todas maneras, caen en lo que acabo de verter. Y mejor, lo dejo ahí para no crear polémicas.

¡Vale!