Danilo Sánchez Lihón
1. Grácil
y vivaz
Vive en las altas cordilleras, punas andinas y
serranía esteparia cerca de las nieves perpetuas hasta los 5,200 metros de
altitud sobre el nivel del mar.
De ella se dice que es la reina de los animales del
ande por su figura grácil, hermosa y vivaz.
Es de la misma familia que la llama, la alpaca, el guanaco
y los camellos.
Su lana es rizada y está considerada como la fibra
animal más fina del mundo.
Es de color canela o pardo claro en el dorso, aunque
la de su pecho y vientre tiene una tonalidad muy blanca.
Su vida transcurre por los pastizales, pedregales y
lugares nevados y se alimenta exclusivamente de hierbas.
2. Todos
los días
Cuando corre es veloz como el viento, por eso algunos
niños cordilleranos la llaman "Flecha de Oro de los Andes".
¡Ama la libertad, pues es la esencia de su vida! Es la
especie más pequeña de los camélidos sudamericanos.
Son territoriales y su organización social se basa en
grupos familiares de un macho con varias hembras en donde el macho que es de
mayor edad vela por la seguridad de todos.
A la menor señal de peligro lanza un silbido de alerta
que permite la fuga. Si el jefe llega a ser herido o muerto, no lo abandonan,
prefieren morir junto a él, por eso son el símbolo de la solidaridad entre las
criaturas silvestres.
A diferencia de otros camélidos son “bebedores
obligados” y tienen que hacerlo todos los días, razón por la cual viven cerca
de las lagunas, arroyos y ríos.
3. Pampa
Galeras
Su lana siempre fue muy apreciada por la finura de su
hebra. Los incas brindaron protección a esta especie y sólo permitían la caza
cada cuatro años, respetándose siempre a las hembras.
Tiempos después, cazadores-furtivos y mercaderes
inescrupulosos la persiguieron con saña hasta poner en peligro su
supervivencia.
El año 1965 la especie se hallaba al borde de la extinción.
En el Perú en donde se encuentra la mayor población solo alcanzaba a
contabilizarse 5,000 ejemplares. En la actualidad existen más de 200 mil y se
espera al año 2021 alcanzar el millón.
Desde hace algunos años el Estado brinda protección a
la vicuña cuidando su salud, su alimentación, fomentando su cría y reproducción
mediante las Reservas Nacionales, siendo una de las más importantes la de Pampa
Galeras, ubicada en Lucanas, en el departamento de Ayacucho.
4. Designio
divino
Los Incas consideraron a la vicuña como un animal
sagrado. Su lana principalmente vestía a la colla imperial o esposa del Inca.
Los rebaños de vicuñas eran del dios sol y los criaba
un pastor celestial llamado Coquena. Y el vellón de la vicuña era usado como
una distinción solo por el Inca.
¿Por qué la vicuña alcanzó este rango en la
religiosidad andina? Por tres cualidades de su personalidad: Por vivir en los
lugares altos colindante a los nevados también considerados sagrados.
Por su timidez asociada al candor y a la inocencia,
como a ser grácil y de una belleza sin par, valores apreciados por la cultura
incaica.
Pero, sobre todo, porque se sacrifica y se deja morir
cuando cae o muere su soberano o el jefe del redil. En sus correría puede morir
una vicuña hembra y siguen corriendo, pero si cae el macho no lo dejan, allí se
quedan y se dejan capturar o morir antes que alejarse, cualidad que los Incas
lo consideraban designio divino.
5. En las cordilleras
nevadas
Por esta cualidad, sin embargo personas inescrupulosas
o cazadores furtivos lo primero que aprendían era a reconocer al macho y
matarlo, hecho que significaba apoderarse de todo el rebaño, porque no hay
vicuña hembra que lo abandone.
Y ello porque su lana está cotizada entre las más cara,
y esto desde el principio de la Conquista Europea.
He aquí lo que dicen de ella los Cronistas Españoles
de la Conquista. Así Cabello de Balboa escribe:
Las telas hechas de sus vellones pueden competir con
el fino chamelote de Chipre y aún con telas de seda berberisca.
Y el cronista Bernabé Cobo anotó:
Críanse no más en las serranías del Perú, en los más
helados páramos, entre las cordilleras nevadas.
6. En el escudo
nacional
Por esa razón durante toda la época del coloniaje se
la mató sin misericordia. Ya fue en l República que se emitieron varios
decretos de protección, siendo el primero firmado por el mismo Simón Bolívar.
Al cual siguieron muchos otros que no lograban el
efecto deseado, por lo que el año 1965 el Estado Peruano asume directamente su
protección revirtiendo la amenaza de su extinción.
Aunque se han registrado crímenes que han costado la
vida de pastores y de funcionarios encargados de su cuidado finalmente el
resultado ahora es favorable y se están abriendo nuevos centros de poblamiento
de vicuñas en diversos asentamientos de nuestro país.
La vicuña tan íntimamente ligada a la cultura andina
está representada en el escudo nacional del Perú como símbolo de la riqueza de
la fauna de nuestro país.
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