sábado, 9 de enero de 2016

9 DE ENERO: ESTAMPA DEL MES DE ENERO - FOLIOS DE LA UTOPÍA: PALOMA PETRIFICADA EN LONTANANZA - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2015 AÑO
DE LA DEFENSA DE LA VIDA
Y DEL PLANETA TIERRA
 

ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA
DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD
Y LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHU
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 

SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL

 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
VIERNES 22 DE ENERO. 7.00 PM
 
PARTICIPACIÓN POÉTICA
AMELIA MELGAR
 
EN LOS VIERNES LITERARIOS
CENTRO CULTURAL SAVARÍN
JR. CAMANÁ 878. CERCADO DE LIMA
 
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DOMINGO 31 DE ENERO. 9 AM.
 
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“RUTAS DEL ALMA”
DE AMELIA MELGAR
 
SALÓN DORADO DEL TEATRO MUNICIPAL.
EN LA CELEBRACIÓN DEL 25 ANIVERSARIO
DE LOS VIERNES LITERARIOS
 
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9 DE ENERO
 
 
ESTAMPA
DEL MES
DE ENERO
 
 

FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
PALOMA
PETRIFICADA
EN LONTANANZA
 
 

Danilo Sánchez Lihón
 
 
Callecitas empinadas
techos de musgosas tejas,
vereditas empedradas,
silenciosas casas viejas”.
Marino Quispe
 
 
1. Detrás
de la esquina
 
Enero en mi pueblo son días en que llueve intensamente y a veces la lluvia no cesa noche y día. También es mes de vacaciones en la escuela en que mi padre aprovecha para enseñarnos a planchar y a coser en el cuarto de arriba.
Mientras él nos cose un abrigo nosotros encendemos la plancha, hilvanamos la basta, hacemos un torzal, pegamos botones y hacemos ojales.
Son también días en que ensaya en la sala de abajo la orquesta de músicos de cuerdas que dirige papá porque abundan contratos para las levantadas del Niño Dios.
Son estas fiestas grandes en que las mujeres corren encogidas a alcanzar a los invitados los tamales calientes, el cuy con papa revuelta, los chicharrones acompañados con graneado de mote y zarza de cebolla blanca.
Platos que llegan con inevitables gotas de lluvia al pasar las muchachas que lo sirven por el patio cruzando de uno a otro corredor, para voltear de regreso hacia la cocina lejana detrás de la esquina de unas paredes vetustas.
 
2. O sean
esperanzas
 
– ¡Ya papá! ¡Ahorita voy! –Le digo.
Mientras cojo unos cuantos panes y bizcochos de la canasta y salgo con la llovizna y la sombra de la tarde ya haciendo su nido debajo de los tejados para avisar a cada uno de los integrantes de la orquesta de que hoy hay ensayo.
Hay que bajar y dar la vuelta hasta el Hospital y luego subir por una calle donde crecen malvas, yerbas santas y pies de perro.
Por aquí corre una acequia de agua que casi siempre se desborda anegando el paso, con árboles coposos dentro de las paredes que rematan en un techo de rastrojos, donde crecen esas yerbas de hojas amarillas que llamamos despectivamente “chilenos”.
A esta hora, debajo del aleteo de los pájaros que llegan a cobijarse entre las ramas, se escuchan las voces interiores de la gente en torno a algún fogón, hablando de esto y aquello de la vida, sean tristezas o sean esperanzas.
 
3. Al frente
hay una huerta
 
– ¿Estará tu papá, don Juan? –le pregunto a una niña.
– Sí. ¿De parte de quién, le digo? –Pregunta, mientras me observa lentamente de arriba abajo.
– Del hijo de don Danilo.
– ¡Ah, entonces pase!
La casa es un corredor con una sola habitación en penumbra, hundida hacia adentro.
Al frente hay una huerta con una explanada donde mueven lentamente la cabeza y, a veces, recogen y vuelven a poner en el suelo sus patas.
Son un caballo, un asno y dos o tres ovejas recién traídas del pastoreo al campo y que adormiladas bajo el alero contemplan al cielo llover.
 
4. Que
se apure
 
Juan Calvo confecciona y arregla zapatos y tiene su mesa de zapatero en el corredor de la casa, hacia un rincón, de cuya pared cuelgan hormas y herramientas de labranza.
Al borde de ese corredor hay una fila de piedras horadadas por la lluvia y en donde esta vez se ubican una silletas cubiertas de pellejos de oveja.
– Buenas tardes don Juan. –Le digo cuando sale.
– Buenas tardes niño.
– Mi papá me encarga decirle que esta noche empiezan los ensayos de la orquesta. –Hablo de ese modo, mirando más aquellos ojos quietos y transparentes de su hijita.
– ¿Y a qué hora será niño?
– Seguro que a la hora de siempre, don Juan, a las siete.
– Dígale a su papacito que ahí estaré en punto.
 
5. De ojos
lentos
 
Habla y el contento le rebalsa los ojos.
­– Tú, anda a decirle a tu mamá, –la urge, dirigiéndose a la niña–, ¡que se apure en servir la comida, que ya voy a salir!
Desde este corredor ya se ven las luces encendidas de algunos candiles en las casa, de allá abajo.
Flanco este empinado del pueblo, hasta donde sube el humo de los fogones de algunas cocinas de las casas extendidas en la hondonada.
Y Santiago de Chuco desde aquí se ofrece como el ala apenas viva de una paloma petrificada.
– ¡Entonces lo esperamos don Juan!
– Sí, niño. Ahorita voy a merendar. Y luego estoy bajando.
– Gracias, y hasta luego, pues.
 
6. Las notas
musicales
 
Dos  o tres chiquillos, junto con la niña de ojos lentos y translúcidos, nos salen a despedir a la puerta hecha de palos juntados y clavados a unos troncos que hacen de travesaños.
¿Cuánto tiempo nos miramos en silencio? ¡No existe el tiempo en las miradas!
En los ojos no hay horas ni minutos porque la mirada lo abarca y sintetiza todo.
¿Qué existe entonces? Un vértigo en el alma. Un suspenderse todo. Una vibración, un aleteo profundo.
Como la orquesta de mi padre. ¿Qué son las notas musicales que desde ella surgen?
O como es la perspectiva de esta calle o de mi pueblo mirado desde este altozano como una paloma petrificada en lontananza.
 
7. Entre
los árboles
 
¿Qué es sino un hálito, un aleteo, una tonada? ¿No es el amor acaso algo inefable?
Donde todo se suspende, se esfuma y duele tanta hondura, tanto abismo interior que reconocemos en nosotros mismos y en la persona que nos mira de ese modo.
Hasta que nosotros desaparecemos ya con las sombras de la noche y el ladrido de los perros.
Y así he tenido que avisar, casa por casa, pero felizmente ya regreso.
A esta hora habitan por los rincones las almas, bajo los aleros de carrizos amarillentos.
Y hasta detrás de las puertas ladeadas –ya en la penumbra– penan los ausentes.
Cuando hasta los pajarillos ya han cesado de acomodarse bulliciosos entre los árboles.
 
 
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CONVOCATORIA
 

XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÚRICA DE MAYO, 2016
 
LIMA:
MARTES 24
 
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 25
 
OTUZCO
JUEVES 26
 
HUAMACHUCO
JUEVES 26
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 27
SÁBADO 28
 
CACHICADÁN
DOMINGO 29
 
TODO EN EL MES
DE MAYO, 2016
 
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