viernes, 8 de abril de 2016

KEIKO - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

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KEIKO

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

Keiko Sofía Fujimori Higuchi, tenía 15 años de edad cuando el ingeniero Alberto Fujimori, ocupó la Presidencia de la República del Perú (28 de julio de 1990).

El 5 de abril último se realizó la marcha “No a Keiko”, en alusión al cierre del Congreso de la República del Perú; cierre ejecutado por su padre el 5 de abril de 1992. Recordemos que en aquel entonces Keiko tenía 16 años de edad y estaba cursando estudios secundarios. Muchos de los que marcharon el 5 de abril último todavía no habían nacido en 1992. Las decisiones políticas de los padres no se heredan en ninguna parte del mundo.
Además, Alberto Fujimori y Keiko Fujimori no son la misma persona, simplemente son diferentes. Huelgan mayores comentarios al respecto; pero sí cabe subrayar, que dicho cierre, por más respaldo mayoritario que tuvo, no debió prosperar.

Muchos mitos se han tejido contra Keiko Sofía Fujimori Higuchi desde que se convirtió en la Primera Dama de la Nación en 1994 con solo 19 años de edad, la más joven de la historia en el Continente Americano. Mitos que se acentuaron para mermar su candidatura hacia una curul parlamentaria en las elecciones del 2006; pese a ello obtuvo la mayor votación entre todos los postulantes al Congreso, y desde aquel entonces, día a día, se le ha visto fortaleciendo su capital político. El mito "de la vaga": se dice que nunca ha trabajado. ¿Acaso construir un partido, el más sólido del Perú actual, no es trabajar duro?. Edificar partidos políticos en circunstancias que el Perú atraviesa seria crisis de partidos, es tarea de fuerte trabajo de organización, máxime si su bancada ha mantenido su solidez inicial a través del tiempo, a diferencia de otros grupos que se han desmembrado fácilmente. Keiko Sofía ha enfrentado personalmente todas las investigaciones en su contra. No se ha escondido ni ha dado gritos al cielo, siempre ha mantenido la calma y el debido respeto por todos. El mito "de la mala hija" quedó esclarecido: su señora madre, doña Susana Higuchi, viene alentando con su voz y presencia la candidatura de su primogénita.

Desde que con todo derecho  la mujer peruana incursionó en política, nunca se había visto un desmedido cargamontón contra una candidatura femenina; sin embargo Keiko viene soportando con estoicismo los agravios de grueso calibre que le caen a diestra y siniestra por muchos años ya. Ni siquiera los agravios en las redes sociales y las pancartas, que la prensa viraliza, menguaron en Viernes Santo. Estoicismo, que según mi criterio personal, tiene una explicación: acceder a la Presidencia de la República para salvar el honor familiar, a través de una gestión ejemplar. No cuenta con otra salida.

De los candidatos de Fuerza Popular, conozco a uno sobremanera. Se trata de Marco Enrique Miyashiro Arashiro, jefe del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), que logró la “Captura del Siglo”, el 12 de setiembre de 1992. Conocí a Marco en 1971, hace exactamente 45 años, cuando él cursaba el primer año de estudios en la Escuela de Oficiales de la PIP, y yo el último. Una fuerte relación espiritual de ahijado a padrino que pervive a través del tiempo. Recuerdo como si fuera ayer un gesto generoso de su parte: una mañana de junio de 1971 en la EO PIP, justo dos días antes de que yo cumpliera 20 años de edad, me entregó un documento para que pueda acceder gratuitamente a la academia de artes marciales de su familia. Años después tuve el privilegio de ser su alumno en un curso de inteligencia operativa. Con el correr del tiempo, en todas las actividades sociales que compartimos, Marco se acerca al padrino de estudios en el CINPIP, con el mismo cariño que lo hacen todos mis ahijados; gesto que no amainó un ápice cuando él ostentaba el cargo de Director General PNP, y yo era un oficial jubilado, lo que pinta de cuerpo entero su valía como ser humano. Marco postula con el Nº 9. También está en las filas de Fuerza Popular con el Nº 6, en calidad de invitada, la congresista Lourdes Alcorta Suero, por cuya labor legislativa tengo el mayor de los afectos.

Estamos a 48 horas de las Elecciones Generales. Ojalá que la victoria total de la candidata de Fuerza Popular sea en la primera vuelta, así el Perú se ahorrará presupuesto e inquina entre los candidatos y sus entornos, pero sobre todo se ahorrará las nada santas alianzas bajo la mesa. El Perú no está para restar, sino para sumar afectos de hermandad. Es mi modesta opinión.

Marco Miyashiro                            Lourdes Alcorta......