COMISIÓN ORGANIZADORA
XVII CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
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5 DE MAYO
LA CASA
DEL
BIEN
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
POR TODO,
SER
AGRADECIDOS
Danilo Sánchez Lihón
El amor no solo es
un sentimiento.
Es también un
arte
Balzac
1. ¿Acaso
es obra tuya?
Hay quien dice:
-Yo he hecho mi fortuna con mi propio esfuerzo. A
nadie tengo que agradecer en la vida.
¡Ah, hombre insensato y desagradecido!
¿A nadie tendrías, en primer lugar, que agradecerle
las palabras que pronuncias y que tan bien te definen?
Acaso ¿no te han sido prestadas y es la trama
acumulada en siglos y siglos por millares de hombres, con sabiduría que
lamentablemente tú estropeas y traicionas?
Las manos y la cabeza que tienes, y que tan mal usas
para expresarte, ¿acaso es obra tuya? ¿No la has recibido como un milagro?
– Pago con mi plata. Y no le debo a nadie. –Repites.
2. Merecería
que le agradezcas
A todos debes. El pan que has comido esta mañana, no
vale lo que has pagado por él.
A muchos tendrías que agradecerles que llegue hasta tu
mesa y te sirvas de él sin escrúpulos.
Desde el que experimentó y consolidó una fórmula
acerca de la manera de cómo amasarlo y cocerlo.
Aquel campesino que abrió el manantial para llevar el
agua por la acequia a fin de que el grano puesto en tierra fructifique y quien
debieras de reconocer reverente.
El que diseñó el molino a fin de moler el grano,
mecanismo del cual no canso de maravillarme, ¿no donó su ingenio, su tesón y
nos dio una dádiva?
Hasta el carretillero que tuvo que madrugar para que
ahora tú te lo sirvieses, merecería que le agradezcas por ello.
3. La savia
de la tierra
– ¡Yo no tengo a nadie a quién agradecer! –¿Eso dices?
¿A nadie?–. He trabajado desde niño. –Repites–. Nadie me enseñó a hacer
fortuna, yo aprendí solo.
¿La esposa que tienes y en todo te ayuda, acaso, no es
hija de unos señores que la acunaron de niña? Le brindaron todos sus cuidados y
desvelos en una proporción que no se la podría calcular en oro jamás.
A fin de que tú la recibieses tal cual es corrieron a
amparar cada paso que intentaba dar en esta vida. Y tú eres hacia quien ella
caminó en el altar cuando se casaron
Tú, que parece que todo lo reduces a ganancias, a
precios y acciones de compra y venta, ¿crees que ese desvelo de los padres que
cuidan a sus hijos es calculable en oro?
¡No! ¡Es impagable! Y no alcanzarían a recompensar
incluso los tesoros más fabulosos que pudieran existir, o que se hayan reunido
sobre la faz de la tierra.
4. Maravilla
y misterio
Por lo menos, ¿no deberías estarles agradecido a
ellos?
Tu hija es adorable. ¿No deberías agradecer por ello a
Dios, a la savia de la tierra y al soplo de la vida que te ofrenda sus dones?
La aldaba en la puerta que abre y cierra tus almacenes
y graneros las ideó un hombre que hace mucho tiempo consagró su vida a
concebirla. Y luego lo perfeccionaron muchos otros en el transcurso de los
siglos.
Todo lo tienes que agradecer en la vida. Y si eres
sensato, arrepiéntete, cae de rodillas y agradece haberlo recibido todo.
Y devuelve en parte lo prestado, haciendo el bien a
los demás y donando todo lo que puedas, con beneplácito, con creces y dichoso
de hacerlo.
La vida es un milagro ante el cual sólo podemos corresponder,
en cada uno de los instantes, con el bien, la piedad y el agradecimiento, que
es la única manera de ser fieles ante tantos dones, asombro y misterio.
5. Es
trascendente
Y es importante ser agradecidos porque el
agradecimiento abre las puertas del amor universal que es la verdadera
sabiduría.
Porque el amor no es pleno ni total cuando solo se
reduce a una pareja o a un hijo; a una casa o a un trabajo; a una dedicación o
a una posesión material, cualquiera sea.
El amor es mucho más amplio, vasto e ilimitado. Es la
emoción vibrante, honda y generosa por el bien, la virtud, la verdad, la
belleza.
Los amores relativos son imperfectos y hasta oscuros
si es que a partir de ellos no proyectan al ser humano a algo más inabarcable,
misterioso y trascendente.
El amor que no es coherente con el bien no es amor.
Aquello que aparenta ser amor pero que ofende, daña y hiere a otros será
empecinamiento, obcecación y hasta en el fondo odio, pero no es amor.
6. Como
todo arte
El amor que no es coherente con la virtud tampoco es
amor.
Todo lo vinculado al mal, podrá ser pasión, placer,
sensaciones de deleite, halago o fruición, pero no es amor.
El amor auténtico enaltece, es amable y transparente;
el amor verdadero es abierto, libre y no se oculta.
El amor legítimo es siempre decoroso, amable y gentil.
Da lugar a grandes obras, empeños, proezas y hasta inspira acciones heroicas.
No se centra en algo pequeño o excluyente, ni lo
nublan las anteojeras del egoísmo.
No se reduce al cuerpo, ni a los pequeños sucesos ocurridos
o por ocurrir.
Se engrandece, se agiganta y se proyecta al infinito.
7. De néctares
y mieles
Por eso Honorato Balzac decía que el amor no solo es
una emoción o un sentimiento sino que es también un arte.
Y como todo arte se construye y perfecciona.
Y el primer paso y aprendizaje es ser agradecido,
estemos donde estemos y seamos lo que seamos.
Todo empieza y termina con el agradecimiento.
Ser agradecido es sintonizar con el alma y espíritu
del universo, puesto que ella es fuente, es madre y es sustento.
Todo agradece:
Agradece la nube al sol, lloviendo; la tierra a la
lluvia, floreciendo; los frutos a la flores, empapándose en su pulpa y en sus
jugos de néctares y mieles.
La gratitud es la manera más honesta y sincera de orar
y aproximarse a Dios.
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El texto anterior puede ser
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