domingo, 17 de enero de 2016

RECUENTO LITERARIO DEL AÑO DE RICARDO GONZÁLEZ VIGIL - ESCRIBE JOSÉ BELTRÁN PEÑA

 
RECUENTO LITERARIO DEL AÑO DE RICARDO GONZÁLEZ VIGIL
 
Por JOSÉ BELTRÁN PEÑA
 
En el Perú actual, y me atrevería a decir en la historia de la literatura peruana, uno de los poquísimos críticos literarios decentes e independientes (además de poeta), que mantiene como apostolado su valiosa tarea de difundir y hacernos la vida literaria más fácil, enseñándonos, iluminándonos y mostrándonos libros, personajes y facetas literarias de los escritores más talentosos del Perú, de manera ejemplar y democratizante es el doctor, Ricardo González Vigil.
 
Un reducido grupo de colegas de la palabra en libertad, que venimos atrás, lo tenemos como ejemplo y referente, pues desarrolla lo que debe de ser y de hacer un crítico literario auténtico, fundamentalmente, el comprender que en el Perú, no solo existe un tipo de literatura por ser un país pluricultural y multilingüe, y que cada una de ellas es independiente (por ejemplo, por el idioma y la cultura), por lo tanto no existe una literatura mejor que otra, sólo es mera comunicación, y además, que Lima es solamente  la Capital del país.
 
Razón por la cual aparte de su trabajo sustentado en artículos, libros de investigación, crítica y ensayos, también son muy importantes sus recuentos literarios de fin de año, en donde muchas veces nos quedamos con la boca abierta al enterarnos que nuestra literatura es una de las más representativas e interesantes de latinoamérica y que ello no se ve reflejado en lo que comentan o presentan los diferentes medios de comunicación (muchas publicaciones silenciadas, que se van al tacho de basura sin siquiera hojear el libro dado personalmente por el autor o editor, o vía correo), pues persiste un descabellado elitismo, compadrazgo, amiguismo, argollamiento, parcialismo e intereses extraliterarios, con gran manejo y dominio del ambivalente marketing (en donde muchísimas veces te venden piedras por perlas).
 
En el año que ha finalizado, Ricardo González Vigil, ha dejado de escribir después de muchos quinquenios en el diario El Comercio, pues era allí donde se publicaban sus artículos y recuentos literarios, de una manera ejemplar. 
 
Lamentablemente El Comercio ya no es El Comercio (fácilmente de comprobar), que leía mi familia (el caso de mi abuelo conjuntamente con La Prensa),  sino solamente es el comercio y compañía (muchos diarios de su grupo e incluido el Canal N), entonces por todo lo que se ve, se escucha  y se lee, creo que es muy saludable su retiro voluntario o involuntario –no lo sé-, pero lo mismo da, porque ahora está escribiendo en la revista Caretas y en la revista Poder, es casualmente que, en la última de las nombradas, es donde nos ha presentado, su esperado recuento literario del año 2015, y en honor a la verdad frente a los artículos que han presentado otros sobre dicho tema, les ha dado a todos una gran lección de conocimientos y de responsabilidad, de lo que debe ser un recuento literario de un país, por los siguientes motivos:
 
1.- Su recuento no refleja ni se ha parcializado con las editoriales más poderosas e influyentes económicamente que existen en el país, las cuales están muy vinculadas a los medios de comunicación.
 
2.- Los libros anotados, son publicaciones del 2015, y no se han recogido de años anteriores.
 
3.- No se han anotado reediciones de libros.
 
4.- Podemos ver que han sido presentados libros que se han editado no solamente en Lima sino del interior del país.
 
5.- Es demostrable que no ha dado importancia al libro por sus aspectos físicos de edición o sea preciosistas o suntuosos sino de todo tipo de edición, importando claramente el contenido artístico de la obra mas no el maquillaje.
 
6.- Notamos que ha sido escrito en libertad, sin la presión de dueños, jefes o chicheños, que tienen argollas y elites –llámese literatura oficial -, en medios ya definidos, identificados  y que bordean la conchudez mediocrizada.
 
7.- No existe o se percibe machismo ni misogenismo en la relación de autores. Refleja que le ha interesado –como debe de ser-, el libro y no las cualidades o características del escritor.
 
8.- No solo figuran escritores que pertenecen a su alma mater la PUCP, sino hace referencia a publicaciones de otras universidades, y de editoriales independientes, chicas y grandes.
 
9- Su sapiencia es tan elevada que puede desenvolverse y conocer la historia de la literatura peruana y sus personajes en todas sus épocas, o sea puede compartir con el lector el seguimiento que realiza a los escritores, su evolución, estancamiento o descenso con su trabajo con la palabra.
 
10.- Se ve claramente que, es un ser humano que ama lo que hace (como todos imperfecto), pero que está dando su vida por la literatura peruana incondicionalmente, pero también brinda su tiempo en dar a conocer libros importantes de otros rubros.
 
Para que se pueda leer, entender y comprobar lo que he manifestado líneas arriba se publica, su recuento completo titulado, Un año en libros, y que ha sido publicado en la importante revista peruana PODER (pp.76-83) correspondiente al mes de enero:
 
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UN AÑO EN LIBROS 
 
ESCRIBE: RICARDO GONZÁLEZ VIGIL
 
Con pros y contras, el consenso general es que el año 2015 fue bastante positivo para las letras peruanas. Eventos como la Feria Internacional del Libro de Lima, la Feria Ricardo Palma, el  Festival de la Palabra, Felino o el Hay Festival Arequipa son algunos que parecen confirmarlo. Aquí un repaso por lo más resaltante de la producción editorial de los últimos doce meses. Como para ponerse al día.
 
NOVELA
 
Tres novelas sobresalieron: primero, la novela histórica sobre la insurrección de Manco Inca, pieza del gran mural que viene trazando Luis Enrique Tord sobre el Perú del siglo XVI: El imperio en llamas (Penguin Random House), segundo, el mayor aporte peruano al actual auge de novelas de autoficción, la novela más comentada del año y el libro más vendido en la Feria Internacional del Libro de Lima: La distancia que nos separa de Renato Cisneros (Planeta). Y tercero, el estupendo debut novelístico de Juan Manuel Robles, quien con una destreza técnica fuera de lo común despliega una trama de hondura moral y psicológica: Nuevos juguetes de la Guerra Fría (Seix barral).
 
Aplaudamos, además, los altos méritos de Kimo Kawaii de Enrique Planas (Penguin Random House), Los caprichos de la razón de José Guich Rodríguez (Altazor) y Puka Allpa: viaje hacia la selva invisible de Pedro Favaron (Biblioteca Abraham Valdelomar).
 
También son de interés Esa vieja Costumbre de soñar de Jorge Díaz Herrera (Editorial San Marcos), Memorias de un caballo de Marcos Yauri Montero (San Marcos), Ríos de ceniza de Félix Terrones (Textual Pueblo Mágico), Velas en el acantilado de Luis Cisneros Cabada (Peisa) y Cianuro y los ángeles de Iván Candela (Summa).
 
Habría que mencionar, además y por separado, una buena cosecha de excelentes novelas cortas: Cristiane Félip Vidal alcanzó una madurez literaria admirable en El silencio de la estrella (Animal de invierno). La mayor revelación fue Daniela Ramírez Ugolotti con una honda indagación familiar, en parte conectable al cultivo actual de la autoficción: Todos nacemos muertos (Estruendomudo). La consagrada poeta Victoria Guerrero cinceló un perturbador caleidoscopio: Un golpe de dados (Cusco, Ceques). Alejandro Neyra confirmó su destreza para la recreación burlesca del contexto político y cultural peruano en CIA Perú, 1895: el espía sentimental (Estruendomudo). Por su parte, Ernesto Carlín, en Manual de Yoga (Caja Negra), se apartó del realismo sucio de sus anteriores novelas y ahondó consistentemente en la psicología de sus personajes.
 
Consignemos, igualmente, la solvencia artística de Los dorados años veinte (Premio Julio Ramón Ribeyro, Banco Central de Reserva) de Wilfredo Ardito Vega, El juego en la niebla (Premio Cámara Peruana del Libro, Editorial San Marcos) de José Luis Villanueva Victorio, Sucedió entre dos párpados (Planeta) de Fernando Ampuero, La pasajera (Seix Barral) de Alonso Cueto, Aquiles en los andes (Altazor) de Hemil García Linares, Las bestias del abismo (Altazor) de Jorge Ureta, Willka Nina: el hijo del Wamani (San Marcos) de César García Lozada, Mongolia (Animal de invierno) de Julia Wong y Fraga (Summa) de Augusto Rubio Acosta.
 
Por último, el rescate, con la reedición de Elton Honores, de dos novelas olvidadas. De 1917, un valioso aporte a la ciencia ficción: El hijo del doctor Wolffan (un hombre artificial) de Manuel A. Bedoya (Agalma); y un relato de terror artísticamente magistral, de 1944: El castillo de Bankheil de Alejandro de la Jara (Altazor).
 
CUENTO
 
Confirmando que fue uno de los mejores cuentistas hispanoamericanos surgidos a fines del siglo XX, el volumen póstumo de Jorge Ninapayta de la Rosa fue el mejor libro de cuentos del año, tan original en la trama como en la óptica elegida para narrarla, de un humor cálido e indulgente con la condición humana: El arte verdadero y otros cuentos (Peisa).
 
Lo acompañan magníficamente cuatro libros excelentes: Las visitaciones (Premio Asociación Peruano Japonesa) de Pedro Llosa Vélez y Todo termina esta noche (Peisa) de Johann Page, ambos notables al sacar a flote las sombras del corazón humano. A ellos se suman uno de los mejores libros peruanos de literatura fantástica, Siete pasos por la niebla (Campo Letrado) de Yeniva Fernández, y un cuentista de amplio registro creador y virtuosismo técnico, perturbadoramente cuestionador: Diego Trelles Paz, con Adormecer a los felices (Planeta).
 
Agréguese la alta calidad literaria de Patrimonio y los cuentos ganadores y finalistas del Premio Copé 2014 (Petroperú), Tres mujeres (Animal de invierno) de Susanne Noltenius, Cualquiera daña a otro (Planeta) de Rafo León, El palacio de la felicidad (Planeta) de Dante Trujillo, La rosa negra (Ámbar) de Harold Gastelú Palomino, Necrópolis (Altazor) de Daniel Collazos Bermúdez, Mosaico de caricaturas refinadas (Paracaídas) de Loretta Rizo Patrón, Sueño eterno (Altazor) de Lucía Noboa, Informe superficial (Arsam) de José Luis Mellado y Hasta siempre, Yoda (Intermezzo Tropical) de Fernando Espíritu. En el campo del microrrelato, en tanto, resaltaron Ars brevis, vita longa (Caja Negra) de Carlos Germán Amézaga, El hombre que no paraba de reír (El gato Descalzo) de Ana María Intili, El celular del diablo (Eral) de Pedro López Ganvini y una imprescindible antología personal: Entre vivos y muertos, de Alberto Benza González, prólogo de Ana María Shua (La Nave).
 
Mención aparte merecen tres libros basados en la tradición oral y la cosmovisión andina: Choque Amaru y otros cuentos nuevos (Instituto Francés de Estudios Andinos) de Gerard Taylor, El condenado andino. Estudio de cuentos peruanos (IFEA y Centro Bartolomé de Las Casas) de Nicole Fourtané y Cuentos inolvidables del ande (San Marcos) de Santos Blanco Muñoz.
 
Para cerrar, resulta importantísimo resaltar la obra reunida de Clorinda Matto de Turner, Narrativa breve. Tradiciones, leyendas y relatos, edición y estudio de Marcel Velázquez Castro (San Marcos), y varias antologías, como las de José Donayre, quien continuó confeccionando necesarias selecciones de tendencias narrativas relegadas en las antologías peruanas, como Se vende marcianos. Muestra de relatos de ciencia ficción peruana (Altazor). También aparecieron dos interesantes miradas al buen momento que está pasando el cuento peruano: El fin de algo: la antología del nuevo cuento peruano 2001-2005 (Santuario) de Víctor Ruiz Velazco y Selección peruana 2000-2015 (Estruendomudo) de Ricardo Sumalavia. O la selección hecha por el propio Miguel Gutiérrez de relatos que se pueden leer independientemente y que se encuentran insertos dentro de sus novelas, Las aventuras del señor Bauman de Metz y otras historias (Penguin Random House). Y, finalmente. Tres antologías de cuentistas relevantes, la magistral Escuchando tras la puerta (Animal de invierno) de Harry Belevan y las sustanciosa Miradas (Gobierno Regional del Cusco) de Karina Pacheco Medrano y Planeta de sombras (Arsam) de José Guich Rodríguez.
 
POESÍA
 
De gran aliento creador, escrito desde las entrañas de la cosmovisión andina, el mejor poemario del año constituye uno de los himnos más admirables de nuestra tradición cultural: Máscaras en el aire. Candelaria: fe y fuego de Boris Espezúa Salmón. Ha sido editado en formato grande, espléndidamente ilustrado con fotos de Guido Serruto Rossello y acuarelas de Moshó (Puno, Gobierno Regional) y en un formato más pequeño, pero también bellamente diagramado e ilustrado (Puno, Ministerio de Cultura).
 
Lo acompañan brillantemente cuatro poemarios extraordinarios: Nido de utopías (Trujillo, Cea) de Santiago Aguilar, Salmos de sangre (Summa) de Óscar Málaga, Espíritupampa (Paracaídas) de Alonso Ruiz Rosas y Autorretrato del piloto (Celacanto) de Paul Forsyth Tessey. A ellos cabe agregar los nuevos textos de poetas imprescindibles: Máscaras de Roma (Caja Negra) de Marco Martos, Los siete universos del jardín de Magdalena (Ikono) de Manuel Pantigoso, Cuaderno extranjero (Borrador) de Enrique Sánchez Hernani, Treinta y cinco lecciones de biología (Animal de Invierno) de Eduardo Chirinos, Apu Kalipsus: palabras  de la bruma (Hipocampo) de José Antonio Mazotti y 35 mm de Lorenzo Helguero (Estruendomudo).
 
Aplaudamos, además, la consistencia artística de Sobrevivir es un acto de invierno (Paracaídas y Animal de Invierno) de Ana María Falconí, Breve tratado de lo efímero (Premio Scriptura, Carpe Diem) de Yidda Ayala Azabache, Crema carnal (Caja Negra) de Eloy Jáuregui, Del amor y la alegría y otros poemas (Hipocampo) de Edgardo Rivera Martínez, Intimores de amor (Gaviota Azul)  de José Beltrán peña, Desde el otro lado (Mascapaycha) de Eliana Vásquez, El fin de la poesía (Paracaídas) de Víctor Ruiz Velasco, Izquierda Unida (Celacanto) de Álvaro Lasso, Arquitectura y destrucción del arcoíris (Luna Negra) de Martín Córdova Bran, Un incesante vacío (vivir sin enterarse) de Wilfredo Lévano y Sobre la muerte de las arañas (Trujillo, Pájaro Salvaje) de Adrián Alberto.
 
En el rubro de las obras reunidas, recomendamos Sueño de ciegos de Raúl Deustua, edición de Ana maría Gazzolo (Lápix); Ensayo general de Raúl Bueno (Hipocampo) y Poesía de Otilia Navarrete. Del gran poeta Martín Adán, sus Cartas Escogidas, edición de Andrés Piñeiro (PUCP), y del también grande Carlos Germán Belli, las prosas de Morir en la superficie (FCE).
 
Como antologías, sobresalieron La hoguera desencadenada: Movimiento Cultural Neón de Harold Alva y Héctor Ñaupari (Summa), las antologías personales La miscelánea íntima (Caja Negra) y Canciones del perito en nada (Academia Peruana de la Lengua) de Carlos Germán Belli, Campo de estacas de Carlos López Degregori (Bogotá, Pontificia U. Javeriana), Concilio de luciérnagas de Carlos Garrido Chalen (U. Federico Villarreal) y Los éxodos, los exilios de Alfredo Pérez Alencart (U, de San Martín de Porres).
 
EDICIONES MAYORES
 
En este rubro de encuentra el acontecimiento del año: la edición realizada por Carlos Araníbar, en cuatro tomos, de un libro fundamental del Perú, el más importante para adentrarse en la cosmovisión andina: Nueva crónica y buen gobierno de Felipe Huamán Poma de Ayala (Biblioteca Nacional del Perú). Además de la transcripción paleográfica y de índices minuciosos, brinda un texto con ortografía actualizada para facilitar la lectura del público no especializado.
 
Otro magno acontecimiento fue que, por primera vez en el Perú, se coronó la publicación de las obras completas del otro cronista fundamental del país: el Inca Garcilaso de la Vega. Jorge Huamán Machaca hizo la transcripción paleográfica de Traducción de los diálogos de amor de León Hebreo y otros escritos (U. Inca Garcilaso de la Vega). Además, el mismo fondo editorial nos entregó una edición facsimilar de dicha traducción.
 
De otro lado, la Universidad Ricardo Palma reprodujo un manuscrito de Garcilaso, estado germinal de su magistral crónica: La Florida facsímil de un nuevo manuscrito, edición y estudio de Miguel Marticorena Estrada. Estos aportes constituyen una antesala espléndida al 2016, año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte de Garcilaso.
 
BIBLIOTECA PUNEÑA
 
Una auténtica hazaña cultural, sin parangón en nuestro país, modelo de lo que debería hacer cada región del Perú, constituye la Biblioteca Puneña, que, bajo la coordinación de José Luis Velásquez  Garambel, viene publicando la Universidad Nacional del Altiplano (Puno). Con los 51 volúmenes editados al 2015, la imprescindible colección ya suma 101 libros. Amplia y a la vez acertada selección de las obras destacadas de puneños y estudiosos de Puno, a lo largo de más de cuatro siglos de fecunda producción bibliográfica.
 
Destacan las ediciones facsimilares de clásicos puneños: Lidovico Bertonio (1603), Diego de Torres Rubio (1616), Diego González Holguín (la nueva edición de 1842), Juan Bustamante (1845 y 1849), Antiguedades peruanas de Mariano Eduardo de Riverio y Juan Diego de Tschudi (181), E. W. Middendorf (1894), Anello Oliva (1895), Jesús Vizcarra Fabre (1901), Vocabulario políglota  incaico de misioneros franciscanos (1905), Arthur Posnansky (1914), José Antonio Encinas(1924) y J. Imbelloni (1941). Al sustancioso material sobre Gamaliel Churata brindado en los primeros 50 títulos se añade ahora la edición facsimilar de Anales de Puno (facsímil del manuscrito de Churata) y de la formidable revista que dirigió, Boletín Titikaka (1926-1930).
 
De otro lado, subrayemos la compilación de escritos de dos integrantes del Grupo Orkopata: Narrativa Completa de Mateo Jaika y Teatro de Inocencio Mamani, la inédita recopilación Poemas y relatos aymaras de Héctor Estrada Serrano y las antologías de dos poetas mayores de Puno: Omar Aramayo (Antología previa) y Leoncio Luque (Más allá de mis ojos).
 
PREMIO MUNDIAL
 
Un logro internacional mayúsculo; la Universidad de San Martín de Porres fue premiada, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt (la mayor del planeta), como la editorial de libros de gastronomía más importante del mundo en los últimos 20 años, según la organización Gourmand World Cookbook Awards. Justo reconocimiento a la calidad de las investigaciones gastronómicas (realzada por su belleza gráfica) que publica su Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología, bajo la batuta del decano Johan Leuridan Huys: casi cien libros de cocina, varios de ellos premiados año a año por Gourmand World Coolbook Awards.
 
Prueba de ello son sus publicaciones del 2015: La comida popular ambulante de antaño y hogaño en Lima de Pablo Macera Dall´Orso y María Belén Soria, Piura (la cocina peruana tiene un norte) de Adolfo Perret, Al rescate del dulce sabor peruano, editado por el Fondo Editorial USIL, Los secretos del pisco de Mario G. Vingerhoets, El camarón de Blanca Chávez y Teresa Ocampo, La historia de mi cocina de Paola Puig Ulloa. Mención especial merecen las páginas, llenas del “alma” de nuestra cocina, de Las manos de mi madre de Isabel Álvarez Noboa, quien, además, dirige un equipo que consiguió que este año el Ministerio de Cultura declarara a las chicherías y picanterías como patrimonio cultural de la nación.
 
OBRAS COMPLETAS
 
Celebrando los cien años cumplidos por la gran etnohistoriadora María Rostworowski, se reeditaron los diez tomos (de reciente aparición el noveno y el décimo) que conforman hasta ahora, sus Obras completas (Instituto de Estudios Peruanos y Ministerio de Cultura).
 
Además, circularon los do primeros tomos de la poesía escrita del genial Jorge Eduardo Eielson (Poeta en Lima y Poeta en Roma), ambos editados por la especialista Martha Canfield (Lustra y Sur Anticuaria). Y continuó la esmerada edición de las obras completas de Ricardo Palma, bajo la dirección de Miguel Ángel Rodríguez Rea: el vol. VII (Tradiciones olvidadas) y el vol. VIII (Cronología de las tradiciones peruanas) del tomo I, aportes de Julio Díaz Falconí (Universidad Ricardo Palma).
 
OTROS CLASICOS PERUANOS
 
Francisco Hernández Astete y Rodolfo Cerrón Palomino (eds.), Juan de Betanzos y el Tahuantinsuyo (PUCP). Diego de Villegas y Quevedo, La Letra M del diccionario de Autoridades, estudio de Guillermo Lohmannn Villena (Academia Peruana de la Lengua). Abraham Valdelomar, Obra escogida, selección de Ricardo Silva Santisteban (Gobierno Regional de Ica, Biblioteca Abraham Valdelomar y Academia Peruana de la Lengua), Pedro S. Zulen, Escritos reunidos, compilación de Rubén Quiroz, Pablo Quintanilla y Joel Rojas (Congreso del Perú), Luis E. Valcárcel, Historia del Perú antiguo, tres tomos, estudio de Luis Guillermo Lumbreras (Copé, Petroperú), y El Virrey Toledo, gran tirano del Perú (U. Inca Garcilaso de la Vega), Luis Alberto Sánchez, Elogio de don Manuel González Prada / Mito y realidad de González Prada; presentación de Marco Aurelio Denegri (U. Inca Garcilaso), Pablo Macera, Obras escogidas de historia, tomo II, compilador: Miguel Pinto (Congreso del Perú).
 
VALLEJO SIEMPRE
 
Nuestro poeta máximo concita una atención internacional que no cesa: traducciones al hindi, al bengalí, al tailandés, etc. Antologías no solo de su poesía, sino también de su prosa, como, la valiosa Camino hacia una tierra socialista (escritos de viaje), selección de Víctor Vich (Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica). Estudios: el tomo III de Gladys Flores Heredia (ed.) Vallejo 2014. Actas del Congreso Internacional Vallejo siempre (Editorial Cátedra Vallejo) y César vallejo, el poeta de la carencia de Alaín Sicard (Cátedra Vallejo). Inclusive una antología en braille, Vallejo en seis puntos (Copé, Petroperú) a cargo de Carmela Izaguirre López, quien también tejió un volumen similar dedicado a José María Arguedas.
 
LAS EDICIONES MÁS HERMOSAS
 
Sobresale, como todos los años, el nuevo volumen de la colección Arte y Tesoros del Perú: La amazonia (Banco de Crédito). Brillan, igualmente, Bolognesi (Telefónica, Ejército Peruano y Ministerio de Defensa), Quinua divina de Teresa Blanco de Alvarado Ortiz (U. San Ignacio de Loyola), El universo expresionista de Alfredo Ruiz Rosas (Instituto Cultural Peruano Norteamericano), Chambi (MALI) y Baldomero Pestana de Fietta Jarque.

RUMBO AL BICENTENARIO
 
Destacan la edición facsimilar de Poesías de Mariano Melgar, editadas en 1878 por Manuel Moscoso Melgar (Jurado Nacional de Elecciones), y la reedición, con nuevo material iconográfico, de la novela Habla Micaela (sobre Micaela Bastidas, la esposa de Túpac Amaru) de Alfonsina Barrionuevo (Ministerio de Cultura).
 
OTROS RUMBOS
 
CRONICAS Y ESTIMONIOS
 
Coma y punto una exquisita sobremesa con tradiciones y excentricidades de la culinaria mundial de Jorge Salazar (Aguilar). Mero listado de palabras de Gregorio Martínez (Imago), La ruta natural de Alberto Benavides Ganoza (Biblioteca Abraham Valdelomar) y uno de los libros más comentados del año, escrito por un hijo de padres senderistas Los rendidos de José Carlos Agüero (Instituto de Estudios peruanos).
 
LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
 
La zona invisible (Premio El Barco de Vapor, SM) de Carlos Garayar y Jessica Rodríguez, Cholito y el anillo del nibelungo de Óscar Colchado Lucio (Penguin Random House), Shaña de Martha Merino (San Marcos), Las aves y sus colores de Rember Yahuarcanio (Déjalo ser) y Poesía peruana para niños y jóvenes de Carlos Zúñiga Segura (AFA).
 
SOCIEDAD Y POLÍTICA
 
Gonzalo Portocarrero, La urgencia por decir “nosotros”. Los intelectuales y la idea de nación en el Perú republicano (PUCP) y José Luis Réñique, Incendiar la pradera. Un ensayo sobre la revolución en el Perú.
 
FILOSOFÍA
 
Rosemary Rizo-Patrón, La agonía de la razón (PUCP); y Miguel Giusti (comp.) Tolerancia. Sobre el fanatismo, la libertad y la comunicación entre culturas (PUCP).
 
CINE
 
Ricardo Bedoya, El cine peruano en tiempos digitales (U. de Lima)
 
HISTORIA
 
Carlos Contreras y Luis Miguel Glave (eds.), La independencia del Perú. ¿Concedida, conseguida, concebida? (IEP); y Charles Walker, La rebelión de Túpac Amaru (IEP).
 
ARQUITECTURA
 
Reynaldo Ledgard, La ciudad moderna (PUCP); y Sharif Kahatt, Utopías construidas; las unidades vecinales de Lima (PUCP).
 
CRÍTICA LITERARIA
 
La tiranía del Inca (Premio Copé de Ensayo, Petroperú) de Richard Parra; Liberalismo criollo: Ricardo Palma, ideología y política (1833-1919) de Carlos Alberto Pérez Garay (U. Ricardo Palma); Carmen Pinilla (ed.), Todas las sangres cincuenta años después (Ministerio de Cultura; Paulo César Peña, 1945: Jorge Eduardo Eielson, vida y canción en Lima (Paracaídas); Douglas Rubio Bautista, Narrativa de la víctima (Pakarina); Paul Guillén, Falo: escritura en Enrique Verástegui (Perro de ambiente); Óscar Gallegos, El microrrelato peruano (Micrópolis) y Miguel Ángel Huamán V., Las letras y los hombres; para una historia de la critica literaria peruana (Dedo crítico).
 
ECONOMÍA
 
Máximo Vega Centeno, Del desarrollo esquivo al desarrollo sostenible (PUCP), El desarrollo de la economía peruana en la era moderna de Bruno Seminario (U. del Pacífico) y Puente sobre el Pacífico: Latinoamérica y Asia en el nuevo siglo, de Cynthia Arnson y Jorge Heine (U. del Pacífico).

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Y para finalizar,  seguramente que ya se han enterado que en el recuento figura mi libro, Intimores de amor, y algunos malévolamente estarán pensando o cuchicheando, Beltrán Peña, ha escrito esto en señal de agradecimiento, sobonería o arrodillamiento, a aquellos, solamente los invito muy respetuosamente a leer mi libro, pero quiero que sepan que me interesa un carajo sus comentarios, porque escribo y publico lo que me da la gana con la bendita palabra en libertad. La verdad es la verdad y punto.